Capítulo 9

Mis padres me miran con terror como si estuvieran viendo a un fantasma y no a su hija, era obvio que no me esperaban.

-Amanda... - traga fuerte saliva mi madre apartándose rápido las lágrimas con el dorso de su mano.

-¿Que...? - intento volver a preguntarles, pero mi padre me interrumpe.

-¿Como te fue la tarde cariño? - me pregunta. - Tu madre me conto que habías quedado con ese chico – al momento sé que está intentando cambiar de tema.

-Cenamos y estuvimos viendo una película – miento. - ¿Me vais a decir que está pasando? - miro directamente a mi padre. - ¿Es por el taller? - suelta un suspiro agotador.

-¿El taller? No pasa nada cariño todo está bien – miente mi madre intentando recomponerse, pero a ella se la daba incluso mentir peor que yo.

-No me mientas... no me toméis como una tonta – observo a ambos.

-¿Tonta? Eso jamás – suelta mi padre dolido.

-Entonces decirme que está pasando papa no soy una niña, me merezco saber qué pasa si eso afecta a la familia – solo cuando llevo una de mis manos a mi hombro me doy cuenta que aun llevaba el saco de Josh.

Mierda...

Se me había olvidado por completo devolvérselo.

-Papa... - insisto al ver que seguían sin decirme nada.

-Si... tiene que ver con el taller – veo como mi madre abre su boca sorprendida.

-¡Zack! - solo llamaba a mi padre por su antiguo mote cuando estaba molesta con él.

-Nuestra hija tiene razón, se merece saberlo esto nos afecta a todos – intenta defenderse mi padre antes de volver a mirarme. - Las cuentas no salen y hemos gastado mucho al comprar la antigua floristería si no vemos beneficios pronto solo las deudas aumentaran más - siento como se me viene abajo el mundo cuando le escucho.

-Pero no te preocupes cariño tu padre y yo lo solucionaremos como hemos hecho siempre tu solo tienes que estar centrada en tus estudios nada más no queremos que te preocupes por nada – me dice mi madre rápidamente al ver mi expresión.

-Pero... - los observo a ambos pensando demasiado rápido en todo lo que les había costado llegar hasta donde estamos. - Puedo aportar... - mi madre niega.

-Amanda ni si te ocurra... - me advierte conociéndome perfectamente.

-Mama de verdad que puedo ayudaros, me buscare un trabajo si es necesario ya lo hice una temporada, ¿te acuerdas? Estuve de canguro cuidando a los hijos de nuestros vecinos – le recuerdo.

-Estabas de vacaciones – me recuerda.

-Necesitáis ayuda mama no puedes pretender que me quede de brazos cruzados viendo como las deudas aumentan cada vez más - veo como cada segundo que pasa mi madre se pone más nerviosa.

-¡Lo ves! Por esa misma razón no quería que supieras nada, ya bastante haces por nosotros Amanda te quitas de tu tiempo para trabajar y no debe ser así – endurece su tono.

Sin pensarlo me quito el saco de Josh dejándole encima de la silla acercándome a mi madre.

-Me veo capaz de ayudaros más aun mama, si es necesario renunciare a ir a la universidad – no quería, pero si tenía que hacerlo no lo pensaría dos veces, aunque sabía ya que esa era una posibilidad.

-¿¡Que!? - alza su voz. - ¡Ni lo pienses siempre quisiste ir! - suelto un suspiro.

-Mama...

-Amanda tiene razón no es mala idea que pueda buscarse un trabajo, aunque sea temporal no tiene por qué ser fijo aún le queda un tiempo antes de ir a la universidad – me apoya mi padre.

-¡Zack! - le regaña por segunda vez. - ¡No tiene que cargar con una responsabilidad como esa! ¡Se supone que nosotros tenemos que brindarle todo no ella a nosotros! - le dice más que molesta fulminándolo con la mirada por ponerse de mi parte.

-¿Entonces que pretendes hacer? - se cruza de brazos mi padre también molesto. - Quieres beneficios ya, pero es demasiado pronto y ni hablar de la floristería que apenas aun la abriste – por la expresión de mi madre sé que esas palabras la han hecho sentir como un golpe directo.

-¡Tú mismo has dicho que lo solucionaremos, pero no con nuestra hija estudiando y trabajando para nosotros! - alza su voz.

-¿Como entonces? Dímelo, porque ya sabes que hay días en el taller en los que no hay mucho trabajo y otros sí, depende de la racha – le suelta cansado. - Tendré que quitarme horas de descanso y buscar un trabajo extra, en un punto limpio estaban buscando a una persona para hacer el turno de noche – mi corazón se encoje cuando le escucho, sería demasiado trabajo.

