La verdad es más dolorosa

El hombre frente a el hablaba sin parar contándole cada uno de sus movimientos, como era que sabía tanto y como su vida seguía enlazada con el mar, pues podría morir a manos de aquel hombre enviado por Leviatán.

Coralina llegó a la playa, está vez iba bien preparada, llevaba todas sus armas lista para convencer a Liam de ir con ella al mar, tenía un deber con su gente que no pensaba ignorar. Fue directa al bar, Pero solo encontró al cangrejo que la miro con mala cara, fue al apartamento del joven Pero allí tampoco estaba, incluso le pareció extraño ver su auto aparcado fuera del bar, Pero que el no apareciera por ningún lado.

Coralina empezó a buscarlo por los lugares donde se conocieron, debía encontrarlo rápido, al salir de un local, una rubia conocida se acercó a la joven y le saludo.

— Coralina, no sabes cómo te busque, y mira dónde te encontré —

— Mía por Dios, me dejaste abandonada en ese lugar —

— Lo sé, y te pido perdón, no sé en qué estaba pensando, Pero te lo compensaré —

— No es necesario, por ahora busco a Liam, y luego volveré a mi ciudad, tengo unas cosas que solucionar allá —

— ¿Liam es tu primo perdido? —

Coralina recordó que eso era lo que le había dicho cuando la conoció, y sin tiempo par aclarar la situación solo asintió.

— Bueno, me alegro de que lo encontrarás, Pero por favor ven conmigo a casa, quiero darte algo que estoy segura es tuyo, es un pequeño collar que dejaste en casa la otra noche, Pero como me mudé nuevamente con mi padre lo tengo allá, así que vamos, luego te ayudaré a encontrarte con tu primo, lo prometo —

Coralina se tocó el cuello, notando la falta de aquel memorable collar, así que decidió ir con la joven, ya se encargaría de dar con aquel cabezota.

Al llegar a la gran mansión, coralina admiro el lugar, en el mar los edificios eran hermosos e innovadores, Pero debía admitir que en tierra firme también eran muy creativos. Al ingresar una mujer mayor fue quien las recibió, está tomo el abrigo de mía y su bolso, la joven le indico que la esperara en la sala, mientras ella subía por el collar. Coralina estaba entretenida hasta que sintió en su muñeca un pequeño cosquilleo, al revisar noto que la marca en su muñeca brillaba, eso la sorprendió, miro a su alrededor y como un imán era guinda hasta una zona alejada de aquella casa. Mía bajo con el collar en sus manos y al no ver a Coralina, la busco por el lugar encontrando la cerca del sótano.

— Aquí estás, te estaba buscando. Ya tengo el collar — Está le tendió el collar

Coralina lo tomo Pero no pudo evitar preguntar:

— ¿Qué es ese lugar allí abajo? —

— Es el sótano, Pero papá no me deja bajar nunca —

— Deberíamos bajar, siento algo que me atrae —

— Lo sé, muchas veces también me dan ganas de ir, Pero está prohibido así que vamos —

Antes de que se fueran sonó un ruido en el lugar, proveniente del sótano, mía estaba tan curiosa como su amiga y no pudo evitar averiguar que era lo que pasaba.

— Bajaremos, quizás y se dañó algo importante — Mía, tomo su teléfono alumbrando la oscuridad.

Mientras ambas jóvenes bajaban las escaleras.

Roberto apuntaba con su arma hacia Liam, quien solo lo miraba enojado, Pero un ruido de pisadas hizo que el hombre se distrajera y volteando su arma apunto al intruso, que no era más que su hija. Mía aterrorizada dejo caer su celular, mientras su pecho bajaba y subía asustada, su padre tenía a alguien secuestrado en su sótano, no entendía que pasaba, Pero estaba segura, de que esto no era legal.

— ¿Qué mierda haces aquí mía? —

— Yo sentí un ruido y baje, ¿Qué haces tú con el aquí papá? Esto no se ve bien, dime qué esto es un sueño —

— Mía cálmate, lo puedo explicar —

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