CAPÍTULO II: Fantasmas del pasado que insisten en regresar parte 2

 Luego de ducharme y vestirme de forma casual, me observo en el espejo y me sorprendo del cambio en mi cuerpo, bajo al primer piso y escucho el ruido en la cocina donde mi esposa y las niñas ya esperan por mí para comenzar a desayunar, no sé cómo ella tuvo tiempo y sospecho que lo hicieron entre Magali y Alana y es un alivio que las dos se lleven tan bien a pesar de que no son madre e hija.

-Gracias mi amor, toda la comida se ve muy deliciosa – Dijo Daniel

Pruebo mi desayuno, y estoy encantado porque mi esposa preparó mis platos favoritos debido a que es mi cumpleaños, observó a mis hijas mientras comen y el ambiente es muy relajado, aunque Alana usa sus audífonos y

juega con su comida, lo cual sabe que me molesta mucho.

-Alana, ya hemos hablado sobre el uso de los audífonos cuando estamos comiendo – Digo fingiendo severidad

Alana me observa un poco enojada, sin embargo, es una chica muy obediente, se los quita y los coloca a un lado, a pesar de que tiene un gran parecido físico con su madre, su carácter y personalidad son muy diferentes, ella engulle un poco de su comida y me sonríe con amabilidad lo cual me hace sonreír también, y admito que mi esposa tiene razón cuando dice que las niñas me manipulan, pero que puedo hacer si estoy orgulloso de ser su padre.

-Si papá – Respondió Alana

Escucho que tocan a la puerta, lo cual es sorprendente porque es urbanización muy exclusiva, así que no le presto mucha atención hasta que observo como mi esposa hace el ademán de levantarse para abrirle al molesto visitante, no obstante, la detengo porque sé que Thalía hará un desastre en el momento que su mamá se levante de la mesa, me tiemblan las piernas y regresa nuevamente mi ansiedad y vuelvo el rostro para ver a mi familia porque tengo este mal presentimiento de que mi paz encontrada con tanta dificultad está a punto de ser perturbada.

-No te levantes que yo puedo hacerlo – Le digo a mi esposa

Mi esposa asintió con el rostro mientras me observa con mucha amabilidad, y debo admitir que esa mirada me cautiva porque hace que un hombre amargado y con una actitud hosca ante la vida como yo se convierta en alguien muy amable.

-Solo iba a hacerlo porque es tu cumpleaños – Responde mi mujer en tono de broma

-No necesitas esforzarte más por el día de hoy porque ya me siento muy satisfecho con el regalo que me diste – Digo guiñándole un ojo

-Daniel, las niñas están escuchando – Responde mi mujer muy avergonzada

Estoy sonriendo porque noto que ella se sonrojó debido a mi comentario de doble sentido y me siento de buen humor, por eso que no verificó en la cámara de vigilancia la identidad de la persona que acaba de llegar, además que espero la visita de mis familiares debido a que es mi cumpleaños, abro la puerta y en cuanto observo a la persona que está parada en el umbral mi expresión se vuelve sombría y comprendo por qué tuve este mal presentimiento momentos antes y es porque los fantasmas del pasado regresaron.

-¿Melina, qué haces aquí?, y ¿Quién te dio mi dirección? – Pregunto con mucha ira.

-¡Feliz cumpleaños Daniel! – Respondió Melina con una amplia sonrisa ignorando mis preguntas e ignorando mis preguntas

Frunzo el ceño y cierro los puños, y trato de contenerme para no sujetarla del cuello y apretarlo hasta que deje de respirar, porque frente a mí está parada la mujer más vil y cruel que tuve la desgracia de conocer, el motivo de mi insomnio y de mi ansiedad, la razón por la cual mi vida se convirtió en un desastre, ella intentó quitarme lo que amaba y por poco voy a la cárcel debido a sus falsas acusaciones, esa infame mujer quiso hundirme para

que perdiera lo que era mío por derecho.

