Cobardes

A la mañana siguiente el consejo se encontraba nuevamente reunido, con Derya a la cabeza, necesitaban armar estrategias de guerra para evitar perder contra Inglaterra.

— El rey Eduardo ya debe tener un buen ataque, en estos momentos Escocia no está para una guerra — El barón o'hara fue quien hablo.

Derya observaba y escuchaba cada palabra que se decía en la reunión, mientras planeaba un ataque adecuado frente a la situación.

— El barón tiene razón, no podemos enfrentar a un enemigo como Inglaterra en la situación en que estamos — en esta ocasión fue el duque Montreal quien hablo.

Los murmullos se hicieron sonar en la sala, con la mirada Derya le pidió a Callum acallar los nobles.

— Duque Montreal dígame ¿Cuál es la situación de Escocia, que nos impide luchar contra Inglaterra? —

Todos en la sala estaban en silencio

— Por favor alteza, seamos sinceros, una guerra no es un juego, y usted me disculpa, pero no está en la capacidad de enfrentarla —

Derya, se echó a reír haciendo enojar al duque, mientras que Kieran solo sonreía, estaba seguro de que el duque quedaría sin argumentos en esa reunión.

— Así que cree, ¿qué por ser mujer no puedo ganar una guerra? —

— Alteza, los guerreros no la seguirán, una guerra se gana con inteligencia y fuerza, eso es algo que usted aún siendo una reina no puede lograr —

— ¿Todos piensan igual? —

Muchos asintieron, otros se mantuvieron en silencio, no querían ver a la fría Derya de nuevo, esa joven podía verse dulce por fuera, pero era el mismo demonio.

— Duque Montreal, llevaré a Escocia a la victoria; sin embargo, intentaré firmar un acuerdo de paz con el rey de Inglaterra, pero no lo hago porque no puedo ganar está guerra, lo hago por qué no quiero ver morir inocentes —

— Yo no estoy de acuerdo —

Todos se sorprendieron, pues el príncipe quien se había mantenido en silencio, ahora decía estar en desacuerdo al tratado de paz.

— Príncipe, esto es lo mejor —

Derya sonrió, sabía que el no estaría de acuerdo, por eso lo propuso, Pero ella jamás se dejaría humillar de esa forma, un acuerdo de paz solo le daría a entender a Eduardo que tenía la ventaja, era una rendición.

— Duque Montreal, nuestro ejército estará preparado ante cualquier ataque de Inglaterra, tenemos todo lo necesario para ganar, nuestros guerreros son muy orgullosos para dejar que su país se humilla de esa forma, firmar el acuerdo de paz o intentarlo es darle el poder a Inglaterra, lucharemos de ser necesario, nadie puede venir a amenazar nuestra paz, lucharemos, y se que juntos podremos con esto —

— Príncipe Kieran, esto no es por orgullo —

— Duque usted lo convirtió desde un principio en una lucha de poder, en vez de tratar de hacer quedar mal a nuestra reina, debería estar buscando estrategias para librar la batalla —

— Pero yo no soy un general, no sé sobre el tema —

— Exacto, la reina no es un general, Pero está dispuesta a escuchar consejos y guiar a su pueblo... Ustedes no han hecho más que desacreditarla y tratarla como alguien inútil, solo porque es mujer, mientras que ustedes señores no hacen más que hablar y hablar, Pero no hacen nada importante por su pueblo, lo único que aprueban son leyes que perjudican al pueblo, pero que hacen crecer sus bolsillos —

Derya sonreía gustosa, esperaba que con esto todos en la sala supieran la posición del príncipe.

— Príncipe, ¿Acaso nos está llamando vagos y ladrones? Le recuerdo que somos los nobles más influyentes de toda Escocia, nuestro deber es hacer lo necesario por la gente de Escocia — en esta ocasión otro de los nobles fue quien hablo.

— Ustedes los nobles son tan patéticos... — Derya se levantó de su asiento, caminando un poco por la sala — Ustedes solo velan por sus riquezas, mientras que su pueblo muere de hambre, no les importa nada más que ustedes mismos, por eso sugieren postrarnos y agachar la cabeza ante Inglaterra, todo por el miedo a perder sus posiciones, lo único que son es unos cobardes.

El duque Montreal se levantó de su asiento enojado, ¿cómo se atrevía a llamarles cobardes? Los murmullos corrieron por la sala, Pero ninguno se atrevía a decirlo frente a Derya, Pero el duque ya estaba cansado de esta charla así que hablo:

— Llamarnos cobardes es algo que no permito, me parece que en esta ocasión usted... —

— Lo que usted tenga para decir poco me importa duque, quien da las órdenes aquí soy yo, así le moleste, y de ahora en adelante se dirigen hacia mí como su reina, por qué es lo que soy, obedezcan mis órdenes — Derya apoyo sus manos en la mesa — Lo único que quería era conocer la posición del príncipe kieran, no me interesa lo que ustedes opinen, así que me dirigire ante los generales de nuestro ejército y Crearemos las estrategias necesarias para prepararnos ante tal amenaza.

Todos murmuraban enojados, sobre todo el Duque, quien se sentía ofendido por la falta de respeto de parte de la joven.

— My lady, le... —

— Reina, aunque no le guste duque —

El hombre se mordió la lengua enojado

— Mi reina, por norma el rey es quien va a la batalla, esto siempre ha generado confianza en los guerreros —

— Pues yo sigo siendo un miembro real, soy el príncipe, mi presencia bastará — Kieran ya estaba cansado de tan absurdas excusas para oponerse.

— Si ese es el caso, déjeme decirle que tengo pensado ir al campo de batalla —

Todos se sorprendieron ante lo dicho, para muchos era solo una burla, no iban a aceptar tal hecho, eso solo causaría burlas de los otros reinos.

— ¿Qué? ¿Acaso creen que no puedo? Estoy preparada para la lucha y no le tengo miedo a la muerte, guiaré a mi ejército, yo misma estaré al frente, no necesito que me reemplacen —

El duque Montreal sonrió, quizás había llegado el momento perfecto para deshacerse de ella, si la reina se iba, alguien debía quedarse a cargo del trono, y ¿quién mejor que el para hacerse cargo de todo?

— Si la reina está dispuesta a tomar el cargo, yo voto a favor, la verdad es muy valiente de su parte —

Derya se extrañó del cambio de actitud, Pero solo endureció su rostro para dirigirse ante el hombre.

— Yo no estoy pidiendo su autorización, lo que ustedes digan poco me importa, esta reunión solo la realice para informarles nada más, no se confundan —

El hombre sonrió, tratando de complacer a su reina.

— Por su puesto al... Mi reina, Pero debo preguntar ¿En su ausencia quien se quedará a cargo? Digo, usted y el príncipe estarán en el campo de batalla —

Todos empezaron a estar de acuerdo con el duque, no podían dejar el reino solo.

— ¿Quien mejor que Callum para el cargo? —

— Por favor mi reina, es solo un consejero — en esta ocasión fue el barón quien hablo

— Pues este consejero conoce más el reino que cualquiera de ustedes, además es un hombre que se ha ganado mi confianza, y no los quiero oír más, ya está decidido, ahora sí me disculpan, la reunión ya terminó, no los quiero ver hasta la partida del ejército —

Todos salieron de la sala, y Derya tomo rumbo a su despacho, debía hablar con Sandra, tenían que armar planes.

En el camino se encontró con la exreina Edwina, por lo que Derya suspiro, la mujer era un verdadero dolor de cabeza.

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