Capítulo 5

Lo observo con detenimiento quedándome con cada facción de su rostro como si con ello quisiera que se me quedara grabado en mi memoria para siempre.

Mi pulso se acelera aún más cuando sus labios están a solo un milímetro de distancia de los míos, tanto que puedo sentir su aliento mentolado y no puedo evitar bajar mi mirada hasta ese punto exacto sintiendo como él hace lo mismo.

Y cuando creo que va a pasar, que va hacer una locura terminando por besarme un pitido de un coche provoca que pegue un pequeño brinco en el asiento y Josh se apartara de la misma manera que lo hizo cuando escucho la voz de Adam entrar por la puerta de la casa llamándole.

Suelta un carraspeo incorporándose poniendo un gesto serio en su rostro, levanto mi mirada viendo que el semáforo se había puesto en verde.

¿Que acababa de pasar? ¿Iba acaso a besarme?

¿Acaso había sido mi imaginación y lo estaba malinterpretando?

Esa corriente electrizante no desaparece en ningún momento y no debería sentirme así.

-Cuéntame de ti Mandí – retoma la conversación como si nada. - Solo estamos hablando de mi muy desconsiderado de mi parte... - trago fuerte saliva. - Cuando has subido arriba, ¿Paso algo con Adam? - vuelvo a mirar por la ventana.

-Si... discutimos de nuevo las cosas no van muy bien entre nosotros – me sincero. - Creo que vamos a cortar – estaba algo confusa con eso, Adam últimamente se estaba comportando como un idiota y yo solo me esforzaba para que las cosas estuvieran bien entre nosotros y no sabía que hacer ya para que las cosas mejorarán, porque yo quiero estar con él.

Tal vez si cambiara podría terminar enamorándome de él...

Josh vuelve a poner toda su atención en mi cuando me observa por unos segundos.

-¿Tenéis problemas? - me pregunta.

-No – le contesto demasiado bruscamente. - Digo... es que... - intento explicarme, pero las palabras apenas me salen. - Perdón es algo complicado – me disculpo bajando mi mirada a mis rodillas.

Siento como poco a poco va frenando haciendo que volviera a subir mi mirada dándome cuenta que habíamos parado en un centro comercial.

-No te sientas presionada a contarme nada Mandí – se quita el cinturón volviéndome a observar. - Solo quiero que sepas que cuando necesites hablar de algo puedes contar conmigo, aunque solo me conozcas de apenas hace unas pocas horas – me vuelvo a fijar en esos ojos azules que tanto me dejan embelesada.

-Gracias Josh – intento mostrarle una sonrisa sincera.

-Nada de gracias y de disculpas – eso me saca una pequeña sonrisa. - ¿Te importa si compro algunas cosas antes de llevarte a casa? - me pregunta cuando yo también me quito el cinturón.

Niego con mi cabeza.

Con eso salimos ambos del coche caminando hacia el centro comercial que era enorme.

Cuando entramos vamos directamente a la parte donde estaba el supermercado acercándonos a la zona de reposterías, dulces, etc...

Sonríe cuando siente mi mirada.

-No me juzgues... de algo tengo que alimentar este cuerpo – abre la nevera sacando una tarta pequeña de cinco porciones de chocolate. - Es una de mis tartas favoritas – añade.

-¿Te gusta la repostería? - le pregunto devolviéndole la sonrisa.  

-Mucho, cuando tengo tiempo me pongo a experimentar en la cocina – deja la tarta en el pequeño carrito que ha cogido. - ¿Y a ti te gusta? - rápido niego.

-Soy un poco mala en la cocina, la última vez que intente hacer un bizcocho por casi incendio la cocina – aún recuerdo la expresión de mi madre cuando vio el bizcocho completamente quemado.

Josh suelta una carcajada perfecta que provoca que me lo quede mirando de nuevo como una boba.

-Solo es cuestión de practicar como todo en esta vida – me mira detenidamente. - Te propongo, no – niega con su cabeza. - Te reto a que vuelvas a intentar hacer un bizcocho yo estaré encantado de ser el primero en probarlo y darte mi opinión – le miro dudando.

