El regreso de la espada - Parte 2

Al día siguiente ya había sido el límite que le había dado Willow a Kasper para regresar así que salió con la excusa de ir a comprar un regalo para Lara ya que habían sido invitadas de nuevo.

“Si me decepcionas tendré que recoger a alguien del barrio de los esclavos”

“Señorita, ya llegamos a la tienda” dijo Zuri abriendo la puerta con cuidado.

“¿Nada? Qué decepción” dijo al salir y ver el camino despejado.

Entró a la tienda mirando de un lado para otro para ver si lo veía, era raro. ella aún no perdía sus esperanzas en él.

“¿Qué clase de juguete está buscando?” le preguntó el anciano que era el dueño.

“Hice mi primera amiga y no se que podría gustarle” mostró una cara adorable.

“Si es para una niña creo que lo mejor sería una muñeca personalizada, están muy de moda en estos días. Pero claro, tomará algo de tiempo, unos cinco días aproximadamente”

“Hmm, sí. Eso sería del estilo de Lara”

“Y bien ¿cómo desea la muñeca?”

“Que sea de la forma de una princesa, no, mejor de una reina con una corona hermosa. Además la reina tiene que temer un cabello castaño y ojos azules”

“Será una linda versión. Serán dos monedas de oro”

“Zuri, dale la mitad y para recogerla le daremos lo resto”

“Oh que sabia, señorita”

“Gracias”

Salieron después de pagar y antes de subir para regresar pasó por una librería, hace tiempo que ese lugar le era prohibido por las fachas en las que andaba y ahora sí que podía ingresar libremente. Qué tal cambio de trato que recibía.

“Puede leer mientras come unas galletas y un poco de té, señorita” una de las empleadas la dejó en una sala privada. Era obvio que la trataran así ya que veían su color de cabello y su sello familiar.

“Las personas son tan hipócritas, recuerdo como me echaban a patadas de aquí hace menos de unos meses y yo solamente venía por un poco de las sobras de galletas que tiraban. Si que es verdad, la gente se mueve a base del dinero”

De pronto se le vino a la mente una idea espectacular para desquitar su ira acumulada.

Antes de salir mando a que atraparan un mosco para este plan. Sacó al insecto de su frasco oculto entre su vestido y lo puso cuidadosamente en su té.

“¡Ah, un bicho!” empezó a gritar para llamar la atención.

“¡Gerente!¡Gerente!” gritó Zuri al escuchar sus gritos, ella no se había dado cuenta del plan al estar trayendo libros para la niña.

“¿Qué pasó, señoritas?” se acercó el gerente de la Librería.

“Hay un bicho gigante en mi té, acaso su empleada lo puso ahí a propósito, exijo una explicación o lo tomaré como un intento de asesinato en contra de un miembro de la familia Widget” mostró hostilidad frente al hombre que al escuchar su apellido empezó a preocuparse.

“¿Qué se supone que has hecho Miriam?”

“¡Miriam, ven acá!” gritó haciendo que la empleada viniera temblando.

“¿Q-Qué sucedió señor?” preguntó inocentemente aunque sentía la vibra aterradora en ese instante.

“Explica qué es lo que hace un bicho en la taza de la señorita Widget”

Igual que el gerente, la empleada se estremeció al escuchar el apellido.

“Oh no, señor, yo no lo puse”

“Usted esta encargada de servir las meriendas en las mesas, cómo que no sabe nada”

“Señor, créame, alguien tuvo que poner eso ahí”

“¿Insinúa que la señorita puso ese bicho ella misma? Porque eso tiene aún menos incoherencia”

“¡No lo sé!”

Su cara aterrada era sin duda satisfactoria para Willow.

“Me hacías menos sólo por ser alguien pobre pero ve tu cara en este momento, es precioso ver como te aferras a no ser echada de este miserable empleo”

“Señorita por favor esto debe ser un error” se dirigió a la peor opción posible.

“Pero las pruebas están ahí, el bicho esta dentro mi taza y usted es el responsable de cuidar de ello”

“¡Por favor dígale que no me despida, con este trabajo alimento a mis hermanos, somos huérfanos señorita, tenga piedad!”

