Capítulo 15

Maritza esperó a Matheus en su casa, nosotros aprovechemos para seguir atormentandola un poco más, colocamos en el espejo del baño la palabra confiesa, ella estaba tomando una ducha y al salir casi se desmaya cuando vio eso escrito ahí.

- Déjame en paz, no te basta con dejarme sin nada, gritaba mientras limpiaba el espejo.

En respuesta le dimos un portazo a la puerta, ella se sobresaltó y fue hasta el cuarto a por ropa y se marchó a la calle. Esa noche Matheus se quedó con ella, estaba descontrolada de los nervios, hasta tuvo que darle un sedante para que se durmiera esa noche, al otro día comenzarían a empacar las cosas, tanto su ropa como lo que había dentro, planeaba dejar la casa vacía y vender las cosas para sacar algo de dinero en alguna venta de jardín o algo.

Ella se iría para la casa de Matheus a vivir hasta que pudieran marcharse a otro país, con este desalojo podrían justificar el por qué vivían juntos ya que todos conocían de su amistad, esa noche mientras dormían, fuimos Yara y yo a por la ropa de Maritza, con unas tijeras rompimos en pedazos la gran mayoría de ellas y colocamos nuevamente en el espejo la palabra confiesa, a Matheus le pinchamos las gomas del carro y botamos sus ropas y zapatos a la basura.

Al despertar Matheus comenzó a buscar por todos lados su ropa, al no encontrarla despertó a Maritza para que lo ayudara, buscaban en vano por todos lados, ella tampoco logró encontrar nada, entonces fue a por el clóset en busca de algo mío para que Matheus lo usará, teníamos la misma constitución física. Al abrirlo se llevó la sorpresa de que sus ropas estaban desechas y las mías no, eran ropas caras y de marcas, Maritza era muy materialista así que este golpe era uno que le dolería realmente, no podía creer lo que había ocurrido, le pidió ayuda a Matheus para ver quién lo había hecho pero en las grabaciones no salía nadie.

Regresó al clóset y tomó algunas ropas para que Matheus se probara y eligiera alguna, se las dejó sobre la cama, fue al baño para lavar su cara y tratar de coger calma luego de la atrocidad que acababa de ver con si ropas, justo entraba cuando comenzó a gritar como loca, Matheus corrió a su auxilio rápidamente, al entrar estaba señalando el espejo y él también vió la palabra escrita en el, Maritza colapso ahí mismo, calló desmayada, Matheus se vistió rápidamente con la primera ropa que le quedó a mano y corrió con ella en brazos al auto, al ver que estaban rotas las gomas, salió desesperado a la calle, por suerte pasaba un taxi justo en ese momento, lo tomó, el chófer lo ayudó a colocar a Maritza en el asiento trasero y fueron rápidamente hacia el hospital.

Llegaron al hospital rapidísimo, fueron atendidos rápidamente ya que Maritza se encontraba aún desmayada, fueron por ella con una camilla al taxi y llevada adentro rápidamente para ser atendida, le administraron varios medicamentos, poco a poco fue tomando conciencia y despertando pero solo hablaba incoherencia, de una conspiración del muerto en su contra y cosas así, decidieron dejarla internada un tiempo en el área de salud mental para tratarla correctamente, tenía un cuadro de ansiedad y alucinación, ya que solo decía que su ex muerto venía por ella, allí se quedó internada, Matheus se hizo cargo de los gastos, ella estaba tan fuera de sí que no fue capaz de entender su situación actual, ni que Matheus se marcharía, nada, terminó cedada para que se calmara un poco, estaba fuera de si.

Matheus regresó a casa de Maritza, recogería todas sus cosas por si cuenta, llamó a la oficina para informar que no trabajaría hoy, por suerte aún no había despedido a su secretaria, le pidió que se encargará de arreglar su auto, llamara a una grúa, le dio la dirección del lugar donde estaba, también que cuando estuviese listo lo llevará para su casa. Él comenzó a empacar todo en cajas, Maritza no se quedaría ni un día más allí, esa casa le asentaba mal. Él tampoco comprendía lo que sucedía, pero se negaba a creer que fuera Lukas, los muertos para el muerto están, debería haber otra explicación para todo eso.

Recogió todo luego de varias horas, llamó a un camión de mudanza para trasladar todo, los equipos y muebles de la casa los llevó para un garaje que alquilo hasta ver el destinó de los mismos, la ropa que se pudo rescatar del desastre de anoche la llevó a su casa, ya ahí lo esperaba la secretaria, estaba un poco más sexy de lo normal así que Matheus lo invitó a pasar a sí casa y allí se apoderó de su cuerpo uno y otra vez, tenía que mantener su mente ocupada y para él no había nada más relajante que el sexo, así que sin Maritza para controlarlo se dejó llevar esa noche

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***