-¿Entonces cuando descansarías? Ni hablar Zack podrías enfermar y no queremos verte en el cementerio – le suelta contundente.

-¡Mama! - la regaño por lo que ha dicho.

-Es una opción y solo serian unos meses hasta que nuestras deudas bajaran es la única manera de estabilizarnos económicamente no seas cabezota – le reprende mi padre. - Hemos gastado todos nuestros ahorros en esta casa que aún necesita varios arreglos, tuvimos que pagar el camión de la mudanza que ya nos salió bastante caro, el trasporte de nuestro coche viejo que tiene más averías cada día que pasa, la luz, la comida, los estudios de nuestra hija y por no hablar de los gastos personales en ropa, en higiene – resopla agotado de solo mencionarlo. - Si Amanda quiere sacarse más adelante el carnet de coche no se lo podremos pagar, tendríamos que comprarla un coche y eso sería otro gasto de más y ni te hablo de los seguros que tenemos que pagar cada mes, estamos hasta el cuello de facturas – se pasa una de sus manos por su pelo despeinándoselo. - Tu también te dejas la piel ayudando en el negocio y ahora más cuando abras la floristería – da un paso hacía ella quitándola los papeles de sus manos para poder unir una de sus manos con la suya. - Si me organizo puedo tener un segundo trabajo eso nos ayudara para salir de esto y no tendremos que estar presionados cada mes – niego con mi cabeza, mi padre se había enfermado durante un tiempo por eso, por trabajar demasiado, eso sin duda teniendo el triple de trabajo le llevaría de nuevo a la cama de un hospital.

-Es demasiado... - le dice mi madre. - Entiendo que no veamos aun beneficios porque llevamos poco tiempo aquí solo esperemos un poco más - intenta convencerlo.

Mi padre le mira por unos segundos negando con su cabeza.

-Esperemos a ver cómo va el negocio de la floristería – vuelve a decir mi madre.

-Eso papa – ahora me pongo a favor de mi madre. - A mí no me importa buscar trabajo de verdad, dejarme ayudaros puedo hacerlo me organizare con los horarios de mis estudios y el trabajo – me apresuro a decirlos. - Mañana mismo buscare a ver que ofertas hay todo saldrá bien, siempre juntos como siempre... - si mi madre se volviera a negar no me haría cambiar de opinión por nada del mundo.

Mi madre se nos queda mirando primero a uno y luego al otro pensativa.

-No queda más remedio... - añade mi padre.

-¡Vale! Está bien – sonrió. - Como se nota que sois padre e hija – eso hace que mi padre y yo nos riamos.

Sonrió aún más cuando el brazo de mi padre rodea mis hombros pegándome a él dándome un fuerte abrazo dejando un beso en mi cabeza.

-Mi niña y yo lo vamos a hacer genial, ella ya no es una niña - vuelve a dejar un beso en mi cabeza. - Estoy muy orgulloso de ti cariño por todo lo que has madurado este tiempo y todo lo que haces por nosotros – le correspondo el abrazo.

Sin poder evitarlo mi madre se emociona de nuevo, mi padre extiende su brazo acercándola a nosotros y así es como los tres nos abrazamos.

Juntos pasaremos este mal momento familiar.

-Las dos mujeres de mi vida... - nos abraza fuerte besándonos.

-Os quiero... - los susurro intentando no romper también a llorar.

Estaba siendo un duro día para mí y no quería volver a llorar si no mañana me levantaría con los ojos hinchados.

Mis padres me dicen también lo mucho que me quieren quedándonos abrazos por más tiempo hasta que mi madre es la primera en separarse.

-Basta de más lagrimas por hoy, vamos a cenar – me aparto caminando hasta la silla donde había dejado el saco pretendiendo que no se dieran cuenta, pero antes de salir de la cocina mi madre lo ve.

-Amanda – me doy la vuelta rápidamente viendo como tiene sus ojos puestos en el saco. - ¿De quién es esa chaqueta tan elegante? - esa pregunta hace que mi padre vuelva a tener su atención en ambas. - Parece cara – muevo mis dedos demasiado comenzando a estar nerviosa.

Solo por la textura puedo decir con seguridad de que si era de buena calidad así que no me quería imaginar cuanto costaba.

-Ehh... - miro a ambos sin saber que decir.

-¿Te trajo el padre de Adam? - me pregunta mi madre.

