Capitulo 7

-Se-señor… ¿Por qué quiere hablar conmigo? ¿Ocurrió algo?

Si, ocurre que te iras en este mismo instante de mi casa y te aseguro que no volverás a encontrar un empleo como niñera mientras yo viva, y agradece que no te denuncio

-Pe-pero señor

-Pero nada. No se cómo tuviste el corazón y la valentía para decirle toda esa suciedad que le metiste en su cabeza. Es solo un niño… ¿Enserio creíste que pasaría todo lo que le dijiste por desapercibido?

-Pero señor… Es- todo lo que le dijo es mentira, lo de su madre y todo eso es mentira

-Ni siquiera sabes mentir bien. ¿En qué momento dije que me contó lo que le dijiste sobre su madre? Lárgate de aquí-Al ver que no tenía salida se tiró de rodillas al suelo y empezó a llorar, pero creo que era más de la impotencia que de arrepentimiento

-No, no lo volveré a hacer. Lo prometo, solo no me despida

-Si hubieras cometido otro error, incluso si me hubieras robado o roto lo que sea en esta casa lo habría pasado, y lo sabes… Pero con mi hijo no, él no se siente seguro contigo y yo tampoco. ¡Señor Alberto! Manda a sacar a esta mujer de aquí, y si vuelve a pisar esta casa tienen autorización para sacarla a como dé lugar

-Si señor

-Ah y Alberto… Por favor consígueme helado de chocolate para mi hijo y yo

-Enseguida señor

\

Mi madre me va a volver loca. Literalmente colocó las acciones en venta, aun no las ha vendido pero mi hermano cada rato me lo restriega en la cara y se perfectamente que lo hace por petición suya.

-¡Madre no puedes hacer eso! Son muchas acciones, si haces eso, quien las compre va a tener arto poder de decisión sobre la empresa. La empresa no está para que tú me manipules, he trabajado muy duro para sacarla adelante

-¡Si, has trabajado tan duro en ella que te olvidaste de ti mismo! ¿Sabes cuánto tiempo mantienes allá? ¿Sabes porque ahora le va tan bien a la empresa? ¡Porque te la pasas allá todos los días, no duermes, te olvidas de comer, solo vas a tu casa para ver a tu hijo pero ni tiempo pasas con él como deberías! No puedes seguir así.

-Mamá… eso no es de tu incumbencia, déjame en paz –Salí del lugar enojado sin ver atrás. Lleva dos semanas insistiendo y no me deja en paz.

Lo peor es que sé que tiene razón, pero no hay nada que pueda hacer. No confió en las mujer y nunca lo haré, todas son unas manipuladoras falsas. Eso lo sé muy bien, lo viví en carne propia…

Estaba camino a la empresa de nuevo pero recibí una llamada de mi hermano

-¿Qué asó ahora Mike?- Pregunte enojado

-Ven rápido al hospital, vamos camino allá. Mamá se desmayó y se golpeó la cabeza

-¿¡Que!? ¿Pero cómo?

-Fue del enojo. Solo ven

-Está bien- Di la vuelta  y me dirigí al hospital, entre en pánico. Mi madre tiene algunos problemas del corazón y no puede sobre exaltarse mucho. Cuando llegué mi padre y mi hermano estaban afuera de la habitación de mi madre sentados con cara de angustia, por un momento pensé lo peor pero me tranquilicé.

-¿Que sucedió? ¿Padre… porque mi madre terminó aquí?

El no dijo nada y solo miro a mi hermano dudoso, él fue quien respondió

-E-ella… Bueno se quedó muy enojada cuando te fuiste y se empezó a sentir mal. Luego dijo que le dolía el corazón y empezó a llorar… Por eso le dimos agua y de un momento a otro se desmayó, mi padre alcanzó a ayudarla, pero… Se golpeó la cabeza muy fuerte

-No puede ser…- Llevé mis manos a la cabeza angustiado.

