Castigo

Derya enojada volvió a su habitación, hoy había tenido dos encuentros un poco extraños, primero esa mujer que solo la ignoro, luego aquel joven que ni su nombre conoció, pero que le pareció muy guapo, al verlo sintió una conexión con el, algo distinto, algo que nunca había sentido por nadie más.

En la sala del trono, el rey discutía con su madre, quien no estaba de acuerdo con el proceder del rey.

— No puedes hacer tu reina a esa muchachita, ni siquiera sabes de dónde viene —

— No me importa, solo la quiero, y si quiero algo lo tengo —

La puerta de la sala se abrió con brusquedad, un enojado kieran ingreso, se dirigió a su padre de inmediato, si bien no le tenía aprecio, no podía obviar lo que este quería hacer.

— Se puede saber, ¿Por qué esa mujer dice que será tu esposa? —

— Porque lo será, me casaré aunque ustedes no estén de acuerdo, y ella será mi reina... Para que vean que esto va en serio, me casaré dentro de cuatro días, no lo hago de inmediato, por qué quiero que sea por lo grande —

Kieran enojado iba a acercarse a su padre, Pero su abuela se lo impidió, lo mejor era calmarse.

— Esa mujer no ocupará el trono que le pertenecía a mi madre, y si tantas ganas tienes de casarte, hazlo, pero no cuentes con mi apoyo militar, desde ahora no recibo órdenes tuyas —

El rey enojado bajo del trono, si bien no le importaba, no podía permitir está falta de respeto a su autoridad.

— Cumplirás mis órdenes, soy tu rey... —

La tensión del momento era palpable en el aire.

— Para mí ya no lo eres —

— Si así lo quieres... Guardias, denle cincuenta azotes al príncipe, y que reflexiones sobre sus actos —

Los hombres dudaron un momento, pero al ver la cara enojada del rey, decidieron obedecer la orden.

— No, ¿Cómo puedes hacerle esto a tu hijo? —

La mujer no podía quedarse callada frente a lo que sucedía.

— Me debe respeto, y te pido madre que no te metas en esto, encierren a mi madre en su palacio hasta mañana que aprenda la lección de no interferir en mis decisiones —

Ambos fueron sacados de la sala, en el patio principal, el príncipe recibía los azotes, mientras la anciana estaba encerrada en su habitación.

Derya ajena a todo lo que acontecía, le pidió a las criadas que le trajeran algo de comer, estás de inmediato se fueron a buscar lo necesario, a Derya se le hizo extraño el comportamiento de estas, si bien hacían lo que pedía, siempre se demoraban y en esta ocasión no demoraron nada.

Las criadas hablaban de lo sucedido con el príncipe, y Derya al escucharlas quiso saber lo que ocurría.

— ¿Qué es lo que pasa? ¿Qué tanto cuchichean allí? —

Las mujeres se paralizaron con temor, sabían que la joven tenía carácter, además del afecto del rey, tanto era el amor de este hacia ella que había azotado a su propio hijo.

— Hablen de una vez —

De inmediato una de ellas dio un paso al frente.

— Está mañana el príncipe kieran fue azotado por el rey, debido a que se opuso a vuestro matrimonio su majestad —

Derya quedó sorprendida, que cruel había sido ese hombre, le recordaba a su padre, siempre golpeando a los demás, se sintió un poco mal por el príncipe, aún sin conocerlo eso debió dolerle, pero más en el corazón.

— ¿Dónde está el príncipe ahora? —

— En su habitación majestad —

Derya solo levantó su ceja

— ¿Hacía qué lado queda su habitación? —

La mujer la miro sorprendida, casi nadie iba a ese lugar, pues el príncipe se enojaba y les había prohibido el paso, la única capaz de ir allí era la madre del hombre.

— Majestad, no debería ir, al príncipe no le gustan las visitas —

Derya, suspiro, estás criadas eran muy entrometidos.

— Indícame el camino, yo misma iré y tráeme un botiquín con todo lo necesario para vendar heridas —

Las mujeres solo se miraron unas a las otras para luego obedecer la orden, Derya se dirigió hacia el ala derecha del palacio, dónde estaba el príncipe heredero, al ingresar vio un lugar desolado, no había nadie, busco la habitación, hasta que escucho a alguien quejarse, ingreso al lugar, encontrándose con el torso desnudo del hombre que vio en la mañana, este solo la miro desde su posición, su espalda dolía a horrores, pero, allí frente a el se encontraba aquella chiquilla.

— Vete, no le gusta que nadie entre en mi palacio —

Derya solo lo ignoro, coloco sus implementos de primeros auxilios en una pequeña mesa, para luego acercarse al príncipe.

— Luego de que vea esas heridas me iré, les diré que llamen un médico —

Kieran al oírla, de inmediato la detuvo.

— No necesito un médico y tampoco te necesito a ti, largo de este lugar —

— Mira, deja de ser un idiota, esas heridas se pueden infectar, te ayudaré y me iré... Listo —

Kieran iba a objetar Pero su visión se volvió borrosa debido al dolor, casi cae al suelo, pero la joven lo agarro a tiempo, luego lo acostó en la cama y tomo paños con agua para limpiar las heridas. Luego de curar con delicadeza vendo el dorso desnudo lo mejor que pudo. Derya sabía de esto debido a que en muchas ocasiones tuvo que curar las heridas de Safiye, a veces después de los azotes que le propinaban el sultán prohibido llamar a algún médico.

Durante toda la noche Derya se quedó cuidando a kieran, debido a que esté empezaba a delirar por momentos, el cansancio llegó a ella y termino durmiendo sentada en el frío suelo.

A la mañana siguiente, kieran se despertó, las heridas dolían Pero ya no era un dolor tan intenso como la tarde anterior, al tocar noto las vendas en su espalda, recordó que la joven había estado en su habitación, al mirar alrededor de la alcoba, la vio sentada en el suelo dormida, este se acercó a ella, admirando la belleza de la joven. Derya empezó a despertarse, encontrándose con los ojos marrones del hombre que llamaba su atención. Este solo retrocedió, y colocando una mirada fría, se dirigió a la joven.

— Vete, dentro de tres días serás la esposa de mi padre, si se enteran de que dormiste en la misma habitación con otro hombre te castigarán —

— Ahora te preocupas por mí —

La joven se levantó del piso bostezando, su espalda dolía horrores.

— No me preocupo por ti, solo lo hago por cortesía, tú curaste mis heridas —

La joven suspiró, luego volteo los ojos, pero entonces capto algo que el había dicho.

— Espera, ¿tres días para la boda? —

— Debes estar feliz, dentro de poco serás la mujer más poderosa de Escocia —

— ¿Tú que vas a saber? Ni siquiera me conoces —

— ¿Acaso no deseas ser reina? Vamos lo sueñas —

La joven sonrió, y acercándose a el le dijo.

— Y si así fuera ¿qué? —

— Entonces debes irte rápido, no vaya a ser que se dañen tus planes —

— Sabes, tu padre ya está muy viejo para ser rey, debiste sustituirlo hace tiempo —

— Jajaja, para así tener el trono y un hombre joven a tu lado, eres ambiciosa —

La joven se alejó con una sonrisa en el rostro, no pensaba contestarle a ese idiota, no por ahora.

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Nota: Hola chicas, les cuento, estoy en parciales de la uni, entonces estaré muy ocupada, estos capítulos ya los tenía escritos, por eso los publique, quizás no estaré actualizando constantemente, Pero haré el esfuerzo, cualquier cosa les estaré avisando.

otra cosa, las otras novelas las estaré actualizando también dentro de poco. Besos y abrazos. Que tengan una linda noche.

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