Camila. – ¡Yo también, ni crean que voy a quedarme aquí, ya no soy una niña...!
Andrés. – ¡Hijas por Dios! no es necesario, ellos deben estar muy lastimados, será mejor que los recuerden como eran...
Alexa. – ¡Con un maldito carajo, se trata de nuestra familia que no entienden...!
Eduardo. – ¡Lo sé amor, pero...!
Alexa. – ¡Necesito verlos, necesito ver que esto es real, que no es una maldita pesadilla...!
Eduardo. – ¡No nos van a dejar acercarnos a la escena del crimen...!
Alexa. – ¡Mi padrino es el secretario de relaciones exteriores! ¿No? ¡Pues utilizas tus influencias y punto...!
Andrés. – Esta bien princesa, pero cálmate en tu estado puede ser perjudicial...
Alexa. – ¿Clarisa vienes con nosotras verdad?
Clarisa. – ¡Por supuesto no pienso dejarlas solas...! Ana me ayudas a despedir a los invitados
Ana. – No tengan pendiente por eso, Toño y yo nos hacemos cargo, ¡solo por amor de Dios avíseme cualquier cosa niña...!
Clarisa. – ¡Claro nana, rézale a Dios que todo sea una equivocación...!
No podría describir todo lo que estaba pasando por mi mente, ella se aferraba a que todo era una maldita pesadilla, no sé cuántas veces me repetí una y otra vez despierta, despierta, pero mi corazón, intuía que algo no estaba bien, iba abrazada a Eduardo, tomando la mano de mi hermana mientas clarisa la abrazaba, de mis ojos salían aquellas lagrimas mudas que no necesitan más que brotar.
Llegamos al lugar, estaba rodeado por elementos de la policía quienes resguardaban la zona para impedir el paso de los medios de comunicación quienes querían llevarse la nota, pero al vernos descender de la camioneta de mi padrino, se nos fueron encima como una jauría de lobos hambrientos, bombardeándonos con miles de preguntas, la escolta de Andrés les impedía acercarse a nosotros.
Eduardo. – ¡Por favor señores no es el momento...!
. – ¡Entendemos que es un momento difícil, pero la noticia empieza a generar miles de versiones!!
Alexa. – ¿Difícil momento? ¡No tienes idea de lo que estamos viviendo mi hermana y yo!
Andrés. – ¡Basta dejen de ser entrometidos, en su momento mi ahijada hablara con ustedes si algo tiene que decir...!
. – ¡Solo estamos haciendo nuestro trabajo! ¿Usted cree que haya sido para callar a Claudio Miranda? ¿Que tenga que ver con la detención del General?
Andrés. – ES muy pronto para emitir una declaración, lo único que puedo decir que daremos con los responsables de este hecho atroz, el cual no tiene adjetivos para describir por todo lo que estamos sintiendo en este momento.
. – ¡Cuentas veces hemos escuchado lo mismo por parte de nuestras autoridades? de nuestro gobierno, ¿cuántos casos más sin respuesta, sin responsables hasta cuando señor Andrés Verastegui?
Andrés. – ¡Mira niña, puedes estar segura que daremos con los responsables, que yo mismo trabajare de la mano de la jefa de gobierno, para dar con los responsables, dar continuidad al gran trabajo que venía haciendo Claudio Miranda como procurador de la república!
. – ¿A caso el crimen organizado ya sobre paso al gobierno del presidente Manuel López? No se hace menos de seis meses que también la licenciada Sandra Guillen, quien fuera la entonces procuradora, murió también en un atentado del cual aún seguimos en espera de respuestas, ¿es acaso que la delincuencia es más fuerte e inteligente que nuestras corporaciones policiales licenciado Verastegui.?
Andrés. – En cuanto al caso de Guillen, se que se esta trabajando sobre una línea de investigación donde no podemos hablar del caso para no perder lo que hemos ganado, y puede estar segura que estamos y seguiremos trabajando para tener el país que todos merecemos compromiso.
