LECCIONES

CAPITULO 12.

ESPERANZA MEDIANA.

No me esperaba la visita de mi salvador, al menos no tan pronto, me cambie lo más rápido que pude y lave mi cara, anoche después de tomarme un analgésico me quede dormida, lo que viví ayer es lo más traumático que me ha tocado hasta el momento, le doy gracias a dios por haber podido salir con vida y juro ir a la iglesia para agradecer.

Llego a la sala y mi invitado espera, corro a la cocina y sirvo dos cafés, menos mal siempre tengo la cafetera lista, le entrego su café y me siento justo al frente de él.

- No soy la mejor haciendo café, pero al menos espero que le gusté y mi nombre es Esperanza, sé que ayer ni se lo dije Bruno.

- Lo había olvidado, pero tiene usted un bonito nombre, dice dándole un sorbo a su tasa.

- Gracias, estoy en deuda con usted por salvar mi vida, le juro que creí no salir de esa.

- No fue nada, es mi deber, sabe nunca pensé que la persona en la lancha fuera una mujer, vi cuando sé voltio y simplemente me lancé al agua al no ver salir a nadie.

- La verdad era mi primera vez pescando y manejando una lancha, cuando me volteo ese yate ya estaba lista para volver, pues no pude pescar nada.

- Pescar es sencillo, pero es usted muy valiente para atreverse a conducir una lancha sin tener el mínimo conocimiento.

En ese momento me quede observando su sonrisa, nuestras miradas se cruzaron y me sentí avergonzada que me sorprendiera, mirándolo bien es muy atractivo, tiene una sonrisa brillante, desecho esos pensamientos al darme cuenta de que me habla.

- Puede repetir, disculpe no le escuche.

- Medí cuenta de que estaba distraída, le preguntaba desde cuando vive en esta casa.

- Menos de un mes, la compré hace poco.

- Hizo buena elección es hermosa además que tiene una vista increíble.

- Lo sé, desde que me enviaron las fotos me encanto.

- No quiero ser entrometido, pero porque se mudó a isla escondida, las personas jóvenes no se mudan aquí.

- Soy abogada y me dijeron que en este lugar pagaban bien y la verdad no me quejo tengo mucho trabajo.

- Es cierto, los abogados son escasos, como le digo los jóvenes dejan la isla.

- Ya que le conté de mí cuénteme de usted, creo que ya entramos en confianza.

- No hay mucho que contar, soy capitán en la guardia costera, fui a la armada naval durante veinte años y el rango más alto que alcance fue de mayor, pero me retire por un accidente, ahora paso mis días cuidando de estas playas.

- Me parece que tiene una vida interesante.

- No tanto como quisiera, siempre me gusto el mar y creo que moriré en él.

- Si llega a necesitar un abogado ya sabe dónde encontrarme.

Seguimos conversando de las cosas en el puerto y pude notar lo mucho que le gusta su trabajo, es raro encontrar hombres tan apasionados en algo, hablamos por un buen rato hasta que le informaron de la llegada de un barco y lo vi irse, pero prometió llevarme a pescar en su próximo día libre.

Entre a la cocina y me prepare algo de comer, ya me moría de hambre, pase el resto de mi domingo revisando contratos y preparando todos mis pendientes, recibí una llamada de Deivis, me conto que sus padres pusieron el grito en el cielo al enterarse de su orientación sexual, pero ya era hora, no era justo que se ocultara.

Al parecer estos lo echaron de la casa y ahora está viviendo con su pareja, me dijo que vendría a verme con Josefa y estoy contando los días para que eso pase, la soledad me gusta, pero siempre es bueno tener con quien conversar, termino de trabajar y ya era de noche, se me paso el día muy rápido, preparo la cena y me pongo a ver series antes de dormir.

Al día siguiente me desperté temprano, llegue a la oficina y Margarita me informa que tengo un cliente esperando, una señora me esperaba, tenía una vestimenta muy particular, usaba ropa muy ajustada y largas botas.

- Buenos días, soy la abogada Esperanza Medina en que le puedo servir.

- En mucho si acepta tomar mi caso, me disculpo por presentarme de esta forma, pero me la recomendaron me llamo Ester Rico.

- Muy bien señora Ester cuenteme su problema.

Como me pude ver soy sexo servidora o prostituta, use el término que quiera, llevo años en esto y gano bien, con la llegada de los barcos no nos faltan clientes, el problema es que tengo un hijo de 10 años, lo tuve con un hombre que estaba casado y se negó a reconocerlo, se imaginara porque, pero ahora regreso y pretende quitármelo, yo adoro a mi hijo, es mi razón de vivir, no pienso entregárselo.

Por eso vine a verla, visite varios despachos, pero se negaron a ayudarme, un viejo cliente me hablo de usted, le pido por favor que me ayude, puedo pagarle, lo único que deseo es no perder a mi hijo.

- Ester no se preocupe, no perderá a su hijo, no me especializó en lo familiar, pero le aseguro que no lo va a perder.

- Ósea que acepta representarme.

- Por su puesto, necesitaré que me firme un poder y me dé toda la información que tenga de ese hombre no podemos perder tiempo.

Después que la señora Ester se fue me puse a trabajar en su caso, llame al juzgado para obtener la información de la demanda y me enviaron el expediente, aquel hombre estaba aduciendo maltrato infantil para obtener la custodia, llegue tarde a la casa y tan cansada que me quede dormida, apenas toque la cama.

Pase una semana completa trabajando en recolectar las pruebas del caso, conocí al hijo de Ester y era un niño muy educado he inteligente, vivía en muy buenas condiciones y lejos de ser un niño maltratado me pareció que su madre lo mimaba mucho, es fácil juzgar por su trabajo, pero con el paso de los días me dé mostro lo mucho que lo amaba, ahora solo me restaba esperar el día de la audiencia para evitar que se hiciera una injusticia.

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