-¿Cuántos días tendré que esperar para tener noticias del detective privado? – Me preguntaba una y otra vez
Debo admitir que la reunión con el detective privado fue muy productiva, además de que me dio una lista de cosas de las cuales debo encargarme y eso mantiene mi mente ocupada y desde que regresé a mi casa revisé mis finanzas y me di cuenta de que Melina me está llevando a la quiebra y debo detenerla de inmediato
-Es una suerte que la familia de Melina se empeñó en que firmara un prenupcial – Me dije a mí mismo
Melina pertenece a una prestigiosa familia de clase media, sus padres siempre me consideraron indigno de ella porque soy un huérfano y de nada vale que fui un estudiante con uno de los mejores promedios de mi facultad y trabajo en una importante empresa del sector eléctrico, lo que todos ellos ignoran es que la mayor parte de mi patrimonio está resguardado en un fideicomiso creado por mi madre de crianza cuando pagaron el seguro de vida de mis padres.
-Si Melina se entera a cuanto asciende, ese fideicomiso comenzaría a gastar como una loca – Me dije con preocupación
Antes no me importaba compartir con Melina todo lo que poseo, pero ahora agradezco que solo tiene acceso a mi cuenta de ahorros porque la casa la compré antes de casarnos y debido a que ella no quiso que tuviéramos hijos, no necesito pagar manutención, la verdad es que ese dinero está reservado para iniciar mi propio negocio solo que estoy estableciendo contactos y ganando experiencia antes de poder independizarme
-Soy un tonto porque solo espero que se trate de un malentendido
La idea de que Melina me está engañando me tiene devastado y preguntándome en qué me equivoqué, porque desde que la conocí solo le ofrecí lo mejor de mí, soy un hombre con muchos defectos, pero la amo y juro que jamás he sido violento o grosero con ella, en todo momento la he tratado con mucho respeto y complazco todos sus caprichos gustosamente.
-La duda me está volviendo loco – Me dije con desesperación
La ira es un sentimiento tan intenso como lo es el amor, y a medida que aceptaba que la probabilidad de que me casé con una mentirosa me dije a mí mismo que no hay crimen sin castigo y tracé un plan en mi cabeza, lo cual me hizo sonreír con malicia.
- Sin compasión al enemigo – Me dije a mí mismo con mucha tristeza.
Melina estaba irritada porque no le gustaba que David le prestara tanta atención a su esposa, porque era demasiado egoísta para comprender que David tenía un compromiso con Magali, así como ella lo tenía con Daniel.
-Es muy temprano para regresar a la casa – Se dijo a sí misma
Melina decidió ir a un centro comercial para tener una sesión de compras y para no llegar temprano a casa porque no estaba dispuesta a preparar la cena para su esposo, luego de escoger un par de vestidos se sintió muy impactada cuando sus tarjetas de crédito propiedad de Daniel fueron rechazadas
-Debe tratarse de un error – Le dijo a la cajera de la tienda
-Lo siento, pero el sistema dice que están bloqueadas - Respondió la cajera
Con mucho enojo usó las suyas y supuso que Daniel no había pagado las cuotas, lo cual la hizo resoplar de ira porque esa era su responsabilidad
-Ya llegué – Gritó Melina
Melina se dio cuenta de que la camioneta de Daniel estaba estacionada en su lugar, su enojo aumento cuando vio que él no había preparado la cena
-Supongo que ya se enteró del problema de las tarjetas – Me dije a mí mismo
Escuché el característico sonido del auto de Melina y me sorprendió que llegara tan temprano dado que ahora acostumbra a quedarse hasta la noche en su trabajo, me di cuenta de que estaba muy enojada porque movía cosas en la cocina de forma descuidada, por lo general salgo a saludarla, pero hoy no tengo deseos de hacerlo
-¿Daniel pagaste la cuota de las tarjetas? – Me preguntó Melina, muy enojada
Me sobresalté cuando Melina entró de forma abrupta a mi oficina sin anunciarse para hablar sobre el problema con las tarjetas de crédito, y siendo honestos esto era una total desconsideración de su parte porque este es mi
espacio y siempre le he dicho que toque antes de entrar.
