Episodio 15: Mudanza

^^^Fanny Hawk.^^^

Nos vamos, finalmente lo hacemos luego de arreglar los últimos detalles que nos faltaban.

Cargamos el auto con las últimas cajas y ahora nos dirigimos al terreno apartado, junto a un hermoso y extenso bosque, tan lejos de nuestros vecinos que deberías conducir los próximos 20 minutos para llegar hasta ellos.

Tendré que despertar muy temprano por la mañana para llegar a la escuela a tiempo, pero eso solo será hasta mi graduación, después todo mejorará.

Insistí en irnos cuanto antes, afortunadamente, mi hermano lo hizo sin preguntas de por medio.

Abro la ventanilla del lado del copiloto, con el viento golpeando mi rostro. Respiro el aire fresco, puro en comparación a la ciudad.

Llevo mi cabello atado en una coleta por lo el viento no me despeina, pero sí lo hace con mi hermano, desordenando el suyo en caóticos movimientos.

Me río de él.

Luego decido colocar alguna estación en la radio del auto, disfrutando de la melodía mientras veo que la ciudad comienza a quedar atrás, mostrándonos un hermoso paisaje con demasiado verde a nuestro alrededor.

El césped sin cortar, rodeado de flores silvestres y el cántico de los pájaros, también los mosquitos, mucho de ellos, algunos chocando contra nuestro parabrisas y muriendo en el acto, pero solo es un detalle menor.

Puedo sobrevivir a los mosquitos.

Lo que no podía hacer era seguir en esa casa, ahogándome con los recuerdos de nuestros padres, con sus risas, su amor. Era demasiado para soportar, así que estoy feliz, estoy feliz porque ahora podemos crear nuestro propio hogar, sin la marca de la muerte en él.

—Me gusta.—Me giro a ver a mi hermano, quien lleva gafas de sol y una camisa a cuadros rojos y negros, fue un regalo de mamá, lo recuerdo porque ella lo hizo con sus propias manos y yo estaba fascinada con su técnica.

—Por eso estamos aquí.

—Gracias.

—Siempre es un placer, abejita.

—De todos modos, gracias.—Repito porque estoy verdaderamente agradecida, no todos dejan su vida atrás por la comodidad de alguien.

Mi hermano pudo haber rechazado mi idea, pudo decir que era una tontería mudarnos cuando esa casa había sido nuestro hogar desde siempre, pero no lo hizo. En su lugar me apoyo, sin importar cuan descabellado sonaba mi plan de querer hacer una casa desde cero, solo entre nosotros.

¿Cuántas personas harían eso por un ser querido? No necesito una respuesta porque sé que no hay suficientes de ellos en esta vida, si lo hubiese no habría tanta tristeza, no cuando ellos harían hasta lo imposible por verte feliz.

—Déjame recompensarte.—Le digo de repente, con todas las intenciones de cumplir su pedido, sin importar lo que sea que quiera.—Si quieres verme caer de un acantilado es tu oportunidad para pedirlo porque, posiblemente, lo haré.

—No accedí a mudarnos para que estés endeudada conmigo.

—Lo sé, pero de cualquier modo quiero hacerlo. Venga, pídeme algo.—Le incito.—Incluso accedería ser tu sirviente personal por una semana, ya sabes, como en los típicos retos de los hermanos mayores con sus hermanos menores.

—Eres demasiado orgullosa como para seguir con ese papel, solo terminarías cabreada conmigo.

—De acuerdo, tienes razón. Entonces pide otra cosa, algo que quieras.—Continúo.—Tengo un par de ahorros guardados, te puedo comprar lo que sea que necesites.

—No necesito nada por ahora.

—Oh, vamos. No puedes ser tan aburrido, debe haber algo que quieras pedirme. Si yo estuviera en tu posición, me aprovecharía de ti hasta exprimir tu alma.

—Tú eres tú. No estoy interesado en exprimir el alma de mi hermana.—Le veo sonreír, manteniendo la mirada en el camino.—Pero si debo pedir algo, entonces quiero que me digas lo que quieres de mí para hacerlo realidad.

—Entonces terminaría siendo yo quien gana, otra vez. Ese no es el punto en una recompensa para ti.—Me cruzo de brazos, un poco confundida porque no puedo entender a mi hermano.

Diablos, si yo tuviera la oportunidad de pedirle algo sabiendo que no puede rechazarlo, definitivamente, le haría hacer algo que lo pondría fuera de lugar.

—Esa es mi recompensa, Fanny. Quiero escuchar lo que quieres de mí.

—Bien, pero no tienes permitido negarte.

—De acuerdo.

Oh, por supuesto, es fácil aceptar porque no estás metido en mi jodida cabeza, viendo todo lo que quiero, necesito y deseo de Matt.

—Quiero un beso de buenas noches.

—Inesperadamente inocente de tu parte.

—En la boca.—Agrego.—Hasta el día de mi cumpleaños.

Mi corazón late con fuerza, pero intento verme tranquila, como si esta petición no le diera la vuelta a mi mundo.

—Bien.—Dice sin problemas.

—Bien.

No sé por qué me molesta su falta de reacción, pero lo hace, me molesta porque ahora estoy deseando que llegue la noche para sentir sus labios, para ser finalmente besada por el único hombre que ha mantenido enjaulado mi corazón. Y él, sin embargo, luce como si no fuera la gran cosa.

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