-¿Aunque esté quemado? - ambos nos reímos llamando la atención de las pocas personas que están cerca de nosotros que nos observan extrañados.

-Aunque esté quemado... - nos movemos por el pasillo sin dejar de reír aún. - Por cierto, sé que Adam ahora esta enfadado porque le castigue y bueno porque discutieron, pero estoy seguro que si le llevas este helado – coge una tarrina de uno de los congeladores. - Se le pasara rapidísimo por si no lo sabias este es su helado preferido – rápido la gran sonrisa que tenía en mis labios va perdiendo su brillo.

Adam casi siempre era demasiado complicado había intentado conocerle más, preguntándole cosas, pero él siempre se cerraba a cualquier cosa y no me respondía.

Asiento con mi cabeza cuando veo como también lo mete en el carro.

-¿Cuál es tu helado preferido? - me pregunta Josh dejando de nuevo a Adam atrás.

-El de fresa – le señalo la tarrina.

Vuelve a reírse.

-¿Qué? - mi sonrisa vuelve a aparecer.

-Tuve que imaginármelo, cogeré una tarrina también por si vuelves a venir un día – niego rápido con mi cabeza estirando mi mano para detenerlo cuando va a volver a abrir la puerta acabando por rozar sus dedos.

De nuevo esa corriente eléctrica recorre todo mi brazo y mi cuerpo.

Alzo mi mirada entreabriendo mis labios dispuesta a decirle algo, cualquier cosa encontrándome con su mirada y por la forma de mirarme sé que él también ha sentido esa electricidad tan extraña que me invade cada vez que me roza.

Esta vez soy yo la que alejo mi mano como si su contacto quemara.

No nos decimos nada nos quedamos callados y le dejo que saque la tarrina y la meta en el carro.

Un pequeño rato después volvemos al coche y le ayudo a guardar la compra.

Cuando montamos me pregunta por la dirección de mi casa.

Ninguno de los dos saca un tema de conversación durante el camino hasta mi casa.

No se forma un silencio incomodo, aunque también no llega a ser del todo agradable, es una sensación rara, solo se escucha la música de la radio cuando Josh la pone, cuando llegamos a mi casa y nos detenemos nos quedamos por segundos quietos como si ninguno de los dos supiéramos como despedirnos.

Junto mis manos moviéndolas algo nerviosa cuando decido romper el silencio.

-Gracias por traerme a casa Josh – veo por la ventana como la luz de la cocina estaba encendida, tal vez mi madre estaba haciendo la cena ya que estaba comenzando a anochecer.

-No es nada – me sonríe. - Lo del bizcocho iba enserio, ¿eh? - le sonrió. - Te ayudo con la bicicleta – abre su puerta saliendo del coche.

También salgo del coche viendo como saca mi bicicleta para después rebuscar en una de las bolsas de compra sacando otra tarta que había comprado.

-Gracias, pero no es necesi... - no me deja terminar cuando coge mi mano estirándola y me deja la tarta.

-Por acompañarme y por el mal rato que te haya hecho pasar mi hijo – le observo por unos pequeños segundos terminando por asentir aceptándolo.

En ese momento escucho detrás de mí como la puerta de mi casa se abre.

-¿Amanda? - la voz de mi madre se hace presente.

Siento como sus pasos se acercan a nosotros y no me hace falta mirarla cuando sé que una vez que entremos dentro de casa empezara a preguntarme sin parar, la conozco muy bien.

Josh da dos pasos hacia ella cuando me giro viéndola.

-Hola – saluda Josh con esa sonrisa perfecta. - Tú debes ser la madre de Mandí – mi madre me mira extrañada cuando escucha a Josh llamarme así. - No me habías dicho que tu madre también es muy joven Mandí – me dice esta vez Josh a mí.

Eso provoca que mi madre suelte una risa tonta al escucharle.

-Soy Anna, encantada – le extiende mi madre su mano, Josh estrecha su mano con la de ella sin quitar esa sonrisa de sus labios.

-Josh el padre de Adam – se presenta.

-Ahh Adam ese chico tan lindo y educado – sonríe mi madre.

