Deslealtad...

Salma. – ¡Por supuesto Javier y yo nos contamos todo! ¡No sé cual sea lo grave de este asunto él es abogado…!

Andrés. – ¡Tienes que prohibirle que lo sea has que abandone ese caso…!

Salma. – ¿Estas bromeando verdad…?

Andrés. – ¿Crees que bromearía con esto…? ¡Necesito que se lo exijas, si es necesario dile que estas, celosa, no sé qué tengas que inventarle…!

Salma. – ¿Celosa yo de esa mujercita…? ¡Por Dios padre te estás volviendo loco! yo no puedo prohibirle nada, ni inventar semejante estupidez… no sé qué ocurre, pero si Javier no se mete en mi trabajo yo no me meto en el de él…

Andrés. – ¡Entiende no debe estar cerca de esa mujer…!

Salma. – ¿Porque te portas así, desde cuando dejo de ser tu princesa para ser solo esa mujer que ocurre papá?

Andrés. – ¡Puede ser peligroso…!

Salma. – ¡Nada de lo que me estás diciendo tiene sentido, no es la primera vez que Javier está al frente de un caso tan mediático como este…!

Andrés. – ¡Nunca te he pedido nada, por el bien de todos has que Javier se aleje de esa mujer…!

Salma. – ¡Lo siento papá, lamento no poder ayudarte, no sé qué pasa y por qué tu actitud tan rara con esa, y si eso es todo, con permiso tengo mucho trabajo…!

Alexa. – ¡Gracias por venir nana…!

Ana. – ¡Hija, no tienes por qué agradecerme! ¿Como estas? ¡Te veo más tranquila…!

Alexa. – ¡Lo estoy, me siento confiada con el licenciado Javier! ¿oye y de Clarissa no te ha llamado? dijo que iría a Paris…

Ana. -  ¿A Paris? No nos dijo nada, voy a ir a buscarla en su trabajo para ver si pueden darme el teléfono para marcarle… le marque a su departamento a su móvil, pero no me ha contestado…

Alexa. –  ¿Sabes quien vino a verme? ¡Jamás imagine que volvería a verlo…!

Ana. – ¿Entonces no solo el licenciado Javier te tiene contenta?

Alexa. – ¡Gabriel nana mi Gabriel… verlo me hizo recordar tantas cosas, me hizo sentir tan viva, el hecho de saber que no me ha olvidado de saber que siempre ha estado en mi corazón…!

Ana. – ¡Mi niña, pero considerando a que se dedica, no deberías ilusionarte, a parte estas, casada con Eduardo…!

Alexa. – ¡Nana Javier está tramitando mi divorcio, independientemente de Gabriel no puedo seguir con un hombre que no me ama, que si me amara no dudaría de mi…!

Ana. – ¡Mi niña, pero…!

Gabriel. – ¿Interrumpo…?

Alexa. – ¡Gabriel…!

Gabriel. – ¿Cómo has estado princesa, doña Ana como esta…?

Ana. – ¡Muchacho gracias por venir, le ha hecho mucho bien a mi niña…!

Gabriel. – ¡Usted siempre ha sido testigo de lo que ella siempre ha significado para mí…!

Alexa. – ¡Gabriel…!

Ana. – ¡Si muchacho lo sé, pero tienes que estar consciente de tu condición…!

Alexa. – ¿Que ocurre, cual condición…?

. – Princesita te están esperando tu abogado vino a verte…

No entendía la actitud de mi nana, ella siempre había sido nuestra alcahueta, siempre nos ayudó a que Gabriel y yo estuviéramos juntos, pero estaba tensa, preocupada, pero ya habría oportunidad de saber qué era eso que le preocupaba a mi querida nana. En ese momento fue una guardia para llevarme con Javier.

Gabriel. – ¿Que le preocupa Ana…?

Ana. – ¡Hijo si te busque fue para que la ayudaras…!

Gabriel. – ¡Y eso voy hacer, no tiene nada de qué preocuparse!

Ana. – ¿Tú sigues enamorado de ella, la estas enamorando? ¡Eso no está bien… y tú sabes porque… y no le has dicho quién eres realmente…!

Gabriel. – ¡No puedo olvidar quien soy se lo aseguro…!