Claro que ser la ahijada de Andrés Verastegui tenía sus beneficios gracias a ellos nos dejaron pasar después de la cintilla amarilla, Camila y yo nos tomamos de la mano, los paramédicos detuvieron aquellas camillas, uno de ellos recibió una seña por parte de mi padrino, una aúna se fueron abriendo las bolsas negras, en la primera camilla estaba el chofer de papá, luego nuestro querido Daniel, mamá y por ultimo papá, fue inevitable soltar el grito y el llanto, la vida en ese momento se nos desmorono en cachitos, como un castillo de arena a la orilla del mar, cuando llega la ola y arrasa con él.
Camila. – ¡No Alexa dime que no, que es mentira, por Dios dime que no.…!
Alexa. – ¡Qué más quisiera decirte, que es un maldito sueño! que vamos a despertar y ellos van a estar esperándonos en casa, ¡qué más quisiera que regresar el tiempo y no soltarlos...!
Eduardo. – ¡Amor ven, cariño ven hermosa, lo siento...!
Alexa. – ¿Porque, por qué? ¡Maldita sea, Danny era muy joven con una vida llena de sueños y todo se lo arrebataron esos malditos hijos de puta...!
Clarisa. – Ven Camy llora... ¡Dios santo...!
Camila. – ¿Que vamos hacer Clarisa, que voy hacer sin mis padres, sin mi Danny? ¿Porque ellos porque...?
Eduardo. – ¡Sé que no es fácil amor, pero tienes que ser fuerte...!
Alexa. – ¡Maldita sea! ¿Cómo carajos me pides eso, como si tengo el alma hecha pedazos? ¡Si mi corazón se hace cachitos, no puedes pedirme eso no.…!
Andrés. – ¡Lo entendemos hija! pero hay que seguir ¡te juro por la memoria de tu padre, de mi compadre que voy a dar con esos malditos bastardos...!
Alexa. – ¡Me lo juras padrino... júramelo por lo que más quieras...!
Andrés. – Claro princesa...te juro que voy a dar con quien esté detrás de todo esto...
Alexa. – ¡Solo contamos contigo padrino, Haaa, Haaa...!
Eduardo. – ¿Que te ocurre amor... qué pasa?
Alexa. – ¡Estoy sangrando, me duele mucho mi amor, nuestro bebé...!
Eduardo. – ¡Dios mío no.…!
Clarisa. - ¡Un médico, ayuda...!
Camila. – ¡Hermanita...!
Andrés. ¡Tú ábreles paso... y llévalos algún hospital muévete...!
. – Si señor...
Eduardo. – ¡Amor tranquila todo va a estar bien...!
Alexa. – ¡Nada está bien... nunca más va a estar bien... me duele...!
Eduardo me cargo en sus brazos, mientras el chofer de mi padrino nos habría paso entre aquella multitud de medios y de curiosos, para llegar al hospital más cercano, tenía tanto miedo, podía sentir, como me escurría la sangre entre mi entrepierna, Camila me tomo de la mano en señal de que ahí estaba conmigo, junto con Clarisa que siempre había sido una hermana más para nosotros, y que ahora solo seriamos las tres no había más familia que nosotras, si una noche antes, no me hubiera llevado a Camila, hubiera corrido con la misma suerte.
La camioneta separo afuera del área de emergencias, Camila sin dudar, bajo corriendo para pedir ayuda, Eduardo me recostó sobre la camilla.
Los noticiarios no dejan de hablar de lo ocurrido, como el caso Miranda, una cifra más de todos los hechos de inseguridad e injusticia en el país., un México que sangraba ante tanta apatía de nuestros gobernantes, de nosotros mismos, que esperábamos que un tipejo como Manuel hiciera todo, tan solo un hombre senil del que nunca se debió esperar nada.
Ana. – ¡Niña, Clarisa dígame que nada es cierto! ¿Dónde están mis niñas...?
