En la hacienda dentro del despacho y con las puertas abiertas Evangelina está viendo el contrato de la maestra viendo su firma con una lupa, y su hermana sentada en un sillón frente al escritorio tejiendo y se levanta cua do Evangelina la llama y sigue tejiendo frente a ella.
Ángela: La grafología nunca falla, así sin rúbrica así Olivia fíjate, fíjate que firma es cómo un latigazo renglones levantados, rebelde, apasionada, valiente, generosa, fíjate en la inclinación de la letra toda la zona del yo, volcándose en la zona del tú, lo dicho esta muchacha es de un espíritu libre.
Ángela:Qué va a caer en la trampa que tú le has preparado.
Evangelina: ¡Niña!, no admito que se discutan mis resoluciones recuerda que soy tu hermana mayor.
Ángela: Eso tenía importancia cuando éramos niñas, para tres años a estas alturas.
Evangelina: ¡Aunque fueran tres minutos!
Entra enfurecido Domingo por lo que van hacer.
Domingo: ¡No puede ser, no puede ser!, es imposible dígame que no es cierto.
Evangelina: Si a usted le parece imposible, entonces seguro que es verdad.
Domingo: Quiere decir que a pesar de todos mis consejos y todos mis argumentos traen a esa señora.
Ángela: ¡Señorita, cómo yo!
Domingo: ¡Qué!, entonces el escándalo va a ser mayor.
Ángela: Eso dígaselo a mi grafóloga y primogénita hermana.
Sale Ángela molesta y dejando el tejido sobre el escritorio.
Domingo: Dígame, a usted le parece decente proponerle una cosa así a esa señorita.
Evangelina: Señor administrador no irá usted a darme lecciones de moral.
Domingo: No, no claro que no, pero se trata de una vida y creo que para eso están los consejos de familia no, si la mayoría pretende que...
Evangelina: En los consejos de mí, familia, la mayoría soy yo, está claro.
Domingo: Señorita me parece qué...
Ángela comienza a tocar el vals de Alejandra y van hacia la sala Evangelina y Domingo detrás de ella y Evangelina al llegar apaga el piano y lo cierra.
Evangelina: Otra vez Angelina, ya no puedo más dios mío, ya no puedo más, desde que Dios amanece Ángela por dios deja en paz la música por ahora no es el momento ¿algo más señor Hernández?
Domingo: Qué puedo decirle espero al menos que hayan conseguido una mujer respetable.
Evangelina: ¿Qué entiende por respetable?
Domingo: Pues una persona sensata, de cierta edad.
Ángela: Eso tenemos aquí de sobra.
Domingo: Perfectamente, ustedes tienen un barril de dinamita se empeñan en acercarlo al fuego, bueno que conste yo lo advertí, por mi parte me lavó las manos.
Evangelina: Hace usted muy bien, ¡un administrador con las manos sucias no estaría bien!
Domingo: No admito esa indirecta mis cuentas están muy claras y en el momento que quiera puede verlas.
Evangelina: ¡Ángela ha llegado el momento!
Se oye que se estaciona y Margarito baja las maletas, y luego ayuda a la maestra y entran en la Hacienda.
Margarito: Aquí es señorita ya llegamos a la Hacienda de los Alazanes
Olivia: Pero está hermosa, bueno en realidad todo el camino de árboles todo.
Margarito: Y deje que la vea por dentro, pase, pase señorita.
HACIENDA DE LOS ALAZANES DE FRENTE
...TOMA AÉREA...
...TOMA DE LA PARTE TRASERA....
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