Ana. – ¡Pues entonces se honesto con ella, dile quien eres, porque entre otras cosas ella está casada con Eduardo y no te olvides de tu señora madre…!

Gabriel. – ¡Se quién es mi madre se de sus alcances, pero ya no soy aquel chamaco al cual pueda manipular…!

Ana. – ¿Ella sabe que estas aquí, que has estado viendo a Alexa…?

Gabriel. – ¡No, y no se lo he dicho porque no busco su aprobación…!

Ana. – ¡Qué bueno que seas un hombre más seguro, que no necesites de su aprobación! pero considerando quien eres, tienes que decirle, no puedes ocultarle esto, no puedes olvidar quien eres, esconder lo que eres.

Gabriel. – ¡Sé que no puedo esconder quien soy, pero tan poco puedo esconder lo que siento, no puedo engañar a Dios! él sabe que nunca he pretendido engañarlo… ¡Él sabe que lo amo sobre todas las cosas, pero también sabe que la amo a ella que nunca la he dejado de amar!

Ana. – ¡Muchacho por favor…!

Gabriel. – ¡Estoy dispuesto a todo, doña Ana…!

Ana. – ¡Muchacho por Dios, estás dando por sentado que mi niña estará conforme con esto, que ella no volverá con su marido…!

Gabriel. – ¡Pues estoy dispuesto a dejarlo todo por ella, a todo por estar con ella…!

Ana. – Yo solo te pido que hables con ella, cuanto antes dile la verdad o tendré que decírsela yo… te dejo muchacho necesito ir a buscar a Clarissa…

Gabriel. -  Se lo prometo, yo me voy con usted puedo darle un aventón, tal vez Alexa tarde, vamos…

Alexa. – Licenciado…

Javier. – Dejemos los formalismos para otras personas, háblame de tu…

Alexa. – Este bien, Javier ¿cuánto más voy a estar aquí…?

Javier. -  Alexa tienes que estar consciente, que estamos en terrenos muy pantanosos, tu situación no es fácil, todo está en tu contra…

Alexa. – ¡Soy inocente…!

Javier. A mí no tienes que convencerme de ello, tenemos que demostrar que lo eres, por lo pronto van hacerte un nuevo examen toxicológico…

Alexa. – ¡Jamás, me he metido nada, nunca he fumado! pero soy alcohólica, estoy en un grupo aquí de AA, fue la única puerta que encontré cuando todo esto se me vino encima…

Javier. – Entiendo, no debe ser fácil haberte enfrentado a esa pérdida de esa manera, lo importante es demostrar, que el examen anterior, fue manipulado…

Alexa. – ¿ Lo crees…?

Javier. – No hay otra explicación, de igual manera, Donato se está encargando, de solicitar la exhumación de tu familia, todo esto lo estamos haciendo bajo la más absoluta discreción.

Alexa. – ¡Tengo miedo que vuelvan alterar ese resultado…!

Javier. – De eso me estoy encargando, por eso te pido, que no comentes nada con nadie no sabemos, con quienes nos estamos enfrentando.

Alexa. – ¡Gracias Javier…!

Javier. – Aun no me agradezcas, me imagino que el abogado anterior, no te informo de las declaraciones de Arturo Lorca…

Alexa. – No, a Camila le negaron el expediente… ¿Que tiene que ver el con todo esto…?

Javier. – Arturo Lorca asegura que él te entregaba la droga que tu distribuías en la universidad ,que el ultimo cargamento de droga que te entrego fue el 17 de octubre del 2019 en el Márquez de Sanmillán, donde no solo te entrego la droga si no te dio 2 millones dólares…

Alexa. – ¡Eso no puede ser… yo no lo conozco…! se están aprovechando de que yo frecuentaba ese lugar… eso es mentira…

Javier. – ¿Que estaba haciendo esa fecha, recuerdas…?

Alexa. – ¡El 17 de octubre del 2019…. Estábamos en Xcaret, festejando el cumpleaños de Eduardo…  debe haber un registro en sus archivos…!

Javier. – Perfecto yo me encargo, voy a pedir una copia de la factura…

Alexa. – Camila puede buscar en el despacho de papa, ahí en la casa debe estar esa factura… a parte en esa fecha… fue el, zafa ranchando entre Manuel y el hijo del chapo…

Javier. – Recuerdo que ese día lo amenazaron con irse en contra del pueblo si no lo liberaban. hubo bloqueos, incendiaron autos, incluso si no mal recuerdo había una foto de Lorca en uno de esos bloqueos, voy a buscar en los periódicos de ese día…

Alexa. – ¿Eso será suficiente, para salir de aquí…?

