Capítulo 11. VIVIANA EN EL HOSPITAL.

 ¿Quién era la mujer que visitaba a

Máximo mientras estaba dormido en el hospital?

Luego que sacaron a Máximo del apartamento de Viviana, este estaba inconsciente, y fue trasladado al hospital. Los hombres que llevo Edward, comenzaron a investigar y hablar con la policía y los bomberos, así como el personal que trabajaba en el apartamento de Viviana. Todo muy discretamente.

Viviana observaba todo a escondidas. Porque precisamente volvía de su "diligencia", es decir, un encuentro íntimo con otro hombre que según ella la liberaba del estrés que sufría por "cuidar" a Máximo, y al llegar a su edificio, vio como sacaban a Máximo en camilla. Allí Viviana supo que tenía un pie en la cárcel porque cuando comenzarán a investigar, sabrían que las comidas de Máximo se las hacía y se las daba ella, personalmente. De hecho, encontraron en su apartamento restos de envoltorios que contenían un veneno que no pudieron identificar debido a que era muy poca cantidad para un análisis de laboratorio.

Así que, Viviana pidió ayuda de su padre multimillonario para que resolviera todo.

Efectivamente, ella salió del país por casi seis meses. Mientras su padre arreglaba todo a través de algunas conexiones que tenía, así como contactos en la policía, y claro, usando su dinero. Logrando que el caso, aún débil contra Viviana, fuera cerrado sin antes haber empezado. Así que las evidencias que

habían logrado encontrar hasta ese momento, habían desaparecido o estaban en

una caja enterrada en el almacén de evidencias de la policía.

Viviana, luego de eso, paso esos seis meses fuera del país para que se calmará todo. Mientras tanto, tenía personas vigilando y pasando información de lo que necesitaba saber. Siempre con la advertencia de su padre que si volvía a cometer una locura quedaría sola, ya no la ayudaría.

De este modo se enteró que Máximo quedó Internado en una clínica en coma, y sin tener a ningún familiar que lo cuidará. Sin embargo sabía que Natasha lo iba a ver todos los días al salir del trabajo. inevitablemente se enteró de su acercamiento con Julián, y que comenzaron a salir. Esto hizo que enfureciera, y que quisiera regresar. Pero aún no podía. Si regresaba antes de la fecha acordada con su padre, lamentablemente este le retiraría su apoyo económico.

Sencillamente, Viviana dependía de su padre económicamente. Aún cuando tenía un título, y supuestamente se había graduado con honores de su clase, no había puesto en

práctica sus conocimientos. Había pasado "de noche" por la universidad, cómo decían coloquialmente a las personas que no sabían nada de nada de sus carreras que confirmara los notones que había en su registro de calificaciones.

Luego que paso un tiempo prudente, y casi cumpliendo seis meses fuera del país, volvió al país a escondidas, y lo hizo sin avisar a su padre. Su próximo movimiento fue, comenzar a visitar a Máximo. Sin ánimo de hacerle nada. Solo lo visitaba a la espera de que despertara, aún sabiendo que Máximo la acusaría de haberlo envenenado. En realidad, Viviana no sabía porque lo estaba haciendo.

Cuál sería su sorpresa, cuando Máximo despertó, estando ella presente en su habitación, y darse cuenta que él no recordaba nada. Él al verla allí, se alegró y le hablo como si aún siguiera siendo su novia. Viviana, no sabía cómo responder. Sin reaccionar, sorprendida por como Máximo la trataba, sin rencor, ni acusaciones. Con la mirada llena de amor. De alguna manera, eso conmovió el egoísta corazón de Viviana. Por lo que decidió, seguir la corriente, y actuar

como si no hubiera pasado nada.

Está situación podría beneficiarle, pensó Viviana sonriendo.

Mientras tanto, su padre se enteró que ella había vuelto a la ciudad, y la llamo para que fuera a su oficina. Su padre quería hacerle entender que era un error su regreso y lo mejor era o irse de nuevo fuera del país o estar cerca de él, su padre. Alejarse de esa ciudad, y de ese muchacho.

