Capítulo 13

Matheus colocó cámaras de seguro en cada rincón de la casa de Maritza, se negaba a creer que los incidentes fueran de un fenómeno sobrenatural o la versión de la venganza de Lukas, creía que ella se había montado esa película en la cabeza para mitigar su culpa, hasta se molestó con ella, ya que pensó que estaba arrepentida de ayudar a matarlo y había descubierto que lo amaba, ella le juraba que era cierto, pero él no cedió, estuvo molesto toda esa noche, pensaba probar con las cámaras que el causante de ser cierto era un vivo y no un muerto.

Al otro día, se fue para el trabajo sin despedirse de ella, liberó la rabia contacto frustración que traía con la secretaria, en señal de venganza, se sentía ofendido por como Maritza había reaccionado, creía que quería a Lukas aún. Cuando le informaron de que todo estaba listo en casa de Maritza, cerradura y cámaras instaladas la llamó, esa noche regresaría a casa, no se veía bien que siguiera viviendo en su casa, más aún que la policía detrás, aunque no tenía nada en su contra aún, pero estaban en la mira, más ella que él, solo bastaría un desliz para que lo notaran y echar todo a perder después de tanto esfuerzo era de tontos, la espera daría recompensas, valdría la pena.

Ellos tenían planeado vender todo, sacar el dinero del banco y marcharse lejos, a otro país, donde nadie se le ocurriese buscarlos y empezar de cero, formar una familia, tener dos hijos, cosas así de pareja, casarse sin miedo, una vez que Maritza recibiera todo el dinero lo harían. Con todo ese dinero no tendrían que trabajar jamás, solo dedicarse a disfrutar la vida, juntos por fin, ya que siempre habían tenido que estar ocultando su amor y Maritza entregándose a otros por una mejor vida para ambos. Claro ellos estaban ajenos a mis cambios de último momento en el testamento, al igual que la aparición de mi hijo, esto sería un duro golpe difícil de asimilar para ambos y sería el fin de sus planes.

Maritza esperó a que Matheus regresará de la empresa para volver a casa. Él la llevó y se quedó esa noche con ella, aún no estaba lista para quedarse sola, estaba nerviosa y el mínimo ruido la hacía saltar y gritar del susto. Yara y yo decidimos dejarlos en paz esa noche para que cogieran confianza. Al otro día al despertar Matheus le restregó en la cara que él tenía la razón, no había ningún ser del más allá pidiendo venganza, hasta Maritza comenzó a dudar de lo ocurrido.

Llegó la noche y se quedó sola finalmente, Matheus hizo lo suyo y se marchó, le dejó claro que lo llamara si necesitara algo, una vez que Maritza se quedó sola esperamos nuevamente a que se durmiera, fuimos a lo mismo, el aire acondicionado lo subimos hasta lo máximo, yo ya estaba participando, tenía más control con los objetivos, estaba aprendiendo, lo subimos para que se despertara del frío, lo hizo al instante, cuando lo apago prendimos la tele, ella fue corriendo para apagarla, entonces apagamos la luz y prendimos el equipo de música, ya con eso bastó para que saliera corriendo así mismo en camisón y sin zapatos hacia la calle.

Corrió hasta la calle cómo alma desquiciada, eran las tres de la mañana, había poco tránsito, tomó un taxi que pasaba casualmente frente a ella y fue hasta casa de Matheus, al llegar le pidió al chófer que esperase un momento en la entrada para darle el dinero, con el apuro por salir de la casa no cogió nada, ni móvil, ni zapatos, ni nada. Tocó el timbre de la casa de Matheus como loca, insistentemente, él demoró un poco en salir, cuando la vio en esas condiciones se asustó mucho, pagó el taxi y entraron a la casa. Ella le explicó todo lo ocurrido, él verificó todo en su móvil, ya que las grabaciones se hacían en su teléfono y efectivamente tenía razón, no había nadie allí y todo sucedía cómo ella decía, se quedó sin palabras, solo le prometió que se resolvería, que se quedará allí un tiempo hasta lograr vender esa casa.

Pasaron algunos días y nada ocurría diferente, parece que mudarse la había liberado del problema o al menos eso creía ella, ya estaba anocheciendo cuando recibió el llamado de su suegra para citarla para dar lectura del testamento, ella confirmó su presencia y en cuanto colgó fue corriendo hasta dónde estaba Matheus para decirle que pronto serían libres, se leería el testamento y ellos estaban confiados que todo sería para ella y así pudo haber sido si Yara no hubiese intervenido.

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