Toño. - ¿Podemos hacer algo...?
Clarisa. – ¡Nanita, Toño lamentablemente todo es cierto, Mercedes, Claudio y Daniel están muertos...!
Ana. – ¡Virgen santísima de Guadalupe...! ¿Porque mis señores, porque mi niño? ¡Viejo...!
Toño. – ¡Hay que ser fuertes mujer! ¿Y las muchachas como están...?
Clarisa. – ¡Están destrozadas...! Alexa se sintió mal están en urgencias en el hospital, Eduardo me pidió que regresara, para avisarles, hay que hacernos cargo de todo de preparar el funeral... no sé cuando nos vayan a entregar los cuerpos
Toño. – Aquí ya tenemos todo listo niña... será mejor que regrese con nosotros, ya es muy tarde para que regrese sola, imagino que le llevara ropa a las muchachas...
Ana. – Si niña será mejor que regrese con nosotros...mañana puede mandar por su auto...
Clarisa. – Vámonos entonces nos espera una noche muy larga...
. – ¿Familiares de Alexa Miranda...?
Eduardo. – ¡Soy su esposo, y su hermana..!. ¿doctor como esta mi mujer...?
. – Lo siento, no pudimos hacer nada por el bebé, lo perdió...
Eduardo. – ¡Dios nuestro bebé...!
Camila. – ¡No puede ser, Eduardo... no! ¿Podemos verla doctor?
. – Si, pero primero uno y luego el otro, aunque ahora está dormida, estaba muy alterada.
Eduardo. – Entra tu primero Camila en lo que recibo a Andrés...
Andrés. – ¿Y bien como esta mi ahijada...?
Eduardo. – ¿Cómo quieres que este...?
Andrés. – ¡Quieres bajar la voz, y medir el tono el que me estás hablando...!
Eduardo. – ¿Tu estas detrás de todo esto verdad...?
Andrés. – ¡Estamos Eduardo! Eres parte de la organización, ya se te olvido ¿porque te casaste con Alexa? ¡No me digas que de verdad estás enamorado...!
Eduardo. – ¡Con un maldito carajo! ¿Por qué Mercedes, porque Daniel...?
Andrés. – Claudio estaba muy cerca de nosotros, teníamos que actuar de forma inmediata, siempre existe un daño colateral, no podíamos arriesgarnos...
Eduardo. – ¿Daños colaterales, sabes hasta donde llegaron tus daños colaterales...? ¡Alexa perdió a nuestro hijo... tu sabes cuánto trabajo le costó embarazarse...!
Andrés. – ¡Vaya, vaya otro poco y casi logras conmoverme...!
Eduardo. – ¡Que poca madre tienes! tal vez si fuera tu hija si podrías conmoverte... ¡no ni así fuera Salma si no, no la hubieras dejado sin madre...!
Andrés. – ¡A mi hija, no la metas, ella nada tiene que ver en todo esto!!
Eduardo. – ¡Siempre existe la posibilidad de un daño colateral Andrés...!
Andrés. – ¡Ten cuidado donde pisas Eduardo...!
Eduardo. – ¡Era mi hijo, mi hijo...!
Andrés. – ¡Eso aún no era un hijo, era tan solo un ovulo fecundado! ya podrás tener más hijos con tu mujercita, este drama barato déjalo cuando estés con Alexa...
Eduardo. – ¡Solo espero que todo esto haya valido la pena para la organización...!
Andrés. – ¡Esto apenas empieza! Sergio y sus hombres voltearon la casa de Miranda al revés y no encontraron nada, tal vez Alexa sepa algo, tú debes averiguarlo con ella, es un peligro que esas pruebas anden rodando por ahí sabe dónde, pueden caer en manos equivocadas y lo que menos queremos es otro procurador muerto.
Eduardo. – ¿Y si no existen tales pruebas, si solo fue una estrategia de Claudio...?
Andrés. – No, de no existir esas pruebas Claudio no me habría dicho nada, me hubiera confiado que era parte de una estrategia...
