Una corona, un plan

Derya camino por la habitación, quitando su vestido, mientras se acomodaba en la cama.

— El veneno te causará un pequeño fallo en tu corazon, será un dolor insoportable, Pero mañana todos creerán que no pudiste con tu noche de bodas — La joven tomo una copa de vino.

El hombre se arrastró en el suelo, tratando de levantarse, sentía como su pecho se oprimía, y en sus pensamientos solo estaban matar a la joven que sonriente se encontraba observándolo en la cama como si nada pasara. Por primera vez el rey veía la verdadera cara de la joven, esos ojos dulces y encantadores habían desaparecido, dando paso a unos fríos y calculadores.

— Eres una perra, todos se darán cuenta y serás colgada por traición al reino — hablaba el hombre con un poco de dificultad.

Derya hizo un pequeño mohín, coloco su carita más inocente.

— Hay, Pero no seas así, mira que planear todo me costó mucho. —

— De que hablas? —

La chica coloco una gran sonrisa.

— ¿Crees que conocerme fue una casualidad? —

Derya se acercó al hombre y tomando su rostro entre sus manos empezó a contarle.

(Hace un año y medio)

— Sandra, ¿eres originaria de Stirling? —

— ¿Originaria? —

— ¿Que si naciste acá? —

— oh, si señorita, nací aquí, mis padres trabajan en el palacio, yo también trabajaba allí Pero la supuesta prometida del príncipe me expulsó —

Derya sonrió al saber que la joven trabajaba en el palacio, eso quería decir que sabía todos sobre ellos, necesitaba toda la información.

— Cuéntame sobre la realeza, ya sabes la vida de esa clase de personas es interesante —

— Todos son unos arrogantes, excepto el príncipe kieran, el es muy amable con todos, Pero la señorita Olivia, es una odiosa, solo por qué el príncipe me habló, de inmediato busco a la exreina y me expulsó —

— Wow, que cruel — Derya se mostró afectada, aunque solo fingía, esa clase de nobles los había visto en el imperio — ¿Y los reyes como son?

— Bueno la reina, es una mujer elegante y reservada, el rey es un mujeriego, Pero hay algo que pocos saben —

La chica bajo el tono de voz, nadie podía saber esto, si alguien se enteraba de que ella estaba contando secretos de estado, seguro la colgarían.

— Escuché que la reina está muriendo, constantemente el médico llegaba al palacio y le realizaba sangrías —

— ¿En serio? — Derya se mostró triste — pobrecita.

— No te preocupes, creo que para ella es un descanso, el rey no para de ignorarla, incluso en muchas ocasiones metió a sus amantes al palacio, todo el mundo sabe que una cara tierna y linda lo obsesiona —

Derya asintió, sin saberlo la joven acababa de darle la mejor información. Durante todos los días Derya le sacaba información a la joven, quien le terminaba contando todo, desde lo más repulsivo, hasta lo más noble.

Día tras día, Derya organizaba un plan para llegar a la corona de Escocia, necesitaba poder, y solo lo lograría haciéndose a una corona, y guiando a su pueblo a la grandeza.

El día que la reina murió, para Escocia fue un golpe duro, pero para la joven fue un paso para su plan, ahora solo debía hacer que el rey se fijara en ella, así que pago en el palacio por información de salidas y horarios de regreso del rey, aprovecho la oportunidad y la tomo, presentándose ante el rey de manera cautivadora, atrayendo lo de inmediato a sus redes de seducción.

(Actualidad)

— Fue divertido actuar tímidamente, mostrar mi cara más dulce —

— Eres una mentirosa —

— Siento mucho lastimar su ego, creyó que por ser mujer, podía hacer conmigo lo que quería, pero se equivocó, ya nunca, alguien podrá tomar decisiones por mí. —

La chica estaba tranquila, mientras sus ojos se oscurecían ante los recuerdos.

— Jajaja, estúpida el consejo te destruirá, Kieran será quien gobierne, es mi sucesor —

— Kieran, tu hijo sí que está guapo, quizás y lo convierta en mi rey, Pero mientras yo no quiera, el no gobernará, y tu consejo, si llega a oponerse, tendrá que desaparecer —

El hombre empezó a toser, quedándose sin aire para hablar, Derya termino su copa, rasgo su vestido y salió dando gritos.

— Ayuda, el rey —

Corrió hasta la sala, echa un mar de lágrimas, encontrándose con dos guardias del palacio, quienes la miraron con preocupacion.

— El rey, se está ahogando, no se que pasó, estábamos en nuestra noche de bodas y simplemente cayó al suelo —

Los hombres de inmediato salieron hacia la habitación que le indicaba la mujer, encontrando al rey tratando de respirar. Robert, al ver a sus guardias entrar, trato de decirles la verdad, Pero ya no podía ni hablar, abría sus ojos y señalaba a la joven, quien se acercó a el.

— Aquí estoy querido, tranquilo, ¡llamen al médico! —

Uno de los guardias fue en busca del médico, mientras el otro observaba la situación.

Al llegar el médico, Robert ya había dado su último respiro, Derya lloraba sobre el cuerpo del hombre, mientras los presentes sentían lástima por la joven, Edwina y Kieran también estaban en la habitación, la mujer lloraba en los brazos de su nieto, quien solo miraba sin entender nada. Hacía pocas horas gozaba de buena salud, y ahora allí estaba su padre, en la cama, muerto.

Kieran miraba a la joven, luego se dirigió hacia el médico, preguntándole por la situación, no estaba tan convencido de la actuación de Derya, aunque poco le importaba si ella lo había hecho, su padre no merecia vivir más.

— El rey murió por una falla del corazón, aún no sabemos a qué se deban, debido a la falta de conocimientos sobre el tema, no puedo dar un diagnóstico certero, Pero le aseguro que murió de causas naturales — El médico recogió sus cosas y salió de la habitación.

Se dirigió a la salida, y Lugo tomo un camino solitario, llegando hasta un callejón donde una mujer encapuchada le dió una gran bolsa de oro.

— Su diagnóstico fue muy certero —

— Dígale a su señorita, que fue un gusto colaborar con ella —

La mujer se quitó la capucha revelando un rostro hermoso y un cabello negro. Pero también saco una daga.

— Mi reina le manda sus saludos —

Luego clavo la daga en el cuerpo del médico, quien solo quedó con los ojos abiertos por la sorpresa, para después dar su último aliento, Sandra tomo la bolsa de oro y salió con una sonrisa en su rostro.

— Los cabos sueltos, es mejor matarlos —

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