Me abandono

Coralina se apresuró a auxiliar a la joven dama, su preocupación palpable mientras intentaba limpiar el derrame de bebida que había causado aquel chico grosero. Aunque su apariencia era atractiva, su comportamiento dejaba mucho que desear.

— ¿Estás bien? —

preguntó Coralina mientras ofrecía una servilleta a la joven, quien asintió con gratitud.

— Gracias, por tu ayuda, Ese chico es realmente desagradable —

Respondió la joven con un suspiro, haciendo su voz tembloroso, para causar lastima en la joven que estaba frente a ella, por lo menos dejaría a ese idiota como un patán frente a todos. Coralina asintió comprensivamente, sintiendo una punzada de indignación hacia el chico en cuestión.

— No te preocupes, estoy aquí para ayudarte. ¿Necesitas algo más? — ofreció Coralina con amabilidad.

Después de limpiar y asegurarse de que la joven estuviera cómoda, Coralina se dio cuenta de que Mía, su amiga, había desaparecido. Frunciendo el ceño con preocupación, comenzó a buscarla por la abarrotada discoteca. Sin embargo, Mía parecía haberse esfumado en el aire.

"¿Dónde estás, Mía?"

murmuró Coralina para sí misma, su corazón latiendo con nerviosismo mientras escudriñaba cada rincón en busca de su amiga.

Su búsqueda fue interrumpida por la mirada de Liam, un chico con ojos azules como el hielo, que parecían penetrar en su alma. Coralina se estremeció involuntariamente, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda.

—¿Has visto a mi amiga? —

— ¿Crees que sé quien mierda es tu amiga? —

— Eres un idiota, solo quiero saber si has visto a una chica rubia, con un vestido ajustado de color verde oscuro, estaba a mi lado cuando tiraste a esa pobre chica al suelo —

preguntó Coralina, tratando de ocultar su incomodidad bajo una capa de determinación.

Liam la observó durante un momento, sus ojos fríos evaluando cada movimiento que ella hacía.

— No, no la he visto —

respondió él con voz serena pero distante. Coralina sintió un nudo en el estómago, preguntándose si podía confiar en las palabras de Liam. Sin embargo, no tenía tiempo para seguir interrogándolo. Tenía que encontrar a Mía.

— Gracias de todos modos — dijo Coralina con una sonrisa forzada, girándose para continuar su búsqueda.

Mientras se alejaba, podía sentir la mirada penetrante de Liam siguiéndola. Se preguntó qué pensaría él de todo esto, si tenía algo que ver con la desaparición de Mía. Después de todo era un idiota, pero luego pensó que quizás mía estaría por ahí, la discoteca estaba llena de gente, seguro que la chica estaría por allí.

Después de buscar en vano durante otros diez minutos, Coralina empezaba a desesperarse. ¿Dónde podría estar Mía? ¿Se habría ido a casa sola? La preocupación la invadió mientras imaginaba los peores escenarios posibles.

— ¡Mía! —

llamó Coralina en voz alta, esperando que su amiga la escuchara entre la multitud.

Sin embargo, solo el bullicio de la música y las conversaciones llenaban el aire a su alrededor. Desanimada, Coralina decidió que lo mejor sería buscar ayuda. Se dirigió hacia la barra, donde sabía que podría encontrar al dueño del local. Tal vez había visto a Mía o sabía algo sobre su paradero.

— Disculpa —

Comenzó Coralina, tratando de llamar la atención del bartender ocupado.

— ¿Has visto a una chica llamada Rubia, bajita, lleva un vestido verde oscuro? Es mi amiga y parece haber desaparecido—

El bartender frunció el ceño, su expresión preocupada al escuchar la situación de Coralina.

—No, lo siento. Pero voy a preguntarle a la seguridad si la han visto salir — ofreció el bartender con amabilidad.

Coralina asintió con agradecimiento, sintiendo un rayo de esperanza al saber que estaban haciendo todo lo posible para ayudarla. Mientras esperaba, su mente volvió a Liam. Ese chico era alguien molesto, aunque también era intrigante, era obvio que ese chico era muy joven, ¿Cómo fue que terminó en la mafia? O si es que estoy era real, o solo eran especulaciones, aunque después de lo que coralina vio de el esa noche, está segura que todo lo que dicen de él es cierto, que es un mafioso, pero le intrigada saber cómo es que llegó a serlo, siendo tan joven.

Finalmente, el bartender regresó con noticias.

— Lo siento, pero al parecer tu amiga ya se marchó, el guardia la conoce y dice que la vio salir con un chico, y se marcharon juntos — dijo él con calma.

Coralina asintió, agradecida por su ayuda. Al menos ahora ya sabía el paradero de la joven.

Coralina estaba un poco furiosa, mía la había abandonado, y ni siquiera le había avisado, ahora como se marcaría a casa, bueno y en realidad no quería volver sola a casa de la joven, además como se supone que ingresaría, no tenía llaves del apartamento, ahora no solo estaba en una ciudad tan escandolasa, sino en una discoteca y sin un lugar donde dormir, esta misión estaba resultando muy difícil.

Coralina salió de la discoteca, debía buscar la manera de encontrar donde dormir esta noche, ya al día siguiente esperaba buscar al chico y regresar a su hogar, y ver qué es lo que pasa en Thalassia, mientras pensaba en que hacer un auto deportivo se estacionó frente a ella, al bajar la ventanilla, pido ver esos ojos azules, que la observaban detenidamente, coralina solo volteo los ojos esperando a que el chico se fuera en su auto.

— Tu amiga te abandono, que triste —

— ¿Qué te importa?, deja de meterte dónde no te llaman —

— Hay, pero mira quién habla, la que salió a defender a alguien que ni conocía —

— Solo la ayudé, ya que un patán la lanzó al suelo —

— Ni siquiera sabes que ocurrió, y ya me juzgas, eres igual a todos —

— Por su puesto que no, yo ví como la lanzabas, pero da igual, si ya te vas arranca —

Liam, miro de nuevo a la joven, era obvio que no tenía como regresar a su casa, seguro llegó con su amiga y está la abandonó, pensó en que ese no era su problema y arranco, pero mientras conducía el remordimiento le hizo devolverse, encontrando a la joven en el mismo sitio donde la dejo.

— Sube, te llevo a tu casa —

— No gracias, no pienso ir contigo en el mismo auto —

— Mira, seamos claros, tampoco me gustaría llevarte y no lo hago por caridad, pero ya es tarde, no encontrarás taxi a esta hora, es un lugar lleno de borrachos, y peligroso a esta hora, así que sube antes de que me arrepienta —

— Pues déjame decirte que sé defenderme sola, nadie de aquí podría colocarme las manos encima —

— Bueno señorita independiente, suerte con tu noche —

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