“¿Piedad? ¿Acaso tuviste piedad cuando me viste morir de hambre y frío afuera de esa puerta? En vez de eso me echaste como un perro, no, peor que eso. Me tiraste como basura y ahora estas delante de mí arrodillada pidiendo piedad, que irónica es la vida”

“Gerente, ¿entonces yo soy la culpable de esto?” sollozó de pronto para buscar que dieran de una vez el golpe final.

“¡Maldita escoria, cómo te atreves hacer llorar a una Widget, seguridad bótenla a la calle!” no vio mejor salida que esta, no podía quedar mal frente a alguien que una familia tan importante “Disculpe lo que acaba de pasar, por favor no vaya a contar lo que sucedió con su té. Como recompensa le daré todos los libros que usted desee”

“Fácil”

“Entiendo, gerente. Yo tampoco quiero hacer un escándalo mayor. Creo que ustedes conoce el peso de mi apellido y la responsabilidad que este tiene. Y por ello aceptaré su oferta, es lo mejor. Y en ese caso deme todos sus libros de Economía, Historia y Matemáticas, nivel básico e intermedio” propuso.

“S-Sí” asintió “Sin embargo, ¿Podrá entender algo tan complicado, señorita?”

“¿Disculpe? Mis maestras me surgieron comprarlos” sonrió para calmar la tensión que se había despertado de nuevo en el hombre de barba.

“Perdóneme es que a su edad muchos niños vienen por cuentos”

“No se preocupe suele pasar. Por favor lleve mañana los libros al Palacio de los Widget”

“Así será, gracias por su consideración y tenga un buen día” se inclinó.

Luego de estar una hora ahí salió antes de que las nubes se oscurecieran más, probablemente esa noche llovería terriblemente.

“Así que no llegaste a venir”

“¡Miren, un niño está siendo golpeado por esos hombres!” las personas empezaron a dar aviso en vez de correr a ayudar.

“¿Será Kasper?”

Sin pensarlo se acercó rápidamente ignorando los intentos de sus guardias por detenerla.

“Señorita eso es peligroso” le gritaron pero ella parecía sorda.

“¡Ayúdenlo!” gritó directo a sus guardias para que sostuvieran a los hombres.

Una vez que fueron separados se vio al medio un niño con ropas destrozadas y heridas en las piernas, era claro que había sido casi violado por esos hombres.

Como lo hizo antes se acercó y esta vez extendió su mano para ayudarlo a pararse.

“Levántate, pequeña espada”

“Te dije que volvería” le mostró una leve sonrisa sosteniendo su mano que se camufló con la pronta lluvia que azotó.

“¡Regresemos a la mansión!” gritó Zuri cubriendo a Willow con un paraguas.

“Sí, regresemos todos” sonrió levemente sin apartar la vista del muchacho que ahora parecía tener el cabello cortado haciendo sus ojos visibles “Llevemos a este niño con nosotros” ordenó e hizo que Kasper entrara directo al carruaje.

“¿Esta volviendo a recoger a mendigos?” pensó Zuri incómoda con esta situación repetitiva.

“Veo que sólo se cortó el cabello, sus ojos son grises, supongo que se los cambio con la medicina”

La lluvia parecía empeorar cada vez más así que apresuraron el paso para llegar antes que eso empeorara. Una vez que llegaron, se escuchaban voces cuchicheando por la llegada de un intruso.

“Así que el pasatiempo de la señorita es recoger mendigos”

“Debe de estar buscando un esclavo personal”

“No, seguro quiere un soldado”

“Si así es debería se mostrarles a mis hermanos, sería una gran ayuda si eso pasará”

“¿Una boca menos para alimentar y una posible alianza con esta familia? Eso sería excelente”

“Si este niño rechaza su petición como el anterior ciertamente traeré a todos mis hermanos”

“Jajaja como si la señora Chanel vaya aceptar tal cosa, esa vez parecía poder matar a alguien”

“¿De nuevo hablando, señoritas? Deberían de estar ayudando a la señorita Willow con su invitado” el viejo mayordomo nuevamente se percató del ruido “Si no lo van a hacer les recomiendo ir buscando otro trabajo, porque la familia Widget no necesita a mujeres ociosas y chismosas a su lado” las amenazó.