-Su hija es un encanto felicidades, solo vine a traerla a casa porque sabía que se le haría de noche, no es bueno que una chica tan joven ande por las calles sola de noche, ¿verdad? - gira su rostro mirándome.

-Oh no, cada vez hay más impresentables por la calle...

-Ni que lo digas Anna – me atrevo a levantar una de mis cejas observándole de la misma manera.

-¿Pasaste una buena tarde con Adam hija? - me pregunta mi madre.

-Sí - miento con descaro delante de Josh, más bien había pasado la tarde con él, pero si le decía eso a mi madre podría malinterpretarlo.

-Gracias por traerla sana y salva a casa Josh – sonríe como nunca mi madre.

-No es nada, haría lo que fuera por la novia de mi hijo – por alguna razón siento una punzada en el pecho cuando le escucho. - Oh traje esta tarta para vosotros - señala la tarta con su mano.

Mi madre me la quita de la mano sonriendo aún más como Josh que parece que está disfrutando de verme en un momento incomodo entre mi madre y él.

Y es que nunca pensé que mi madre conociera al padre de mi novio de esta manera porque primero no le había dicho a mi madre oficialmente que Adam fuera mi pareja, aunque ella ya se lo imaginara.

-Que amable de su parte, gracias señor... - se queda callada al no saber el apellido de Josh.

-Zanoli – vuelve a sonreír y a mí solo me dan ganas de golpearlo.

¿Porque tenía que sonreír de esa manera?

Con esa sonrisa se tenía que llevar a su terreno a todo el que quisiera incluida mi madre que parece encantada con haberle conocido.

-¿Eres italiano? - le pregunta mi madre sorprendida.

-Desde que nací - le responde Josh.

Mi madre vuelve a reírse como tonta, como si le hubiera contando el mejor chiste de su vida.

-¿Te gustaría entrar a tomar un café señor Zanoli? - abro de sobremanera mis ojos.

-Mama... - tiro de su camiseta por debajo sin que Josh me vea.

-Hija... es lo menos que puedo hacer por haberte traído a casa y habernos regalado esta tarta – se intenta explicar.

-Me encantaría Anna, pero mi hijo me está esperando en casa para cenar – vuelve a sonreírla. - Un gusto haberla conocido, adiós Mandí - entrecierro mis ojos cuando veo como pronuncia mi apodo con un tono diferente.

¿Un tono más picarón?

Estaba empezando a conocer a Josh ya que era un hombre abierto no solo porque se atreviera a contarme un poco sobre su pasado si no por su forma de expresarse.

Mi madre se despide sin quitar esa sonrisa tonta moviendo su mano en modo despedida.

-Adiós señor Zanoli – suelto aposta viendo cómo se da media vuelta antes de llegar a su coche observándome viendo cómo me reta con sus ojos apareciendo una sonrisa malvada en sus labios.

Sonrió como si nunca hubiera roto un plato en mi vida, si el me llamaba Mandí supongo que yo podía devolvérsela llamándole señor Zanoli.

¿Quería jugar con fuego? Bien pues estaba dispuesta a quemarme.

Una vez dentro de casa sé que mi madre va a comenzar con sus preguntas ya que está claro que Josh le cautivo de alguna manera.

-¡Es jovencísimo! - exclama mi madre cuando cierra la puerta apoyándose en ella.

-Si... lo es, pero tampoco exageres mamá... - nunca la había visto así de emocionada.

-No me dijiste que Adam tenía un padre que podría parecer su hermano mayor... sinceramente estoy sorprendida - había sido la primera que había pensado que era su hermano y al parecer no había sido la única.

-Adam es reservado con su vida privada mamá no me había hablado de su padre nunca – avanzamos hasta la cocina.

-Pues ese muchachito debería sentirse orgulloso de su padre, es apuesto, atento, caballeroso...

-¡Mamá! - camino hasta la nevera sacando el zumo mientras mi madre no para de hablar.

-Y hasta nos regaló una tarta... ¿Viste que no tenía anillo? Sería un buen partidazo para tu tía Molí que está muy sola desde que tu tío la abandono además es muy atractivo... - me atraganto cuando me sirvo comenzando a toser.

¿¡QUÉ!?

