Ambición

Derya volvía a su alcoba, cuando se topó con el rey, este sonrió, le encantaba mucho la joven y no esperaba el momento de tomarla por esposa y hacerla suya, solo pensaba en ese momento una y otra vez.

— Buenos días, mi querida Derya —

Derya solo volteo los ojos, este hombre era repulsivo.

— Majestad —

El hombre se acercó, tomando a derya de la cintura, acercando su aliento al rostro de ella, coloco su mano acariciando las mejillas de la chica, derya intento soltarse de las manos del rey, quien solo sonrió con más ganas. El hombre apretó la mandíbula de la joven, lastimándola.

— Tranquila conejita, dentro de poco te tendré en mi cama —

Luego la soltó para continuar con su camino, Derya respiro profundamente, luego retomo su camino, al llegar cerro la puerta, lo mejor era no salir por ahora.

Kieran en su habitación se recuperaba, Pero odiaba estar encerrado.

Al día siguiente se levantó y fue al campo de entrenamiento, allí los soldados lo recibieron con aprecio, paso toda la tarde entrenando, los golpes en su espalda ya prácticamente habían sanado, nunca sus heridas habían sanado tan rápido, quizás la joven le había colocado algo para que sanaran tan rápido.

— Kieran, al fin te veo, justo iba para tu palacio, ayer quise ir Pero tu padre prohibió mi entrada —

Un joven apuesto se acercó al príncipe kieran, este era Niall, su mejor amigo y mano derecha.

— Ya estoy bien, así que no te preocupes —

— ¿Cómo es que te recuperaste tan rápido? —

— Ni yo lo sé —

— ¿Cómo que no sabes? —

— Niall, no lo sé, ya deja de preguntar estupideces —

Ambos quedaron en silencio un rato, hasta que Niall se quedó mirando muy entretenido hacia atrás de kieran.

— Vaya, Pero que mujer tan hermosa —

Kieran volteo de inmediato, encontrándose con la joven que sería esa de su padre.

— Deja de mirarla así, podrían sacarte los ojos —

— ¿No me digas que esa niña es la futura reina? —

— Si lo es, una más que cree que puede gobernar, mírala, es tan frágil —

Niall conocía a kieran desde que nacieron, eran muy cercanos y sabía que a su amigo le gustaba la albina, así que sonrió.

— Puede que sea como tú digas, Pero no puedes negar que es una belleza —

— Bonita si es, pero es muy joven —

— Para tu padre si, para alguien como tú no tanto, además ya está en edad de casarse —

— No sé su edad, ni siquiera le he preguntado su nombre —

— Es Derya, viene del norte del Clan Macduff, al parecer es hija de unos granjeros, Pero vino a Stirling para abrir su negocio y abrirse camino entre los más grandes comerciantes —

— No sabía eso, al parecer estás bien informado —

— Siempre lo estoy... Sabes, es una joven talentosa, sola ha creado una de las boutiques más famosas de toda Escocia, sabe lo que hace, quizás no es tan malo que sea la reina —

Kieran miro a su amigo, notando que este no mentira en lo que decía, al parecer hablaba muy enserio.

— No lo puedo creer, mi mejor amigo apoya a esa chica que ni conoce —

— No sé trata de a quien apoyo, solo digo que si ella está al poder, puede que Escocia mejore un poco, con tu padre a cargo hay mucha gente descontenta —

Kieran suspiro, su padre llevaba al país a la quiebra, Escocia se desvanecía y el pueblo estaba inconforme, el lo sabía, lo tenía claro, pero aún no era momento de derrocar a su padre, no hasta que demostrará que era capaz de llevar el trono.

— ¿Qué sabes de los tumultos? —

— No mucho, pero se que en Edimburgo las cosas no están bien —

— Está boda solo hará enfurecer más al pueblo —

— En realidad no... —

Kieran volteo hacia su amigo sorprendido, ¿cómo podía negar ese hecho? El pueblo ya estaba descontento, la boda con esta jovencita era un problema para su padre.

— ¿Pero de qué hablas? —

— La gente la apoya, tiene a sus damas, es una mujer pudiente, quizás sus padres no son de clase, Pero ella se ha comprado su título, no es cualquier dama en la sociedad, la gente la adora y creen que será una gran reina para Escocia —

— Puede que la apoye el pueblo, Pero el consejo la atacará, no la dejarán gobernar... Ya te lo dije, mira lo frágil que es, se la comerán viva —

— En eso te doy la palabra, es una chica sin mucho carácter — Niall, mito a su amigo, y lo vio con el señor fruncido — ¿Por qué te cae tan mal?.

— No me cae mal, solo que me enoja que quiera ocupar un puesto que no le pertenece, solo busca reinar, no creo que mi padre se encaprichara con ella porque si —

— Jajaja, ¿acaso todas las damas no desean llegar a la cima? ¿Por qué es malo que ella lo desee? Mira kieran, veo en ella a una mujer ambiciosa, si, Pero eso es lo que la hace diferente, que ella usa su cerebro para llegar lejos —

Su amigo quiso replicar, Pero Niall sabía por dónde iba el enojo de su amigo, así que continuo con su discurso.

— No te enoja su ambición, te enoja que es tu padre quien se casara con ella —

— Por san Ferguz, jamás, ella no es mi tipo, a mí me gustan con bustos más grandes —

Niall solo negó con la cabeza, su amigo a veces era demasiado terco.

— No voy a decir más, Pero esa chica oculta más cosas, no se, siento que su mirada es un poco nostálgica —

Ambos se quedaron observando a la joven, quien mantenía su mirada en la lucha de los caballeros, durante los dos años estuvo practicando la espada, se había vuelto independiente y astuta, sabía luchar, ya no era la delicada señorita que habían lanzado al mar, y que estuvo a punto de morir.

Ensimismada en sus pensamientos, volvió a su alcoba sin notar la mirada de los dos hombres, que a su derecha hablaban de ella. Al llegar a la habitación, se lanzó a la cama, estaba aburrida de estar encerrada, pero lo mejor era esperar a ver cómo acontecian las cosas en ese lugar.

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