CRECEN FLORES

—No pensé que fueras a venir —dije cerrando la puerta detrás de mí.

Él conocía mi casa. Había venido varias veces y caminó hasta la sala. Se puso cómodo en el sofá.

—¿No leíste mi último mensaje?

—No. En realidad no. Me quitaron el celular porque me estaba distrayendo en clase.

Se escuchó que cerraban una puerta y ese era Francisco, que salía del sanitario.

—¿No estás solo?

—No. Tengo compañía.

Francisco apareció y Guzmán hizo contacto visual con él.

—¿Qué onda bro? ¿Cómo estás? —Guzmán fue amable.

—Francisco. Mucho gusto.

—Soy Renato, pero todos me conocen como Guzmán.

—¡Está chido tu tatuaje! —Francisco lo estaba halagando.

¿En qué momento pasó esto? Dos hombres en mi casa con intenciones aparentemente extrañas para conmigo.

—Gracias —se acarició el brazo y sonrió.

El tatuaje de Guzmán era en tonalidades rojas y verdes. Flores, figuras caprichosas y significados que solo importaban en la mente de él.

—¿Quieres algo de beber? —Pregunté a Guzmán.

—¿Tienes cerveza?

—No. Se me termino.

—Bueno. No pasa nada. Así estoy bien.

Asentí. Francisco cruzó su mirada conmigo y no entendí el significado de lo que quería decirme.

—¿Se conocen de tiempo? —Preguntó el profesor.

—Sí. De hace como dos años —le respondió Guzmán.

—¡Excelente!

—¿Y ustedes? —Guzmán también tuvo curiosidad.

—Nos conocimos apenas. Soy su profesor —Francisco fue sincero.

¡Guzmán se impactó! En su entrecejo se irradiaba la sorpresa.

—¿De verdad? —Se dirigió a mí.

—Sí. Es mi profesor.

Se quedó callado. Sus ojos nos examinaron con detenimiento y parecía que en su cerebro fabricaba ideas.

—¿Grabaron para OnlyFans? —Parecía tener un poco de morbo en su rostro.

—No. Él no está aquí para eso —informe de inmediato.

—Aún no grabamos para OnlyFans. ¿Tú estás aquí para grabar? —El tono de voz de Francisco era autoritario.

—Bueno, en realidad no. Pero la idea no está mal. ¿Y si hacemos un trío? —Sugirió Guzmán.

¡Qué mierda!

—¡No digas esas cosas! Francisco no es esa clase de hombre y sabes perfectamente que eso es algo que no apruebo —reparo al instante.

Guzmán se quedó pensativo con mis palabras.

—¿Solo apruebas grabar sexo en pareja? —Guzmán no tiene pena en preguntar.

—A eso no me refiero. No te quieras hacer el chistoso.

—Solo bromeaba. ¡Perdón! No quería hacerte enfadar.

Francisco me observaba con curiosidad y sus labios sonreían tenuemente. ¿Qué cosas pasaban por su mente?

—Tengo que irme. Debo volver a casa —mi profesor se estaba despidiendo.

—Claro, te acompaño a la salida.

Asintió.

—Un gusto Guzmán. ¡No seas tan caliente! —Francisco hizo una ligera reverencia.

—Tomaré tu consejo.

Afuera, en el pasillo de mi puerta, corría viento fresco. El profesor se detuvo a mirarme unos segundos antes de irse.

—¿Estarás bien?

—Sí. ¿Por qué estaría mal?

—Porque no estoy yo para ayudarte.

—Tú siempre estás insistiendo en que quieres ayudarme. ¡No te preocupes! No me pasará nada.

—No dudes en llamarme si necesitas algo.

—No tengo tu número.

—Yo lo registré hace rato. Profesor Francisco, así me encuentras.

Se acercó a mí y me besó la mejilla. Su contacto físico me hizo sentir chispas en el corazón. ¿Qué significaba su forma de actuar?

—Ve con cuidado —y cerré la puerta.

Sonaba Humbe desde mi bocina inteligente y Guzmán se estaba sirviendo un vaso de jugo de arándanos.

