El chico introvertido que entró en el instituto había cambiado de forma impresionante, ahora era uno de los chicos más populares acompañado por sus otros dos amigos, eran al igual que él hijos de personas destacadas aunado a sus apariencias excepcionales por lo que cada año Sandra comenzó a celebrar el cumpleaños de su hijo, claro que los invitados eran muy selectos como ambos celebraban sus cumpleaños este día los chicos atesoraban a su madre también, hasta que llegó este día.
Al cumplir quince años Luciano estaba más que feliz, sus hormonas estaban alborotadas y había conocido a una chica que le gustaba Karol, le había hablado tanto a Sandra de ella que decidió conocerla, le dijo que la invitara a casa, finalmente la chica de los sueños de Luciano había llegado, ese día era fin de semana así que Sebastián también estaba en casa, trabajando en sus asuntos pendientes en la oficina, tenía vidrios polarizados así que
nadie sabía que estaba ahí.
- ¿Entonces te gusta Luciano? – dijo Ana con malicia a la chica, sin embargo, a esta edad ya se había operado la nariz y los pómulos
- Obvio no, - dijo con voz un tanto nasal - me gusta Rodri, pero como sabe que le gusto a Luciano pues me pidió que le dé una oportunidad, le sacaré unos buenos regalos, quizá hasta algo más, digo está muy bueno y pues no sería el primero
- Rodri piensa que eres tan dulce - comentó Ana con envidia, estas dos estaban cortadas por la misma tijera, bien dicen los dichos
- Los hombres son idiotas – sonrió con suficiencia la chica, Sebastián la miró era una pelirroja del montón entrecerró los ojos con enfado, se levantó de su asiento, mientras caminaba intentando decidir cómo hablar con su hijo, escuchó la voz de Sandra llamándolos al comedor.
Lo que no se percató es que una persona más había escuchado, el chico rubio sonrió con malicia mirando su celular y apagando la grabadora del mismo, que bueno que tenía el más reciente. Odiaba a estas dos arpías cuando era niño amabas se aseguraron que él recibiera malos tratos y burlas, hasta que se hizo amigo de Luciano y Rodri, por lo que había estado esperando una mínima oportunidad.
En el comedor Luciano miraba a la chica bastante sonrojado, Rodri parecía contento con la escena, estaba feliz que su amigo tuviera una oportunidad con Karol, él no estropearía una amistad por una chica, Luciano la
vió primero, Ernesto por su parte, habló con Sandra pidiendo permiso de dar una sorpresa, ella obviamente aceptó; conectó su celular al sonido de la casa, a mitad de la comida el mayordomo hizo lo que el joven Ernesto pidió colocar la lista MP3 del celular, ahí la conversación entre las dos arpías se hizo presente.
Al principio nadie reconocía las voces en la grabación, las dos chicas se pusieron pálidas, Rodrigo y Luciano la miraron estupefactos, Sebastián se sorprendió por que jamás se percató de la presencia de la persona que grabó la conversación.
Mientras por su parte Sandra se puso roja de ira al escuchar el desprecio en las palabras de la casi niña frente a ella, recordó a la adolescente que años atrás le pateara el abdomen, y se dió cuenta que existían este tipo de mujeres interesadas. de inmediato mandó sacar a las dos mocosas. Si pensaban que el asunto terminaría ahí obviamente estaban equivocadas, con una cuenta falsa Ernesto publicó el audio y la fotografía de ambas en el chat de la escuela, donde una cantidad impresionante de chicos confesó haber regalado, bolsos, zapatos, perfumes, lo que más sorprendió fue el chico que pagó la cirugía de senos.
