Capítulo 8

Al ver mi gesto de confusión suelta un suspiro manteniendo aún la distancia conmigo.

-Quiero decir... - suelta un carraspeo intentando arreglarlo. - No tienes que llorar Mandí y mucho menos por un chico, aunque sea mi hijo, ¿entiendes? Que Adam se enfade por eso muestra que no es lo suficiente maduro con esos temas – sus palabras anteriores siguen rodando en mi cabeza preguntándome a que se refería, pero igual asiento despacio con mi cabeza.

-Es que... - le doy la espalda contemplando el rio cogiendo una gran bocanada para no romper a llorar de nuevo. - Siempre que sacamos ese tema... - muerdo mi labio inferior. - Me hace sentir mal e insegura y yo sé que Adam no es mala persona... - niego con mi cabeza. - Tal vez nunca fui lo suficiente buena para él ya que soy distinta a las demás chicas de mi edad – siento sus pasos acercándose antes de que me haga dar media vuelta encontrándome esta vez con una mirada seria.

-¿Que no eres suficiente buena para él? No vuelvas a decir eso Mandí, tú eres perfecta, ¿acaso no te has dado cuenta? Cada uno necesitamos nuestros tiempos y eso lo tiene que respetar, tú eres la que decides y nadie ni mi hijo ni otro chico debería hacerte sentir mal o presionada eso sucede cuando tiene que suceder – me quedo callada sin esperarme que fuera tan sincero porque estábamos hablando de su hijo. - La primera vez nunca se olvida debería ser especial – suelta un pequeño suspiro. - Estáis en una edad donde las hormonas se disparan, pero ni eso es una justificación para que él no te respete – me quedo pensando en sus palabras por unos segundos.

-¿Qué debo hacer? - no puedo evitar preguntarle.

-Si Adam no respeta tu tiempo y no está dispuesto a esperar deberías dejarlo y esperar a ese chico que si te haga sentir segura... - lo observo anonadada. - Estoy seguro que otro chico estará dispuesto a esperar además seguro que tienes muchos chicos detrás de ti – sin poder evitarlo una pequeña risa se escapa de mis labios.

Eso no era cierto, Adam era el único que se había fijado en mí, el único chico popular ya que estaba en el equipo del instituto para los demás pasaba desapercibida, como si no existiera.

-Soy la chica que no existe para nadie ni siquiera para los chicos de mi edad, Adam fue el único y aún me sorprende – sonrió, aunque es más una mueca.

Así que tampoco entendía cuando Adam se salía con esos celos con que tenía a otro, él sabía que yo era la típica chica friki por ser la que saca las mejores notas, pero claro eso no se lo digo a Josh.

Josh me observa en plan ¨ ¿en serio? ¨ no me creo mucho eso...

-Estoy seguro que si lo habláis todo se soluciona – lo observo queriendo decirle que su hijo y yo habíamos terminado, pero no sé porque ahí algo que me impide decírselo. - Me gustas Mandí no me gustaría perderte como nuera – siento como mis mejillas enrojecen cuando siento el calor.

-Tu tampoco estas nada mal como suegro – veo como alza una de sus cejas provocando una carcajada de mi parte. - Quiero decir... se te da bien dar consejos – aparto mi mirada de la suya sintiéndome más colorada que antes.

Sentía que entre Josh y yo había una química especial pero aún no conseguía saber que significaba eso.

Supongo que era una buena química la que teníamos por ser la pareja de su hijo o bueno ex pareja de su hijo porque él no tenía ni idea aún.

-Eres demasiado dolce Mandí... - esa palabra en sus labios sonaba tan bien.

Vuelvo a sonreírle.

-¿Tan dulce que empalago? - suelta una carcajada que provoca que me le quede de nuevo mirándole como tonta hasta que choca su hombro suavemente con el mío sonriéndome.

Sentía un poco de alivio como si me hubiera quitado un peso de encima por habérselo contado, con Josh se podía hablar de todo que no te juzgaba además de mostrarte una gran confianza facilitándote con que pudieras abrirte con él.

En poco tiempo me había sentido muy cómoda...

Nos quedamos en silencio sentándonos en otra piedra aún más grande contemplando el agua calmándome el sonido pudiendo respirar aire fresco.

Vuelvo a posar mi mirada en él pasando la punta de mi lengua por mis labios antes de preguntarle lo que rondaba en ese momento por mi cabeza.

