Hoy es finde, así que actualizo más temprano 7w7
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—¿Estás bien? —Leandro se acercó desde atrás. Luka, que estaba acomodando los desayunos en el comedor, sintió el aliento contrario chocar sobre su oído. Por suerte, su cabello estaba largo y cubría las puntas de sus oídos, o seguramente Leandro vería que estaban más rojas que un jitomate.
—Sí, bien, muy bien. —Luka sacó los cafés rápidamente y los puso sobre el comedor de vidrio. Sin girarse, caminó hacia la cocina en busca de los platos.
—¿De verdad?, hace un rato se te veía sorprendido. —Leandro se recargo sobre la barra y miró los torpes movimientos de Luka, mientras bajaba los platos.
Luka se volvió hacia él, con un tono rojizo en las mejillas. Leandro le gustaba, y mucho, sin embargo, la barba le hacía ver mucho mayor (aunque eso no era un problema), verlo con el rostro sin barba, era un atractivo nuevo; es como tener a dos personas en un mismo cuerpo.
—La barba. —Mencionó, tartamudeando un poco. Leandro sonrió con satisfacción, al parecer, aunque Luka se negaba a él, aun había deseo de estar juntos.
No obstante, antes de que pudiera decir algo, la voz de Dylan se escuchó—. Le dije que me arañaba. —Dylan se paró al lado de Leandro y agarró su barbilla—. No pensé que te afeitaras por mí. —Dylan besó los labios de Leandro rápidamente, antes de volver la mirada a Luka—. ¿Sabes?, cuando estamos en la cama, su barba roza con mi piel y me hormiguea, es gracioso, pero incomodó mientras estamos teniendo sex…
—Dylan, es suficiente. —Interrumpió con voz fuerte—. Luka no tiene que escuchar nada de eso.
—Oh, cierto, cierto. Luka, lamento exponer nuestra intimidad contigo. Pretende que no escuchaste nada de lo que dije, me da un poco de vergüenza. —Dylan le sonrío, por supuesto, era una sonrisa llena de hipocresía.
—No se preocupe, cualquier cosa que usted diga, la pasaré por alto. —El rostro de Dylan se deformó en una mueca de desagrado, no obstante, únicamente pudo contener sus palabras—. Señor, hoy tengo algunas cosas que hacer, son asuntos personales, me ausentaré todo el día.
—¿Qué asuntos?, necesitas ayuda en algo. —Leandro dio un paso al frente de Luka.
—Como dije, son asuntos personales, nada que le concierne a usted. Y gracias por ofrecerme su ayuda, pero no es algo complicado. —La indiferente mirada de Luka le hizo tener un pico de algún sentimiento desconocido—. Con su permiso, me retiro. Señor Dylan, disfrute el desayuno. —Después de despedirse de la pareja, salió.
Cuando vio el rostro sin barba de Leandro, un pensamiento estúpido e ingenuo, surcó su mente. Tal vez se había rasurado por lo que él dijo la noche anterior, y esa posibilidad, lo ponía feliz. Pensar en que Leandro aun lo tenía en la mira, le daba una pizca de felicidad, por supuesto, él no quería nada con nadie como su jefe. No obstante, lo que Dylan dijo le robó cualquier pico de esperanza. Al parecer, únicamente se había rasurado para no cosquillear a su amante de turno.
—Que imbécil. —Murmuró, mientras recargaba su cabeza en el volante del auto. Dejó escapar un suspiro de pesadez y cerró los ojos, aunque fue sólo por unos segundos, antes de que el sonido del celular tomara toda su atención—. ¿Ya llegaste? —Preguntó, él ya sabía el porqué de la llamada.
[Llegaré en diez minutos, ¿Ya estás ahí?]
—Aun no, voy un poco tarde, así que no te apresures mucho.
Una pequeña risita se escuchó del otro lado de la línea. [Bien, nos vemos.]
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—Luka, hola. —La gran sonrisa de Emanuele le hizo sonreír también.
Emanuele Russo era así. Desde hacía cinco, o seis meses, que lo conocía, siempre sonreía, incluso cuando las cosas no marchaban bien para él. Era un chico universitario, cuatro años menor que él, pero un poco más alto y con un cuerpo un tanto musculoso y de piel canela, de ojos claros y cabello castaño. Y aunque era alto, su rostro se veía demasiado inocente.
—¿Esperaste mucho? —Luka se acercó a él y lo saludó con un beso en la mejilla, mientras apretaba su mano.
—Para nada. Como dijiste que venías retrasado, busqué una cafetería para desayunar, ¿Vamos? —Luka elevó una ceja, un poco confundido.
—¿No habías ido ya? —Emanuele desvió la mirada, con una pizca de timidez en sus claros ojos.
—Pensé que sería mejor si desayunamos juntos, si quieres, claro. —Luka sonrió. Aunque el chico tenía un gran cuerpo, parecía demasiado inocente. Tal vez porque no era de la ciudad y se había mudado hacía poco, era que aun guardaba la inocencia de un pueblo.
—Claro que sí, vamos.
Emanuele sonrió, contento—. Por aquí, vamos.