Javier. – ¡Sera contundente, voy a solicitar un careo con él! ¿Estás dispuesta…?

Alexa. – ¡Por supuesto! ¿Cuando…?

Javier. – Voy a solicitarlo en cuanto tenga la fecha vendré, te daré una lista con preguntas referente a sus declaraciones…  recuerda discreción ante todo…

Alexa. – Si no diré nada…

Clarissa. – ¿Ya tienes listo el libro…?

. – ¡Si falta que lo revises, espero que esta vez el señor Patricio le guste…!

Clarissa. – ¡Esa mujer es muy difícil, es como un poste, y Patricio insiste en hacerla la imagen de Velarde’s…

. – ¡Pues espero que no haya una quinta sesión, porque todo el equipo de producción no la soporta más…!

Clarissa. – ¡Pero eso no lo ve Patricio... espero que esta vez quede conforme…! Sino tendré que pedir la intervención de Valeria

. – Conforme, es muy exigente por algo hemos trabajado tanto en esto, pero la que tiene la última respuesta es Valeria…

Clarissa. – Pues espero le guste porque ya no va a poder seguir dándole largas a ella… esta con ella ahora verdad…

. – Si están viendo los portafolios, de la nueva colección, si le da luz verde entran al taller de costura y bueno después tú encargas de lo que viene…

Clarissa. – Espero que esta vez pueda conocer a la famosa Valeria Sanmillán, aún no sé cómo es que ella tiene el control absoluto de Velarde´s si el que tiene el apellido Velarde’s es Patricio.

. – Patricio era sobrino de Vanessa Velarde´s cuando ella murió todo paso a manos de su hija Susana Alcántara y un paquete de acciones a Patricio, pero esta nunca dejo que él se acercara… dicen que ella fusiono Velarde´s con la casa Millán, pero el dueño de esta última dejo un paquete de acciones a nombre de Valeria, cuando Susana falleció heredó todo a su único hijo… pero él la dejo cargo Valeria, porque él no sabe de moda, y ella invito a Patricio…  bueno Velarde´s sigue siendo el mayor grupo textil…

Clarissa. – ¡Vaya que es toda una historia… quieres ver quien toca quien sea dile que regrese después voy a ver Patricio y a conocer a Valeria…!

Eduardo. – ¿Podemos hablar…?

Clarissa. – ¡No, por favor vete… tengo mucho trabajo voy a una reunión…!

Eduardo. – ¡Es importante…!

Clarissa. – ¡Tienes 5 minutos, Mary podrías dejarnos solos…!

Eduardo. – ¿Porque te has estado escondiendo de mí? ¡Pensé que después de lo que paso entre nosotros…!

Clarissa. – ¡Por Dios no hay un nosotros… vete por favor esto es un error…!

Eduardo. – ¿De eso se trata verdad, que te ruegue…?

Clarissa. – ¡Vete por favor, no quiero verte…!

Eduardo. – ¡No puedes seguir mintiendo, sientes algo por mí, así como yo por ti, te gusta estar en mis brazos, me gusta sentir tu boca en mis labios…!

Clarissa. – ¡Quieres callarte, habíamos acordado en que no nos veríamos más!

Eduardo. – ¡Eso lo acordaste tú, yo jamás lo acepte, cariño dejarnos de ver no va a cambiar las cosas lo hecho, hecho esta…!

Clarissa. – ¡No te acerques… no suéltame…!

Eduardo. – ¿A que le tienes miedo…?

Clarissa. – ¿Todavía lo preguntas…?

Eduardo. – ¿Por qué tiemblas? ¡Ven, no te resistas...!

Justo en el momento en que los labios de Eduardo y Clarissa se volvieron a juntar, fue cuando la puerta que se había quedado entre abierta se abrió de golpe.

Ana. – ¡Dios mío… Eduardo… Clarissa…!

Eduardo. – ¡Nana… no es lo que estás pensando…!

Clarissa. – ¡Es un mal entendido… nana yo…!