-¿Recuerdas ese momento? - gira despacio su rostro posando sus ojos de nuevo en los míos.

-¿A qué momento te refieres? - me pregunta curioso.

-Tú... - comienzo a juntar mis manos, algo nerviosa por preguntárselo. - Tu primera vez haciendo el amor... - intento no sonar nerviosa. - Fuiste padre bien joven... - se queda callado unos segundos como si estuviera pensando bien su respuesta.

-Mi mujer no fue la primera si es a eso a lo que te refieres, hubo otras antes de que la conociera a ella, no te voy a mentir Mandí no era un trocito de pan – se ríe como si lo estuviera recordando. - También pasé por esa etapa de las hormonas alborotadas cuando estuve en el instituto – mira unos segundos hacía el rio antes de volver a mirarme. - No me arrepiento de las experiencias que tuve en esa época si tuviera que volver hacia atrás lo único que cambiaría es ser más consciente de mis actos hubiera usado más protección, la primera vez siempre suele ser algo extraño incluso puedes sentir miedo hasta tal punto que no puedes disfrutarlo, por eso tienes que estar lo más cómoda y preparada porque una vez que pasa no hay vuelta atrás... - junta ambas manos relajando sus hombros. - Mi madre fue la única que me puso los pies en la tierra cuando me toco el golpe de realidad con Adam, me hizo darme cuenta que tenía que enfrentarme a mis actos como un hombre – pongo una mueca.

-Lo siento... - le miro triste porque debe ser muy duro quedarte sin madre, no me imagino si a la mía algún día le pasara algo.

Josh me conto por encima cuando nos conocimos que su madre había fallecido, aunque no explico detalladamente de que solo de una enfermedad.

-No pasa nada – intenta mostrarme una sonrisa. - Aunque ella no este pienso mucho sobre todo cuando tengo que actuar como padre es inevitable en no pensar como hubiera actuado ella – me muerdo el labio sintiendo curiosidad.

-¿De qué falleció? Si no quieres... contármelo lo entiendo – niega con su cabeza.

-Cáncer de mama, le quitaron un pecho estuvo un tiempo con que parecía que lo iba a superar, lo supero – sonríe. - Pero pasaron seis meses después de luchar con ello durante dos años venciéndolo para aparecer de nuevo solo que esta vez más fuerte llevándosela por delante al cabo de tres meses cuando tuvo que empezar otra vez con el procedimiento – me remuevo acercándome más a él posando mi mano encima de la suya brindándole así mi apoyo. - Los médicos fueron sinceros conmigo en su última etapa cuando tuvieron que interrumpir el tratamiento en que ya no se podía hacer nada por ella y que estaba sufriendo – no me quiero imaginar lo duro que tuvo que ser para él sobre todo porque perdió a su madre demasiado pronto.

-Fuiste muy fuerte Josh perdiste a tu madre demasiado pronto y encima con un hijo viéndote solo, no cualquiera podría salir adelante... - aprieto mi mano con la suya sintiendo como mi gesto le relaja. - Tu madre este donde este tiene que estar muy orgullosa del hombre que eres hoy en día... - esta vez él aprieta mi mano suavemente uniendo nuestras manos con una naturalidad increíble como si lo hubiera hecho más veces y no fuera la primera vez.

-Eso espero, aunque no soy perfecto, también tengo mis cosas – me sonríe. - Extraño sus broncas – me rio recordando una vez que mi madre me regaño bastante fuerte no era una costumbre, pero seguro que me pasaría lo mismo si estuviera en el mismo caso que Josh.

-Nadie es perfecto Josh, pero aun así eres un gran padre, como prueba están las fotos colgadas en el pasillo de la planta de arriba – como comenté en ellas se les veía bastante unidos.

-¿Como es posible que siempre me hagas sentir bien? - me observa sonriéndome de nuevo acariciando mi mano con su pulgar suavemente. - Sinceramente la relación padre e hijo se unió más cuando mi madre murió, Adam era pequeño aun y no sabía lo que pasaba pero tenerlo a él era lo único que me daba motivos y fuerzas para seguir luchando, por eso me prometí a mí mismo esforzarme más cada día, darle lo mejor y brindarle todo mi tiempo, fuerzas para que nunca se sintiera solo que viera que su padre estaba a su lado como lo estuvo siempre mi madre conmigo, todo para que se sintiera siempre orgulloso de mi ya que no pudo tener nunca una relación tan cercana con su madre como lo tenía conmigo – observo su dedo trazar pequeños círculos mientras le escucho.