Luka asintió y comenzó a seguirlo. Los dos fueron a la cafetería y desayunaron algo ligero antes de ir a la universidad. La universidad ING del Norte, tenía el mejor plan de estudios para quienes estuvieran trabajando a tiempo parcial o completo, por ello, era una de las universidades con mayor ingreso de alumnos al año. Por suerte, y gracias a Emanuele, él consiguió una cita con la rectora de la institución. A pesar de no tener influencia, Emanuele era un estudiante modelo, por lo que resultó relativamente sencillo conseguirle una oportunidad en la universidad.
—Si me acepta, y aunque no lo hagan, te invitaré a beber esta noche. —Dijo Luka, con ojos brillantes y repletos de emoción.
—Pero mañana tengo que regresar a casa de mis padres temprano. —Aunque le gustaría ir con él, y pasar un buen rato juntos, su madre se pondría histérica si no llegaba temprano. Nicole era demasiado sobreprotectora y se ponía paranoica si él no respondía los mensajes o llamadas, si no regresaba, estaba seguro que sería capaz de llamar a la policía por su desaparición.
—Sólo una ronda, después, puedes irte. —Luka estaba dispuesto a convencerlo. Emanuele salía poco, y cuando lo hacía, siempre regresaba antes de las ocho de la noche.
No es que Luka quisiera corromper su angelical espíritu, pero quería que se divirtiera un poco antes de enfrentarse por completo a la vida laboral. Después de Andrea, Emanuele era su único amigo. No había tenido la oportunidad de pasar tiempo con ambos y que se conocieran mejor, así que buscaba esa oportunidad para ello.
—De acuerdo, sólo una ronda. —No pudo seguir negándose, y aunque lo hiciera, Luka siempre había sido demasiado persistente, y él era fácil de convencer.
—Perfecto, entonces, nos vemos cuando salgas de las clases.
Emanuele asintió, mientras veía la espalda de Luka perderse entre la multitud de estudiantes.
Al principio, Luka estaba nervioso y muy pendiente a lo que respondía y como actuaba. La rectora de la universidad era una mujer amable, pero con sólo una mirada, se podía decir que no toleraba las faltas. No obstante, después de tener una charla trivial, le fue mucho más sencillo llevar la entrevista. Al final, el examen de admisión resultó ser fácil.
Ahora que había entrado a la universidad que quería, y tenía un trabajo estable, sentía que su vida estaba yendo por buen camino. No obstante, Leandro se molestaría con él por no decirle nada. Además, estaría ocupado los sábados y domingos no podría asistirlo. Pero, ya tendría tiempo para preocuparse por ello, por el momento, se dedicaría a disfrutar del momento.
Cuando por fin salió, el sol parecía brillar de una forma especial. Cerró los ojos y dejo que los rayos amarillos y cálidos, golpearan su rostro. El viento era leve y tranquilizador. Después de años, por fin estaba cumpliendo su sueño. Y si todo marchaba en orden, pronto podría tener su restaurante.
—¿Qué tal te fue? —Emanuele, que lo había visto de lejos, se acercó en silencio. Luka, dejándose llevar por la emoción y felicidad, se abalanzó sobre él y lo abrazó con fuerza. Su risa contagió a Emanuele y también se río—. Por tu reacción, supongo que todo fue bien.
—Más que bien. —Luka dejó de abrazarlo y se alejó dos pasos de él—. La rectora dijo que, si tengo un promedio alto, aunado a mi buena habilidad, podre conseguir una beca.
—¿De verdad?, muchas felicidades. Ya sabes, si quieres intentar algo, puedo ayudarte en lo que sea, estoy más avanzado y algunas cosas resultan ser difíciles. —Emanuele estaba más que feliz por la noticia. Ambos amaban la gastronomía (aunque Luka se veía como alguien que ni siquiera por error se acercaría a una cocina), y eso los hacia más unidos, y estaba agradecido de poder hablar de comidas con alguien que no fuera su madre. Ahora que Luka había sido aceptado en la facultad, pasarían más tiempo juntos.
—Aunque aprecio tu ayuda, prefiero hacer esto por mi cuenta. Quiero ganarme esa beca sin hacer trampa. Quiero ser reconocido por mi propia habilidad. —Luka se veía lleno de esperanzas e ilusiones. Emanuele sintió el deseo de abrazarlo, y, por supuesto, lo hizo—. Oye… ¿Qué sucede?
—Estoy muy feliz por ti, de verdad. Lamento si mis palabras fueron incorrectas. —Luka palmeo su espalda y dijo un “está bien.”. Realmente no pensaba que habían sido con una mala intención, pero Emanuele era alguien que tomaba cualquier cosa en serio. Incluso cuando le hacia una mala broma, él lo tomaba como verdadero—. No, es que es como si te hubiera dicho que no tenías la habilidad y me necesitabas.
—Lo sé. Tú nunca le dirías nada hiriente a nadie.
¡Bum!, su pecho palpitó fuertemente por las palabras de Luka. Nunca había sentido algo como eso, lo que logró desconcertarlo.
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Updated 51 Episodes
Comments
Nian-SCZ
la cagaste amiguito TAN BIEN QUE IBAMOS
2025-02-16
0
Mery Castro
😮💨😮💨😮💨
2024-11-15
1
Roos
Chúpate esa mandarina 🍊 Leandro/Facepalm//Facepalm/
2024-10-30
2