Capítulo XIX. QUIERO IR SOLA.

Pasaron las semanas. La relación entre Natasha y Julián siguió fortaleciendose.

Aprendieron a convivir con la pérdida, juntos. Lo que hacía más llevadero el sentimiento. Se acercaba otro control médico para Naty. Ella seguía insistiendo que aún no se sentía lista para estar íntimamente con Julián. Y este último no quería presionarla.

El día de su control, salía más temprano de su trabajo. Natasha había pedido permiso a su jefe. Al salir al estacionamiento, se llevó un susto. No sé había dado cuenta que Julián estaba de pie junto a su auto.

Este al ver la reacción de Naty, sonrió.

* ¿Qué sucede? ¿Tan feo soy? - le preguntó Julián sonriendo, mientras la observaba de abajo hacia arriba y se detenía en la expresión asustada en su rostro. Natasha llevaba puesto el uniforme de la empresa. Ella rodó la mirada, para luego sonreírle. Julián estaba vestido con un traje de dos piezas, gris plomo, con camisa azul cielo y corbata a juego. En la mano llevaba su teléfono celular. Estaba algo despeinado, probablemente se había pasado las manos varias veces por su cabello durante el día. Aún así se veía muy guapo, pensó Natasha sonrojándose.

Estaba recostado en el auto de ella, y este se veía sumamente pequeño ante la presencia del vehículo de Julián, que estaba a unos cuantos metros de ellos. Era un vehículo 4x4, más grande, de color oscuro, probablemente blindado. Se podía ver al chófer y a otro hombre, ambos vestidos con trajes negros y lentes oscuros. Seguramente eran sus guardaespaldas.

Ella no pudo evitar llevar su mano al cabello para intentar arreglarselo. Hoy llevaba el cabello suelto, liso. Pero se había hecho un moño a media jornada de la tarde, cuando ya estaba segura que no habían citas programadas para su jefe.

* Qué haces aquí, amor? - preguntó ella acercandose a Julián, para luego ser abrazada por el , dándole un beso que fue correspondido. Interrumpieron el beso luego de varios segundos. Él se quedó abrazandola, y ella se apretó contra él. Necesitaba el calor reconfortante de su cuerpo.

Julián la beso en la frente y se quedaron unos instantes en silencio. Luego, el le respondió.

* Tienes tu control médico hoy. Vine a acompañarte. - le recordó Julián besando de nuevo su frente. Ella se tensó al escuchar sus palabras. No quería que Julián fuera con ella al médico. No sabía porque. Pero quería manejar esto sola. Ella se apartó de el, alejándose de sus brazos.

* Mmm, ... será que si te lo pido, me dejas ir sola? - le preguntó mirando directamente a los ojos a Julián. Él se puso serio de repente ante su petición.

* Por qué? - preguntó serio y en voz baja. No sabía porque en el control anterior, que correspondía a cuatro meses, y que era el más importante, ella fue sola sin decirle nada.

Y se había enterado de la cita de hoy por casualidad, que correspondía a cinco meses, y no le veía nada de malo a ir con ella, pensaba Julián. Natasha suspiro, cansada. El volvió a tomarla de las manos y la halo hacia si, abrazandola.

* ¿Por qué no quieres que vaya contigo? Te apoyaré en lo que sea que diga el Doctor, lo sabes? - le aclaró él, besando su frente. Ella se aferró a él, abrazandolo fuerte. Lo amaba demasiado. Pero aún había cosas que ella pensaba debía resolver sola.

* Entonces, ¿no me dejaras ir sola? - le preguntó de nuevo, suspirando, Natasha. El la miró a los ojos sin soltarla.

* Te acompañare. Está decidido. - le respondió suavemente con una sonrisa. Mientras acariciaba sus mejillas, y le rozaba suavemente los labios.

* Ven, vamos en mi auto. - le dijo Julián y ella asintió con la cabeza, entregándole las llaves de su pequeño auto. Automáticamente, Julián le entrego las llaves a uno de los hombres que iban con el. Ya ellos sabían que hacer, llevar el auto de Natasha a su apartamento.

Ayudó a subir a Natasha al auto, y luego entro él. Le dió indicaciones a su chófer y se pusieron en camino.

El recorrido en auto lo hicieron en silencio. De vez en cuando Julián apretaba suavemente la mano de Natasha, y se la llevaba a los labios para darle un beso, manifestándole así su apoyo. Natasha lo miraba y le sonreía en respuesta, pero fue pensativa todo el camino.

Llegaron a la consulta. Julián la ayudo a salir del auto, y entraron a la consulta. La secretaria del médico la anoto. Esperaron y luego de unos minutos la llamaron.

