Louise
Me dirigí a mi oficina, ese espacio que solía ser mi refugio, pero que ahora Alexander había invadido por completo con sus correcciones de los errores acumulados a lo largo de los años. La tarea se extendía considerablemente, y cada vez que levantaba la mirada, ahí estaba él, ocupando mi espacio vital. Estaba cansada de su presencia constante y de la sensación de invasión que me generaba.
—¿Para qué me llamabas? —le pregunté, notando que me miraba mientras enarcaba una ceja.
—Pensé que vendrías con tu amigo —respondió, y recordé la conversación que había tenido con Jaden. Aunque era absurdo porque Alexander nunca había demostrado celos. Jamás lo haría.
—Es tu otro jefe —añadí, tratando de disipar cualquier malentendido.
—Ah, eso explica bastante.
—¿Ya terminaste? —pregunté mientras me asomaba para ver su progreso. No entendía completamente la labor que estaba realizando.
—No, ¿cierto que me toca hacer el de los demás países?
—Sí, pero ya te he dicho que lo puedes hacer desde la comodidad de tu casa. No necesitas venir aquí.
—Lo sé, pero me gusta estar aquí.
—En mi oficina —le lancé la indirecta, buscando recuperar ese espacio que ahora compartíamos de manera incómoda. Alexander simplemente se giró para verme, puso los ojos en blanco y volvió a sumergirse en su trabajo.
A pesar de la tensión, no podía evitar notar cómo sus acciones y su presencia continuaban generando una compleja mezcla de emociones en mí. La línea entre lo profesional y lo personal se desdibujaba cada vez más, y me preguntaba si, en algún momento, podría recuperar la armonía que antes existía en mi santuario laboral.
En el silencio tenso de la oficina, el sonido de las teclas siendo presionadas y los murmullos lejanos de la vida de la empresa formaban una sinfonía extraña. Mientras observaba a Alexander inmerso en su tarea. Me pregunté por un segundo, ¿qué sería de nosotros si las cosas hubieran funcionado? Si mis padres no me hubieran jodido tanto por no dejarme salir, pero recordaba todo el pasado que teníamos, que decidí no hacer esa pregunta, jamás me habría visto como novia o esposa, simplemente era una más y aunque eso me matará por dentro, me quedaría con esa conclusión.
El siete de diciembre llegó y tenía el día libre, estaba decidida a ir donde mis padres, porque perderme tantos días solo haría que me llamarán demasiado seguido y no quería nada de eso. Me gustaba mi libertad, la que tanto me costó conseguir.
—¡Hija! —Un abrazo de mi parte de mi papá, más familiares llegan para saludarme, ese día era el día de las velitas.
Tenía un deseo más grande que yo, deseaba con toda mi esencia que mi hijo creciera dentro de mí, envuelto en un amor tan incondicional que actuaría como un escudo impenetrable contra cualquier sufrimiento. Este anhelo trascendía mis propios límites; era la síntesis de mis sueños y aspiraciones. Imaginaba un futuro donde, guiado por mi amor y respaldo, mi hijo floreciera sin las sombras del dolor y las carencias.
Era un deseo complejo y visceral. No se limitaba solo a mi éxito profesional con la agencia, aunque aspiraba a que floreciera para brindarle a mi hijo una vida cómoda. Más allá de la riqueza material, mi mayor anhelo era que él nunca careciera de amor, comprensión y apoyo. Visualizaba cada esfuerzo dedicado a mi carrera como un tributo a su bienestar, una forma de construir un mundo donde sus sueños pudieran tomar vuelo sin obstáculos.
Era un deseo complejo y visceral. No se limitaba solo a mi éxito profesional con la agencia, aunque aspiraba a que floreciera para brindarle a mi hijo una vida cómoda. Más allá de la riqueza material, mi mayor anhelo era que él nunca careciera de amor, comprensión y apoyo. Visualizaba cada esfuerzo dedicado a mi carrera como un tributo a su bienestar, una forma de construir un mundo donde sus sueños pudieran tomar vuelo sin obstáculos.
Mi deseo se cumpliría, yo estaba segura de que lo haría, por fin todas mis metas se estaba alineando para mí y la emoción de conseguirlo se volvía cada vez más cercano a mí.
Cuando enciendo esa velita, de verdad rezó por todo ese sueño, por ese anhelo que he tenido desde los 20 años. Al terminar de rezar a esas velitas, mi madre me sentó a su lado.
—Es la primera vez que te veo tan concentrada en una velita —sonrió con ternura, ajeno al contenido de mi deseo—. ¿Eres feliz?
—Sí, hago lo que amo y todo se está volviendo más positivo —respondí con una sonrisa que intentaba reflejar mi gratitud por mi presente. Me abrazó, y aunque intenté sentir el abrazo de verdad, mis emociones se mezclaron en un torbellino interno. Suspiré, y mientras lo hacía, unas lágrimas se asomaron en mis ojos. Una parte de mí había comenzado a albergar un rencor, especialmente por la situación pasada con Alexander que jamás llegó a funcionar.
Esa noche decido dormir en la casa de mis padres, y quedarme más tiempo con ellos al día siguiente y prender también velitas al 8 de diciembre, faltaba poco para navidad, estaba emocionada por esto.
El 9 de diciembre soy la primera en la agencia, un montón de cosas pendientes tenía para esa semana que debía seguir, no podía desperdiciar nada de tiempo. Matt llegó a los minutos que yo, mientras miraba su celular y escuchaba música, pero al ver que estaba en mi oficina no dudo en acercarse a mí.
—Amor, ¿por qué madrugas tanto? —Me habla mientras se recarga en el marco de la puerta, mientras niega con la cabeza, mi mejor amigo odiaba con todo su ser madrugar.
—El que madruga, Dios le ayuda —Él pone los ojos en blanco para luego reír.
—Si eso va a traer a mi futuro sobrino, no me niego a nada.
—Quien sabe —Le digo mientras no dejó de mirar la pantalla.
—Cariño, ¿sabes qué uno de los inversionistas vendrá a la fiesta de año nuevo?
—Sí, lo sé —Me contesta —El mismo que está loco por ti, será muy divertido cuando todos se enteren de que estás embarazada, los inversionistas que están locos por ti darán un grito al cielo.
—¿Embarazada? —Me iba a reír por lo que había dicho mi querido amigo, pero la voz de alguien conocido me hace levantar la mirada, Alexander me miraba con sus ojos abiertos de par en par, asustado por lo que acababa de decir.
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Comments
C Matacruz
ándale ya los escucho y ahora que pasará 😞😡😠☺️😐😄🙃😵💫😏😛😦😁😯🤔😃😝😉🙂😛🙂🤨😀😜
2024-11-08
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Zuliner Chacon
😱😱😱😱 Más linda la manera de enterarse que será Padre y no está invitado 🤣🤣🤣🤣🤣🤣
2024-11-01
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Zuliner Chacon
Amiga no es un desconocido es un Ex.
Ella dice que el bb tendrá todo, no que va le va a faltar el amor de Padre.
2024-11-01
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