-¿Te pregunté qué haces aquí?– Pregunté sintiendo que un profundo odio recorría todo mi cuerpo

Era muy peligroso para mí confrontar a esta mujer porque después de todo soy un hombre, así que me encuentro en desventaja, decidí cerrar la puerta, para impedirle entrar y llamar a mi abogado porque no quiero que esta mujer ensucie con su presencia la santidad de mi hogar, y menos aún que nos perturbe a mí, a Magali y en especial a mi hija Alana.

-Espera un momento Daniel necesitamos conversar – Suplicó Melina

Obviamente que no iba a conversar con ella ya era muy tarde para eso y por desgracia cuando iba a cerrar la puerta de la nada una fuerte mano masculina me detuvo de hacerlo

-Dale la oportunidad por qué ella necesita hablar contigo – Demandó el impertinente hombre

Cuando descubrí la identidad de la persona que se interponía para evitarme cerrar la puerta, juro que toda la rabia y rencor que albergaba en mi interior estaban a punto de estallar, ya no era el pelele débil de antes e iba

a romperle su orgulloso rostro a ese imbécil, así como él lo hizo en el pasado, sin embargo, sentí una pequeña mano que me sujetaba y cuando volví el rostro vi la expresión de mi esposa, la cual negaba con la cabeza para que no tomara represalias

-Llamé a la policía y vienen en camino, así que fuera de aquí los dos porque no son bienvenidos – Dijo mi esposa con autoridad

Me sentí orgulloso porque ella finalmente había superado sus miedos y los enfrentaba, pero también noté como Melina cambiaba su expresión sonriente al ver que Magali estaba en mi casa y en su rostro apareció una expresión de mucha ira, lo cual era aterrador y de haber tenido conocimiento sobre esta faceta de mi exesposa cuando la conocí jamás me habría relacionado con ella porque esta es su verdadera naturaleza

-No se había secado la tinta de nuestro divorcio cuando ya te revolcabas con esta mujer – Dijo Melina

Negué con la cabeza porque esta vil mujer, la cual viene a perturbar mi paz en compañía de su amante, tiene el descaro de reclamarme por continuar con mi vida cuando ella me rompió de todas las formas posibles que pudo hacerlo con la ayuda de ese hombre que estaba a su lado y que se trataba del ex de Magali.

-Quiero ver a mi hija y si me lo impides voy a pelear por su custodia en los tribunales – Exigió Melina

Me dio un vuelco en el estómago porque nadie imagina lo desgastante y difícil que es para un hombre pelear por la custodia de un hijo, no importa cuán tóxica y dañina sea Melina para Alana porque los jueces suelen otorgarle derechos a una mujer tan infame como ella.

-¿Qué haces aquí Melina? – Preguntó mi madre

Melina volvió el rostro y cuando se dio cuenta de que llegaron mi madre, mi hermano y mi cuñada puso una expresión de susto, en especial cuando vio a mi cuñada Roxana, debo admitir que nunca comprendí como

una mujer tan diminuta podía inspirar tanto terror, pero luego pensé que se debía quizás porque sabía que tenía la capacidad de darle una paliza tanto dentro como fuera de los tribunales debido a que era cinturón negro en Jiu-Jitsu

-Melina, te recuerdo que existe una orden de alejamiento – Dijo mi cuñada con mucha frialdad

A pesar de la amenaza de Melina, sonreí cuando vi a la molesta pareja palidecer y debo admitir que adoro a esta mujer y no me malinterpreten porque ella es la esposa de mi hermano y solo siento amor fraternal hacia ella, pero me encanta ver como Melina tiembla de miedo al darse cuenta de que se encuentra en desventaja.

-Esto no ha terminado Daniel, porque vamos a tener esta conversación en los tribunales, y Alana va a regresar conmigo.

Cerré los ojos con impotencia, no porque fuera un cobarde, sino que Melina se aprovechaba de su condición de mujer, por suerte tenía a mis personas de confianza a mi lado reconfortándome, mi esposa me abrazó fuertemente porque también se sentía muy afectada debido a la amenaza de Melina, aunque ella intentó arruinar mi cumpleaños luego lo lamentaría porque ahora sí que tenía los medios y los recursos económicos necesarios para luchar estaba y finalmente estaba dispuesto a encontrar esa justicia que en el pasado me

negaron.

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