La espada con dueño - Parte 1

“Qué tiene, tal vez fui muy impaciente”

“¿Estás bien, Kasper?” le preguntó ante el gesto grotesco.

“E-Eres” tartamudeó con miedo.

Willow inmediatamente echo a la sirvienta.

“Ahora estamos solos, dime qué te pasa, Kasper” agarró suavemente sus tensas manos.

“Ella es una Widget pero…es solo una niña ¿es necesario que sea cuidadoso? Pero qué digo, los Widget son peligrosos”

“Tengo que irme, ahora”

“¿Por qué tan pronto?” quiso detenerlo. Kasper era perfecto para ser su esclavo.

“Kasper por qué no te vas mañana, ya esta oscureciendo y es peligroso para un niño. Mañana ordenaré que te lleven. ¡Hoy juguemos!” sonrió de manera divertida.

“Es verdad, ya es tarde pero no puedo permitir que ellos me lleven. Es más, no tengo ni a donde ir”

“Por favor Kasper, no tengo amigos de mi edad y es solitario” dijo casi sollozando, nadie podía resistirse a una pequeña niña llorando, aún el más frío de corazón caería con ese truco.

“Esta bien, mañana me iré sólo si haces que me vaya por mi cuenta, no me gusta deber favores” empezó a persuadirla. Aún estaba nervioso y con miedo pero si salía como loco de ahí se llevaría muchas sospechas y era lo último que quería.

“¡Si, jugaré con el hermano Kasper!”

“Sólo será hasta mañana de ahí me iré”

“No te irás de aquí”

Dos deseos diferentes se apoderaba de ellos, el corderito que quería huir del lugar y la pequeña loba que anhelaba comerlo.

Willow sacó su lado infantil y como cualquier otro niño empezaron a jugar frente a Zuri que de cierta manera podía ver las intenciones de la pequeña. La veía orgullosa de ver como esa niña hacia lo que su maestra le dijo, construir su camino al trono.

“Señorita ya es tarde, debe de cenar para que mañana tome sus clases” le advirtió cuidadosamente.

“Zuri baja y lleva mi cena a mi recamara, diles que estoy cansada”

La criada asintió dándose cuenta que lo que en realidad quería era quedarse sola para llevar a cabo su plan.

Una vez que la puerta se cerró, Willow se levanto con cuidado del suelo en el que estaba sentada y cambio su expresión por completo a una seria y madura.

“Sé que estas huyendo de alguien, no se quienes son pero yo prometo ayudarte, acabar con tus enemigos y llevarte a la cima. A cambio solo sírveme” su anhelo fue claro, no oculto nada en esa palabras.

Ella se había dado cuenta del extraño comportamiento del niño ya que mientras volaba en fiebre tenía la costumbre de gritar y susurrar por ayuda como si alguien lo estuviera siguiendo.

“Déjame ser tu salvadora, la mano que desde hoy tomarás y la persona que cuidaras con tu vida. Haz eso y yo te salvaré”

“¡¿Qué?!”

Kasper aún no podía asimilar lo que estaba escuchando en este momento. Una niña que era menor que él, que parecía frágil como una muñeca hablaba de una manera ruda y clara.

“¿Incluso si se trata de tu familia?” empezó a probarla, nadie en su sano juicio aceptaría tal cosa.

“Mejor, yo también los quiero destruir” sonrió maquiavélicamente dejando a ver su verdadero rostro.

“Si es mi familia la que te asusta yo personalmente me encargaré de ellos pero no puedo ahora, no tengo el poder para hacerlo. Así que sólo dame tiempo y romperé cada uno de sus huesos delante tuyo”

¿Era real lo que estaba escuchando salir de esa pequeña boca? Aún si no eran su verdadera familia cómo podía hacerles eso sin ningún motivo. Ah, no, ella sí tenía un motivo.

“¿Aún si es el mismo Emperador al que quiero matar?”

“Aún así, porque nuestros objetivos son los mismos”

Claramente la pequeña villana estaba delante de alguien similar a ella, alguien con hambre de destruir el mundo si fuera capaz, pero él necesitaba una ama que lo guiará y ella era perfecta para guiar a la bestia que estaba en el interior de Kasper.

“Si es así, yo tomaré el puesto de sirviente y protector de mi Lady, seré su espada, úseme a su disposición, Lady Willow” besó la palma de su mano suavemente con la misma sonrisa maquiavélica que tenía ella. Y con eso, un pacto de vida se había firmado.