-Si las pagué y también las cancelé – Le respondí con frialdad
Noté que Melina me observaba totalmente indignada porque era evidente que no quería usar sus propias tarjetas porque eso afectaría su crédito personal
-¿Por qué hiciste eso? – Me preguntó Melina con enojo
-Melina te dije que usaras esas tarjetas en caso de emergencias, no para que las uses de forma indiscriminada – Le dije con impaciencia
Como lo esperaba ella me insultó y me llamó de las peores formas y tal vez era porque ya tenía sospechas sobre su honestidad, me di cuenta de que Melina podía ser una persona muy desagradable y eso no me gustó, estaba tan impactado por su ataque verbal que en ningún momento me defendí porque nunca la creí capaz de decirme palabras tan ofensivas
-¡Eres un terrible esposo y nunca debí casarme contigo! – Me dijo Melina con una expresión de mucho desprecio
Tuve que escuchar sus gritos por más de una hora hasta que ella finalmente se hartó de que no la confrontara y salió de mi oficina dando un fuerte portazo
-¿Cuándo te convertiste en esta persona tan vil? – Me pregunté a mí mismo
Recordé cuando la conocí y me pareció la mujer más increíble y adorable del mundo, pero ahora me doy cuenta de que solo se trató de un espejismo, me sentía deprimido y decidí irme a dormir no sin antes asegurarme de que toda mi información financiera quedara resguardada porque las palabras de Braulio sobre que el peor enemigo de un esposo, era una esposa que tenía una aventura, causaron una fuerte impresión en mí, por lo general siempre le pido perdón, así no tenga la culpa, no obstante, esta vez no iba a hacerlo, así que me fui a dormir en la habitación de invitados y con mucha dificultad logré conciliar el sueño
-¿Cuándo va a venir a dormir Daniel? – Se preguntó Melina
Melina se dio cuenta de que cometió un gran error al insultar a Daniel de esa manera, por suerte sabía cómo manipularlo y era seduciéndolo, el problema es que era medianoche y él continuaba en su oficina
-Creo que debería ir a buscarlo – Dijo Melina con molestia
Melina se sintió muy decepcionada cuando se dio cuenta de que Daniel se fue a dormir a la habitación de invitados, a la mañana siguiente ella preparó el desayuno y mostró su mejor sonrisa para convencerlo de que lo ocurrido la noche anterior solo se había tratado de un malentendido.
-Preparé tu desayuno favorito – Dijo Melina con una amplia sonrisa
Sonreí porque aún la amaba y tenía una leve esperanza de que solo se tratara de una crisis matrimonial, sin embargo, cuando vi el desayuno que me preparó me di cuenta de que Melina nunca se tomó el tiempo de conocerme realmente, odio los wafles y estoy seguro de habérselo dicho durante los dos años que fuimos novios y los cuatro que llevamos casados y aun así Melina para reconciliarnos cocina lo que menos le gusta, eso solo me demostró lo poco que le importo a mi esposa
-Gracias, todo está delicioso – Respondí fingiendo alegría
-Cariño, lamento todo lo que te dije anoche, ¿me perdonas? – Me preguntó Melina con una expresión lamentable
Aún seguía descontento, pero para mantener la paz le dije que la disculpaba por insultarme a pesar de lo ofendido que me sentía en ese momento
-¿Qué te parece si salimos temprano de nuestros trabajos y tenemos una cita? – Me preguntó Melina de forma muy cordial
En el pasado esa pregunta me haría saltar de emoción, pero en este momento no sabía como sentirme porque estaba muy confundido con respecto a mis sentimientos por ella
-Me parece bien Melina, salgamos en una cita – Respondí con desgano
David no pudo dormir en toda la noche porque Magali ignoro todos sus intentos por conversar, debía ir a trabajar y esta vez su esposa no le preparó su café ni el desayuno como siempre lo hacía, de hecho no salió de la habitación, lo cual era muy extraño
-Magali sal de una vez que necesito irme a trabajar, prepara el desayuno y deja de comportarte como una niña malcriada -Gritó David mientras tocaba la puerta
Magali se sentía agotada y se negaba a levantarse de la cama para prepararle el desayuno a su desvergonzado esposo, había decidido divorciarse, así que ya no era su obligación hacer algo por David, de ahora en adelante debía cuidarse por sí mismo.
-Dile a tu amante que te lo prepare – Respondió Magali con frialdad
-¡QUE NO TENGO UNA AMANTE! – Gritó David
David esperó por más tiempo a que Magali saliera de la habitación porque él no sabía cocinar y así que solo podía prepararse un café, ya que todas las labores de la casa las hacía su esposa, aunque estaba muy enojado con ella, se dio cuenta de que llegaría tarde al banco y en este momento debía tener una conducta intachable por eso se fue a pesar de que tenía mucha hambre
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Comments
LectoraPR
Jajaja está mujer merece una estatua en su honor.
2024-11-16
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