Ana. – ¡Soy vieja no estúpida…! ¿Cómo se atrevieron… desde cuando se entienden ha…?

Clarissa. – ¡Nana te juro que…!

Eduardo. – ¡Quieres calmarte nana, deja de hacer este drama…!

Ana. – ¿Drama?  ¡No tienes madre Eduardo! ¿Cómo pudiste… Clarissa cómo pudiste?

Clarissa. – ¡Déjame explicarte…!

Eduardo. – ¡Por favor contrólate nana, no vuelvas abofetear a Clarissa… yo tengo la culpa dámela…. Si otra si te hace sentir bien vamos…!

Clarissa. – ¡Eduardo cállate… nana yo puedo explicarte…!

Ana. – ¡Que vas a explicarme Clarissa, los hechos hablan por sí solos, no entiendo cómo pudiste… ahora entiendo lo de tu viaje a Paris…!

Eduardo. – ¡Nana por favor…!

Ana. – ¡Por favor nana…!

Clarissa. – ¡Con un maldito carajo que te calles Eduardo…!

Eduardo. – ¡No voy a dejarte sola… con todo esto…!

Clarissa. – ¡Lárgate de una vez…!

Ana. – ¡Que, considerado con está, pero si fuiste capaz de dejar sola a mi niña…!

Eduardo. – ¡No es lo mismo nana, ella me aparto…!

Ana. – ¡Claro sigue justificando tu traición…!

Clarissa. – ¡Que te calles… y termina de largarte no quiero verte…!

Eduardo. – ¿Pero…?

Clarissa. – ¡Vete ya… nana déjame hablar contigo a solas!

Ana. – ¿Hablar…? ¿De que dé como te hiciste la amante de tu mejor amiga? ¿De tu hermana?

Clarissa. – ¡Perdóname me equivoque…!

Ana. – ¡Mi niña preocupada por ti, aun cuando está en medio de toda esta mierda y tu revolcándote con su marido…!

Clarissa. – ¡Te juro que nunca fue mi intención que…!

Ana. – ¡Claro… que tal si esa hubiera sido verdad…!

Clarissa. – ¡Nana por favor escúchame perdóname… no te vayas…!

Ana. – ¡Yo no soy quien debe perdonarte, yo ya no tengo nada que hacer aquí…!

Eduardo. – ¿Estás bien…?

Clarissa. – ¿Que haces ahí? ¡Te dije que te largaras que me dejaras en paz…!

Eduardo. – ¡Espere a que se fuera Ana para volver a verte, quiero que te quede claro que estamos juntos en esto!

Clarissa. – ¡No, Entiende tu y yo no estamos juntos, en esto ni de ninguna otra forma, no quiero verte… no me busques…!

Eduardo. – ¡Siento algo por ti… cuando hemos estado en la cama, sé que te gusta estar conmigo puedo ver tus ojos… tu y yo merecemos una oportunidad…!

Clarissa. – ¡Por Dios escúchate, no seas cínico, poco hombre deberías estar ocupándote de Alexa… y no hablar estupideces…!

Eduardo. – ¡Ya tiene un abogado, con el cual me mando la demanda de divorcio…!

Clarissa. – ¿Y así nada más vas a rendirte, donde esta eso de que ella era el amor de tu vida…?

Eduardo. – ¡No puedo obligarla a estar conmigo yo… no me cree…!

Clarissa. – ¡Está dolida por tus declaraciones, por tu actitud, deberías estar buscando la forma de recuperarla, y no aquí buscando una oportunidad, ¿Lo nuestro fue un acostón recuerdas…?

Eduardo. – ¡Clarissa… por favor…!

Clarissa. – ¡Mírame a los ojos dime que no la amas dime…!

Eduardo. – ¡No me hagas esto…!

Clarissa. – ¡Ni siquiera puedes mirarme a los ojos…! no quiero volver a verte, no quiero volver a saber nada absolutamente nada de ti, vete por favor si no tendré que llamarle a seguridad…

Eduardo. – ¡Me voy, pero no vas a deshacerte así de mi tan fácil, lo que siento por ti es auténtico…!

Clarissa. –  ¡No pierdas tu tiempo, porque no pienso ser tu amante…!

Toño. – ¿Pero vieja que te pasa por que vienes así…?

Ana. – ¿Donde esta Camila…?

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