El médico les dió la bienvenida. Les pregunto cómo estaban. Le pregunto a Natasha como se sentía. Y todas las respuestas fueron, bien, todo bien. Así que el médico se dió cuenta que era posible que no estuviera cómoda.

Ella paso a cambiarse, y el médico hizo un examen físico, y luego una ecografía. Reviso

unos análisis de sangre que ella le entrego y todo se veía bien.

* Todo va muy bien, Natasha. Y como te dije la vez anterior, pueden intentar concebir nuevamente, si es lo que desean. Mientras toman una decisión, recuerda seguir tomando los anticonceptivos que te indique. Medicamenta, estás bien. Así que tú próximo control será en unos meses, o si necesitas alguna consulta antes puedes llamar, de

acuerdo? - le explicó el médico. - Sigue tomando las vitaminas, descansa y alimentate adecuadamente. Nos vemos. Saludos. - los despidió

el médico sonriendo.

Ellos se levantaron, se despidieron del médico y salieron de la consulta. Natasha se

detuvo con la secretaria un momento, y ella le dijo que en seis meses sería el próximo control. Sin embargo, si necesitaba algo antes, que los llamara. Y le entrego una tarjeta. Le dió las gracias, y salió detrás de Julián.

Se subieron al auto en silencio. Ella percibió que Julián estaba molesto. Claro, le había

mentido sobre la conclusión médica de la penúltima consulta. Sin embargo, ella no hizo intento de aclarar la situación. Y el no le preguntó nada.

En el camino de vuelta, no se rozaron ni por accidente.

Al detenerse el auto en el edificio donde ella vivía, se bajó del auto sin esperar ayuda de Julián y sin decir nada, y entro rápidamente.

Julián suspiro profundamente. "Creí que habíamos superado esto", pensó mirando como caminaba hacia la entrada del edificio. Cuando observo su figura desaparecer al entrar, le indico al chófer que lo llevará a su mansión. Este cerro la puerta, volvió a subir al auto, y condujo en dirección contraria.

Tal vez ella necesitaba unas horas a solas. Así que aprovecharía de realizar algunos pendientes y volvería más tarde.

**********

Máximo estaba sentado frente a Viviana, observándola. Acababa de llegar de su trabajo, muy cansado. Y ya Viviana estaba allí.

Le indico que la esperará en el balcón, y luego de refrescarse y cambiarse, se había sentado en una de las sillas en el balcón del apartamento, y la miraba traer los platillos que había preparado para él y colocarlos en la mesa frente a él.

Se mordió el labio inferior suavemente, mirando el plato de comida sobre la mesa.

"¿Me atrevere a comerme esto?", pensó Máximo, mientras seguía mirando la comida, y luego levantó la mirada serío hacia Viviana.

Ella se veía muy feliz, y radiante. Máximo la amaba intensamente. Ella había cambiado

con él, era más atenta, más cariñosa, y sentía que lo amaba. Pero desde que recordó lo que había sucedido ese día, unos días antes, ya no confiaba en ella completamente. Ella lo miró mientras comía, y observó que él no hacía intento de comer.

* Max, qué sucede? Come. Se que estás cansado, pero come algo, si? - le pidió ella mientras le tomaba la mano. Solo entonces él reaccionó. Le sonrió, le tomó la mano besando el dorso de la misma.

* Está bien, amor. Pero primero... Tu. - le dijo él mientras llevaba su tenedor con algo de comida de su plato a la boca de Viviana. Está sonriendo acepto el bocado de comida de sus manos.

* Está delicioso. Come algo, por favor - le dice ella. Max la miró un rato más, y solo entonces comenzó a comer. En realidad, estaba hambriento, pero tenía miedo de que ella le

hiciera daño de nuevo. Sabía que no era el caso, ella le había demostrado que había cambiado. Inclusive le dijo que ya no intervendria, entre Natasha y Julián. Que solo deseaba que fueran felices juntos, así como

ella era feliz con él. Pero igual, no tenía paz, desde que recordó lo sucedido.

Natasha lo sabía, porque él se lo había contado, necesitaba desahogarse, y lo hizo. Y

Natasha le volvió a decir, "Si no estás seguro de ella, déjala que busque su felicidad en otra parte".

Máximo había pensado en dejarla, terminar su relación, pero no podía. La amaba mucho,

y solo quería darle una oportunidad.

Luego de la cena, él se retiró primero a su cuarto, diciendo que estaba muy cansado.

Ella acepto la disculpa con una sonrisa, y siguió acomodando las cosas de la mesa.