-Estoy segura que Adam está orgulloso de ti... - dejo caer formándose después un pequeño silencio hasta que él lo vuelve a romper observando también nuestras manos dándose cuenta de lo que estaba haciendo.

Despacio la aparta levantando su mirada hacia mí mostrándome esta vez una pequeña sonrisa.

-¿Te apetece comer algo? - me suelta casualmente.

No puedo evitar bajar mi mirada al recordar lo que había pasado cuando bajamos a cenar.

-Perdón por haberte arruinado la cena no era mi intención - me disculpo sintiéndome mal por ello.

-¿Algún día dejaras de disculparte por todo Mandí? - me dice divertido. - No arruinaste nada, cuando vuelva a casa Adam ya abra cenado y no estará cabreado a veces puede ser demasiado impulsivo.... - levanto mi mirada rápido cuando siento como se levanta viendo como extiende su mano hacia a mí.

-¿Aceptarías un helado quita penas? - me rio sin poder evitarlo cuando lo escucho asintiendo con mi cabeza aceptando su mano levantándome para después seguirle hasta llegar de nuevo a su coche.

Una vez dentro del coche cuando arranca y salimos de nuevo a la carretera se asegura de que la calefacción está bien cuando ve que tengo un escalofrió.

-Si prefieres comer algo más antes de un helado... - deja caer.

-Un helado está bien – le contesto mostrándole una sonrisa cuando me observa de nuevo.

-Vale... - carraspea centrándose de nuevo en la carretera.

Yo solo me entretengo mirando mi móvil por un pequeño rato aburrida ya que no había nada interesante que pasara por las redes hasta que siento como baja la velocidad deteniéndose en unos aparcamientos viendo como habíamos venido a un parque del centro donde había puestos pequeños y podías caminar tranquilamente cuando hacía buen tiempo, pero ahora hacía frio, era de noche, por eso había menos gente compartiendo su tiempo con la familia, sus parejas y animales...

-Este sitio me encanta... - sonrió mirando al frente.

-¿Vienes mucho por aquí? - me pregunta curioso.

-Mmmm cuando puedo – vuelvo a sonreír. - Me traigo siempre una mantita para sentarme en el césped y pasar la tarde leyendo – esos momentos son increíbles y no cambiaría por nada del mundo.

Salimos ambos del coche recibiéndonos una ráfaga de viento, pero su saco ayudaba mucho a que no me muriese de frío.

-¿Te gusta leer? - me pregunta cuando comenzamos a caminar por los caminitos hacía los pequeños puestos.

-Es uno de mis pasatiempos favoritos y gustarme se queda corto – le contesto entusiasmada sonriendo cuando veo que me observa con una gran sonrisa.

-¿Y tú vienes mucho por aquí? - le hago la misma pregunta.

-A veces... casi siempre he venido con Adam le gusta una hamburguesería que esta aquí - asiento despacio con mi cabeza.

Nos hacemos un par de preguntas más antes de detenernos en un pequeño puesto de helados, me pregunta de qué sabor lo quiero antes de pedir el suyo teniendo que esperar un poco a que nos lo prepararan.

Cuando paga nos acercamos a una de las mesas.

-Espero que te guste porque con esto voy a engordar tres kilos por lo menos – suelto una carcajada viendo como él se ríe también.

-Ni, aunque quisieras se te notarían - las palabras salen solas sin poder controlarlas.

El se me queda mirando por unos segundos.

-¿Eso fue como un halago señorita Mandí? - vuelvo a reírme al ver su confusión.

-Ahora enserio... no deberías preocuparte eres... - esta vez sí me muerdo la lengua.

Levanta sus cejas esperando a que continuara.

-¿Soy? - automáticamente me sonrojo. - ¿Ibas a decir perfecto? - me echa una mirada picarona.

-¡No! ¡Claro que no! Ósea a ver... - siento mis mejillas arder.

Por mi lengua larga estaba metida en esto.

Él vuelve a reírse.

Le suelto un pequeño golpe en su brazo poniéndome aún más roja como si eso fuera posible.

-Pero si es Mandí sonrojada... - me escondo en su hombro.

Vuelve a reírse de mí.

-No tienes que esconderte... hasta sonrojada estás hermosa... - una pareja de ancianos pasan por nuestro lado y se nos quedan mirando con ternura.