Ella tuvo que asegurarle a su padre que no haría nada fuera de lo normal. Y que Máximo no haría nada en su contra, ya que no recordaba nada. Y creía que ella seguía siendo su novia.

* Hija, es una mala idea. Alejate de él. Vente a vivir conmigo. Por qué insistes en seguir cerca de ellos? - le pidió su padre. Se refería también a las personas alrededor de

Máximo. En su voz se denotaba el amor hacia su hija.

Ambos estaban en la oficina de su padre. En las empresas que tanto le había costado al hombre levantar, y que prosperaran. Tanto así, que había perdido al amor de su vida, su esposa Elizabeth, sin que pudiera hacer nada. Y nunca se había vuelto a casar. Solo se había encargado de proteger y darle lo que necesitaba su hija, Viviana.

Lamentaba haber sido tan permisivo con su hija. En este momento, estaba cosechando

tempestades, gracias a eso.

Viviana estaba sentada frente a su escritorio, mirando a su padre. Él con rostro severo, pero hablando con cariño a su hija, trataba de hacerla entender lo que sucedería si seguía con su actitud.

Viviana con gesto de fastidio, lo observaba.

*Padre, todo estará bien. Máximo está enamorado de mi. No me hará nada. - dijo sonriendo.

* Okey, supongamos que es así, hija. Qué sucede si este muchacho recuerda todo? - le preguntó su padre levantandose de su asiento y acercandose a ella. Quedando de pie a su lado. - Estás segura que tampoco hará nada en tu contra, que te pueda

llevar a la cárcel? - le pregunto haciendo que Viviana se quedará pensativa.

Sin embargo, ella insistió obstinadamente, sin querer dar su brazo a torcer, delante de su padre.

* Eso no pasará, padre. Si viera indicios de eso, estoy segura que el me permitirá irme sin hacer nada en mi contra. - le explicó a su padre. - Tranquilo padre. Todo estará

bien. - dijo Viviana levantandose y acercandose a su padre, para darle un

abrazo con cariño.

* Hija, quisiera que no hubieras hecho eso. - dijo refiriendose al veneno. - Fuiste muy lejos. - dijo su padre triste. - Te quiero mucho, hija. Y quiero que estés bien y a salvó. - dijo abrazandola y besando su frente.

* También te quiero mucho, padre. - le respondió su hija. Se separaron, el hombre volvió a sentarse frente al escritorio.

* Entonces, si necesitas algo, llámame hija. Cuídate mucho. - le pidió a su hija, dando por terminada la conversación, mientras volvía la vista a los documentos que revisaba antes

que ella llegará.

* Claro, papá. - murmuró para si misma. Ya su padre no la escuchaba porque estaba concentrado en lo que revisaba.

Viviana, luego de mirar a su padre por varios segundos, se dió la vuelta y camino para salir

de la oficina. No sé molestó en saludar a la secretaria de su padre. Una señora mayor muy amable, y que ella conocía bien, ya que tenía muchos años trabajando en la empresa.

Siguió hasta el ascensor, y presiono el botón para bajar al estacionamiento. Aún no sabía porque había seguido con Máximo al darse cuenta que él no recordaba. Su padre tenía razón, debió haberse alejado. Es más no debió regresar a esa ciudad.

En realidad, si quería hacer algo en contra de Natasha y Julián, pudo haberlo hecho a la distancia, y evitar perjudicarse más. De hecho , ella los había llamado a ambos, distorsionando la voz, solo para amenazarlos y crear tensión y ansiedad. Pero había regresado a la ciudad, y por los momentos se quedaría al lado de Máximo.

Sabía que esa sola acción, lastimaria a Natasha. Así que, por los momentos era suficiente. Con respecto a Máximo, si llegaba a recordar, se iría de su lado antes de que pudiera hacer algo en contra de ella. Esperaba tener tiempo suficiente para eso.

**********

El día que Máximo despertó, Viviana llegaba al hospital para verlo. Llegó sin saludar a nadie como era su costumbre, y muy tarde en la noche. Lo que le daba la ventaja de que había poco personal, y casi ninguna persona particular en los pasillos.