Eduardo. – ¡Tal vez ya no confiaba tanto en ti, o tenía algo en tu contra!
Andrés. – De eso vas a encargarte, si Alexa sabe algo... perdón me está marcando, Manuelito, su pongo que quiere saber cómo están las cosas, deja le contesto, por cierto, mis hombres están resguardando entradas y salidas de este hospital para que la prensa no entre... deja atiendo a este imbécil...
Ana. – ¡Santo Cristo! ¿Pero qué paso aquí...?
Toño. – ¡No se muevan, voy a revisar...!
Clarisa. – ¡No Toño, puede ser peligroso, hay que llamar a la policía...!
Ana. – ¡Dios María se quedó! ¿Le habrán hecho algo...?
Toño. – ¡Dios empecemos por ahí, ustedes no se muevan...!
Clarisa. – Ya sé a quién voy a llamarle mejor... Toño no vayas a tocar nada... si Bueno Andrés... disculpa que te moleste, pero estando como están las cosas y para que no se dejen venir los medios aquí...
Andrés. – Hiciste muy bien en llamarme, que ocurre...
Clarisa. – Alguien se metió a la casa de, los Miranda, esta todo revuelto, como si hubieran estado buscando algo...
Andrés. – No te preocupes le llamo a Sergio... para que mande a sus hombres de confianza...
Toño. – ¡Niña, no hay rastro de María...!
Clarisa. – ¿Estás seguro Toño...?
Andrés. – ¿Que ocurre Clarisa...?
Clarisa. – Me comentan Ana y Toño que una de las muchachas de servicio se había quedado en casa al parecer estaba enferma, pero no hay rastros de ella...
Andrés. – ¿Como un testigo...?
Clarisa. – ¿Testigo, no te entiendo...?
Andrés. – ¡No toquen nada, ahora hablo con Sergio...!
Clarisa. – ¡Gracias Andrés...!
Ana. – ¿Viejo que está pasando? ¡Porque de pronto la desgracia cayó en esta casa...!
Toño. – ¡No lo sé vieja, no lo sé...!
Andrés. – ¿Me quieres explicar por qué carajos, no me dijiste que alguien estaba en la casa...?
Sergio. – ¡No sé de qué me estás hablando, no había nadie...! de haber encontrado a alguien habíamos tenido que matarla...
Andrés. – ¿Matarla y como sabes que tendrías que matarla y no matarlo...?
Sergio. – ¡Fue un decir, no había nadie en la casa, habrían encontrado no solo la casa revuelta si no un cadáver...!
Andrés. – ¡Más vale que sea así, por que debes estar consiente lo que implicaría un testigo! manda a tus hombres y que se hagan cargo, Manuel quiere respuestas, y la organización soluciones...
Sergio. – Supongo que esto no le ha gustado nada a Manuel...
Andrés. – ¡Me importa un carajo lo que al presidente le guste o no! hagámosle creer que en realidad él es el segundo mejor presidente que ha tenido el país, que siga creyendo que vive en el país de las maravillas...
Sergio. – ¿Y Beatriz no crees que nos de problemas...?
Andrés. – A ella lo único que le importa es seguir promoviendo su librito... ella no es un estorbo y de serlo, Manuel no sería el primer mandatario en quedar viudo... ahora encárgate de lo que quedo de los Miranda.
Camila. – ¡Eduardo Alexa despertó, pero no me atreví a decirle lo del bebé...!
Eduardo. – Ven dame un abrazo porque no sé cómo voy a darle la noticia a tu hermana, le costó tanto embarazarse...
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Updated 68 Episodes
Comments
Patty Molina
el Andrés, el esposo todos son unos malvados
2024-05-26
1
Martha Padilla
Pobres, ellas confían ciegamente en ese ambicioso de Andrés 😔😔😔
2024-05-13
1
Martha Gomez
Está rodeada de serpientes.
2024-05-03
2