-Si mama – asiento rápido. - Era tarde y no quería que volviera a casa en bicicleta y yo no me había llevado chaqueta hacia frio afuera y me la dejo, pero se me olvido dársela – le suelto de golpe.

Bueno... por lo menos esta vez no la estaba mintiendo del todo.

-¿Conociste al padre de ese chico?

Y con esa pregunta de mi padre mi madre empezó a contarle como era Josh, lo amable que había sido con nosotras mientras cenábamos.

No iba a mentir, sentí un gran alivio cuando vi que olvidaban el tema del saco de Josh y no me hacían más preguntas.

Cuando terminé de cenar subí a mi habitación poniéndome el pijama dándome cuenta que tenía ocho llamadas perdidas de Adam y más de veinte mensajes.

No conteste ni a las llamadas ni a los mensajes, me puse a leer un rato hasta que decidí por encender mi portátil sentada en mi cama escribiendo de nuevo mi novela consiguiendo escribir un capítulo más pudiéndolo publicar empezando a venirme nuevas ideas que parecían que llevarían a un nuevo rumbo con la trama.

Al día siguiente me levanté más temprano que otras mañanas para hacer mi primer currículum, me aseguré de rellenarlo todo lo que pude y dejar las palabras exactas que llamaran la atención, aún estaba estudiando no había tenido muchos trabajos serios, pero por algo se empezaba.

Cuando baje mi padre ya no estaba, por lo que me conto mi madre había ido a hablar con la persona encargada que estaba en el punto limpio.

Decidí irme en transporte publico ya que iba con bastante tiempo y al llegar al instituto entre antes de tiempo para evitar encontrarme con Adam.

Lo malo es que estudiábamos en el mismo sitio, pero podía intentar no encontrármelo, lo menos que me apetecía era volver a discutir con él y sus mensajes que me mando anoche eran de que aún seguía molesto y otros eran pidiéndome perdón, pero por alguna razón no me los creí.

-¡Amanda! - rápido me doy la vuelta soltando una respiración de golpe cuando veo que se trata de Ariel y no de Adam que corre hacia mí.

Abro mi casillero viendo como hoy se había recogido en una coleta su pelo y no tenía su uniforme.

-¿Qué ha pasado con tu uniforme? - alzo una de mis cejas contemplándola.

-Mi primo pequeño es un demonio – se queja. - Me exploto un globo de tinta ayer cuando llegue a casa, un desastre todo, mi madre se puso super furiosa y más cuando vio que la tinta no salía – me cuenta modo drama.

-Vaya... te va a tocar comprarte uno nuevo – pongo una mueca.

-¡Y son super caros! - conocía a los padres de Ariel ellos tenían unos trabajos bastante estables y no es que fueran ricos, pero les iba bien económicamente.

-Te van a poner una falta eso afectara a las notas... - le digo viendo como suelta un suspiro apoyándose en el casillero que estaba al lado del mío.

Y hablando de ropa hoy en mi cartera me había guardado prendas formales para cuando me tocara después de clase visitar sitios donde necesitaran a gente para no ir con el uniforme y mostrar buena impresión.

¡Vida ya sé que no te pido nada, pero esta vez dame suerte por favor la necesito!

Saco mis libros de las primeras asignaturas que tengo en las primeras horas dejando la bolsa con la ropa dentro del casillero para que no se arrugara.

Me detengo cuando Ariel asoma su cabeza por la puerta de mi casillero con una sonrisa deslumbrante bastante sospechosa viniendo de ella.

-¿Te has enterado de la fiesta de hoy? - deja caer.

Frunzo mi ceño negando con mi cabeza.

-Sera una fiesta al aire libre esta noche cerca de la playa – mueve ambas cejas en repetidas ocasiones.

-¿Y? - la animo a continuar.

-Y.… podríamos ir, la organiza el amigo de tu novio, pero... es al aire libre, abra una fogata, nubes, alcohol, podremos bañarnos, ¿Qué me dices? - la observo recordando que aún no le había dicho nada de que había terminado con Adam ni si quiera por mensajes.

-Tengo que contarte una cosita... - cierro mi taquilla.

-¿Adam no te dijo nada ayer? ¿No me dijiste que estarías con él? - entonces su rostro se ilumina como si se hubiera acordado de algo comenzando a saltar como una loca emocionada agitándome bruscamente. - ¿Paso algo? ¡Dime que sí por favor!

Me separo de ella poniendo ambas manos por delante para detenerla viendo que algunos que pasaban por el pasillo se nos habían quedado mirando.

-No paso nada... - veo como deja caer sus hombros decepcionada. - De hecho... discutimos de nuevo – ladea su cabeza.

