Episodio 7: Desinterés

^^^Fanny Hawk.^^^

La casa nunca ha sido tan silenciosa como ahora, aunque bueno, nunca habíamos estado sin papá y mamá.

—Se siente extraño, como si la muerte siguiera por aquí.

Mi hermano levanta la vista de su celular, estudiando mi rostro para descifrar mi nuevo estado de ánimo. Últimamente, he estado de un humor imposible, no entiendo cómo logra soportarme cuando ni siquiera yo lo puedo conseguir.

Ha pasado una semana del entierro y ahora debemos volver a nuestras rutinas cotidianas, eso significa que debo volver a casa y mi hermano a su trabajo, porque sí, Matt abandonó la idea de asistir a la universidad porque le resultaba extremadamente aburrido.

—Mamá acostumbraba a colocar música, no es de mi agrado, pero si quieres podemos elegir algo.

—No, me dolerá la cabeza.—Rechazo.

—Podemos adoptar una mascota.

—No quiero limpiar su mierda.

—Tampoco lo haré yo.

—Entonces adiós a la mascota.—Apuñalo mi panque con el tenedor.

—Únete a un taller, sé que te gusta dibujar.

—Mi último maestro de arte le gustaba coquetear con sus alumnas.—Le digo, recordando que en aquel tiempo éramos jóvenes de 14 a 15 años.—No quiero encontrarme con otro viejo depravado.

—¿Intentó algo contigo?

—Si lo intentó o no, ya no importa. Está en el pasado, se fue a Inglaterra cuando le ofrecieron un mejor puesto de trabajo.

—Debiste decírmelo en ese entonces.

—¿Para qué? Le habrías roto las manos y adiós al artista que era. No iba a vivir con eso en mi cabeza.

Matt entrecierra sus ojos.—No sigas ocultándome cosas, abejita. No querrás que sea yo quien las descubra.

—No te las digo porque justamente no quiero que las descubras. Eres demasiado drástico, malvado y horriblemente cruel.

—Come tu desayuno.—Ordena.

—En eso estoy.—Pongo los ojos en blanco, llevando un trozo de panque a la boca.

—Mañana vuelves a la escuela, seré yo quien te lleve.—Me avisa, volviendo su atención hacia su celular.

¿Qué tanto estará haciendo con él?

—¿Tienes novia?.—Pregunto con la boca llena.

—No.—Sigue viendo su celular.

—¿Con quién estás hablando?

—Estoy programando los horarios, no quiero olvidarme de algo importante.

—Pensé que tenías una memoria impecable, por eso te aburres en la escuela, porque siempre esperabas que todos siguieran tu ritmo, incluso los profesores.

—Necesito aprenderme los nuevos horarios antes de saberlos de memoria. Esta es una nueva rutina.

—¿Agregaste mi hora de salida?

—Lo hice.

—¿Por qué no tienes novia?

Mi hermano nuevamente aparta la mirada del celular para verme, sus ojos verdes se encuentran semi ocultos por su cabellera rubia, es de un tono amarillo ceniza, bastante hermoso si me lo preguntas.

—Porque no lo veo necesario.

—¿No lo ves necesario?

—Las mujeres son un dolor de cabeza.

—¿Qué tal los hombres? ¿Te gustan?

Por favor dime que no, eso terminaría de romper la pequeña esperanza que sigo guardando.

—No me interesan los hombres.

—Pero debe haber alguien que te guste, al menos físicamente.

—Ni un poco, pero si estás interesada en este tipo de conversación te invito a decirme sobre tus gustos, ya sea sentimental o carnal.

—Jodidamente no.—Como un trozo de panques y luego doy un largo sorbo a mi taza de café.

Entonces pienso, si Matt dice la verdad, aunque dudo que lo esté haciendo, eso significaría que no se ha sentido atraído por nadie hasta ahora, por lo que debería, debería, ser virgen.

Me río ante el pensamiento, pero soy curiosa y decido preguntar de todas formas.

—¿Eres virgen, Matt?

—Obviamente.

Me levanto de un salto de mi silla, tragando lo tengo en la boca antes de abrirla de par en par.

—No digas "Obviamente" porque no lo es carajo, eres, eres... ¿Por qué eres virgen? Se supone que eres el sueño húmedo de todas mis compañeras, fuiste el sueño húmedo de todas tus compañeras, maldita sea, Matt, incluso fuiste el sueño húmedo de nuestras profesoras y de un par más de estudiantes.

—Como dije anteriormente, no estoy interesado.

—¿Eso significa que no sientes deseo sexual?

—Nunca dije eso.—Deja su celular en la mesa, tomando su taza con la mano y bebiendo de esta.—No creo que esté sea un tema adecuado para hablar con mi hermana. Creo que si estuviera haciéndote estas preguntas me señalarías de acosador y enfermo.

—Posiblemente, pero lo diría para molestarte porque nunca pensaría eso de ti.

—Dices muchas cosas sin pensarlas realmente, podrías terminar lastimando los sentimientos de alguien en algún momento.

—Tú no tienes sentimientos.

—No como la mayoría, pero tengo algunos.

—Bien, bien, tienes razón.—Vuelvo a tomar asiento, todavía sorprendida por la reciente bomba de información que recibí.—Intentaré no ser tan cruel.

—Termina tu desayuno, Fanny.

—De acuerdo.

No tengo nada que decir ahora y eso es impresionante porque casi nunca me quedo callada.

Por ese mismo motivo termino siendo un poco demasiado directa al momento de hablar y tal vez, también he terminado haciéndole daño a una que otra persona por mis comentarios.

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