El Condado Cuddyer - Parte 1

“Señorita ya es hora”

Willow salió de su recamara sin ningún apuro, por qué apurarse si de seguro su hermana igual la haría esperar. Bajo con cuidado a esperarla al lado de la puerta, su criada la veía satisfecha con el trabajo que había hecho arreglándola.

“Hermana ya estoy lista” le sonrió dulcemente cuando vio llegar a Adelaide, obviamente ella se disgusto y sólo la ignoro y siguió adelante como si nada.

Aún estando en el carruaje ambas evitaron hablar, no se llevaban bien y cuando Willow intentaba hablar ella volteaba la cabeza con desprecio.

Como era de esperarse, Adelaide también escogió a una criada personal para que la acompañase al condado puesto que su madre tenía trabajo que hacer y no había podido acompañarla.

“No me estorbes esta vez” la miró gruesamente al bajar del carruaje.

“Bienvenidas señoritas” el conde personalmente salió a darles la bienvenida.

“Gracias por invitarnos” las dos al mismo tiempo hicieron una reverencia.

“Así que la señorita de aquí debe ser Lady Willow” sonrió gentilmente.

“Sí, Conde Cuddyer” asintió la pequeña.

“Bueno pasemos, mis hijos ahora están en sus habitaciones así que haré llamarlos” le dio una señal a Leo para que lo hiciera.

“Dígame señorita Willow, cómo se siente pertenecer a una familia tan distinguida como lo son los Widget” empezó.

“Me alegra poder estar con ellos, son muy amables conmigo y por eso me esforzaré para estar a su altura y hacer crecer a la familia”

“Oh, pero ¿no se siente incomoda, ya que tendrá que competir con su hermana?” atacó el rubio.

“Por qué tendríamos que pelear, las dos somos hermanas y a ambas nos beneficia el crecimiento de nuestra familia”

“Es cierto, pero siempre habrá un heredero. Supongo que no lo toman en cuenta”

“Este viejo sólo quiere que diga algo fuera de lugar. Parece tan inocente con esa sonrisa”

“En ese caso todos nos volveremos uno” sonrió torpemente haciendo que el lugar se llene de risas para suavizar el ambiente que se estaba volviendo tenso.

“Padre, esto es una reunión de niños, no creo que sea prudente que este aquí” Nathaniel lo interrumpió cuando este pensaba atacar de nuevo con preguntas incómodas.

“Ya que estas aquí ya puedo irme” se levantó sin eliminar su sonrisa del rostro “Qué tenga una bonita reunión” se despidió.

“Mis saludos, soy Nathaniel Resse Cuddyer y seré su anfitrión”

“¡Hola!¡Soy Lara Ivette Cuddyer!” una niña de alrededor de siete años se asomó detrás de su hermano.

“Disculpen a mi hermana, ella aún esta aprendiendo”

“Hermano no seas tan formal, ellas son menores que nosotros”

Efectivamente ellas eran menores, mientras que ellas estaban en sus casi 6 años, Lara tenía 7 y Nathaniel 9 años.

“Disculpen nuestros modales” intervino Willow.

“No se preocupen aquí todos somos niños, no hablemos formal, es incómodo”

Lara parecía una niña llena de energía que sonreía dulcemente sin importar la ocasión, era de las personas frágiles que no soportarían la cruel realidad.

“¡Adelaide!” saltó encima de ella al notarla sentada con los brazos cruzados.

“Mantén tu distancia” la apartó de inmediato.

“¡Por qué eres así, se supones que seamos amigas como nuestros padres!”

“Yo no quiero ser amiga de alguien tan inmadura como tú”

“Por qué actúas como vieja, somos niños”

Mientras que ellas dos peleaban y detestaban la actitud de la otra, Willow parecía estar analizando a los dos desconocidos que tenía al frente.

“Así que tú eres la elegida de Sahara Widget, por qué te escogió, eres una espía, quizás fuiste entrenada para eso o sólo fue compasión” Nathaniel empezó a rodearla de preguntas que hizo que Willow por dentro se enojará.

“No se de que habla, joven Nathaniel”

“Nada sólo bromeo” sonrió.

“Que raro por qué ¡Por qué parece que mi apariencia no le afecta a esta niña! Y el aura que tiene alrededor parece oscura”

“Lady Willow tiene algún concepto de mí”

“¿Dirá algo absurdo? Algo como mi apariencia”

“Creo que usted es una persona extraña pero es una persona amable” su respuesta fue como una piedra pesante caída de lo más alto hacia la cabeza de Nathaniel.

“¡No mencionaste mi apariencia! ¡Debiste de haberlo hecho!”

“¿Es eso importante? Usted es extraño, lo repito. Pero amable, supongo, después de todo parece que le preocupa mucho su hermana” le regaló una sonrisa.

“Parece que puse a los Cuddyer en un pedestal”

“Lady Willow” abrió sus ojos grandes acercándose más a ella.

“…¿Sí?” se alejaba cada vez más.

“Usted es hermosa, por favor cásese conmigo” tomó sus manos suavemente.

“¡¿Eh?! Qué tiene este niño, apenas lo conozco además ni siquiera he pensado en eso, literalmente sólo somos niños”

“Disculpé pero no puedo aceptar esto” se soltó de él.

“En todo este tiempo nadie se había fijado en mí más allá de mi hermoso rostro pero usted vio mi interior así que por favor conviértase en mi esposa”

“Me niego” lo rechazó de inmediato.

“Hermano ¿cómo vas a pedirle que se casé contigo así por así? Primero tienes que hablar con sus padres” intervino Lara, que lejos de ayudar empeoró la situación.

“Pensé que la hermana podría ser cuerda”

“Tienes razón, tengo que convencer a mis suegros primero” sonrió firmemente ante la idea que le estaba dando Lara.

“Ustedes dos son estúpidos o qué, la familia Widget no se puede unir con los Cuddyer, es la promesa que fue hecha hace generaciones ¿Saben al menos algo de Historia?” intervino Adelaide “Así que hermanita, perdiste tu oportunidad” tocó el hombro de Willow con una sonrisa burlona.

“No te diré nada porque me estas librando sin darte cuenta”

“¡Eso es más emocionante! Un amor prohibido ¡Ah..!” gritó de emoción de tal manera de que su pulmón podía ser destrozado.

“Señoritas y joven amo ya esta listo el té” Leo vino a salvar los oídos de los presentes.

“Iremos de inmediato” contestó Adelaide de salir de ahí rápido, no podía soportar más tiempo de lo acordado.

Nathaniel no se aparto del lado de Willow durante toda la tarde, era como un cachorro con su dueño.

“Iré a refrescarme” se levantó Willow para deshacerse del muchacho.

“Pensé que esto seria útil pero nuevamente me equivoqué. El único que parece interesante es su padre o más bien detestable”

“Hola, Willow” Nathaniel sonrió coquetamente una vez que ella salió del baño.

“Por favor, dios, elimínalo de mi camino”

“Seguro que estas sin palabras por mi inmensa y te comprendo todas las niñas quedan fascinadas conmigo” su lado narcista se daba a mostrar notoriamente.

“Siento pena por los ojos de todas ellas”

“Me alegro, joven Nathaniel”

“Vete de una vez”

“¿Sabes? tienes la suerte de que mi corazón haya sido cautivado por ti, a pesar de que cientos de niñas me han rogado por amor tú eres la única que ha hecho que conozca este sentimiento”