PRESENTE 2

Pablo pasó un mal fin de semana ni siquiera quiso estar con Pamela no estaba para soportarlo y estaba furioso pues durante ese fin de semana soñaba con ella, de como lo enseño a leer y escribir era sin duda profesional y dedicada, pero su traición era lo que más le dolía, llegó el lunes y venía de malas por todo lo que sonó.

Asistente: Señor Cervantes buenos días.

Pablo: Ahora no, lárgate.

Asistente: Con permiso.

Pablo: Maldita desgraciada, te voy a hundir todavía más desearás no haber nacido, desearás la muerte mal nacida y a ese maldito bastardo acabará como pordiosero peor de lo que ya es acabará en la cárcel y yo me encargaré de eso maldita, te odio, te aborrezco.

Pablo comenzó a tirarlo todo estaba lleno de odio, rencor y coraje contra ella y su hijo que no era culpable su asistente estaba asustado jamás lo había conocido así solo escuchaba cosas que se rompían hasta que lo escucho llorar de manera desgarradora mientras que adentro Pablo sostenía en sus manos una pequeña foto de una mujer la foto de ella la que lo traicionó.

En casa de la hermana de Dante, llegaba por su sobrino Santiago.

Dante: Buenos días hermanita.

Hermana: ¿Cómo se llama?

Dante: ¿Cómo se llama quién?

Entra el esposo de la hermana de Dante

Cuñado: La mujer con la que hablas.

Hermana: ¡Amor!

Cuñado: No me dijiste que era secreto de confesión bebe.

Dante: Son unos metiches.

Cleo: ¡Dante, mi niño tan lindo!, ¿por qué rayos no has venido?

Dante: Tengo mucho trabajo nana.

Hermana: Y más ahora que aquí tu niño hermoso tiene novia.

Dante: Cierra la boca.

Cuñado: Ahora viene todos los sagrados días por Santiago para llevarlo y traerlo del colegio la paz de mi hogar ya se alteró.

Cleo: ¿Cómo se llama?.

Dante: No tengo novia nana.

Hermana: Papá y mamá junto con los abuelos están preocupados.

Cuñado: Imaginó qué ¿digo si te gustan las mujeres?

Dante: Eres un idiota, pídele el divorcio a éste imbécil.

Cleo: Ya dejen de molestar a tu hermano mayor.

Entra Santiago al comedor.

Santiago: Buenos días, tío Dante.

Hermana: ¿Cómo se llama la novia de tu tío cariño?, verdad que se lo dirás a mami.

Santiago: Tienes novia tío Dante.

Dante: No campeón tú serás el primero en saberlo, ¿ya sabes que vas a tener?

Hermana: Una dulce y hermosa niña.

Dante: Jajajaja, una niña, bueno quiero pensar que ya no te vas a reproducir.

Hermana: ¡Dante!

Cuñado: Yo quiero media docena verdad amor.

Dante: Crees que mi hermana es una coneja, deja de estar encima de ella o te asesino.

Cuñado: Entonces cásate tú.

Cleo: Basta ya desayunen.

Santiago: Nana quiero fruta.

Cleo: Sí mi amor ahorita te lo traigo, anda come tú cereal.

Cuñado: Y volviendo a lo de tu novia...

Dante: Vamos Santi te llevaré a desayunar y luego a comer así que no lo esperen temprano.

Hermana: Dante deja que desayuné.

Dante: Dejen de molestar.

Cleo: A callar todos, y ya dejen en paz a mi niño, toma Santiago tus frutas.

Santiago: Gracias nana.

Terminaron el desayuno y Dante llevó a Santiago al colegio ya estaban por cerrar la reja y para su suerte era Luna.

Dante: Espera maestra enojona.

Luna: ¡Ah Santiago!

Santiago: Perdón señorita se nos hizo tarde.

Luna: No importa cariño.

Dante: Hombre gracias mi vida.

Luna: Se lo digo al niño, pasa Santiago, buenos días y con permiso.

Dante: Buenos días cariño.

Luna rueda los ojos y Dante sonríe sube a su auto y recibe la llamada del asistente de Pablo.

Asistente: Buenos días, señor Larrazabal.

Dante: ¿Qué pasa?

Asistente: El señor Cervantes llegó de malas, iba detrás de él y me corrió, luego escuche gritos y cosas que se quebraban.

Dante: Lo sigue haciendo.

Asistente: No, pero se oye que está sollozando.

Dante: Ya voy para allá no te preocupes.

Dante manejaba lo más rápido que podía, esto ya le ha pasado a Pablo y Dante sabe que es por causa de esa mujer que lo engaño y aunque él no lo acepté es la madre de su hijo, llega a la empresa y todo está en calma.

Asistente: Señor que bueno que llegó.

Dante: Tranquilo, pásame los pendientes a mí, correo por favor.

Asistente: Si señor.

Dante toca din recibir respuesta y decide entrar.

Dante: Pablo, ¿qué pasó?