Mi tía se había divorciado de mi tío hace seis años cuando lo descubrió acostándose con una completa desconocida en su cama, acabo destrozada cogiendo una fuerte depresión hasta que poco a poco fue saliendo de ella.

Ahora en la actualidad mi tía cuando veía a un chico más joven no paraba de tirarle piropos, seguía perfiles de chicos modelos que posaban en ropa interior... sí, se podría decir que estaba un poquito desesperada por pillar cacho.

-Mama ni se te ocurra – le advierto señalándola con mi dedo cuando dejo de toser. - Ya sabemos que la tía está desesperada y no le haría asco a nada y tú no eres el cupido de nadie – la dejó en claro. - Seria rarísimo ver a mi tía siendo la pareja del padre de mi novio – arrugo mis labios de solo imaginármelo.

-Pero... - niego rápido con mi cabeza.

-No mama – veo como suelta un suspiro.

-Está bien cariño, bueno cuéntame – se sienta en una de las sillas con una gran sonrisa. - ¿Que tal te fue con Adam? ¿Arreglaron el problema que tuvieran? - intento que mi madre no note el bajón que me da con su pregunta.

-Si mama hablamos y ya está todo arreglado – la miento de nuevo sin más remedio.

-Me alegra escuchar eso cariño todo tiene solución en esta vida y la comunicación es lo más importante – asiento dándole la razón.

-¿Papa no llego aún? - cambio rápido de tema porque la verdad es que no tenía ganas de hablar nada más sobre Adam.

-Aún no me llamo hace un rato con que hoy saldría una hora más tarde así que no creo que tarde mucho en llegar ya es tarde – mis padres trabajaban mucho y odiaba verlos muchas veces con ojeras sin poder hacer nada más que ayudarlos para quitarles algo de trabajo.

-Voy a dame una ducha antes de cenar – guardo el zumo dirigiéndome hacia las escaleras antes de que mi madre volviera a sacar a Adam en una conversación o a Josh.

Una buena ducha me ayuda a aclararme un poco las ideas, cuando salgo de la ducha y me pongo el pijama enciendo mi portátil comenzando a escribir lo que se me viene a la mente antes de que se esfume para siempre.

Cuando quiero darme cuenta llevo más de seiscientas palabras escritas, sonrió cuando veo que la hoja de Word ya no está en blanco como estos días atrás.

Pero mi sonrisa se esfuma un poco cuando leo todo lo que había escrito dándome cuenta que había descrito el momento que había visto por primera vez a Josh y lo que me había hecho sentir en ese instante obviamente sin mencionar que era el padre de mi novio.

Y sin darme cuenta había creado a un nuevo personaje para mi novela inspirado en él.

Apoyo mi cabeza en ambas manos cerrando por unos segundos mis ojos lamentándome.

Era el padre de mi novio y se había metido en mi cabeza con una gran facilidad que me asustaba...

En ese momento mi móvil suena avisándome de una nueva notificación haciendo que saliera de mi trance.

Frunzo mi ceño cuando veo que es un mensaje de Ariel que me había mandado una imagen.

Lo descargo esperando unos segundos hasta que se termina de cargar pudiéndola ver mejor, entonces mi gesto cambia por completo cuando veo la imagen que me mando estando segura que en estos momentos me había puesto pálida.

Pulso con mi dedo al audio que me había mandado Ariel ahora mismo escuchándose su voz algo preocupada.

Audio de Ariel:

¿Viste la foto Amanda? Está corriendo como la pólvora por algunos grupos de WhatsApp en los que estoy.

No quiero preocuparte ni pensar lo que creo que es, pero...

 

Antes de que pueda terminar el audio lo pauso cogiendo una gran bocanada sintiendo de nuevo ese pinchazo en mi pecho.

Vuelvo a observar la foto en la que aparecía Adam con la misma chica porrista que vi en sus estados, pero esta vez la foto había sido tomada sin que ambos se dieran cuentan en la que salía él rodeando la cintura de la chica con ambos manos demasiado cerca pegados contra la pared y parecían muy acaramelados...

No... no podía ser lo que estaba pensando, Adam podía comportarse conmigo como un idiota, pero nunca me pondría... cuernos, no sería capaz de traicionarme de esa manera.

