Guerra

En la frontera, el ejército de Inglaterra se preparaba para atacar, todos estaban en posición, solo debían esperar la orden del general, pero este todavía estaba hablando con los demás comandantes.

El comandante Juan de Gante salió, y colocándose en frente de su ejército dio la orden de ataque, mientras que el rey Eduardo bebía de su copa en el palacio, celebrando su futura victoria.

La frontera era el campo de batalla, los guerreros escoceses peleaban con todo lo que tenían, Pero les era imposible, los ingleses ganaban por números, el general dio la orden de retirada, si seguían luchando perderían más rápido, así que decidió reagruparse y esperar el ejército real.

En Stirling la capital de Escocia, las noticias llegaban como pólvora, el ataque de Inglaterra era un hecho, y muchos se sentían inquietos, Pero lo que más sobresalía era el hecho de que la reina partiría con el ejército.

"Por Dios, seguro y ya nos quedaremos sin reina"

"Por suerte el príncipe Kieran también irá"

"Si, esa mujer no puede hacer nada contra Inglaterra"

"¿Qué puede hacer una mujer en el campo de batalla?"

"Quizás distraer al enemigo con su belleza"

Jajaja, esas eran las burlas de muchos en Escocia, Pero poco le importaba a Derya, ella necesitaba ir a esa guerra y demostrar de lo que estaba hecha.

Derya caminaba con su armadura rumbo a la salida del palacio, allí estaba el ejército listo para partir, necesitaba ganarse su confianza y lograr que la siguieran para lograr sus planes, era lo único que ella quería, y lo primero era lograr ganar está guerra, Sandra y ella ya se habían despedido, la chica estaba segura de que su amiga se encargaría de proteger el trono en su ausencia, Kieran solo iría e intervendrá de ser necesario, Escocia no podía quedarse sin heredero.

Al llegar a la salida, Miles de hombres bien firmados esperaban, Derya los vio inseguros, eso no le gustó.

— Soy Derya Kaya, regente actual de Escocia, hoy nos enfrentamos a un enemigo fuerte, Pero necesito que confíen en ustedes mismos, quiero que miren a sus familias, a sus amigos y en su corazón prometan volver, no quiero perder hombres en ese campo de batalla, por eso les pido que dejen el temor en casa, el miedo es nuestro peor enemigo en el campo, no les pido que me protejan a mí, quiero que protejan a su familia y sus tierras, esas que los vieron crecer y por la cual jugaron pelear hasta la muerte, ahora partamos hacia la frontera, dónde aguarda nuestro mayor enemigo —

— Por Escocia —

Los soldados se motivaron, debían luchar por sus familias, y eso era a lo que iban, Derya subió a su caballo, al lado derecho se encontraba Kieran, esperando la orden para partir.

Con un movimiento de manos, Derya empezó a andar, segunda por todos los guerreros que lucharían hasta morir, por proteger la tierra en la que nacieron.

Días atrás Derya había recibido una insolente carta del rey Eduardo, dónde le pedía rendirse o casarse con el, para unir ambos reinos y el gobernar, a lo que Derya se negó, ningún tipo vendría a darle órdenes a ella, y se encargaría de hacérselo saber a ese tipo, con ella nadie se mete y mucho menos la amenaza.

El camino fue largo, Pero Derya se encargaba de estar al pendiente de sus hombres en todo momento, procuraba no cansarlos, para que tuvieran fuerzas más adelante, eso cada soldado lo iba viendo y admirando, ningún otro había sido tan amable con ellos, mucho menos el difunto rey, solo Kieran, era quien mostraba preocupación por ellos, del reto de nobles poco les importaba un mugroso soldado, como ellos los llamaban.

A los cuatro días de cabalgata llegaron al campamento, dónde los hombres se encontraban exhaustos y desaliñados, la lucha había sido brutal todos esos días, Derya pudo ver la masacre a lo lejos, sus hombres estaban gravemente heridos, por eso ordenó que todos los médicos se encargarán de inmediato, la prioridad eran ellos.

Muchos de los guerreros que estaban heridos, miraban a la joven con extrañeza, Pero poco a poco se fueron enterando de que esa era su reina, para muchos fue una. Gran revelación, no esperaban ver a una mujer en el campo de batalla y mucho menos a la reina.

El general se acercó a Kieran para informar la situación, Pero Kieran le indico que debía acercarse era a Derya, ella era la máxima autoridad, el lo miro con extrañeza Pero no eran momentos de discutir sobre quién era la autoridad.

— Alteza, tenemos 20 bajas, el enemigo no ha tenido bajas, la situación es complicada, tenemos demasiados heridos, mientras que ellos no han tenido un solo rasguño. —

— General Gerard, la guerra no se acaba con una batalla perdida o ¿si? —

— No alteza —

— Entonces no debemos temer o rendirnos a la primera, aún queda mucho por recorrer, confíe en usted y en sus hombres —

— Alteza, el enemigo nos supera en número, su ejército es demasiado poderoso, y tiene al príncipe a la cabeza —

— Y ustedes tienen a su reina a la cabeza, no tienen a cualquier principito, me tienen a mi, aunque soy mujer, se mejor que muchos de sus soldados sobre el arte de la guerra, y le puedo asegurar que una guerra no se gana solo con fuerza bruta, también es necesario ser inteligentes —

— Si alteza —

El hombre no se veía muy convencido, eso enojaba a la joven, Pero también era conciente de que no la aceptarían solo por qué si, debía ganarse la confianza de cada uno y demostrarles su fuerza.

— Coronel, sus hombre confían en usted y lo siguen, si usted les demuestra su temor, ellos también tendrán ante el enemigo, lo necesito listo para pelear por Escocia, y sus hombres también lo necesitan, ellos lo seguirán, muchos de los presentes desean llegar a ser tan fuerte y poderoso como usted, no me defraude —

Derya continuo su camino, esperaba que el hombre pudiera dejar esos pensamientos.

— Coronel ya escucho a nuestra reina —

— Príncipe, una guerra no se gana con palabras bonitas — El hombre seguía reacio.

— Pero primero se gana aquí — Le señaló su cerebro — Primero debe creer que es capaz de hacerlo general, exactamente como la reina le dijo, crearlo y así se hará.

El coronel quedó pensativo, Quizás y tenían razón, al ver al enemigo tan numeroso, se llenó de temor y retiró sus tropas, no pensó con cabeza fría, si no que solo actuó para sobrevivir y no para ganar, miro a su alrededor, la vida de Miles de jóvenes estaban en su mano, y hasta ahora solo había pensado en si mismo, pensó en su familia y en las palabras que Derya le había dicho, debía pelear por su familia y por Escocia, aunque con eso el muriera, si la reina estaba dispuesta a luchar, ¿Por qué el no? Con más razón, debía hacerlo, el llevaba años en el ejército, conflictos había tenido, quizás no eran de esta magnitud, Pero cobarde nunca había sido.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***