Un nuevo reino

El hombre en el suelo palideció, esa mujer estaba loca, su padre era poderoso, y egocéntrico, no se dejaría vencer por una estúpida niñita.

— Ya me cansé de hablar contigo —

De un solo movimiento la cabeza del príncipe todo por el suelo de ese denso bosque. Derya subió a su caballo, debía buscar a su rehén.

El príncipe Filip se encontraba apoyado a un árbol, herido se arrastró por el suelo, al sentir que alguien se acercaba busco su espada, listo para luchar, Pero se encontró con los fríos ojos de la albina, quien le sonrió con dulzura.

— Creí que te habías perdido, Pero para mí suerte sigues aquí — Derya tenía una sonrisa infantil en el rostro.

Filip sintió miedo al verla actuar de esa forma, parecía una verdadera loca, pero al verla luchar de aquella manera hacía un rato, le hizo suponer que quizás no estaba tan alejado de la verdad, esa reina estaba loca, parecía divertirse con todo esto, lo vio en el campo de batalla, cuando está jugaba con el coronel, ella no era una dulce ni sería señorita, era un demonio disfrazado de ángel.

— Filip, vamos a casa, morirás con tus papis, te daré ese beneficio —

— Estás loca — La miraba directamente a los ojos

— Sabes, cuando investigue a tu familia, pensé que eras el más valiente e inteligente, Pero no te vi luchar hoy y eso me decepcionó mucho — Derya se acercó al joven, tomándolo del mentón.

El joven trató de quitar su mano, pero la joven tenía bastante fuerza y estaba herido. Derya lo miraba con los ojos muy abiertos, mientras sonreía de manera tétrica.

— Es una lástima que tengas que morir, Pero así es la vida, naces y mueres, no me culpes por esto —

Derya lo hizo levantarse, entonces se escuchó el sonido de un caballo acercándose, derya se colocó detrás del chico con una daga en el cuello de el, Pero luego lo soltó al ver que se trataba de Kieran, quien saltó del caballo revisando que la joven estuviera bien, al verla llena de sangre se preocupó por ella.

— ¿Tanto te preocupé? — Derya se acercó más al joven

— ¿Cómo se te ocurre ir sola detrás de esos príncipes? — Kieran la miraba enojado

— Pero estoy bien, está sangre no es mía —

Kieran la abrazo, tenía que le llegara a pasar algo a la joven, cuando escucho que se había marchado sola, su corazón se volvió loco, no había pasado mucho tiempo con la joven, Pero sentía aprecio hacia ella, por lo que había hecho por Escocia, y también por lo que hizo con el en aquella ocasión, eso aún no lo olvidaba, aunque la hubiese tratado mal por su ayuda.

Filip, los observaba, supo que entre esos dos pasaba algo más, pero cayó, no era bien momento para hacerlos molestar.

— Pudo haberte pasado algo, ellos pudieron matarte, tuve miedo por ti —

Filip soltó una risotada, a lo que los dos lo miraron mal

— Yo no tendría miedo por nosotros, más bien por la fuerza que tienes en tus manos, al final quien está herido soy yo, deberían llamar un médico, si es que quieres que llegue vivo hasta el palacio — Filip se veía un poco pálido

Derya se separó de Kieran y montó en su caballo

— Vamos, debemos ir hasta Inglaterra, ya tengo lo que necesitaba para acabar con ese rey —

— Espera y ¿el otro príncipe? —

— El pobre murió, no sobrevivió a la lucha, con el nos bastará —

Filip quedó boquiabierto, era obvio que ella lo había matado, Pero no dijo nada

— Bueno si murió, es una carga menos —

Ambos volvieron con sus hombres, encadenaron y encerraron a todos los que tomaron vivos, entre ellos el príncipe Filip.

El ex coronel macallan, miraba todo boquiabierto, el plan al parecer no iba a poder llevarse a cabo, el ya no era coronel y la mujer había quedado viva, y no solo eso, sino que ganaron gracias a ella, el mejor se retiraba de allí.

— Soldado Macallan — Derya lo llamo

— Si, alteza — El hombre agachó la cabeza

— A dónde va, deje y lo presento ante mis hombres — El hombre pensó que quizás le devolvería su título — Les presento al traidor, este hombre ha estado vendiendo información militar de Escocia a Inglaterra, es un cobarde que vende a su gente ¿Qué castigo merecen los traidores como el?

Derya gritaba esto a gran voz, el hombre abrió sus ojos como platos, ¿Cómo se había enterado esta mujer? Él trato de huir, Pero varios soldados lo rodearon.

— Con la muerte —

Era el veredicto que gritaba cada uno de los guerreros allí presentes, Entonces Derya dio la orden y en un. Juicio improvisado, frente a todos los presentes, el hombre fue colocado de rodillas, Derya se acercó a su oído

— Si lo hubiese conspirado a mi muerte, quizás hubiese vivido más tiempo —

El hombre se sorprendió aún más, esa mujer era un demonio, ¿Como sabía todo esto? Sin dudas el duque estaba en problemas. Frente a todos la cabeza del tipo rodó.

Derya les dejo descansar esa noche, pues al día siguiente debían partir hacia el palacio de Inglaterra y acabar con ese rey nefasto.

A la mañana siguiente, todos cabalgaba hacia su siguiente destino, y hacia la siguiente conquista para Derya, ese país también sería suyo, uniría los dos reinos y los convertiría en el más poderoso, ya podía ver más cerca su venganza, su nombre se iría por todo el mundo y sus enemigos le temerán, de eso no hay duda.

En el camino, Filip observaba todo, la dedicación de la joven con sus hombres, era muy atenta, ya no se veía como la psicópata de hacía unos días, ahora era una joven dulce y risueña, eso lo tenía desconcertado, la joven tenía un lado oscuro que solo mostraba cuando luchaba, ¿Qué le había pasado para llegar a ese punto? Eso era algo que lo intrigada.

Al llegar a la entrada de la ciudad principal de Inglaterra, Derya mostró a los guardias la placa del príncipe, de inmediato estos se movilizaron hacia el palacio para avisar al rey de la llegada de estos intrusos, lo mejor era no atacar, ya que estos venían con el príncipe de rehén y varios de sus hombres.

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