No quiero admitirlo, aunque mi cabeza me lo esté gritando en estos momentos y mi corazón me diga otra cosa.

Los problemas solo aumentaban, no parábamos de discutir y ahora esto...

Mañana hablaría con él, aunque estuviera cabreado conmigo, tenía que darme una explicación.

 [...]

Como era de esperar en esa noche no pude dormir apenas, no paraba de darle vueltas en la cabeza la foto en la que estaba Adam con esa porrista, cerraba los ojos y me los imaginaba besándose terminando después en la cama, justo lo que yo no estaba aún preparada.

Me levante echa un zombi intente aparentar que estaba bien y cuando tuve la oportunidad me escape sin que mis padres se dieran cuenta para ir al instituto librándome de un interrogatorio por mi asqueroso aspecto de no haber dormido nada.

Ni si quiera estaba Adam en el mismo sitio de siempre y yo esta vez no lo espere entre directamente encontrándome con mi mejor amiga Ariel.

Al verme corre a darme un abrazo sabiendo por mi aspecto cansado que no había podido conciliar el sueño, ella me conocía bastante bien.

-¿Como estás? - me pregunta mirándome con preocupación.

-No he podido dormir nada esta noche, esa imagen no sale de mi cabeza Ariel... - vuelve a abrazarme cuando siente que estoy a punto de romperme.

-Lo siento mucho Amanda... tal vez nos estamos precipitando y no es lo que parece – me dice con intención de hacerme sentir mejor, pero yo desde que vi esa foto anoche tenía mis dudas.

Me detengo enfrente de mi casillero abriéndolo para sacar el libro de sociales que nos tocaba juntas.

-¿Ayer no ibas a ir a su casa? - me pregunta cuando guardo el libro en mi mochila junto al cuaderno.

-Sí, pero las cosas no salieron como yo esperaba – la escucho suspirar.

-¿Discutieron de nuevo? - me giro para poder observarla cuando siento como un brazo rodea mi cintura y unos labios conocidos besan los míos.

Me quedo congelada sin seguirle el beso observándole cuando se aleja viendo una sonrisa en sus labios.

-Hola nena – me saluda como si ayer no hubiéramos discutido, como si ayer no hubiera estado demasiado pegado con la porrista.

-Creo que es mejor que os deje... a solas – se apresura a decir Ariel incomoda por el momento. - Nos vemos en clase – se aleja todo lo rápido que puede de nosotros.

Adam frunce su ceño cuando ve mi expresión.

-¿Estas bien nena? - me echa una rápida mirada. - Oye Amanda perdóname por lo que paso ayer en mi casa... es que me enfade muchísimo con mi padre cuando me pidió las llaves de la moto, sabes lo importante que es eso para mí y lo pague contigo cuando no era mi intención - sigo rígida bajo su contacto. - Perdóname nena de verdad, pero no tuviste que decirle nada a mi padre - añade.

-Vale – es lo único que consigo decirle antes de que la pregunta escapara de mis labios sin poder detenerla. - ¿Qué hiciste en aquella fiesta? - de nuevo me observa extrañado.

-Nada estuve con mis amigos y bebimos mucho, ¿por? - vuelve a fruncir su ceño.

-Por nada... - sabía que si le empezaba a hacer tantas preguntas de golpe se molestaría y me quedaría sin ninguna contestación así que tenía que hacerlo poco a poco.

-Por cierto, espero que mi padre no se pusiera muy pesado contigo ni te asustara mientras me esperabas – fue todo lo contrario, pero eso no se lo digo.

-Fue muy amable conmigo – le contesto sin más.

-Quiero arreglar lo que paso ayer nena de verdad – me sonríe antes de saludar a dos chicos que pasan por nuestro lado y le saludan animado. - ¿Qué te parece si vienes a mi casa esta tarde – noche y vemos una película en mi portátil? - me pregunta.

-¿No podemos salir a algún lado? - ir de nuevo a su casa supondría volver a ver a Josh.

-Prefiero que nos quedemos en casa viendo una película he visto una que sé que te gustara – evito soltar un suspiro.

