Una niña dulce - Parte 2

[Lady Helena Celestine Hughes]

[Lady Isobel Laurie Jeter]

[Lady Amelie Beatrice Gardner]

Los tres nombres se le fueron llevados de inmediato a su padre para poder empezar con sus clases.

Al principio su padre solo quería enseñarle sobre Etiqueta pues quería que sea alguien simplemente hermosa para casarla con alguien que al menos ofrezca buena dote por ella. Pero la madre del Duque envió una carta adivinando sus intenciones.

[Querido hijo:

Espero que estén bien en casa, extraño mucho a mi pequeña nieta Willow y estuve pensando mucho en sobre tutores para ella aunque de seguro ella ya te lo comentó. Es una niña después de todo.

Con amor mamá]

Al Duque le dio asco el sólo leerla y envolviéndola como una pelota la tiro directo a la basura.

“Vieja bruja”

No se sabía muy bien el por qué el Duque odiaba a su madre aunque intentaba disimular la terrible relación entre ambos frente a todos para no machar su reputación. Un hijo que odiaba a su madre, seguro que sería blanco de ataques.

El día de la Tutoría llego y la más feliz obviamente era Willow ya que desde la mañana tuvo un rostro sonriente durante el desayuno, era tan obvia que su hermana empezó a odiar su sonrisa y su ahora madre evitó verla en ese estado.

“Estoy muy feliz de que nuestro padre haya accedido a ponerme tutores para poder aprender y estar a tu nivel hermana”

“¿No te hace eso feliz hermana? Ahora podremos estar iguales”

Adelaide no soporto el hecho de estar iguales, odiaba la idea de estar al par de una niña que ni era su hermana biológica. Pero aún más odiaba la idea de no poder mostrar su enojo, debía de seguir con una sonrisa para ser admirada. No podía rebajarse.

“…Claro que me hace feliz”

Willow podía sonreír ya que sea lo que fuera que hiciera para incomodarla, ella no reaccionaría por seguir disimilando ser una niña buena al contrario de Willow que sabía que palabras usar. Adelaide era solo una marioneta de su madre que no sabia que hacer más que fingir ser una niña respetuosa.

Durante la tarde llegó su primera tutora, era Lady Helena que por su cercanía a la familia Imperial tenía finos modales y era para su suerte una persona muy ingenua y noble según los plebeyos. Era una mujer fácil de manipular.

“Buenas tardes Lady Helena, yo soy Willow Widget su ahora aprendiz”

Mostró una reverencia y una sonrisa dulce que hizo latir con fuerza el corazón de su tutora.

“Buenas tardes Lady Willow, yo seré su tutora de Etiqueta”

Como era de esperar mostraba elegancia y gracia en cada palabra que salía de su boca, era como una delicada mariposa que revoleteaba con fragilidad al momento de caminar.

Aún Willow no sabia como podía usarla, quizás más adelante serviría de verdad pero por momento sus clases eran suficiente. Si lograba darle una buena impresión y ser querida por ella obviamente seria una fuerte aliada para el futuro.

Sus clases duraron alrededor de dos horas para luego con un reverencia despedirse con una sonrisa.

Lady Helena había oído sobre Willow pues la ex duquesa Sahara se había encargado de hacerlo público el mismo día que trajo a la niña. Elogio a la pequeña diciendo que la había adoptado por ver en ella talento natural y una inteligencia superior para su edad. Todo eso sorprendió a todos, pues la fría y exigente mujer ahora se ponía a alabar a una niña que acababa de conocer aún cuando ni mencionaba a su propia nieta.

Ella pensó que Willow era una de esas niña excepcionales que nacían de una familia pobre y por un golpe de suerte se topaban con buenas personas capaces de darle una vida mejor. Así que decidió tratarla con cariño y dar lo mejor de ella para su ahora estudiante aprenda a adaptarse a este nuevo mundo.

No había duda, Lady Helena era una mujer ingenua y amable, muy ingenua para estar en garras de la cruel realidad de la nobleza.

Willow por su parte disfrutó las clases, tenía que esforzarse y mostrar avances progresivos para no hacer un ridículo en la fiesta del Marqués Rohan, si lograba dar una buena impresión sería muy difícil que las dos mujeres que estaban contra ella la dejaran en ridículo.

El resto de la tarde llegaron sus demás tutoras, eran personas amadas por la sociedad y con una buena hoja de vida y de sangre, ellas también cayeron ante las palabras de la ex duquesa y la sonrisa tierna de Willow, presas fáciles de manejar y usar.

“Es igual a como nos decía Lady Sahara, ella es una niña muy encantadora e inteligente”

“Y también es muy atenta con los demás. Debe ser una de esas personas que vienen a regalar su luz a este mundo”

Hablaron sus dos ultimas tutoras al salir. Era increíble como una máscara tan simple podía ser tan bien usada. Pensaban que era un tierno ángel pero en realidad lo que estaban viendo era un cruel demonio con sed de venganza.