—¿Y entonces te castigaron el celular? —Sus ojos tenían cierto brillo.

—Así es.

—¿Fue él?

—Sí.

—¿Y por qué estaba en tu casa?

—Me trajo a casa.

Asintió ligeramente, bebió. ¿Por qué me hacía tantas preguntas?

—¿Pudiste leer mi mensaje de la propuesta que hice?

—¿Un encuentro privado?

—Sí. Eso mismo.

—Pude leer el mensaje.

—¿Y qué pensaste? —Parecía tener mucho interés en ese tema.

—La neta no he pensado nada.

—¿O prefieres que grabemos? Yo, estoy dispuesto a acoplarme a lo que me digas.

¿Qué debía decirle?

—¿Quieres coger? O sea, ¿estás aquí por eso? —Le pregunto.

—En parte sí.

—¿Y la otra parte?

—Pues también vine para platicar sobre mi propuesta.

Me pareció tierno que quisiera hablar sobre sus ideales conmigo.

—¿Por qué pensaste en hacerme esa propuesta a mí? Tú sabes que los pornstars no podemos darnos un lujo como ese.

—Yo sé. Pero una parte de mí se está cansando de esto. ¿Sabes? Sí, me gustaría poder tener una familia y amar a una persona.

Sonreí. Nunca imaginé escuchar a Guzmán decir algo como eso.

—Suena bien lo que quieres. Creo que todos tenemos esa necesidad, ¿no?

Asintió.

—Ya tengo veintitrés años. Aunque empecé a exhibirme en internet desde muy chico, no es algo que me haga feliz justo ahora.

Me miraba con ternura, bebió un poco y yo, medité poquito en lo que estábamos charlando.

—¿Y te ves siendo feliz conmigo? —No me dio miedo preguntar.

—Sí. Eso creo.

—¡Ay Guzmán! Estás bien chistoso justamente ahora.

—¿Por qué soy chistoso?

—¿Por qué elegirme a mí? Es evidente que has estado con muchas personas y sé que hay mejores que yo. Si me sorprende que me estés haciendo esta propuesta.

No me respondió al instante. No había decepción en su rostro y eso era agradable. ¿Qué pensaba Guzmán de mí? ¿Qué pensaba yo de él? Renato Guzmán era bisexual.

—Contigo he podido hablar de cosas que no suelo hablar con las demás personas con las que me he acostado. Contigo me siento en confianza y más de las veces que hemos estado en la cama, me gusta cuando me escuchas cada vez que terminamos de coger. ¡Me gusta tu forma tan simple de hacerme sentir querido!

¡Qué padre! No esperaba que él fuese a decir algo como eso, pero me pareció lindo.

—Yo, no tenía idea de que podía causar eso en ti. ¡Está genial!

—Sí.

No éramos extraños. Conocíamos nuestras pieles y deseos.

—¡Gracias por decirme esto! Pero, ahora mismo no me siento capaz de poder aceptar la propuesta que me has hecho. Tengo tantas cosas en que pensar y no quiero apresurarme a darte falsas esperanzas antes de poder estar tranquilo conmigo mismo.

—Claro. No hay problema. Yo puedo esperar. Igual no ando muy apresurado, debo cambiar algunas cosas en mi vida para que, cuando sea el momento, pueda disfrutar de esa etapa.

Sonreí. Guzmán sonaba muy maduro con su ideal y me dio gusto poder escucharlo.

—¡Gracias! También deseo que puedas cumplir con todo lo que estás proponiéndote. ¡Lo mereces!

Asintió. ¿Era momento para ir a coger?

Más populares

Comments

Josue karin Loredo roa

Josue karin Loredo roa

ahora que lo pienso esto me recuerda a un libro que medio leí

2024-09-06

0

Josue karin Loredo roa

Josue karin Loredo roa

👀

2024-09-06

0

Josue karin Loredo roa

Josue karin Loredo roa

yo siento que es lo que muchos otros piensan también

2024-09-06

0

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play