Es un patán

— Vamos coralina, iremos a la discoteca, sabes tengo tiempo sin ir, pero hoy nos divertiremos como nunca —

— ¿Así estoy bien? —

Coralina salió con un vestido negro, corto y ceñido al cuerpo, en conjunto con unas botas negras altas, se veía hermosa, y su figura curvilínea podía apreciarse a la perfección.

— Te ves increíble, ahora vamos, la fiesta nos espera —

Las jóvenes salieron del edificio, era un lugar muy refinado, el guardia saludo a mía, quien le devolvió el saludo de forma amable, la chica era muy cándida e incluso se podría decir que bastante ingenua.

Mía condujo hasta el bullicioso lugar, coralina veía todo a su alrededor, era maravilloso ver todo esto fuera del agua, los grandes edificios, y las calles tan bulliciosas le daban un toque diferente a lo que era el mar, con los peces mandando, los corales e incluso sus casas, todo era completamente diferente al mar, pero le gustaba un poco, conocer diferentes construcciones o formas de vida. Al ingresar al lugar, se podía oír la música a todo volumen, también a la gente que se movía al ritmo de esta, casi no podían moverse por lo lleno que estaba, mía volteo y alzando la voz le dijo:

— Vamos hacia allá, dónde están las zonas vips, estaremos más cómodas —

Coralina solo asintió, y siguió a la joven, ella era la que conocía el movimiento en tierra.

— Listo, aquí estaremos solas, y disfrutaremos del espacio, ¿Qué te parece? —

— Es un lugar curioso, y la música muy fuerte —

— De dónde vienes, ¿no hay lugares como ese? —

— Son más tranquilos, pero podría decir que son muy parecidos —

En Thalassia si había lugares como estos, solo que coralina nunca los visito, para ella el alcohol es una forma destructiva de acabar con su vida, además de que siempre soñó con ser una guardiana real, y para eso debía cuidar extremadamente su cuerpo y estar atenta a todos los movimientos, así que nunca salía con sus amigos marinos, nunca bebió y nunca se enamoró, y eso que solo tenía dieciocho años.

— Voy a bailar, ¿Vienes? —

— No sé hacerlo —

— Tranquila, te enseñaré —

Mía la tomo de la mano y la llevo a la pista de baile, donde empezó a mover las caderas de forma sensual, luego guiando a coralina le explicaba como debía moverse. Ambas jóvenes disfrutaban del ritmo, pero coralina sintió como la marca de su hombro, empezó a brillar un poco, así que la tapo con su mano, y miraba a ver si nadie lo noto, sentía una sensación extraña, pero de repente sintió que mía la tomaba de la mano y la guiaba hacia la zona donde estaban principalmente.

— ¿Por qué nos regresamos? —

— Porque me lo pidieron, al parecer va a ingresar alguien muy importante —

— ¿En serio? —

— Si, pero no te preocupes, apenas pasen a su sala, tú y yo volveremos a la pista de baile para mover las caderas —

Coralina sonrió, de repente las puertas del lugar se abrieron, coralina volteo a mirar, y vio a un joven con cabello azul, ingresar a la zona, iba acompañado de más hombres, pero nuevamente esa sensación en su hombro se sintió, y en un momento la mirada del chico se posó en ella, coralina vio unos ojos fríos, pero que llamaban la atención, el hombre volvió la mirada hacia donde se dirigía, y llegó a una de las zonas vip, dónde disfrutaría de la noche, la gente volvió a la pista de baile, y era como si nada hubiese pasado, pero coralina se sentía observada.

— Ese tipo otra vez —

— ¿Quién es? —

Mía empezó a hablar despacio, pues no quería meterse en problemas con lo que le iba a contar a su amiga.

— Al parecer es un mafioso, pero no se le han confirmado su participación; sin embargo, mi padre cree que es culpable de muchos crímenes en la ciudad —

— Y ¿por qué no lo capturan? —

— Porque no hay pruebas, sin pruebas no hay delito, es muy bueno en lo que hace —

— pues si hace daño debe pagar —

— Si, pero ya dejemos de hablar sobre él, mejor bailemos —

Mía tomó a coralina y ambas fueron a bailar, la noche apenas comenzaba, ambas disfrutaban de la música y bebidas, coralina quien probaba el alcohol por primera vez, se sentía extasiada, y un poco borracha con solo unos tragos.

— Veo que no eres muy tolerante al alcohol —

— No mucho la verdad —

— Tranquila después te acostumbras —

En ese momento un hombre se acerca a mía, y la invitación a bailar, coralina le dice que está bien, ella estará bien, solo necesita descansar para que el alcohol baje.

Liam, se encontraba bebiendo tranquilo, pero los ojos de esa chica estaban en su mente, sin embargo no quería pensar en eso, no quería obsesionarse con nadie, ya de por sí su vida había Sido dura, no necesitaba más complicaciones y menos con su trabajo, solo debía enfocarse en eso. Una de las meseras del lugar se acercó para servirle una nueva copa, era obvio que la chica estaba intentando llamar su atención, pero Liam no estaba de humor, lo último que le apetecía esa noche era estar con una de esas mujeres, de repente en la pista de baile volvió a ver a la chica de mirada excitante, una joven hermosa, con una figura encantadora, desde que había llegado esa noche, él la había sentido.

Liam sintió un pequeño hormigueo en su hombro, esa marca de nacimiento por primera vez estaba siendo un poco molesta, Desde pequeño Nito lo especial que era. La chica al ver que no llamaba la atención del hombre, decidió acercarse de manera seductora.

— ¿Necesita algún otro servicio? Me encantaría complacerlo en todo —

La joven pasó su mano por el bien formado pecho de Liam, quien solo la miro con asco.

— No necesito nada de ti, márchate —

— No tiene que ser modesto, le aseguro que puedo hacer un gran trabajo —

La chica se sentó en sus piernas, acariciando en la parte baja, mientras le sonreía al chico. Liam, molesto, la miro y luego se levantó dejando caer a la mujer, luego la tomo del brazo y a rastras la saco de la zona, todos los que bailaban quedaron mirando la escena.

— No necesito las atenciones de una ramera como tú —

La mujer estaba en el suelo, esto era muy humillante, coralina se acercó y ayudo a la mujer a levantarse.

— No tiene por qué ser brusco, es un idiota —

Liam vio a la chica que había estado en su mente durante toda la noche, la chica que sin querer buscaba con la mirada, la vigilaba.

— ¿Tú quien eres? No sabes nada, así que no te metas —

— Es un grosero, por lo menos tenga un poco de consideración —

— ¿Es tu amiga? —

— No, pero... —

— Pero nada, una niñita como tú no va a venir a darme regaños, lárgate de aquí, no las quiero ver a ninguna de las dos, y cómo consejo, no te metas dónde no te llaman, eso podría traerte muchos problemas —

Antes de que coralina dijera algo, Liam volvió al lugar donde estaba bebiendo, y se concentro en lo que pasaba a su alrededor, aunque disimuladamente, vio como la chica enojada se marchaba para ayudar a la susodicha mesera.

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