Novia

-          ¿Por qué te reíste Mateo? – preguntó Andrea al quedarse solos

-          No creerás lo que está haciendo ese ricachón – bromeó dándole un beso en la boca, apenas la había tocado en este tiempo, no podían tener relaciones a menos que pusieran en peligro la vida del bebé, ella

lo miró – tu ex pretendiente tiene novia

-          Ha tenido cinco novias en este tiempo Mateo no es raro, el hombre tiene necesidades – explicó ella con calma, siempre estuvo consciente de los sentimientos de Sebastián sólo que lo ignoraba

-          No, esta vez es diferente – dijo Mateo – su “novia” es la oficial Granados

-          ¡Qué! – gritó Andrea, Mateo soltó la carcajada levantó una ceja

-          ¿Verdad que es extraño? – preguntó divertido

-          No lo puedo creer esa mujer te ha perseguido por diez años amor – Andrea siempre había estado al tanto de las noticias de la familia

-          Jajajaja al paso que vamos seremos como cuñados – Mateo le encontraba gracia al asunto, luego se puso serio – esa víbora merece la muerte – refiriéndose a la madre biológica de Luciano

-          Si – replicó Andrea – y nosotros nos encargaremos de eso – los únicos negocios ilegales que Mateo no manejaba era la trata de personas, ni mujeres, ni niños por lo que vivieron en el pasado.

Afuera en el comedor principal Esther había notado el estado mental de Luciano, el chico no le dijo nada, aseguró que al día siguiente le contaría al resto, Joel no abundó en el tema, su padre le había pedido vigilar al chico, temía que hiciera locuras. Entendió que fuera lo que sucedía era grave. Los otros en realidad no tenían mucho interés en la vida de Luciano así que se enfrascaron en sus luchas normales de adolescentes.

Esa noche Luciano hizo algo que no había hecho en todo ese tiempo, hackeo las contraseñas de Gene, el hombre ya lo había predicho así que al recibir la alarma sólo la monitoreó, esperando y escuchando para hablar con

Mateo.

-          Neto, amigo – llamó Luciano

-          ¡Hombre son las dos de la mañana! – gruñó Ernesto tras el auricular

-          Necesito tu ayuda – dijo Luciano con voz trémula, su amigo sabía que nunca le llamaría a menos que fuera necesario así que aguantó el mal humor

-          Dime – dijo solemnemente

-          Rodri, ¿está contigo? – Luciano sabía que como habían terminado su servicio militar hicieron un viaje juntos para celebrar, supuso estarían en el mismo cuarto, mientras hablaba el chico despertó al otro, se escuchó un gruñido una leve pelea y al final la ronca voz de Rodrigo

-          ¡Más vale que sea importante! – amenazó, a Rodrigo no le gustaba que alguien perturbara su sueño, de hecho no tenía relaciones sexuales por lo mismo, así que estaba de muy mal humor

-          Se trata de Regina – dijo Luciano, sus amigos al estar en el mismo instituto se enteraron que era su hermana menor, ambos se desperezaron, nadie más que ellos y la chica sabían que su relación era más que superficial, en realidad Luciano y ella desarrollaron una verdadera relación de hermanos en secreto, él adoraba a su hermanita, esto lo estaba destruyendo y necesitaba ayuda

-          Di hermano ¿qué necesitas? – dijo Rodrigo

-          Neto necesito que te contactes con ella, la van ayudar a salir de donde está, pero la conozco no les hará caso a menos que esté prevenida y sepa que van de mi parte, a ustedes los conoce, tengan cuidado, quienes están relacionados con esto son peligrosos – advirtió Luciano

-          Amigo después de lo que hemos pasado nosotros también, hablaré con papá cambiaré mis tarjetas a modo seguro y las de Rodri también, es bueno ser un genio en informática

-          Gracias amigos – agradeció Luciano

-          Somos hermanos – replicó Neto recordó cuando mamá Sandra les contó una historia de piratas donde había hermanos con juramento de sangre, ellos estuvieron tan impresionados que hicieron el mismo

juramento.

-          Además – Luciano agregó unas palabras más quedaron en comunicarse dos días después.

Los chicos llegaron al instituto y no tardaron en localizar a Regina con su grupo de amigas, esperaron a que estuviera sola y la llamaron para hablar en un lugar apartado, le explicaron la situación, le entregaron un teléfono celular, le indicaron una hora en la que Luciano se comunicaría con ella y finalmente se fueron.

Finalmente Regina frunció el ceño, no era tonta tenía que ver con los movimientos de su madre, debería estar prevenida. La chica desde los cinco años en que conoció a su hermano le tenía mucho afecto, al principio su madre le pidió que se acercara a él en secreto. Sin embargo, aunque ella sí se acercó jamás se lo dijo a su madre, con el tiempo el “amor” de su madre sólo dependía de si era capaz de relacionarse con Luciano, quería manipularlo.

La chica que adoraba a su madre estaba dispuesta e incluso Luciano se había dado cuenta de ello y le propuso que lo usara, en un punto hubiese sido como su madre, pero un día un chico de su salón que siempre la molestaba la acorraló, como si fuera un animalito tenían pequeñas navajas, ella comprendió que eran los culpables de las desapariciones de algunas de sus compañeras, justo cuando se había rendido en una de las partes más alejadas de la escuela, Luciano y sus amigos llegaron y se enfrentaron a los abusadores, eso fue cuatro años atrás, desde entonces se hicieron en verdad amigos-hermanos, confiaba en ese chico, los abusadores que en realidad habían

asesinado a una de sus víctimas y dejado en el hospital a otras tres fueron descubiertos una fuente “anónima” reveló sus mensajes los cuatro fueron acusados, pero la relación de Regina nunca se dio a conocer en las pruebas.