-Cállate – le exijo volviendo a darle esta vez en su hombro apartándome avergonzada por este momento y por tener algunas miradas puestas en nosotros.

¿Veían algo que nosotros no veíamos?

-¿Sabes? - se ríe con diversión disfrutando de verme así. - Así estabas el día que nos conocimos, no te creas que no me di cuenta – poso ambas manos en mi rostro tapándome queriendo que me tragara la tierra cuando recuerdo ese momento que no era tan lejano.

-Josh detente por favor... - solo consigo que se ría aún más. - Me sorprendí, ¿Vale? Adam no me había hablado de ti nunca y lo primero que se me paso en ese momento por la cabeza es que eras su hermano mayor porque os parecéis y.… eres joven – intento defenderme.

-Con que te parezco joven, ¿eh? - lo fulmino con mi mirada aun avergonzada.

-Lo digo enserio...

Alza una de sus cejas como si no me terminara de creer.

-Si tú lo dices... - deja caer. - Me consideras joven – salta orgulloso. - Tus cumplidos son únicos...

-¡Oh! Cierra esa boca ya – vuelve a reírse cuando intento detenerlo cuando quiere volver a picarme.

-Me gustas Mandí de verdad – lo miro removiendo mi helado cuando pasan unos pocos minutos en los que habíamos estado callados.

-También me gustas Josh...

Nos quedamos mirándonos formándose de nuevo un silencio, pero no era ese silencio incomodo, para nada.

Bajo avergonzada mi mirada cogiendo un poco de helado ya desecho volviendo a mirar a Josh descubriendo que me sigue observando comiendo tranquilo de su helado.

Me detengo en sus labios cuando su lengua los recorre sintiendo como mi respiración se acelera más aun cuando extiende su brazo y posa su pulgar en mi comisura.

-Tienes un poco de... - sus ojos se quedan en ese punto viendo como su nuez baja al tragar saliva. - Helado... - no puedo evitar bajar mi cabeza sintiendo el calor de su mano. - Es tarde debería llevarte ya a casa – sacude su cabeza apartándose rápido viendo cómo se aleja de la mesa.

-Si... - susurro, aunque él no me escuche.

¿Qué demonios acaba de pasar?

Tire mi helado vacío antes de entrar al coche formándose de nuevo ese silencio que siguió hasta que llegamos a mi calle y detuvo el coche en el pequeño jardín de mi casa.

Observo mi casa no pudiendo evitar compararla con la suya que era el triple de grande con un jardín más amplio y mejor cuidado.

-Voy a ayudarte con la bicicleta – dice antes de abrir la puerta y salir.

Suelto un suspiro abriendo también la puerta viendo como saca mi bicicleta del maletero.

Nos volvemos a quedar observándonos como si quisiéramos decirnos algo o hacer algo, pero solo salen de nuestras bocas...

-Adiós Mandí buenas noches... - dice alejándose de mi sin decirme nada más metiéndose todo lo rápido que puede en su coche antes de que pudiera despedirme de él.

-Adiós Josh... - susurro cuando veo como desaparece de mí calle.

Un adiós que podía ser para siempre ya que Adam y yo habíamos cortado y no creo que nos viéramos nunca más porque no iría a su casa.

Este día por alguna razón no lo olvidaría nunca... no solo porque descubriera que Adam me había sido infiel si no porque me lo había pasado muy bien con Josh, demasiado.

Deje mi bicicleta en el pequeño garaje antes de entrar a casa con cautela escuchando las voces de mi padre provenientes de la cocina cuando cierro la puerta detrás de mí.

Miro la hora dándome cuenta que mi padre había llegado de su trabajo una hora y media antes.

Era un poco extraño...

-¡Ya estoy en casa! - alzó mi voz para qué me escucharán antes de ir hacia la cocina.

-Cariño te prometo que está vez será diferente saldremos de esta... - frunzo mi ceño al escuchar a mi padre antes de entrar.

-No veo que esto mejore... - me detengo de golpe cuando veo a mi madre sollozar teniendo unos papeles en sus manos.

-Es demasiado pronto cariño... los beneficios se verán con el tiempo ya lo verás - intenta consolar a mi madre.

-Los números no salen...

-Mama... - los observo a ambos cuando me miran sorprendidos. -¿Qué pasó?

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Amanda

Josh

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