*Pronto una largas y enormes garras se comenzaron a asomar desde la oscuridad de debajo de la cama, seguido por unos largos brazos de color gris y rayas rojas.
Las chicas miraban atónitas el suceso que estaba ocurriendo delante de ellas.
Poco a poco la criatura salió completamente de la cama, media aproximadamente dos metros de altura, tenía una especie de túnica negra que le cubría el cuerpo, pero las extremidades que se dejaban ver eran de color gris con rayas rojas, en el rostro en lugar de ojos y boca, solo habían huecos y en su lugar, tenía marcas en la cabeza como si fueran gajos de una naranja.
Ana lo miraba con gran detenimiento y más pronto que tarde se dio cuenta de que se trataba del monstruo de su pesadilla.
/No puede ser, ¿Pero que es lo que hemos echo?
*Pensó Ana mientras ponía una cara de sumo terror.
Aquella cosa comenzó a moverse tambaleantemente, dando pequeños pasos como si se moviera con gran dificulta, asta quedar totalmente de frente con Ana, pero en su paso se encontraba Catering, la cual el monstruo la sujeto por el gorro de su chamarra y con gran facilidad la arrojó fuera de su camino.
Las otras tres chicas comenzaron a soltar gritos desgarradores, y al igual que Catering que se desmayo por el golpe, ellas también se desmayaron pero por la impresión.
Pronto solo quedaron Sol y Ana mirando a la extraña criatura, la cual se acercó más a Ana,
Sol quería hacer algo para ayudar a su hermana, pero sentía las piernas dormidas, no las podía mover.
/Maldición, todo esto es mi culpa, yo que una vez jure que protegería a Ana a toda costa y aquí me tienes, yo misma la entregue a este horrible monstruo.
*El monstruo se agachó y con gran dificulta tomo el vaso que contenía la sangre, su cabeza se abrió como si fuera una siniestra flor que dejaba ver sus cientos de dientes que parecían ser capaces de triturar cualquier cosa que entre en ellos.
Pronto una luz de color rojo iluminó toda la habitación, Ana cerró los ojos, pensó que ya todo estaba perdido y que sería devorada por aquella horrible criatura, cuando sintió un tirón de alguien que la jalo hacia atrás.
Abrió los ojos de golpe para ver qué era lo que estaba sucediendo, y lo que vio fue…
Fue al chico con el que se había tropezado horas atrás, la primera pregunta que se le vino a la cabeza fue.
/¿Pero que hace él aquí?
*Miro en dirección hacia la cama y noto que un chico con las misma características salía de un oyó negro que minutos atrás no estaba, y que parecía que se tragaría todo lo que entrara en el.
Pronto vio que el chico que la había jalado hacia atrás, le arrebato con gran velocidad el vaso de sangre a la extraña criatura, mientras que el segundo la tomo por el cuello y lo jalo con fuerza hacia aquel oscuro agujero, seguido por el otro chico con el vaso con sangre, una vez que también había cruzado, aquel portal oscuro, se cerró, la habitación volvió a la normalidad y la cama se encontraba en el mismo lugar, como si nunca hubiera pasado nada.
-¡Ana, Ana, Ana! ¿Estás bien?, por favor háblame.
*Sol sacudía con gran desesperación a Ana, pero ella seguía en shock, seguía con la mirada perdida en la dirección de la cama.
Sol se levantó, encendió la luz y fue en busca del botiquín de primeros auxilios que se encontraba en el baño, humedeció un algodón con suficiente alcohol y lo paso a una distancia prudente de la nariz de Ana.
Ana, luego de unos minutos por fin regreso en si, volteo a ver aún, un poco desconcertada a Sol.
Sol la abrazo fuertemente y casi llorando.
-¡Hermana! ¡Hermanita!, ¡Perdóname!, ¡Perdóname por favor!, Yo… yo no sabía que esto si iba a funcionar, pensé que solo era charlatanería, pero con un horrible temor dentro de mi, me di cuenta de que puede ser verdad, perdóname por favor Ana, de verdad que yo no te quería poner en peligro de está manera, Ana, Ana te juro que yo no sé que haría si algo te llegará a pasar, yo te juro que me volvería loca si algo te llegará a pasar.
Ana por favor perdóname.
*Sol se soltó a llorar en los hombros de Ana, Ana seguía sin decir ni media palabra, solo le correspondió el abrazo a Sol, y le dio una ligera palmadita a su espalda.
Sol se quedó dormida el resto de la noche abrazando a su hermana, lo contrario de Ana, Ana no pudo dormir en toda la noche, solo se dedico a mirar al techo con una mirada perdida.
A la mañana siguiente las chicas por fin despertaron, Catering tenía una enorme marca roja donde aquella criatura la agarró, además de que se quejaba que le ardía.
-¿Y que cosa quieres que yo haga?
Al final de cuentas todo fue tú culpa.
-Sol no me hables así, recuerda que yo se cosas de ti que no te conviene que se las diga a los demás.
-Sabes que Catering, sal de mi casa, no quiero volver a ver tu estúpida cara otra vez, por tu maldita culpa una cosa, sea lo que fuera casi se come a mi hermana, así que largo de mi casa.
*Sol saco a empujones a Catering y a las otras tres chicas, Ana solo miraba desde la sala todo lo que estaba pasando.
-Te vas a arrepentí por tratarme de está manera Sol, te vas a arrepentir.
-Si lo que digas, no me importa.
*Sol cerró la puerta detrás de si y camino hacia donde se encontraba Ana.
-¿Ana como sigues?
Por favor háblame.
*Ana miraba hacia la nada.
-¡Ana por favor!
*Finalmente se volteo a ver a Sol.
-¿Y que quieres que te diga?
Sabes lo cerca que estaba de está maldita criatura, y todo esto es por tu maldita culpa, si no siguieras las órdenes de esa estúpida mujer como un perro obediente nada de esto hubiera pasado.
*Ana se levantó totalmente enojada del sillón y camino hacia las escaleras.
-Y quiero que sepas una cosa Sol, Esto… Esto no te lo voy a perdonar entiendes, y en cuanto llegue papá se lo voy a decir.
*Súplica.*
-¡No Ana!... Por favor no se lo digas.
-Claro que lo haré y ayer te lo dije, tú sabes más que nadie que padre está totalmente en contra de todo lo que tenga que ver con cosas paranormales y aún así no hiciste caso.
Ahora sufre la consecuencias.
*Ana termino de subir las escaleras y lo último que escucho Sol fue el sonido de la puerta de la habitación de Ana azotarse.
*Cabeza agachada.*
-Ana tiene razón, creo que debo de afrontar todas las cosas que eh echo asta ahora.
Yo prometí que sería su protectora y mírame…
Yo misma la eh expuesto a estas cosas.
Además de que sería buena idea decírselo a Papá, no se porque no puedo dejar de pensar que Ana está en peligro, de está manera la tía Michelle sabrá que hacer….
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