¿QUIÉN ES EL NIÑO? 2

Pablo llegaba a caballo y gritando feliz después de su cacería al llegar avienta al lobo y salta del caballo abrazando a sus tías.

Pablo: ¡Aaah, aaah, aaayyy!, ME LO TRAJE VIEJAS, ME LO ECHE ORA MARGARITO AGARRALO AY.

Olivia: ¡Aaayy!

Pablo: Cuida al cachorro viejo, hola mis viejas, eh ya lo vieron dos noches y la madrugada de hoy a caballo detrás de esté jijo del diablo pero me lo eche.

Pablo se agacha y con un cuchillo comienza a quitar la piel del lobo, Olivia lo mira asustada y con su mano en el pecho

Evangelina: Pero, ¿qué vas a ser?

Pablo: Pos destazarlo, la piel pa' colgarla en la pared de la cabaña y la carne pa' mis perros, comiendo carne se hacen mas bravos hubieran visto al cachorro... ¿y está quién es?

Evangelina: La señorita Rivera.

Pablo: Si hubieran visto al cachorro como peleó en cuánto metió todo el rastro de ese infeliz todos los pelos se le pararon cómo agujas calientes y después... ¿y qué viene hacer está aquí?

Evangelina: Es... tu nueva maestra.

Pablo le tomó de la mano y ambos sintieron una electricidad recorrer por sus cuerpos, Olivia sentía que flotaba, pero el no sabía nada de las cosas del amor.

Pablo: ¡Maestra, esta cosa!, ven pa' acá ves aquella ventana pos por esa ventana tiré al último asi que no le hagas caso a mis tías y olvídate de esas tarugadas de las mayúsculas y los puntos.

Iba a destazar al animal y su tía Evangelina lo toma del brazo.

Evangelina: Ven acá pedazo de bruto, es qué no te das cuenta, tú la has mirado bien.

Pablo: ¡Pos que tiene!

Ángela: Mirala ¡qué te parece!

Pablo: Pos yo no se qué le ven ustedes.

Evangelina: Tú te has fijado en sus ojos.

Pablo: Pos sí los tiene igual que todos uno paca y otro pallá.

Evangelina: Mirala.

La rodea y sonríe al verla en zapatos altos y mueve su tacón con el pie.

Pablo: Mira no más, pero cómo puedes caminar con esto sonza.

Olivia por poco se cae y Evangelina la sostiene.

Margarito: ¡Niño Pablo!

Pablo: Qué.

Margarito: El cachorro sigue perdiendo sangre el uñazo fue hondo.

Pablo: Trae limón y sal y una botella de agua ardiente.

Pablo pasa en medio de Olivia y Evangelina empujando a Olivia.

Evangelina: Tú y tus perros, que no puedes atender primero a la señorita.

Pablo: ¿Por qué?, ella no esta herida y el cachorro sí pos mira.

Evangelina: ¿Qué le parece?, un poco brutal no.

Olivia: Sí pwro también es brutal un venado o una paloma... el salvaje no cayó de rodillas ¡que hermoso fracaso!

Olivia piensa en Pablo, ese hombre de mirada pura e inocente a pesar de ser un hombre, es una persona limpia, Evangelina la toma del brazo para entrar de nuevo a la hacienda, ella voltea y sonríe entra, Ángela sonríe también recoge la maleta y entra.

Ya habia pasado una hora y estaban en la sala y Olivia quería entender lo que pasaba con Pablo.

Olivia: Pero, ¿cómo habrá podido llegar a hombre?, con esos ojos tan puros, limpios y esa mirada tan inocente.

Ángela: Veinte años en la montaña sin ver a nadie más qué su padre.

Olivia: Bueno pero, ¿por qué hizo eso el padre?, era un loco o...

Evangelina: Escuche un momento, luego puede irse o hacer lo que quiera, a nadie le hubiera yo consentido esa palabra pero, es la verdad mi hermano se volvió loco, pero no así como dicen los médicos; loco de celos de desesperación de vergüenza al verse traicionado por la mujer que amaba, era una mala cabeza, de dobles, y malas intenciones, una perdida, el dia que lo abandonó para irse con otro dejó una carta indigna más de venganza que de disculpa, confesaba todas sus bajezas el odio hacía él, la comedia que había representado.

Olivia: ¡Y él?

Ángela: No pudo alcanzarlos si no esa noche se hubieran perdido tres vidas en lugar de una razón; cuando regreso...

Evangelina: Me parece verlo entrar por esa puerta...

Las hermanas de Pablo recordaban un pasado doloroso y Olivia trataba de imaginar esa noche; se imagina a un hombre llegando con los brazos caídos y con un rifle, le pesaba el alma y se encerró en el despacho.

Ángela: Venía transformado.

Evangelina: Estaba pálido, enfermo de dolor; ahí estuvo no se cuantos días sin comer.

Ángela: Rompiendo cartas, retratos y cuanto pudiera recordarsela, llorando de rabia destrozando los libros como si ellos fueran los culpables, hasta que una madrugada.

FLASH BACK:

Evangelina: Pablo ¿qué vas hacer?

Pablo: Llevarme a mi hijo.

Ángela: ¿A dónde?

Pablo: A la montaña donde no le alcance la mentira y el engaño.

Evangelina: Escucha, estás loco tu no puedes hacer eso.

Pablo: ¿Por qué no?, es hijo mío, mío solo nunca oirá hablar de su madre, vivirá limpio al margen de esa sociedad podrida, sin libros ni ideas falsas.

Evangelina: Eso es absurdo vas a ser de tu hijo un animal salvaje.

Pablo: Sí, pero un animal feliz.

TERMINA FLASH BACK.

Evangelina: ¿Quién sabe si en el fondo tenía razón.

Olivia: ¿Y entonces para que quieren educarlo?

Evangelina: La hacienda es productiva, las tierras, el ganado, la cría de caballos y algun día nosotras le faltaremos no somos eternas señorita.

Ángela: Además hay una herencia por parte de nuestro hermano para Pablo y lo nombró heredero universal de todos sus bienes y sus parentes poco escrupulosos si se empeñan se lo quitarán todo.

Evangelina: Por su manera de ser y vivir en la montaña lo ven como un animal salvaje y quieren declararlo incompetente mentalmente.

Olivia: Loco.

Evangelina: Ahora es el hombre más rico de México y de toda América latina, por favor señorita haga algo por él.

Olivia: Ahora comprendo lo de la túnica blanca, el circo y el león que avanza.

Entra Margarito y se quita el sombrero.

Margarito: Con su licencia de parte del niño Pablo que si no tiene unos trapos.

Olivia: Yo tengo vendas en mi maletín.

Se levanta del sillón y está a punto de abrir luego lo cierra y va donde está Pablo.

Ángela: ¿A dónde va señorita?

Olivia: Por lo pronto a curar al cachorro.

Evangelina: Ves que desición, ella es la indicada.

Olivia sale resuelta para ayudar al cachorro y muchas cosas se desencadarían.