CAPÍTULO IV: La verdad en sus propias palabras parte 2

Melina y David para no levantar sospechas evitaban el uso excesivo de sus teléfonos y por eso se enviaban extensos correos electrónicos en los cuales describían abiertamente todo lo que hacían durante sus encuentros.

-¿Cuándo vas a hablar con Magali para convencerla de abrir la relación? – Preguntó Melina con impaciencia

-En los próximos días y ¿Cuándo piensas hablar con tu esposo?

-Sabes que Daniel es de mente muy cerrada y no va a estar de acuerdo fácilmente, así que necesito más tiempo para domesticarlo.

-Si lo amenazas diciéndole que o lo acepta o te divorcias, estoy seguro de que va a estar dispuesto porque ese hombre besa el suelo que pisas, convéncelo con la idea de que se puede acostar con otras mujeres

-Daniel es tan ingenuo que dudo que lo haga – Se burló Melina

Yo observaba mi casa y todo a su alrededor estaba limpio y el desorden había desaparecido, me sentía agotado luego de un estresante día de trabajo y la comida comenzaba a enfriarse, además que tenía hambre por lo que me cansé de esperarla.

-Ya no sé qué hacer para complacer a Melina – Me dije a mí mismo con frustración

Comí mi cena en silencio y en el fondo sentía un dejo de amargura porque esto no era lo que quería cuando me casé con Melina, me sobresalté cuando sonó mi teléfono y vi que se trataba de mi amigo José Manuel Santos

-Acabo de llegar a casa y ya me llamas – Dije en tono de burla

José Manuel Santos es mi amigo de la infancia y luego de la muerte de mis padres se convirtió en mi familia, podría decirse que en mi hermano cuando sus padres me acogieron en su casa para evitar que entrara al sistema de acogida somos tan cercanos que ambos estudiamos en la misma facultad solo que yo me especialicé en electrónica y él en electricidad razón por la cual trabajábamos para la misma compañía solo que para diferentes departamentos, aunque teníamos a un mismo jefe ante el cual los dos nos reportábamos.

-No enviaste el correo con el informe de tu gestión, estás a tiempo de hacerlo, ya que por suerte el jefe aún no lo ha notado – Dijo José Manuel con preocupación

-Gracias hermano, te debo una – Respondí muy agradecido

Recordando el pasado me doy cuenta de que mi hermano José Manuel estaba muy preocupado por mí, debido a que trabajaba muchas horas extras y no comprendía el motivo por el cual yo necesitaba tanto dinero debido a que yo era una persona solvente económicamente gracias al dinero de la póliza de seguro que dejaron mis padres.

-Daniel, necesitas tomarte un descanso porque últimamente estás cometiendo muchos errores y eso se debe a que trabajas demasiadas horas extras – Me reclamó mi hermano

Yo sabía que José Manuel tenía razón, pero pronto sería mi aniversario de bodas y quería hacerle un regalo muy especial a mi amada Melina, porque mi matrimonio actualmente estaba pasando por una fase de enfriamiento y deseaba reavivarlo, era muy fuerte para mí trabajar tantas horas extras, pero estaba seguro de que con este regalo incluso la convencería de que tuviéramos un hijo el próximo año porque esto era mi mayor anhelo debido a que no tenía una familia propia.

-Le prometí a Melina que nos iríamos de vacaciones a las Hawái

Me rio imaginando que José Manuel puso los ojos en blanco como cada vez que yo le hablaba sobre las absurdas peticiones de Melina, y debo reconocer que desde que la conoció le desagradó mucho, fui un completo idiota y no escuché los consejos de mi hermano y sé que él hacía un gran esfuerzo para reservarse sus comentarios sobre Melina debido a que yo estaba muy enamorado de ella.

