Las Pruebas...

Andrés. – ¿Qué haces aquí...?

Sergio. – ¡Tenemos problemas y bastante serios...!

Andrés. – ¿De qué hablas...?

Sergio. – ¡Enciende la televisión está en las noticias, tu querido compadre...!

. – Señor procurador lleva muy poco en el cargo y parece que se está tomando muy en serio las cosas...

Claudio. – Por eso fue que acepte el cargo, se lo que es estar abajo, conozco muy bien la injusticia y la desigualdad, mi compromiso es con todos ustedes...

. – Son muchos los procuradores que lo preceden, y pocos han hecho el trabajo que usted viene realizando...

Claudio. – Bueno no estoy aquí para hablar de quien estuvo de tras de mí, como ciudadano, claro que tengo una opinión al respecto, como procurador estoy aquí para dar resultados para ocuparme del presente, porque el mañana ni siquiera existe...

. – Es inevitable señor, la historia ahí está, como olvidar al procurador Del Villar y su tan famosa paca, como olvidar... el caso Paulette a cargo de Bazbaz... 

Claudio. – Usted lo ha dicho bien señorita, ahí está la historia, y de eso que se encarguen los historiadores, Mi intención no es hablar de lo que se ha hecho, o lo que se ha dejado de hacer, mi intención es hacer justicia...  es por ello que estamos aquí para anunciar que esta mañana logramos la aprehensión de Arturo Lorca alias el general... es un gran avance el cual pensamos que con su captura podamos desmantelar una organización de tráfico de armas...

. – ¿El general está dispuesto a negociar señor procurador?

Claudio. – Haber logrado su captura es un gran a avance, yo personalmente voy a interrogarlo...  sabemos que detrás de ellos haya trata de blancas, y hay gente del gobierno involucrada...

. – ¡Eso suena bastante escandaloso señor Procurador! ¿Hay pruebas...?

Claudio. – Es por ello que ya se abrió una línea de investigación hay que recabar más pruebas...

. – Señor procurador se realizó una encuesta y de un cien por ciento de los entrevistados el 70% a firman que lo quieren como presidente...

Claudio. – Espero que esas encuestas no sean como las de Manuelito, con números alterados, Jajaja, es muy pronto para hablar, para considerar algo como eso, primero habría que convencer al 30 % restante...

Sergio. – ¿Te das cuenta, lo que esto implica...? dice recabar más pruebas...

Andrés. – ¡Con un maldito carajo! ¿Qué tanto debe de saber...? debemos actuar y rápido... antes de que mi compadre hable con el general...

Sergio. – ¡Eso va hacer imposible, la gente que lo custodia es...!

Andrés. – ¡Por Dios! ¿De qué me estás hablando? ¿No eres tú el secretario de seguridad?

Sergio. – ¡Claro que lo soy! ¿Qué pretendes que llegue y lo mate? te das cuenta lo que eso implica... sé que tenemos que actuar y rápido debemos ir con pies de plomo...

Andrés. - ¿Un accidente...?

Sergio. – No. ¡Un atentado directo contra el procurador Claudio Miranda, la gente del general en venganza por la captura de su líder lo mato...!  Podemos negociar con Lorca su libertad, siempre y cuando involucre a Miranda

Andrés. – ¡Suena bastante bien tu propuesta...!

Sergio. – Hay que hablar con él antes de cualquier cosa, hacerle saber que es lo que más le conviene

Andrés. – Encárgate de todo entonces, voy a ver que averiguo con Eduardo, y con mi querido compadre...

Clarisa. – ¡Todo está quedando maravilloso, esta increíble...!

Alexa. – Y no sabes lo mejor...

Clarisa. – Ya dime ¿qué ocurre...?

Alexa. – ¡Amiga por fin vas hacer tía...!

Clarisa. – ¡Dios es grande, no sabes el gusto que me da! sé cuánto has estado esperado este bebé, Eduardo debe estar loco de felicidad...

Alexa. – No, aun no sabe, pienso decírselo en la fiesta de aniversario...

Clarisa. – Bueno creo que se va a volver loco de felicidad...

Alexa. – Si. ¡Yo estoy vuelta loca!  Tú mejor que nadie sabe cuánto he buscado este embarazo

Clarisa. – Bueno no por nada somos las mejores amigas, hace cuánto nos conocemos...

Alexa. – Bastante pero no hagamos cuentas amiga, hagamos de cuenta que apenas ayer nos conocimos...

Clarisa. – Tienes razón estamos cerca de empezar a restar años...

    Estábamos a tan solo días de la fiesta de mi aniversario, las mismas horas que faltaban para que la avalancha arrasara con todo a su paso, aun no comprendo el significado de vivir, mi cabeza no logra entender para que vivir, si hay tanta maldad a nuestro alrededor, en que momento el hombre dejo de tenerle miedo a Dios, en qué momento lo que era luz era tan solo oscuridad.

