Capitulo 5

Hola... Antes del capítulo me gustaría recordarles algo queridos lectores... Trataremos temas sensibles... Así que aún están a tiempo de salir de la novela si no es de su comodidad. 

Ahora sí, él capituló 

-¿Ju-ju-juego? ¿Cu-cuál juego tío? ¡Yo-yo no estoy jugando! ¡Suéltame! –Usé todas mis fuerzas para alejarlo pero era imposible, él es muy grande y fuerte y yo pequeña y delgada.

Cerré mis ojos con fuerza asustada al mismo tiempo que cerré mis piernas pero su risa burlesca me hizo abrirlos

-Pequeña Lucí-Con su fría mano acaricio mi mejilla- Si supieras lo loco que me vuelves, tienes una piel tan-Inhalo cerca de mi cuello y empecé a llorar- Deliciosa, siempre soñé con poder olerte de cerca así

¿Siempre? ¿Significa que siempre me miró de esa forma? ¿Siempre estuve en peligro?

-Ti-tío po-por favor no me hagas daño. Te-te lo pido- Le suplique llorando al sentir algo duro en mi estómago. Él me pegó más a él para sentirlo más y abrí mis ojos asustada- Te lo suplico, lo dejaré pasar pero por favor suéltame

-No lo creo Lucí, si supieras todo lo que he hecho en mi vida para conseguir todo lo que quiero te darías cuanta de que tus palabras son inútiles… Hoy no será diferente a las demás…- Se lamió los labios mirándome de nuevo, esta vez mirando mis senos un poco descubiertos por la posición en la que estábamos y sonrió- Hoy te quiero tener a ti, te convertiré en mujer yo mismo querida Lucí

NO, ESTO NO ME PUEDE ESTAR PASANDO A MÍ

-NO NO- Grité muy fuerte pero era inútil, no tenemos artos empleados ya que a mamá y a mí nos gusta hacer muchas cosas por nosotras mismas y los que tenemos están muy lejos en su propia casa al lado de la mansión, además mi madre llegará muy tarde. Empecé a gritar que alguien me salvara pero la risa burlesca de mi tío me aterraba

-Puedes gritar todo lo que quiera lucí, pero nadie te salvará y aunque alguien lo haga a mi nada me sucederá – Me tiró a la cama como si no pasara nada y me traté de envolver con la cobija pero él me la quitó, hice fuerza para salir de su agarre pero todo era inútil, sentir sus manos frías recorriendo mis piernas me aterraba

-Ti-tío Por favor- Le grité llorando- No me hagas esto por favor

-Shhhh si dejas de gritar hasta podrías disfrutarlo- Dijo metiendo sus dedos en mi boca de una manera brusca y lo próximo que sentí fue como introducía dos de ellos dentro de mí  con fuerza mientras me sostenía ambos brazos por encima de mi cabeza, un ardor y dolor recorrió mi zona intima, jamás había sentido ese tipo de dolor, era como si me desgarrara. La angustia y desesperación me invadió, mis lágrimas no me permitían ver con claridad y poco a poco mis fuerzas las iba perdiendo tratando de luchar con él

-Shhh no llores, quiero que sea inolvidable tanto para ti como para mí – Me dijo en mi oído y su aliento me erizó, cuando sentí sus dedos de nuevo cerca de mi boca lo mordí muy fuerte, pero fue un error porque con fuerza los sacó de mi boca y sentí un fuerte golpe en mi mejilla que me aturdió y solo su aliento y su lengua en mi boca me devolvió a la realidad, estaba totalmente encima de mí, no odia moverme ni gritar gracias a que tenía mi boca acaparada, trate de morderlo pero sus toques en mi zona no me permitían hacerlo porque al introducirlos solo podría abrir mi boca del dolor.

Después… aun encima mío se sentó sobre mí con sus piernas abiertas acaparándome y se quitó su abrigo, después su camisa y cuando escuche la correa de su pantalón grite lo más alto que mi voz agitada y casi ida me permitió pero un fuerte golpe que me dio en la cabeza me aturdió de nuevo, fue como sentir mi corazón en mis odios, y mis sentidos fuera de mí. Desde la parte de arriba me quito el vestido hacia debajo de un solo tirón dejando al descubierto mis pechos que con mis brazos traté de cubrir, me sentí rota, destrozaba, vulnerable, mi tío… alguien a quien quería y apreciaba casi como a un padre me estaba robando lo más preciado que tenía, no solo mi inocencia y mi virginidad, sino mis sueños y anhelos junto con ellos

Se bajó el pantalón y su bóxer y con mi cabeza negué al ver su zona íntima grande, jamás había visto algo así, era de la clase “media alta” pero eso no significa que tuviera mucho mundo, siempre fui muy inocente y me gustaba estar en mi casa y con mis amigas de siempre, solo en el colegio hablaba bastante, pero era porque era mi lugar seguro, tenía muchos amigos hombres porque me sentía cómoda con ellos al bromear sobre todo y no solo escuchar a las mujeres chismear sobre los demás.

Mi tío me mostró su erección y me negué, pero él solo asintió con su mirada perversa y llena de lascivia, después al ver iba a abrir mis piernas las cerré lo más fuerte que pude mientras gritaba, pero fue en vano porque me golpeo de nuevo. Esta vez me sentí completamente fuera de mí y su sonrisa y burla la sentí ajena a mí, luego sentí algo en la entrada de mi zona y por dentro al pánico aumento, siempre quise que esa primera vez fuera con mi esposo, alguien que amara con mi ser, pero… iba a ser con mi tío, obligada y sin manera de huir. De un solo golpe entró dentro de mí y sentí como si me partiera por dentro, ni siquiera pude gritar porque el grito quedo ahogado en mi boca, ya que él la tapó y lo sentí disfrutar y relajarse, así una y otra vez entró dentro de mí y yo con fuerza, sin pudor y lastimando todo a su paso dentro de mí... y no solo hablo de mi cuerpo... Aun así … No pude evitarlo… y nadie vino a mi rescate por más que lo grité

\\ (8 Años después) ///

-¿Qué dices mamá? ¿Una cita a ciegas? ¡No, ni loca!

-Pero hija… No puedes seguir así- Suplicó mi madre al otro lado de la línea

-No me pidas eso mamá, no iré a una cita a ciegas- Respondí determinada. Después de lo sucedido decidí no volver a estar cerca de un hombre, no podía arriesgarme, todos ellos son falsos, mentirosos… Personas que cuando tienen la mínima oportunidad sacan su verdadero ser y no les importa lo demás… Yo no le importé a ese imbécil en ningún momento y me voy a encargar de no volver a salir lastimada, aun si eso significa quedarme soltera toda la vida

-Hija… Por favor… Estoy enferma… Lo sabes, no quiero morir sabiendo que jamás te diste la oportunidad de amar mi niña, no me lo perdonaré jamás

-No madre. Eso no lo haré, los hombres son una escoria y sabes a qué me refiero

-Hija… No todos son como él, hay hombres bueno… Por ejemplo tu padre

-Pues te recuerdo que él murió y no me voy a arriesgar a ser un experimento de los hombres para ver si actúan bien o no conmigo ¡Eso jamás!

Si de algo estoy segura es de que jamás amaré a ningún hombre y jamás dejaré que ninguno me engañe o me lastime... No como lo hizo él...

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