Pablo: La odio, la aborrezco, maldita desgraciada, pero deseará no haber nacido te lo juro.

Dante: Pablo, ya déjala en paz creo que con haberle quitado la cédula profesional fue suficiente a pesar de que mentiste.

Pablo: Para mí no es suficiente, así que vas a ir a donde trabaja la ramera esa y hablas con el dueño para que la corra.

Dante: Basta ya, Pablo olvídalo tú... el pobre niño no tiene la culpa ya déjalos por favor, ve a bañarte y relájate tu asistente me entregó la agenda de hoy.

Dante ayudó a Pablo para que se relajara mientras que en otra área de la ciudad Perla iba a una entrevista de trabajo y bajo de su auto con su bolso un café en la mano caminaba aprisa hablando con Luna y no vio al hombre que venía y casi tropieza con él y la sostiene por la cintura y se miran a los ojos derramándole el café en parte de su camisa, ahora la empuja y ella cae al suelo.

...FERNANDO BARBARAC LINARES....

Soy Fernando Barbarac Linares, salí de un orfanato y fui adoptado a los cinco años gracias a mi única amiga ahí ella me cedió su lugar para que yo tuviera una familia, la visitaba cada semana, pero mis papás adoptivos vivían en Inglaterra pues papá era inglés y me fui de México perdí el contacto con ella y quiero encontrarla la veía como mi hermanita, regresé a México por los negocios de la familia ya tenía una mansión, llegó a la empresa de la familia y venía hablando con el investigador y me molestó que no tuviera noticias aún después de un año y me enoje más cuando conocí a esa niña tan torpe que derramó su café en mi traje ingles por eso la empuje y cayó aunque luego me arrepentí

Fernando: Sigue buscando no se la pudo haber tragado la tierra.

Perla: Sí Luna, hoy es la entrevista y voy tarde ni siquiera desayune, te cuelgo ya voy tarde deséame suerte nos vemos en casa.

Fernando: PERO COMO ERES TORPE, MIRA NADA MÁS QUÍTATE.

Perla: Hay no puede ser, mira nada más ese patán ni siquiera se disculpó.

...OUFIT DE PERLA...

Recepcionista: Buenos dias, el señor Barbarac las recibirá enseguida, es el Presidente y dueño de la empresa, las recibirá confirme entregaron sus currículum.

Perla: Buenos días señorita, disculpe me citaron para una entrevista y...

Recepcionista: En efecto, la cita era a las 7:30 de la mañana faltan 10 minutos para las ocho.

Perla: Lo sé lo que pasa es que...

Recepcionista: Lo siento, pero el currículum ya fueron entregados y el señor Barbarac odia a la gente impuntual le siento, le pido que se retiré.

Perla: Sí señorita con permiso.

Recepcionista: Prepárense el señor Barbarac comenzará las entrevistas les deseo suerte.

La recepcionista toca la puerta de presidencia y luego entra.

Fernando: Adelante.

Recepcionista: Si señor Barbarac

Fernando: Desde ayer vi los currículum de las candidatas, solo me interesa una llamé a Perla Rojas Loera despida a las demás

Recepcionista: Si señor.

Sale la recepcionista y todas se ponen de pie y Perla ya estaba frente a los elevadores.

Chica 1: Me escogió a mi verdad.

Recepcionista: ¿Quién de ustedes es Perla Rojas Loera?

Todas se miran negando y camina hacía los elevadores.

Chica 1: No puede ser.

Recepcionista: Hey tú ven aquí.

Perla: Yo.

Recepcionista: ¿Eres Perla Rojas Loera?

Perla: Sí señorita.

Recepcionista: Sigueme fuiste elegida por el señor Barbarac.

Toca y Fernando les da el pase y se sorprende al verla y ella a él pues está con otro traje y se ve impecable.

Fernando: Adelante.

Recepcionista: Señor Barbarac la señorita llegó tarde por eso creí conveniente...

Fernando: Lo que usted debe hacer es acatar mis órdenes vuelva a su trabajo en la planta baja.

Recepcionista: Sí señor con permiso.

Perla: Supongo que me va a correr.

Fernando: Lo que me preguntó es si serás capaz de desempeñar el trabajo si eres tan torpe.

Perla: Estoy capacitada señor si se fija bien tengo cartas de recomendación.

Fernando: ¿Y qué?, las cartas de recomendación no definen su torpeza.

Perla: No tiene por qué insultarme.

Fernando: Desde cuando la verdad es un insultó.

Perla: Veo que yo no soy la que usted busca, le deseo suerte para encontrar a su asistente con permiso.

Perla sale furiosa y Fernando avienta los papeles y la sigue hasta los elevadores que se abren y entra Perla cuando ve unas grandes manos que detiene el elevador y se mete con ella dejándola en el rincón ambos se miraban y ella sentía miedo y se sentía pequeña e insignificante ante ese hombre que le parecía un verdadero adonis.

Fernando: ¿Qué te has creído para hablarme así?

Perla: No soy la persona que busca señor.

Fernando: Eso lo decidiré yo.

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