Llego el tan esperado día de la cita con el medico. seria el primer control del embarazo
de Natasha. Tanto Julian como Natasha esta muy contentos. habia pasado semana y media viviendo juntos desde los eventos de la playa,
Hacian su vida cotidiana normal, asistian a sus respectivos trabajos, y al llegar al apartamento de Natasha, comian juntos, y descansaban juntos. Compartían habitación pero no tenían intimidad aun. Habían llegado a ese acuerdo. Decidieron compartir la habitación cuando se dieron cuenta que ambos lograban conciliar el sueño más rápido al estar juntos.
Ambos se daban cuenta que sus vidas eran mas alegres y tranquilas desde que comenzaron a vivir juntos, y a compartir sus vidas.
Ese dia llegaron muy emocionados a la consulta. La secretaria del médico anotó a
Natasha para que esperara en la sala dispuesta para ese fin. Julian le tomó la
mano al ver lo nerviosa que estaba.
* Tranquila. Todo va a estar bien. – le susurro al oído, mientras le besaba el dorso de la
mano.
Luego de media hora, en la cual Natasha se puso más nerviosa sin saber por qué, la llamaron para pasar a la consulta del médico. El médico los saludo. Los invito a sentarse. Y Natasha le explico los síntomas que tenia, y lo que había sucedido. Y que ella pensaba que estaba embarazada. El médico la miro para luego realizar algunas observaciones en su historia.
* ¿Se hizo algún tipo de prueba? ¿algun examen, estudio? – le pregunto el médico mientras escribia algo en algunas hojas, parecidas a las que se usan para indicar
medicinas o estudios médicos.
* No, aún no. Queria esperar. – le respondió Natasha con un tono de voz tembloroso por
los nervios. El médico le sonrió para tranquilizarla.
* Esta bien. No se preocupe. Muchas mujeres esperan para que los exámenes den resultados mas confiables. Venga vamos a realizarle una ecografía. – le indico el médico.
* ¿Puede venir mi esposo conmigo, Doctor? -. Pregunto Natasha. Julián se sorprendió por
la expresión “mi esposo”.
* Si, claro. Cambiese primero y luego pasamos a la sala de estudio. - Le indico el
médico.
Natasha asintió y paso al baño donde se coloco una de esas batas azules que se usan en los hospitales, y luego fue a la sala de estudio. Allí la pusieron en posición ginecológica, para poder realizar la ecografía.
* Disculpe la incomodidad, señora. – y el médico comenzó a realizar el eco, mientras Natasha y Julián junto al médico, miraban atentamente la pantalla. Ni Natasha ni Julián
distinguían nada en las imágenes, pero hacían el esfuerzo, y seguían las descripciones del médico
A medida que el estudio avanzaba, el médico se iba poniendo serio. Hasta que con un suspiro, tomó algunas imágenes, y finalizó el estudio.
* Cambiese, señora. La esperaremos para explicarles lo que vi. – le dijo el médico.
Natasha se preocupo y se puso más nerviosa cuando vio al doctor con esa expresión, seria. Al sentarse, miro a Julián, que estaba sentado a su lado, y se dio cuenta que el también estaba preocupado.
* Diganos, Doctor. ¿Qué sucede? – pregunto Natasha preocupada.
* Bueno, si hay un embarazo, hay saco y liquido amniótico, y esta sujeto a la pared del utero, inclusive el utero comienza a estirarse a pesar que parece tener unas seis semanas. – le explicó el médico mientras les enseñaba las imágenes y les iba señalando mientras describia.
* Pero … ¿que sucede? No
de más rodeos y diganos, por favor – Le exigió Natasha nerviosa, que casi la voz le salió como el grito de un animal enjaulado.
* No hay embrión dentro del saco amniótico. – le aclaró el médico. – lamento mucho decirles esto. Lo siento. – finalizó el doctor.
La reacción de Natasha y Julián, fue agarrar algunas de las imágenes y mirarlas, como si estuvieran buscando algo que indicara que el médico estaba equivocado.
* Disculpe doctor. No entiendo. Tengo nauseas y mareos. Antojos. Y me falta mi periodo. Y usted esta diciendo que si hay embarazo. ¿Cómo me va a decir que no hay embrión? No entiendo. ¿Cómo es posible eso? – dijo Natasha sin poder entender las palabras del médico. Sin saber que pensar.
El médico los miro y les dice,
* les explico, este tipo de embarazos se llama “anembrionario”. Comienza desarrollándose como un embarazo normal, pero en algún momento el embrión detiene su desarrollo antes de alcanzar un milímetro. Por eso no se puede ver el embrión en la ecografía. Vemos el saco amniótico, porque este si siguió su desarrollo normal. – les aclara el médico, explicándoles en una de las imágenes del eco.
Tanto Natasha como Julián estaban sorprendidos. Nunca se imaginaron esto. Ya ellos habían hecho planes para un futuro. Y en todos sus planes estaba su hijo. Un hijo que no nacería. Julian miro a Natasha, y se dio cuenta que ella estaba como ida. Estaba en shock, y no estaba comprendiendo nada de lo que el médico decía.
* ¿Qué debemos hacer ahora? ¿Esto afectara la salud de mi esposa? – pregunto Julián mirando a Natasha que se había quedado muda, y pasando su mirada al médico.