Aquellos que se quedaban a cuidar a algún paciente, se quedaban en las habitaciones

correspondientes. Por lo tanto, Viviana podía caminar tranquila por los pasillos. Al llegar a la habitación de Máximo, entró. No había nadie.

Cerro la puerta detrás de sí. Se acercó a él, deteniéndose a un lado de la cama de

Máximo. Tomando una silla se sentó a su lado. Se quedó mirándolo. Aún no entendía por qué se sentía así, cómo si el corazón quisiera salírsele del pecho cuando lo veía. Y al verlo dormido, y que no se despertara, le producía un sentimiento de tristeza. Cómo si se arrepintiera de lo que había hecho.

Viviana acarició la mejilla de Máximo con cariño. Y cuando quiso apartar la mano, vio

como el levantó la suya, tomando su mano y llevándola a sus labios, besandola.

Viviana lo miró sorprendida. Mientras él abría sus ojos y la miraba, sonriendo.

* Hola, Viví. Cómo estás? - preguntó Máximo sonriendo, y luego mirando a su alrededor. - Por qué estoy en un hospital? - volvió a preguntar viendo los equipos que monitoreaban sus signos vitales, así como la intravenosa en su brazo izquierdo. - Que

sucedió, Vivíana? - quiso saber Máximo comenzando a asustarse.

* Tranquilo, amor. Todo está bien. - le dijo ella tranquilizandolo. Acariciando su cabello. Y se acercó y rozo sus labios en un beso, sonriendole. - Estás bien, Máximo. Despertaste. - le dijo sonriendo. Lo abrazo, sintiendo una calidez en su cuerpo. "Que es esto que estoy sintiendo" pensó. Pero siguió

representando su papel.

* No te acuerdas de nada, amor? - preguntó Viviana. Él negó con la cabeza mirándola. - Te deje un momento en mi apartamento, y cuando regrese, te habías desmayado. La muchacha de servicio llamo a una ambulancia. Y no habías despertado hasta hoy. Estábamos muy asustados por ti. - le explicó ella mientras él acariciaba

su mejilla. Máximo la acercó a él de nuevo, y está vez él fue quien la beso. Haciendo que ella sintiera sensaciones que desconocía que tenía. Viviana se apartó incómoda.

* Quiénes estaban pendientes, Viví? - preguntó Máximo extrañado.

* Natasha ha venido a visitarte, y ha preguntado por ti, cada vez que su trabajo la deja. - le explicó Viviana. ¿- Y Julián, te acuerdas de él? También pregunto por ti.

Al parecer, él y Natasha son amigos de nuevo. - siguió explicando Viviana.

* Ah, okey. - dijo Máximo pensativo. - me alegra. Espero verla para agradecerle por estar pendiente.

* Máximo, ya vuelvo voy a llamar al médico. - le dijo Viviana. Él sintió. Ella salió del cuarto.

Máximo en realidad no recordaba las semanas anteriores al día en que se

desmayó. Pero el estaba tranquilo. Aún cuando sentía que Viviana estaba rara, incómoda con él. No quería pensar en ese momento. Más bien comenzó a sentir mucho sueño.

* Aquí viene el médico, amor. - le dijo Viviana a Máximo. El médico entró y comenzó a revisar a Máximo. Mientras tanto, una de las enfermeras llamo a Natasha para informarle del cambio de estado de Máximo.

**********

Cuando Natasha y Julián llegaron al hospital, ella se adelantó para llegar rápido al cuarto de Máximo. Al abrirse la puerta de improviso, ambos, tanto Viviana como Máximo, miraron hacia ella, observando a Natasha entrar,

* Hola, Natasha. Cómo estás? - preguntó Máximo, sorprendido y alegre. - Que bueno que viniste. Pensé que ya hoy no vendrías. Viviana me dijo que vienes a visitarme de vez en cuando. - dijo él sonriendo mientras tomaba la mano de Viviana y la besaba.

**********

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