Episodio 12: Planes

^^^Fanny Hawk.^^^

Mi hermano es un idiota, lo es, también es extremadamente molesto e innecesariamente apuesto.

Bastardo afortunado, no solo es atractivo, sino que el mundo decidió premiarlo con un cerebro superior al común y corriente, tal vez ese es el regalo que le dieron por quitarle el corazón, su alma.

Porque jodidamente no tiene.

Es un robot sin emociones y demasiado listo que resulta ser molesto.

—Imbécil.—Lanzo mi almohada fuera de mi cama y me tiro sobre esta, arrugando las mantas con mi peso.—Lo odio, es detestable.

Solo quería ver una tonta película, o esa era mi excusa porque deseaba pasar más tiempo con él.

Sí, estaba pensando seriamente en romper mis reglas para estar con Matt.

Me había dicho un sin fin de veces que lo mejor que podía hacer era mantenerme alejada, era mi regla, la única que no podía romper porque me conozco. Soy una idiota impulsiva que en cualquier momento puede desconectar su cerebro para escuchar a su maldito corazón, y mi corazón me pediría que lo bese, me suplicaría por su toque y yo le haría caso.

Eso no puede ocurrir jamás.

Tal vez solo en mis sueños, pero nunca en la realidad, no puedo arriesgarme cuando el precio a pagar es demasiado alto.

—Uff.—Resoplo, sacando mi celular del bolsillo de mi chaqueta escolar, todavía sin cambiarme porque estoy agotada.

Enciendo el celular y este se vuelve loco, mostrándome mensajes pendientes y llamadas perdidas. Ignoro a todos menos el contacto de mi amiga, la única amiga realmente cercana que tengo, y la única que parece aguantarme porque sinceramente le importo.

Me duele el corazón cuando leo sus mensajes, cada uno de ellos llenos de una preocupación real.

Yo: Hola.

Le envío el mensaje esperando su respuesta para más tarde, aunque me sorprende cuando se conecta casi de inmediato, dándome su respuesta.

Cath: Hola :)

Cath: ¿Estás bien? Es raro que envíes un mensaje.

Yo: Estoy bien, ¿y tú?

Cath: Perfecta ♡

Hago una mueca, sin saber si debería mencionar lo que vi esta tarde, pero entonces creo que es una mala idea hacerlo por mensaje y decido preguntarle cuando nos veamos otra vez.

Yo: Estoy pensando en ver una película, es tu oportunidad para recomendarme una.

Cath: ¿La verás? ¿No importa cuál sea?

Yo: La veré.

Cath: Ya no puedes retractarte, te preguntaré mañana para confirmarlo. No podrás engañarme, Fanny ☆

Yo: Dios, no te mentiría. ¡Eres mi amiga!

Cath: Chica, eres la mayor mentirosa que conozco, y eso que tengo una tía que dijo haber estado en la luna.

Yo: XD Necesito saber esa historia cuando vaya a verte. Podríamos hacer una pijama, o ese tipo de tonterías que te gustan.

Cath: ¡Lo estaré esperando! :D

Cath: De acuerdo, ya lo tengo.

Cath: Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, ve esa película. Es una de mis favoritas.

Yo: Déjame adivinar, ¿es de romance?

Cath: Solo ve la película, después me dices que tal estuvo, aunque es imposible que no te guste. Ahora debo irme, nos vemos en la escuela.

Apago la pantalla de mi celular, dejándolo en la mesilla junto a mi cama.

—Una ducha, la película y luego a dormir.

Con ese plan en mente, entro al cuarto de baño que se encuentra enfrente de mi habitación. Seco mi cabello después del baño y me coloco mi pijama, que es un par de pantalones cortos y una camiseta con tiras.

Estoy en el pasillo, tocando la perilla de mi puerta cuando veo a Matt salir de su dormitorio.

Parece que también tomo un baño porque su cabello rubio se ha oscurecido por la humedad, utilizando un pantalón negro y una camiseta deportiva del mismo color.

Trago saliva cuando veo sus brazos desnudos, viendo los músculos que casi siempre oculta bajo toda esa ropa.

—La invitación sigue en pie.—Le digo por algún motivo, se supone que estoy enojada con él, pero verle ahora en el pasillo ha bajado mis defensas.

—¿Qué tienes en mente?

—Solo es una invitación, Matt. No voy a jodidamente matarte.—Definitivamente pierdo demasiado rápido la paciencia cuando se trata de él.

—Me refería a la película, Fanny.

—Oh.

Asiente.—En tu defensa, sigo creyendo que estás ocultando algo más, así que tampoco estás del todo equivocada al creer que estoy sobrepasando las cosas contigo.

—¿Qué crees que estoy escondiendo?

Odio que mi corazón salte como un idiota enamorado cuando le veo acercarse, obligándome a levantar la mirada para mantener el contacto visual porque mi hermano es alto.

—Creo que estás escondiendo algo malo, algo muy, muy malo. Algo que te haría cometer una locura para seguir escondiendo.

—No hay tal cosa.—Miento.

—No te creo.

—Ahora ese es tu problema, no el mío.—Abro la puerta de mi habitación.—¿Vienes?

—Por supuesto.

Le dejo entrar a mi habitación, cerrando la puerta cuando ambos estamos dentro. Ahora es cuando creo que ha sido una mala idea invitarle porque toda su presencia opaca mi esencia, me siento tímida porque se encuentra en mi entorno, en mi lugar seguro, en mi habitación, la misma habitación que ha presenciado mis lágrimas de amor, de frustración y de tristeza.

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