Capítulo 6

Luego de la despedida del señor, el cual había recibido la honra de ir al cielo, le comenté a Yara todo lo que descubrí con mi visita a Maritza, le expliqué que la seguí y ví como se deshizo de toda la evidencia arrojándola a esa presa, de algo estábamos seguros Yara y yo, ella si no me había asesinado, estaba implicada en mi muerte junto con Matheus. Yara puso en marcha un plan para informar mi hallazgo a la policía y darle la dirección para que fueran a investigar, con un poco de suerte recolectar evidencia.

Para lograrlo me pidió la dirección exacta, fue hasta las salas donde estaban los pacientes en comas inducidos, allí tomó a uno, entro en su cuerpo y fue justo al teléfono del cuarto, marcó el número de la policía, fue atendida por la operadora y transferida con los de los homicidios, en cuanto contestaron dió el anónimo, la policía insistió en que revelará la fuente, pero ella colgó el teléfono y volvió hacia la cama, colocó todo dónde iba, salió del cuerpo del paciente, los enfermeros no notaron el suceso, ya que iban con poca frecuencia allí por el estado de los libros mismos, además el trayecto fue corto y no tuvo que quitar el monitor cardiaco.

Cuando uno entraba a un cuerpo era mucho más fácil si estaba así en ese estado, la persona dejaba de ser él para que nuestro espíritu se apoderarse de ese nuevo cuerpo, el espíritu de la persona se quedaba en stop, todo ese tiempo incapaz de sentir, recordar o interactuar, como un sueño profundo. Nada de lo que le ocurriese al cuerpo de la persona mientras fuera poseído afectaba luego, si era inválido podía caminar, así cómo si se dañaba ya sea un corte, quemadura etc, una vez que se abandonase el cuerpo volvía a su estado anterior.

La policía hizo caso y obedeció el anónimo, movilizando a una patrulla para que fuera al lugar indicado e investigara lo dicho. Al llegar a la dirección citada, tal y como se le explicó la persona encubierta encontraron la evidencia flotando en el agua, para nuestra fortuna todo estaba dentro del nailon, prácticamente impecable, se podía recoger muestras, ya que el agua no había penetrado el envoltorio. Llegaron al laboratorio y comenzaron a tomar muestras de huellas y fluido.

Los resultados de la jeringuilla fueron consistentes con mi ADN y había huellas en la bolsa, habría que pedir una orden para recoger nuestra de Maritza, ya había pasado a sospechosa. Más conforme con ver qué mi caso comenzaba a despegar agradecí a Yara por todo y regresé a casa de Maritza o sea mi casa en busca de más información.

Al llegar a casa la ví tirada en la cama con el móvil viendo fotos de Matheus y ella, seguía bebiendo sin parar, luego de media botella ya el alcohol estaba haciendo efectos y llamó a Matheus desesperada, exigiendo su presencia. El aunque protesto un poco, se presentó en el lugar en poco tiempo.

Al entrar ví como ella se abalanzó a sus brazos, lo beso apasionadamente, el no se resistió y correspondió el beso.Fueron entre besos y caricias desesperados más por Maritza que por él hasta la cama, ahí el la hizo suya varias veces, ví como gemía de placer bajo su cuerpo. No se cómo tuve el valor y el estómago de verlos por tanto tiempo, sino hubiera estado muerto, hoy hubiese muerto, sería mi día de tanto dolor y decepción.

Era una doble traición para mí verlos, mi esposa y mi amigo el cual consideraba un hermano, con quién conviví mis últimos años de vida, a quién consentí, confíe. Estaba más que claro ellos me asesinaron. Ví como Matheus se vistió y la dejó tirada en la cama en busca de más, ella lo detuvo quería que se quedase a dormir, el la regañó y pidió que mantuviera la distancia hasta que todo pasara.

- Sería mejor si no nos viéramos mucho le dijo Matheus, solo pocas veces para no llamar la atención y que las personas no nos asocien juntos.

Le explicaba él ante la actitud infantil de ella, hasta ahora no había pruebas que los delataran y las pocas pruebas que quedaban Maritza creía haberse desecho de ellas, él se fue y ella quedó molesta, fue por un baño, yo regresé dónde Yara. Ella al ver mi cara y mi expresión dedujo que algo malo ocurría.

Le conté todo y sentí un alivio decir en voz alta todo lo que sentía por dentro, cuánto me dolía, ahora sólo quería que fuesen descubiertos y sobretodo que ningún centavo de mi fortuna fuera a parar a sus manos. Yara como siempre me levantó el ánimo y se ofreció ayudarme, lo lograríamos juntos me prometió.

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