Episodio 18: Apoyo

^^^Fanny Hawk.^^^

Ayer pudo ser el mejor día de mi vida, consiguiendo algo de Matt después de mantener la distancia por demasiado tiempo por temor a ser descubierta.

Este amor enfermizo, cruel y doloroso no puede salir a la luz del sol, no puede ser escuchado por nadie más que no sea yo.

Pero entonces me estaba besando, sus labios estaban poseyendo mi boca y habría sido mágico, lo hubiera sido si no hubiera abierto la boca en ese maldito momento.

Arruinó de forma épica mi primer beso y ahora le estoy ignorando.

Dime infantil o lo que sea, pero no quiero hablarle en los próximos diez años.

Hoy estoy en la cafetería de la escuela, comiendo mi desayuno aquí porque me negué a comer con Matt antes conducir la próxima hora para llegar a la escuela.

Cath me ve a través de sus largas pestañas de muñeca, en serio, esta chica fácilmente sería confundida con una si la colocas en una repisa.

Yo la compraría, digamos que en unos cuantos de cientos millones, incluso eso sería demasiado poco para obtenerla. El chico que finalmente logre enamorarla ganará en esta vida.

—¿Me quieres preguntar algo?.—Le sonrío.

Ella duda, pero inclina su cuerpo hacia adelante, con sus brazos en la mesa blanca. Estoy sentada enfrente de ella por lo que hago lo mismo, me inclino hacia mi amiga para escuchar lo que quiere decir.

—Necesito tu ayuda.

—¿Alguien te hizo algo?.—Frunzo mi ceño.

—No, no es eso.—Niega con la cabeza.

—Bien, te escucho.

—Yo.—Se le ve indecisa, pero decido no presionarla porque no quiero que se asuste.—No me siento bien, no quiero ser una molestia con esto, pero leí que era bueno hablarlo con las personas que quieres. Y no funcionará con mis padres, ellos son...—No termina esa oración.—Tampoco puedo hablarle a Lan sobre esto porque no quiero arruinar su felicidad, ya sabes, su boda se acerca y no...—Solloza.

Mi amiga se rompe frente a mis ojos, llorando y llevando sus manos para ocultar su rostro.

Rodeo la mesa a una velocidad impresionante para sentarme a su lado y abrazarla, eso hace que su cuerpo tiemble contra el mío, con respiraciones entre cortadas mientras intenta controlar sus lágrimas.

—Es tan difícil, Fanny.—Su voz suena rota, demasiado bajita y dolida.—Juro que intento hacerlo mejor, pero este pensamiento, este deseo de acabar con todo, me está consumiendo, solo quiero que termine, no quiero sentirme así.

No sé qué debería decir, así que solo sigo abrazándola y acariciando su cabello, en algún punto me dijo que eso la tranquilizaba cuando los demonios la atormentaban. Recuerdo que pensé que era extraña porque en ese tiempo ambas teníamos 14 años y pensé que estaba hablando sobre cosas del otro mundo, o algo por el estilo.

Supongo que me equivoque porque presiento que este demonio es algo que sigue atormentando a Cath hasta el día de hoy.

—¿Cómo te sientes? Dímelo.

Ella entierra su rostro en mi pecho, viéndose demasiado pequeña e indefensa, como si hubiera estado luchando contra la oscuridad en una eterna guerra sin el apoyo de nadie.

—Quiero morir, Fanny.—Susurra, aferrándose a mí, suplicando por ayuda.—Lo pienso cada día, es lo primero que pasa por mi cabeza al despertar y es lo último que sigue al dormir. Ya no puedo disfrutar de mis películas favoritas, ni nada en especial.

>>Anoche esta dispuesta a hacerlo, estaba frente a mi espejo del baño de mi habitación cuando me dije que dejaría de luchar, que escucharía a los demonios que atormentan mi mente. Pero cuando puse el filo de la cuchilla en mi piel sentí miedo, tenía miedo de decepcionar a las únicas personas que han estado ahí para mí.—La escucho ahogarse en un sollozo feo, desbordando desesperación.—Me dije que buscaría ayuda antes de rendirme, entonces leí por internet que era bueno hablarlo con las personas que quieres, y ahora estoy aquí, arruinando tu desayuno con mi tontería.

—No es una tontería, Cath.—Llevo mis manos a sus mejillas para que pueda verme. Estoy llorando, llorando por ella, porque mi mejor amiga pudo haber muerto y aun así no pudo buscar ayuda en su familia, porque sus padres son unos asquerosos que la han abandonado a su suerte, y porque su hermano también es otro idiota que ella idolatra, pero que también la ha dejado atrás para formar su propia familia.

—¿Estás llorando?.—Su rostro se arruga en una mueca de dolor.—Tú no lloras, Fanny.

—También soy humano, idiota.

—Pero no lo haces enfrente de otros.—Llora con más intensidad, como si fuera una niña que todavía no tiene control de sus emociones.

No sé qué debería hacer en este tipo situación, nunca se me había cruzado por la cabeza la idea de querer morir, por lo que tal vez no sea de gran ayuda, pero si ha venido a mí es porque se encuentra desesperada, porque este puede ser su primer y último grito de auxilio.

Y que me joda el diablo, si dejo a mi mejor amiga cargando con este dolor sola.

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