Andrés. – ¿Dónde está mi compadre...?

Eduardo. – No debe tardar...

Andrés. – ¿Que has podido averiguar... qué clase de pruebas tiene o tan solo es una estrategia...?

Eduardo. – Tu mejor que nadie debería conocerlo, Claudio no es de los que habla por hablar, y no aquerido decirme nada...

Andrés. – ¡Con un maldito carajo! ¿Cómo es que no confía en ti? ¡Eres su yerno...!

Eduardo. – Le hice saber que podía confiar en mí, solo se limitó a decirme, que ante todo está la seguridad de su familia, ¿cómo era? Así... “Decirte algo es exponer a mi princesa, todo va a estar bien hijo, tu encárgate de cuidar a mi princesa esa debe ser tu única preocupación hacer feliz a mi hija...”

Andrés. – Hay compadre... si tan solo fueras más fácil...

Claudio. – ¿Fácil, a que te refieres con Fácil compadre...?

Andrés. – De encontrar compadre, ahora que eres procurador es muy difícil verte, vine a la procuraduría a ver lo de unos pendientes que tenemos con los vecinos por lo de unos emigrantes,  pasé a saludarte,  justo le decía tu yerno que si tan solo fueras más fácil...

Claudio. – Tuve que ir de emergencia a la hacienda, algunos pendientes que había que arreglar, no podía arriesgarme a que ese problemita arruine la fiesta de mis hijos...

Andrés. – Pues no debe ser un problemita, donde fuiste personalmente compadre...

Claudio. – Nada de cuidado compadre...

Andrés. – ¡Estoy preocupado por ti compadre, el secretario de seguridad me dijo que recibiste una amenaza...!

Claudio. – No soy un hombre que se deje amedrentar, tu mejor que nadie sabe cuántas veces me han amenazado...

Andrés. – Lo sé compadre, pero ahora eres el procurador de justicia y andas pisando terrenos muy pantanosos...

Claudio. – No te preocupes compadre, se dónde estoy pisando, estoy tomando mis precauciones...

Andrés. – Compadre estamos en el mismo barco, no estás solo, sabes que puedes contar conmigo... son tantos los años de conocernos...

Claudio. – Compadre no voy hablar de nada, hasta que no tenga todas las pruebas, y velo de esta manera es por tu seguridad, y cambiemos de tema mejor vayamos a la casa a comer... hijo anda vamos...

Eduardo. – Claro los alcanzo en el estacionamiento...

Andrés. – Acepto tu invitación, quiero darle un regalo a mi ahijada... compadre te veo preocupado, sé que no quieres hablar del tema, pero soy yo Andrés Verastegui, tu compadre...

Claudio. – Gracias, compadre solo puedo decirte que estoy de tras de algo verdaderamente gordo, es al parecer toda una organización, hay peces muy gordos del gobierno... gente involucrada que trabaja para ti... gente de la policía...

Andrés. – Eso siempre ha sido compadre, no debes de alarmarte, sabes que la corrupción es una hierba mala difícil de erradicar, la mayoría tiene un precio, pero si tienes algo deberías decirme, para limpiar la jefatura...  que es lo que realmente tienes

Claudio. – Tengo algunas pruebas ando de tras del tal Rey como se hace llamar, pero sé que él es uno de los cabecillas de esa organización.

Andrés. – ¿Quién carajos puede hacerse llamar el Rey? estas seguro que tus pistas son seguras, que no quieran solo desviar tu atención... yo puedo ayudarte a corroborar esa información, verificar que lo que tienes realmente te lleve a algo concreto.

Claudio. – Tú me conoces, no soy alguien que se deje llevar por suposiciones, soy un hombre de pasos firmes de hechos concretos, te puedo decir que ya inicie una investigación...

Andrés. – ¿Y de quien sospechas? De quien debemos cuidarnos.

Claudio. – Tu sabes que las cosas no funcionan así conmigo, ante la ley no puedes sustentar nada con sospechas, hay que tener pruebas suficientes para respaldar una acusación formal.

Andrés. – Lo sé, lo sé, solo que te veo tan abrumado que mi intención es ayudarte, tengo un lugar muy seguro el cual puede servirte para guardar esos documentos.

Claudio. – ¿Documentos? Yo no he dicho que tengo documentos...

Andrés. – Lo sé, supuse que son documentos si tienes algunas pruebas...

Claudio. – Son más que solo documentos, pero tranquilo compadre te aseguro que están en un lugar seguro, recuerda que no hay mejor escondite, que aquel que está a la vista de todos.

Andrés. – ¿Pero si ya tienes pruebas por que no actúas entonces? ellos...

Claudio. – Ellos caerán, de eso puedes estar seguro, yo voy por los peces gordos, voy por todo o nada...

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