...Una semana después…...
—Así que un informe nos permite entregar de forma resumida el contenido sobre cierto requerimiento del cliente, según la base de datos que... —Francisco se veía bastante guapo explicando su clase.
Mi celular vibró por una notificación. Le di mi completa atención al móvil.
**Guzmán:** ¡Hola! ¿Cómo estás? Hace tiempo que no nos vemos. 🫠
Aunque la clase estaba bien, quise distraerme un poco.
**Amaury:** ¡Hola! Todo superbién. Ya sabes, aun con vida y así. ¿Cómo has estado?
**Guzmán:** Me da gusto. Que chido que estés bien. Yo he pensado en ti.
**Amaury:** ¿Qué has pensado de mí? 😼
Sonreí como idiota.
Guzmán está escribiendo...
Alce la mirada por algunos segundos y Francisco hizo contacto visual conmigo. Sonreí ampliamente y no me dio pena. Recibí el mensaje en mi WhatsApp.
**Guzmán:** Me gustaría hacer una colaboración privada contigo. 🔥❤️🔥
**Amaury:** ¿Colaboración privada?
**Guzmán: **Tener sexo sin grabarlo. Esta vez quiero hacer el amor.
Sonreí. Porque, en realidad, nunca habíamos hecho el amor y eso era evidente. Para un pornstar, es sumamente difícil decir que el sexo estuvo "muy romántico". ¡Ya sabes! De que, siempre abro las piernas y termino con orgasmos deliciosos, pero nunca me han tocado con amor.
**Amaury:** ¡No lo sé! Suena muy tentadora tu oferta, pero...
Ni siquiera pude terminar de escribir el mensaje. Sus manos me arrebataron el móvil y el contacto visual me impacto muchísimo. ¡Estaba demasiado cerca de mí!
—Te lo entregaré al finalizar la clase.
—Pero...
—Violaste el reglamento y estás distraído. No intentes excusar tus acciones.
Note un movimiento ligero en sus cejas y al parecer sonreía. ¿Qué pasaba con este tipo? ¿Qué se creía? ¡Me dio coraje!
—Cómo sea.
Mis compañeros estaban atentos a la escena y algunos se rieron de mí.
—Tienen media hora para terminar este ejercicio. Quiero que envíen sus informes a la nube de mi aula. ¿Entendido?
A veces, el tono de su voz era autoritario. ¿Por qué me pasaban este tipo de cosas? La neta, si fue mi culpa, estaba distrayéndome, pero eso no le da el derecho de quitarme mi celular. ¿O sí?
Me apuré para terminar los informes de mi base de datos. En mi interior había una sensación de nervios y enojo; Francisco había sido muy confianzudo conmigo. ¡Canijo!
La hora para salir de clase me hizo levantarme a toda velocidad de mi lugar, pero lo que él hizo me provocó angustia. ¡Desapareció a toda velocidad! ¿A dónde iba? Ni siquiera se despidió de sus alumnos. ¡Desgraciado! Solo hizo contacto visual conmigo y parecía que me estaba retando. ¿A qué?
Tome mi mochila, espere a que se apagara mi computadora y entonces salí a buscarlo. Varios compañeros de escuela me miraban de forma atenta. Sonreían. Me lanzaban piropos. ¡Me sentía deseado!
Me dirigí a su oficina, porque ese era el único lugar al que se me ocurrió que podría encontrarlo. Me detuve frente a la puerta y sin miedo alguno, abrí.
—Vine por mí... —pero no había nadie.
La luz estaba apagada, el silencio de este lugar me sorprendió y me dio coraje. ¿Qué debía hacer ahora? ¿A dónde se había ido? Justo cuando estaba por decidir irme, la fotografía de su escritorio capturó mi atención. ¿Quiénes eran ellos? Dos jóvenes, una pareja muy enamorada con un ramo de flores. ¿Era él? Agarre el retrato para examinarlo más de cerca.
—Pues no tiene mucho parecido con...