* Debemos confirmar el diagnóstico. Para eso deben venir en diez días para realizar un nueva ecografía. Y al confirmar el diagnóstico, se procederá a realizar un legrado, si aun su cuerpo no lo ha expulsado en forma natural. – le explico el médico. Natasha al escuchar que sufriría un aborto, probablemente espontáneo, comenzó a llorar inconsolablemente. Julián inmediatamente la abrazo.
* Doctor, es posible que el diagnóstico este errado y en el próximo eco si se vea el embrión? – le preguntó Julián con los ojos cristalizados al ver a Natasha hecha un mar de lagrimas.
* Es posible, pero poco probable. – respondió el médico. – venga, acueste a la señora aquí. Le daré algo para que se calme. No es bueno que este asi. – indico el médico.
Al escuchar que le querían dar un calmante o algo similar, Natasha se alteró más.
* No, no quiero que me den nada. Le puede hacer daño a mi bebé. No quiero.- dijo ella abrazando fuerte a Julián.
* No le hara daño al bebé, Naty. Por favor, confía en mi – le suplico Julián. – es solo para que descanses, por favor. Estaré pendiente de ti y de nuestro hijo. ¿Esta bien? – ella lo miró con los ojos llenos de lágrimas, pero calmándose un poco, y dejó
que el médico le inyectara un calmante.
* Es algo suave, no se preocupe. - Le indicó el médico. – la dejaremos un rato en observación para que descanse. – fue lo último que escucho Natasha, antes de quedarse dormida.
**********
Natasha soño que estaba en una casa con unos grandes jardines. Y estaba sentada con Julián a su lado. Y a lo lejos veía correr a un pequeño niño de cabellos rubios y piel blanca, con los ojos verdes como su tia Jade.
Era tan tierno. “¿Es mi hijo?” se preguntó. Julián lo llamo, al segundo llamado, el niño vino corriendo hacia él. Natasha por más que trato, no logro escuchar el nombre de su hijo.
Luego de abrazar a su padre, el niño se volteo hacia Natasha, “mami, te quiero mucho” le dijo abrazándola. Ella apretó a su hijo en un abrazo emocionada, y comenzó a sollozar. “también te quiero hijo” le respondio, besándolo en su cabecita.
Luego sintió que la estremecían de un lado a otro. Y escucho la suave voz de Julián muy lejos que le decía. “Es un sueño, Naty. Tranquila, duerme tranquila.” Y ella volvió a caer en un profundo sueño, tranquilo. Solo con escuchar la voz de su amado Julián.
**********
Los siguientes días pasaron en un abrir y cerrar de ojos. Natasha no tenia el mismo brillo en sus ojos. Aunque había llorado luego de la consulta, no lloro ni se desahogo más.
Pareciera que el calmante que le coloco el médico en ese momento bloqueo sus
sentidos.
Efectivamente como les había indicado el médico, los antojos, mareos, y nauseas comenzaron a disminuir. Sin embargo, también comenzo a bajar de peso por que no comia. Se la pasaba triste, y su única distracción era el trabajo.
Los últimos días había dormido en el sofá de la sala. No por que lo hubiera decidido, sino porque se quedaba mirando la televisión, sin ver nada en realidad, y asi se quedaba
dormida en un sueño inquieto. Julián solo la miraba, y aunque trataba por todos los medios que ella fuera a la cama a descansar, no con él, sino quería, pero que durmiera en una cama. No lo lograba. Intento varias veces hacerla comer, y tampoco lo logro. Incluso le menciono que si en verdad el diagnóstico estaba errado, entonces quién se estaba provocando una pérdida era ella misma. Natasha solo lo miró, le dijo que lo odiaba, y se fue a su habitación, dejándolo solo en la sala.
Ella no se daba cuenta, que Julián también estaba sufriendo la pérdida de su hijo. El se había imaginado con su hijo, jugando en el parque, y llevándolo a la escuela. Había
soñado con una niña, una princesa. Para luego pensar que lo importante era que
naciera sano, no importaba si era niña o niño, el igual lo amaría y cuidaría. Y todo lo que soño, se había ido por el caño en un segundo, en esa consulta.
A veces, en la soledad de la habitación, lloraba en silencio hasta que se dormia. Otras veces salía a la sala ´porque no podía dormir, y se sentaba en el sillón frenta a una Natasha dormida, y apagando el televisor, se quedaba dormido allí. La cercanía con Natasha, lo ayudaba a dormir. El también sufria por ese diagnóstico, y tenia la esperanza que el siguiente estudio, se viera a su hijo. Que le dijeran que todo estaba bien. Y que si conocería a su bebé.
**********
Un dia antes de la consulta, Natasha comenzó a sentir malestar en el vientre. Comenzaba un nuevo día, y había que ir a trabajar. No sabia como estaba en la misma cama con Julián. Él aun dormia. Solo recordaba estar sentada frente al televisor como era su costumbre en los últimos días.
Se quitó la sabana, haciendo un gesto de dolor por el malestar que sentía. Y al mirar hacia su vientre vio la sangre. Ella se sorprendió, y comenzó a gritar,
“No no no no no…”
Julián se levantó asustado, y al girarse vio a Natasha gritando y llorando para luego ver la sabanas manchadas de rojo. En seguida, se levanto asustado. Le dio la vuelta a la cama, la alzó en brazos. Solo alcanzo a tomar las llaves de su auto y la cartera y salio disparado con ella en brazos al hospital.
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