-Familiares de la señora Elizabeth Evans – Todos nos colocamos de pie y acorralamos al doctor, él tragó saliva nervioso ya que todos teníamos traje y nos veíamos muy altos

-Ah e… La paciente ya desertó, no fue na-Él carraspeo de mi adre y la expresión de mi hermano no lo dejó continuar- Pueden seguir, ella ya está despierta… Procuren, no… exaltarla o molestarla- Todos asentimos y entramos

-Mi madre se estaba sosteniendo la cabeza, tenía una venda y un parche con sangre, también tenía suero – Mis hijos… mi amor- Papá tomó sus manos, mi hermano se hizo al otro lado. Yo me sentía algo avergonzado, después de todo yo la había echo molestar bastante. Todos me voltearon a ver, incluida mi madre y no me quedó de otra que acercarme

-Mamá… ¿Te sientes mejor?

Asintió con una mueca de dolor y tomó mi mano

-perdón mamá yo… No debí salir de ese modo de casa, lo lamento. Tendré más cuidado en el futuro

-Lo se mi amor. Sé que no fue tu intención… Oye hijo… ¿Podrías ir a las citas que te arreglé?

-Madre…- Respiré para no molestarme – Por favor no hagas eso yo- Mi hermano me pellizcó y papá me vio con su mirada acusadora, no tenía salida alguna- ¿A cuál cita a ciegas quieres que valla?

De la nada se volteó y sacó de debajo de la almohada la carpeta que me mostró en casa ¿¡porque rayos tenía esa carpeta ahí!?

-¿porque tienes eso ahí madre?- Empezó a quejarse de él dolor y mi hermano entro en pánico al igual que yo

-No le hagas preguntas tontas Adrián, solo importa su salud- A regañadientes me callé y la dejé seguir

-A estas hijo ¿Puedes?- Ni loco iba a ir a más de ciento veinte citas a ciegas

-Mamá… Yo ¿Podrías no obligarme?

Su rostro se entristeció- Esta bien… No-no te obligaré más. Perdóname, solo trataba d hacer lo mejor para ti, pero entiendo si ahora mi opinión no te importa y quieres seguir tu propio camino

-Mamá, no es que no me importes… es que- No importa, yo…

De la nada la maquina empezó a sonar y mi madre blanqueó sus ojos, el doctor entro rápido y nos pidió que saliéramos

-¿Por qué no solo dices que sí y ya Adrián? ¿¡Que no vez que ella está mal!? Si algo le pasa a tu madre no te lo voy a perdonar

-¿Pero yo que hice? –Ambos me miraron con miradas asesinas y él doctor volvió a salir, me miro como si hubiera cometido algún delito

-Señor Evans… creí haberle dejado en claro que no debían molestarla o exaltar a la paciente, puede ser peligroso si otro episodio así vuelve a repetirse

Asentí algo avergonzado y entre de nuevo. Mi madre tenía la careta en sus manos y me miro suplicante

-Está bien… Iré

-Su mirada se amplió y su sonrisa también.

\

Van tres malditas citas y no sé cómo más quitarme a todas esas mujeres de encima, la primera me preguntó cuanto ganaba al año para ver si cubría con sus necesidades… Puede que sea porque me fui a verla con ropa de vagabundo y no me haya bañado en tres días seguidos especialmente para la cita

La segunda mujer… Bueno se le notaba por todos os lugares posibles él dinero que necesitaba diariamente en roa, lujos, joyas y demás. Ese no habría sido gran problema si no fuera porque sus neuronas estaban extintas y solo le interesaban las redes sociales y verse bien.

Con la tercera mujer me fui un poco más presentable… Ella no se veía nada mal, incluso su mirada parecía honesta… Pero en cuanto le mencioné que tenía un hijo dijo que jamás estaría dispuesta a cuidar a un mocoso de otra mujer, después se le salió el demonio de adentro y se puso histérica a hablar sobre su fobia a los niños, pero en cuanto le di mi tarjeta de presentación, por obra y gracia se enamoró de los niños, o más bien del mío (O más bien de mis ceros a las derecha en mis cuentas)

¿¡Era tan difícil encontrar a una mujer honesta!? Con las tres citas que había tenido era más que suficiente, además del hecho de que sin niñera para mi hijo me tocaba a mi recogerlo del jardín de niños y llevarlo a la empresa al salir de ahí y él se aburría porque yo mantenía muy ocupado, aunque no se quejaba y era muy juicioso y callado todas las mujeres fingían ser las madres perfectas y lo hostigaban, creo que le va a tener más miedo a las mujer que yo si lo sigo llevando a la empresa

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***