—¿Conmigo? —Su voz me hizo alzar la vista.
—Exacto. Solo por las cejas y...
—Es mi hermano.
—¿Tu hermano?
—No. En realidad soy yo.
—¿Hace cuantos siglos?
—Tenía veinte años.
—¡No inventes! Tenías mi edad. Que chafa, cambiaste.
—¿Deje de ser guapo?
—Te pusiste más maduro — examiné su persona con mis ojos y él parecía atento a mí—. Embarneciste y te creció barba. ¡Te ves más guapo ahora!
Sonrió.
—Me puse robusto.
—Supongo. Se nota que entrenas.
Hubo un silencio breve. Puse el retrato sobre su escritorio y noté que seguía observándome con mucha atención.
—¿Qué haces aquí? —Pregunta él.
—Vine por mi celular.
—¿Tu celular?
—No te hagas el despistado.
—No me hago.
—Entonces, ¿podrías devolverme mi celular? ¡Por favor!
No respondió enseguida, se acercó a dejar unos cuadernos en su escritorio.
—Estuviste muy distraído esta mañana.
—La verdad sí. Pero ya entregué lo que pediste. ¡Soy un buen alumno y lo sabes!
—¿Harás una colaboración privada?
Su pregunta me impactó mucho. ¿Por qué me preguntaba algo como eso?
—¿Leíste mis mensajes?
—Tu celular no se bloqueó enseguida.
—¡Mierda! Aun así, eso no está bien. Tú...
—¿Guzmán es tu pretendiente? —Me interrumpió.
—¿Eso que tiene que ver contigo? Tú eres mi profesor y estar tratando de entrar a mi vida privada no...
—Te dije que quería ayudarte.
—¿Ayudarme? Nomás dices y dices que me vas a ayudar, pero no entiendo a qué mierdas te estás refiriendo.
—¿Sueles ser muy impulsivo?
Me obligué a calmar mi respiración, esta conversación sí estaba calentado mis ánimos.
—No quiero decir nada más. Me das mi celular. ¡Por favor!
—Te lo daré después de que me respondas algo.
—¿Que cosa?
—¿Cuándo dejarás de grabar?
No esperaba que él estuviera interesado en eso.
—¡Eso que! No te incumbe.
—¡Quiero tener un encuentro contigo!
¡¿Qué estupidez?! Mi reacción inmediata fue darle una bofetada. Impacte mi mano en su mejilla y él se sorprendió por eso.
—Estás loco.
Se acercó a mí y me acorraló contra el muro. ¿Qué estaba pasando? ¡Sus manos estaban apoyadas contra la pared! Su respiración se mezclaba con mi respiración y esta cercanía era muy tentadora. ¡El guapísimo estaba queriendo un encuentro conmigo!
—Y tú no estás siendo maduro. Piensa en tu futuro —dice él.
—¿Que tiene que ver el futuro con todo esto? —No entiendo lo que trata de decirme.
—Ese es el punto. Vives tan enfrascado en el presente que no eres capaz de ver y planear la clase de vida que te gustaría tener.
Su respiración retumbaba con la mía. ¿Le dolió la bofetada?
—Gracias por todo esto que me dices, pero no entiendo por qué acabas de decir que querías tener un encuentro conmigo. ¡Estás chiflado!
Enfocó sus ojos en mí, pude descifrar los detalles de su mirada. ¡Su mirada era mi debilidad! Me hacía sentir que le pertenecía sin tener que escucharlo y yo estaba divagando muchísimo con el pensamiento.
—¿Puedo llevarte a casa?
—¡Nel!
Subí mis manos hasta sus muñecas, tocar su piel detonó un deseo en mi interior y la idea de tener un encuentro con mi profesor, incendió un deseo candente. ¡Tuve que bajar sus manos! Aunque esa posición era perfecta.
—Me gustaría tener el encuentro contigo allí —sus labios me tientan.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 20 Episodes
Comments
MarlingJCF
Upa!
2024-09-14
0