Máximo entro en su habitación, no la que compartía con ella. Entro en la ducha, y se

dió un baño largo, dejando que el agua se llevará su cansancio y sus dudas. De repente, sintió que Viviana lo abrazo por atrás, besando su espalda. Estaba tan ensimismado en sus pensamientos que no sintió la puerta del baño abrir y cerrar. Él acaricio sus brazos y se giró para quedar frente a ella. La miró, ella le sonreía.

* Te extrañe. - le dijo Viviana a Máximo. Él la miraba serio, mientras acariciaba sus mejillas, beso su frente.

* También te extrañe, Viví. - le respondió Max suavemente. Él pudo ver el brillo en sus ojos. "Que hermosa es" pensó, mientras la estrechaba en sus brazos, y comenzaba a devorar su boca, demostrando su necesidad de ella. Luego de unos instantes bajo el agua de la ducha, Él la alzó en brazos, mientras cerraba el grifo.Y salió del baño, mientras la llevaba a su cama. Dónde observo su hermoso cuerpo, y luego acostó junto a ella.

* Te amo, Max. Con toda mi alma. - le confesó ella con los ojos llenos de lágrimas mientras acariciaba su rostro.

* También te amo. - le respondió Máximo. Y la abrazo comenzando a besarla. Ella correspondió a sus besos y a sus caricias. Él seguía deseándola. La amaba, no podía negarlo. Máximo se concentro solo en Viviana y en lo que sentía por ella. Dejandose llevar. Ambos se entregaron en cuerpo y alma.

**********

Viviana sintió extraño a Máximo desde hace unos días. "¿Será que recordó? No lo creo, me hubiera reclamado. Hubiera dicho algo" pensó.

Así que decidió llegar temprano a casa, y prepararle algo delicioso. Cuando comenzó a

cocinar, sintió algo de náuseas con algunos alimentos. "Dios que me pasa" pensó, desde hace semanas sentía algunas molestias estomacales pero hoy eran más intensas, y se llevo la mano a la boca por la náusea, cuando olió la cebolla en sus manos y corrió al baño.

Luego de lavarse bien, volvió a la cocina y siguió preparando la comida para Máximo.

Cuando ya servía la comida, sonó la puerta al abrirse, y entrar Maximo con cara de cansancio. Al verla se puso serio. Él no era así, siempre tenía una sonrisa para ella y para la gente a su alrededor. Al parecer, las sonrisas para ella se habían terminado.

Ella lo invito a sentarse en el balcón junto a ella. Y cuando Máx le dió a ella un bocado de

la comida de su plato, Viviana comenzó a sospechar que él recordaba. Era la segunda vez, que él hacia eso. Solo después que ella comía de su plato, era que él comía.

Cuando Máximo se retiró excusándose porque sentía cansancio, y ella lo vio irse a su

cuarto, y no al de ellos, se sintió muy triste. Los ojos se le llenaron de lágrimas. "será que recordó", pensó.

De repente, sintió algo moverse en su abdomen. Ella hizo un gesto de molestia y sorpresa. Era la segunda vez que le pasaba. No le dolía. Así que cuando paso, se relajo, quedándose tranquila.

Decidió que no dormiría sola de nuevo. Se había acostumbrado a dormir en compañía de Máximo. Era la manera de sentirse tranquila y que sus demonios internos se

alejaran de ella. Él era su tranquilidad y seguridad.

Así que se limpio las manos, y se dirigió al cuarto de Máximo. No lo vio. Escucho el

agua correr en el baño, así que se desvistió y entro. Abrió la puerta corrediza de la ducha. "Que hombre más perfecto" pensó, mirando su espalda y hacia abajo. Máx tenia los brazos semi apoyados en la pared de la ducha. Así que lo abrazo por la espalda. Él se giró y luego de mirarla, la beso.

Tenían varios días sin tener intimidad. Precisamente porque él ya no dormía con ella, y aún no le daba una explicación. Pero en ese momento, ella solo quería estar con él.

**********

A media noche, Viviana se despertó incómoda. Sentía molestias en su vientre. De repente recordó que no había tenido su periodo. No sé había dado cuenta hasta ese momento. Se quedó pensando. Cuando quiso levantarse, sintió un brazo alrededor de su abdomen. Máximo la abrazaba dormido.

Intento levantarse sin despertarlo pero fue imposible. Él la sostuvo contra su cuerpo desnudo, y le preguntó mientras acariciaba sus sen*s.

* ¿A dónde vas? - mordió ligeramente su oreja. Ella jadeó.

* Al baño...mmm - dijo en un susurro. El la giró, y siguió besandola y acariciando su piel. De repente, ella sujetó su rostro con ambas manos para que la mirará a los ojos.

* Máx, te quedarías conmigo si estuviera esperando un hijo tuyo? - preguntó mirando sus ojos, y detectando sorpresa en ellos.

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