-¿Otra vez? - suelto un suspiro agotador.

-Si otra vez y esta fue peor porque corte con él - le suelto de golpe.

-¿¡QUE!? - rápido pongo mi mano en sus labios mirando a nuestros alrededor avergonzada.

-Quítate la idea de que vamos a ir a esa fiesta Ariel porque no vamos a ir por lo menos yo y sí, Adam y yo terminamos, al parecer... no estábamos equivocadas me estaba poniendo los cuernos y seguro que con esa porrista – suelto lo último algo cabreada.

Aparto despacio mi mano cuando veo que no va a alzar su voz.

-¿Qué demonios Amanda? ¿Es en serio? Yo pensaba que iba a ser una cita super bonita en el que arreglaríais las cosas no que cortaras con él y descubrieras que te estaba siendo infiel – me suelta incluso más cabreada que yo. - ¿Tengo que llamar a mi hermano mayor para que le parta las piernas? - sin poder evitarlo suelto una carcajada. - Esta en Alemania, pero vamos no tardaría en coger un avión - la sonrió posando una de mis manos en su hombro.

-Hermanastro – la recuerdo. - Y hace seis meses que no hablas con él - la recuerdo de nuevo en menos de dos segundos.

-Lo que sea, pero si se lo pido el vendría – su puchero me causa ternura. - Quiero saber todo lo que paso ayer con detalles porque aquí veo que tendremos que hacer una tarde de chicas comiendo helado mientras nos contamos nuestras penas – cuando pronuncia helado automáticamente me viene a la cabeza el rato que pase con Josh, cuando fuimos a comer helado y hubo un momento en el que parecía que iba a pasar algo, pero no paso.

No puedo evitar sonrojarme, aunque intento disimularlo lo mejor que puedo al instante.

-Siempre acabas hablando más de tus dramas – me meto con ella.

-¡Oye! Son mis dramas, ¿vale? - vuelvo a reírme cuando se defiende. - Cuando me saque mi carrera de psicóloga me lo agradecerás porque tendrás terapia gratis – sonrió.

-Por eso te amo – rodeo sus hombros comenzando a caminar por el pasillo. - Esta vez te gano porque el padre de Adam se enteró de todo – Ariel abre sus ojos de sobremanera.

-¿Que? ¿Es en serio? Ayyy yo quiero saberlo todo, no me voy a poder aguantar hasta el almuerzo – pone otro puchero.

-Te toca esperar...

-Eres mala – vuelvo a reírme de ella.

Cuando estábamos a punto de llegar a nuestras clases una voz bastante conocida detrás de mí me llama.

-¡Amanda! - no necesito darme la vuelta para saber que se trataba de Adam.

¡Mierda! Mierda y más mierda.

-Vamos a los baños - tiro del brazo de Ariel comenzando ambas a caminar más rápido hacia los baños.

-¡Amanda! - vuelve a llamarme sintiéndolo cada vez más cerca. - ¡Eh! ¡No pases de mí! ¡Joder Amanda! ¡Te estoy hablando! - un fuerte tirón en mi brazo libre hace que me dé la vuelta apenas a tres pasos de los baños provocando que también Ariel se diera la vuelta bruscamente por nuestros brazos unidos.

Esta vez no es un tirón simple, es un tirón y también un agarrón cuando rodea mi muñeca tirando de ella separándome de mi mejor amiga.

-¿Acaso te has vuelto sorda o qué? - me dice molesto por intentar huir de él. - Te estaba llamando – tiro de su agarre sintiendo como aprieta más fuerte.

-¿Qué haces? - miro sus nudillos que estaban blancos cuando aprieta un poco más. - Suéltame me estás haciendo daño Adam... - intento soltarme de nuevo, pero sigo sin conseguir quitarme sus dedos de encima.

-Te ha dicho que la sueltes – le dice Ariel intentando sonar seria, pero su voz le delata comenzando a estar nerviosa.

-Tu cállate – Adam le fulmina con su mirada. - Ni siquiera sé que estás haciendo aquí – le escupe con rabia.

-¡No hables así a mi amiga! - salto en su defensa.

Entonces me mira bruscamente y puedo ver lo cabreado que está en su mirada sobre todo cuando endurece su mandíbula.

-¿Quién te crees que eres? ¿Eh? - me suelta dejándome confundida. - Me vas a decir ahora mismo que cojones hiciste ayer – frunzo mi ceño aún más confundida.

¿De qué demonios está hablando?

-Yo no hice nada no sé de qué me estás hablando – tiro de nuevo consiguiendo que me soltara cuando vuelve atrapar mi muñeca.