-Daniel, no puedes complacer todas las absurdas peticiones de Melina a costa de tu propia salud

-Ella no me pidió ese viaje, soy yo el que quiere que vayamos a Hawái– Respondí para justificarme ante mi hermano

Quería colgar la llamada y si se tratara de otra persona la cortaría de mi vida de inmediato, pero le debía mucho a José Manuel, y a sus padres, y sé que mi amigo se preocupaba por mí

-Olvídalo Daniel, solo me preocupo por ti hermano

-Lo sé y es por eso que no te mando a la mie*da – Le dije en tono de broma

-Si mamá te escucha decir esas palabrotas se va a enojar mucho contigo – Respondió José Manuel burlándose de mí

Yo también me reí a carcajadas porque Gloria de Santos era mi madre de crianza, una mujer muy estricta, pero a la vez muy cariñosa y me sentía un hombre afortunado porque en su vida no solo tuve una sino dos madres excepcionales

-Ya envío el correo – Dijo Justificándome

José Manuel colgó el teléfono y frunció el ceño porque estaba realmente preocupado por su hermano.

Roxana, la esposa de José Manuel, escuchaba la conversación con una mala expresión y tomó un sorbo de su café, al terminar puso la taza sobre el mesón de la cocina y caminó en dirección a su esposo cuando estuvo cerca, se puso de puntillas porque entre ambos existía una gran diferencia de estatura y le dio un beso en la mejilla lo cual lo sorprendió mucho

-¿José Manuel, cuantas veces te voy a decir que no hables con Daniel sobre Melina? – Preguntó Roxana

José Manuel suspiró con resignación y le devolvió el beso porque sabía que su esposa tenía razón y que perdería a su hermano si continuaba con esa actitud, sin embargo, le preocupaba mucho la situación de Daniel.

-Cada vez me es más difícil contenerme, porque esa mujer le va a romper el corazón

-Lo sé cariño, pero no hay peor ciego que aquel que no quiere ver – Dijo Roxana

Pocas cosas me producen envidia en la vida, pero si debo mencionar algo es que José Manuel y Roxana tienen un matrimonio muy estable y son muy amorosos, entre ellos se casaron hace 08 años y actualmente intentaban tener un bebé y espero con mucha emoción convertirme en tío

-Debo calmarme para no seguir cometiendo este tipo de errores – Me dije a mí mismo.

Entre en mi oficina y encendí mi laptop para verificar porque el correo con el informe de gestión no había salido de la bandeja de entrada, fui descuidado la última vez que usé mi laptop y dejé mi correo personal sin cerrar la sesión.

-Qué extraño que Melina me enviara un correo electrónico – Me dije con asombro

El curioso correo de Melina fue titulado con el nombre “Hace dos noches”, Daniel sintió curiosidad por leerlo, no obstante, primero debía resolver su problema laboral y se dio cuenta cuál fue su error, era muy pesado y debía comprimirlo

-Listo – Me dije bostezando

Eran las once de la noche y me sentía muy cansado, tenía curiosidad sobre el correo de Melina debido a que la conocía y seguramente cuando llegara quería hablar de su contenido, abrí sesión en mi correo personal y lo que allí encontré fue la peor decepción que pude sentir en toda mi vida.

-¿Qué es esto? – Se preguntó Daniel a sí mismo

No sabía si reír o considerar a Melina como la mujer más estúpida de la historia porque La mayoría de los hombres descubren que su esposa tiene una aventura porque regresan a casa en el momento equivocado o escuchan una conversación descuidada entre ellas y una amiga, también puede ser que encuentres pruebas físicas del affaire, pero en mi caso fue muy sencillo porque mi mujer por error me envió un correo electrónico muy incriminatorio, y aunque los freudianos podrían decir que lo hizo el subconsciente de ella debido a la culpa que sentía la verdad es que el programa sugirió en el nombre previsto y ella hizo clic en el mío sin verificar y como sé que no estaba dirigido a mí, es una respuesta muy sencilla porque hace dos noches me encontraba celebrando con mi familia la víspera de mi cumpleaños.

-Así que este es el motivo del cambio de su comportamiento - Dije totalmente impactado

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