Cuando su madre la recogió por la tarde iba en esta limusina le dijo que conocería a alguien importante, irían a su casa, Regina apretó sus pequeñas manos en puños, asintió y su madre sonrió, no notó cuando su hija revolvió su mochila nerviosa, tomó su celular y otras cosas colocándolos en las bolsas de su falda, necesitaba mantener la calma, como su hermano le había enseñado.

El vehículo se detuvo después de entrar por una puerta muy custodiada, había hombres armados, comenzó a contarlos como le pidieron los amigos de Luciano, llevaba diez, después observó al mayordomo en la puerta, estaba segura que sabía defensa personal y las dos sirvientas que le sonrieron de modo significativo, la chica inició el modo de grabar de su celular, al atravesar las puertas se estremeció tenía mucho miedo, el hombre de la puerta

recogió la mochila de la chica y la enviaron lejos, ella se estremeció. En la sala observó al hombre sentado en el sillón, su madre le sonrió significativamente.

-          Horacio – dijo la mujer caminando sugerentemente, odiaba cuando su madre se comportaba de ese modo.

-          Lucía, estás tan bella como siempre – el hombre se dirigía con las palabras a la mujer, pero no separaba la vista de la niña frente a él, eso molestó a la mujer, Mónica entró con movimientos aún más sugerentes, Horacio era un hombre casi sexagenario que estaba un poco pasado de peso, las canas asomaban por la mayor parte de sus cabellos, pero lo que perturbó a Regina es que la miraba de manera incómoda, a pesar de tener a dos mujeres que competirían con modelos internacionales, él no le quitaba los ojos de encima, ella estaba nerviosa

-          Regina querida, espéranos en este salón – Lucía señaló el despacho de Horacio,

La joven se dejó conducir por su madre sin decir una sola palabra desde que llegó a esta residencia, sonrió cuando la dejaron en el despacho y encontró la computadora, de su bolsillo derecho sacó  una USB, la colocó en la computadora, como por arte de magia la computadora se inició y comenzó a generar una copia de seguridad en una cuenta en una nube, un programa que diseñaron Neto y Luciano. Necesitaba al menos diez minutos, sudaba

profusamente, mientras su teléfono configurado para respaldar sus grabaciones en la misma cuenta grababa la conversación del salón, lo dejó en uno de los respaldos de los sillones, eran movimientos arriesgados, pero no tenía ninguna otra opción. En ese momento en algún lugar de Mirra Luciano sonrió, recibió la notificación del uso de su virus, después de los diez minutos, la computadora se apagó, Regina retiró el USB y se sentó en una de las sillas. Mientras en la habitación contigua había gemidos y algunos jadeos, el trío disfrutaba de los placeres carnales, cuando terminaron la voz de Lucía resonó.

-          Yo puedo complacerte más que esa chiquilla – su respiración aún no se restablecía, Horacio soltó una carcajada

-          ¿Bromeas?, tú eres carne vieja, mientras que esa lindura es una copia joven de ti, puedo amoldarla a mis gustos y deseos – se relamió los labios – ya te pagué la mitad del dinero – la mujer apretó los puños, mientras forzaba una sonrisa a pesar de la humillación recibida

-          Cuando reciba la otra mitad te la entregaré – odiaba a esa niña, descubrió que no era hija de su amado Ramiro, si no del inútil de su ex marido, lo peor, Ramiro también así que la había arrojado lejos, cuando lo descubrió la echó sin miramientos, ella recurrió a Horacio y la consecuencia fue que ahora estaba en coma en un hospital, ella controlaba el grupo Almeda y lo había llevado a la ruina tres años habían pasado, toda esa información la tenía Horacio en su computadora

-          En una semana la traerás y en dos celebraremos la boda – Horacio apenas y podía esperar, de hecho si no tuviera un gran negocio la tendría desde esa semana, pero no tenía sentido acelerar las cosas, mientras se contentaba con gozar de la mujer, al pensar en su noche de bodas decidió volver a desahogarse, tomaría el vuelo a Usa donde cerraría un gran contrato de “mercancía” esta vez se trataba de diez niños y quince niñas entre los 5 y 14 años, las ganancias eran enormes, ya tenían destino, excepto una niña de diez años que iría a su cámara del placer. Se vistieron y la niña entró cuando le indicaron como si no hubiera escuchado nada, con mucho sigilo tomó su celular, aprovechó cuando la puerta se abrió dejando entrar al mayordomo que recibió las instrucciones de poner a dos escoltas a seguir a Regina a todos lados, ese fue el único momento donde no la miró el tipo.

Esa noche en su habitación puso la alarma de su celular, Luciano ya había escuchado la grabación y recorría los archivos copiados, revisó los planos de la mansión, las fechas de sus “entregas”, le mandó estos datos a su padre que de “buena gana” decidió alertar a la detective Granados personalmente que en vez de dar a conocer los datos a sus compañeros le pasó la información al jefe de Carbajal, ellos recibieron la orden de intervenir en Usa. La joven “novia” de Horacio después de acordar el plan de escape con su hermano se durmió a pierna suelta, mientras Luciano encontró una carpeta con la información de Regina, estaba a punto de borrar las fotos que ese enfermo tenía de su hermanita cuando un documento llamó su atención, ADN se titulaba, abrió el archivo donde su mente hizo explosión, se puso pálido y decidió acelerar las cosas, no podía esperar a que Mateo actuara. Envió un mensaje encriptado a Neto, que a su vez contactó a Rodrigo, el chico era hijo de un Almirante del ejército de Trana así que ambos chicos decidieron actuar de inmediato. Su servicio militar lo hicieron bajo la supervisión de este hombre, ellos a esas alturas competían con soldados experimentados.

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