Rápidamente llevo mi mano a la zona dolorida.

-¡No puedes mantener esa boca cerrada! ¡Dime que le dijiste a mi padre! - me grita como nunca lo había hecho.

Veo como algunas personas detrás de él se asoman para ver que estaba pasando poniéndonos en evidencia.

-Adam no sé de qué estás hablando, pero baja la voz nos están mirando... - le miro seria antes de volver a mirar a la gente que nos presta atención.

-¡No pienso bajar la voz hasta que no me lo digas! - vuelve a atraparme, pero esta vez es mi brazo.

-¡No te diré nada hasta que no dejes de gritarme! - me atrevo a alzar un poco mi voz.

Entonces como si fuera posible veo como saltan chispas en sus ojos y lo siguiente que siento es un gran empujón de su parte que hace que me terminara de chocar con la puerta de los baños metiéndome dentro de ellos a punto de caerme de culo si no llega a ser por Ariel que se adelanta sujetándome empezando a estar asustada.

-¡No la vuelvas a empujar! - le grita Ariel.

-¡CALLATE PEDAZO DE ZORRA! ¡NADIE TE A DADO VELA EN ESTE ENTIERRO! ¡VETE! - le ruge Adam palpándose la vena de su cuello como si estuviera a punto de explotar.

Lo miro con terror antes de mirar a mi mejor amiga.

-Ariel... - le llamo intentando que mi voz no temblara. - Vete, te prometo que estaré bien luego nos vemos... - le suplico con mi mirada cuando ella posa sus ojos en los míos dudosa. - Por favor... - le suplico.

Ella se queda unos segundos más quieta para después mirar a Adam con cautela marchándose, lo menos que quería es que Adam pagara todo su cabreo con ella.

Y no me hace falta estar en el pasillo para saber que aun había gente intentando averiguar que estaba pasando.

-¿Qué demonios te pasa? - le suelto. - Estas siendo un idiota de nuevo no puedes tratar a la gente así – miro ambos lados de él intentando buscar alguna manera de salir corriendo hacia la puerta cuando comienza a dar pasos pequeños hacia a mí y yo sin poder evitar doy pasos hacia atrás con cautela.

-Me vas a escuchar no vas a pasar de mí, ¿me entiendes? - me mira furioso.

-¿Qué quieres de mí Adam? ¿No tuviste suficiente con lo que paso anoche en tu casa? ¿Eh? - intento sacar coraje. - Tú y yo hemos terminado – le dejo en claro.

Suelta una carcajada pasándose una mano por su pelo.

-Te crees mucho ¿verdad? Te crees que puedes joderme la vida, ¿No? Pues no pienso dejar que te salgas con la tuya y me vas a contar que cojones le soltaste a mi padre anoche, ¡POR TU CULPA ME AUMENTO EL CASTIGO Y ME ECHO UNA CHARLA! - ruge alzándose hacia a mi provocando que yo me echara hacia atrás chocando con la pared. - ¡TODO ES TU PUTA CULPA! - choca la palma de su mano contra la pared haciendo que yo cerrara los ojos y me encogiera.

-¡NO LE DIJE NADA! - le grito aterrada.

Abro los ojos al sentir su cuerpo pegado el mío y por un pequeño segundo veo una salida y sin pesarlo dos veces le rodeo corriendo hacia la puerta, pero no termino llegando.

Suelto un grito al sentir un fuerte tirón en mi pelo causándome un ardor insoportable y mi respiración cortándose cuando su mano rodea mi cuello pegándome contra la pared golpeándome la espalda con ella.

Lo observo con más terror que antes comenzando a temblar.

¿Quién demonios era él?

Este no era el Adam que yo había conocido...

Mi Instagram donde podrás estar informada de todo: @mishistoriascontadasenpapel

Amanda

Adam

Josh

Más populares

Comments

Olga Ortiz

Olga Ortiz

es un niño inmaduro, creer que ella debe rendirle pleitesía, y que la puede tratar como una cualquiera

2025-03-06

0

Alba Hurtado

Alba Hurtado

que hijodeputa desgraciado atrevido ,el le vio la cara de miedo,por eso es un atrevido que Josh sepa,ese malparido se parece a la madre ,no al papá 🫣💩💩👁️👀🤨🫢🙄🤔🧐🌹🇨🇴🌹🇨🇴🌹

2025-02-13

0

Marian Gutierrez

Marian Gutierrez

hay caramba ahora sí se volvió loco el mocoso este, si el papi se entera le parte la cara.

2025-03-08

0

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play