-Me parece bien Adam – le contesto pareciéndome algo nuevo ya que nunca habíamos visto una película juntos y eso era mucho mejor a no quedar. - Tengo que ayudar a mis padres esta tarde pero cuando termine iré a tu casa – sonríe besando de nuevo mis labios.

-No podre ir a por ti estoy sin moto hasta dentro de un buen tiempo – finjo una sonrisa besándole esta vez yo.

-Tengo que irme, nos vemos luego – me apresuro a alejarme de su agarre, pero él hace fuerza pegándome de nuevo a su cuerpo dándome un beso más.

Cuando me alejo de él apresuro mi paso hasta llegar a la clase que me tocaba donde me esperaba en el mismo sitio de siempre Ariel que no espera ni a que me siente cuando me pregunta.

-¿Qué te dijo? - se pega a mi bajando su tono de voz.

-Le pregunte que hizo en la fiesta y me contesto que solo estuvo con sus amigos bebiendo así que no me ha dicho del todo la verdad – suelto un suspiro acordándome de nuevo de la foto.

-¿Y? ¿Te dijo algo más? - insiste queriendo saber todo.

-Me ha pedido perdón dos veces por lo que paso ayer y me ha dicho que vaya hoy a su casa para ver una película - me observa sorprendida.

-¿Qué vas a hacer? ¿Vas a ir? - me quedo pensativa.

-Sí, quiero preguntarle más cosas sobre la fiesta – saco el material de mi mochila poniéndolo encima de la mesa.

-Él quiere que vayas a ver una película para follar así que compra condones – abro mis ojos de sobremanera.

-¡Ariel! - la regaño en bajo.

-¿Que? - se hace la inocente. -Solo digo la verdad, todas las parejas que quedan para ver una película termina en follar – rápido siento como mis mejillas queman.

-Cállate, no siempre tiene que ser así eres una salida – suelta una carcajada.

-Ya verás como te meterá mano antes de que lleguéis a la mitad de la película – niego con mi cabeza poniendo mis ojos en blanco.

-No va a pasar nada Ariel aun no estoy preparada y Adam lo sabe – me mira sin creérselo mucho.

-Lo intentara por si cuela, así son los tíos - vuelvo a negar con mi cabeza sin llegar a contestarla porque entra la profesora en la clase.

La mañana paso rápido cuando salí me despedí de Ariel y luego de Adam cogiendo mi bicicleta para ir directamente al taller de mi padre.

Tenían bastante trabajo cuando llego viendo a mi madre un poco agobiada por el papeleo mientras que mi padre estaba arreglando los coches que le habían ido dejando.

-Hola mama... - dejo un beso en su mejilla cuando me acerco al mostrador.

-Hola mi vida... - coge unos cuantos papeles antes de mirarme. - ¿Te importaría quedarte unos minutos aquí? Tengo que llevar estos papeles a la antigua dueña de la floristería – la miro sorprendida.

-¿Vais a alquilarlo? - sabía que uno de los sueños de mi madre era tener una floristería.

-Si cariño es nuestra última esperanza para tener otro sueldo más y salir de este bache... - le miro triste asintiendo después con mi cabeza viendo como avisa a mi padre de su salida y se marcha hacia la floristería que estaba a solo seis minutos del taller.

Comienzo a ordenarle un poco los papeles cuando escucho el ruido de un coche acercarse y dos segundos después una puerta cerrarse acompañado de unos pasos que se acercan al mostrador.

Sin levantar mi mirada guardo varios papeles en una carpeta para después dirigirme hacia la persona que había entrado al taller.

-Buenas tardes, ¿en qué puedo ayudarle?

-Necesito cambiar una rueda de mi coche señorita Mandí...

Mi Instagram donde podréis estar informadas de todo: @mishistoriascontadasenpapel

Amanda

Josh

Más populares

Comments

Olga Ortiz

Olga Ortiz

ya le está haciendo varias a la novia de su hijo🤦

2025-03-06

0

Marian Gutierrez

Marian Gutierrez

exelente ya me atrapó gracias 😊

2025-03-08

0

Melody 25

Melody 25

quiere hacer películas con ella

2025-01-14

0

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play