- Ernesto ¿esta era la sorpresa, verdad? – preguntó Sandra sólo para comprobar lo que ya sabía, el chico asintió, Sebastián aún no podía creerlo – bueno el hijo de un buen informático tendría que saber algo
- ¿Y bien ustedes dos que opinan? - el magnate miró a los dos amigos
- Mamá yo, creía en Karol ella era tan dulce y bonita - replicó Luciano aún le costaba asimilar lo que escuchó
- Pensé que Luciano se merecía a una chica tan dulce como ella, a mí no me gustaba - afirmó Rodrigo, enojado hasta la médula por lo ocurrido, hijo de militar estaba acostumbrado a tener una moral demasiado alta y ella acababa de colocarse en lo más bajo de su escala
- Bien, manténganse alejados de las chicas, si conocen a alguna me la presentan primero – solicitó la mujer, en realidad ella como la madre de esos tres porque las mamás de los otros dos siempre les ponían niñeras diferentes, así que para los tres ella era en verdad su madre
- Sí mamá - dijeron los tres al mismo tiempo en una especie de promesa solemne
- Ninguna chica nos separará – dijo Luciano y los otros dos juraron con la misma emoción ella sólo movió los ojos en blanco, Sebastián se dio cuenta de cuánto hacia esta mujer por esos tres chicos y cuán poco había avanzado él con ella
Había intentado tener novias durante esos ocho años porque no esperaba estar solo el resto de sus días, sin embargo, algunas eran unas arribistas, otras interesadas, algunas intentaron dejarle niños que no eran suyos y la última fue una acosadora que casi mata a Luciano, el amor para Sebastián Iturbide no era un capítulo fácil, sólo había una mujer constante en su vida y esa era Sandra a la que conocía tan poco como el día que se mudó allí, podía notar cosas en su hijo.
Sabía defenderse, eso les enseñó a los tres chicos, pero había intuido que su hijo había estado hackeando algunas cuentas de la compañía, no hacía nada un día él mismo siguió su rastro y encontró intrusiones en bancos, universidades, aerolíneas, nada grave, sólo lo hacía y ya, intuía que Sandra tenía que ver junto con Ernesto, además encontró que un 25% de las empresas Almeda pertenecían a una socia llamada Andrea Cazar, de la que nadie sabía nada, pero que un mafioso de Mirra tenía monitoreando cuando Sebastián vio el nombre del hombre palideció Mateo Terranova comprendió algunas cosas, si este era el Mateo de Sandra y ella era en realidad Andrea estarían en problemas, a partir de ese día redobló la seguridad de ambos y comenzó a prestar más atención a Mirra, especialmente a los negocios de Mateo.
Pronto se dio cuenta que Andrea Cazar era dueña de una gran cantidad de acciones, algunas de sus propias empresas no demasiado, el cinco o diez por ciento, sólo en Almeda tenía un porcentaje tan alto, siguiendo el rastro del dinero llegaban a una cuenta bancaria y de ahí se transferían a la de Sandra y luego el rastro cambiaba de nuevo a otras seis cuentas con nombres de mujeres diferentes, para ese momento Sebastián sabía que le sería imposible separar a Luciano de ella y si la mujer era quien creía podría hacer de sus vidas un infierno si lo deseaba así que se preparó para hacer frente a varias contingencias, comenzó creando nexos más fuertes con diferentes mafias y fortaleciendo a sus hombres de seguridad.
Finalmente, Sebastián se levantó de su silla, las hamburguesas tan condimentadas que hacía el chef le revolvían el estómago, tomó un antiácido y se fue a dormir. Después de que llegó Sandra y el primer año de su llegada se perdió la celebración de cumpleaños, jamás volvió a faltar, él mismo no sabía si era por el cumpleaños de su propio hijjo o porque era el único día en que ella aceptaba sus regalos.
Los abuelos de Luciano le adoraban no era el único nieto, pero si el mayor, por su parte Sebastián no era apegado a sus hermanos así que no convivían juntos les llevaba muchos años y él multiplicó sus ingresos, sin embargo, cuando Luciano cumplió diecisiete años su prima Olga le invitó a su fiesta de quince y el chico debía asistir, ahí Luciano se reencontró con su antiguo amigo Alejandro, que tenía un aura de chico malo que encantaba a las chicas así que Luciano deslumbrado comenzó a tener contacto con él de nuevo, poco a poco Alejandro fue influenciando el carácter de Luciano y su estado de ánimo sin que nadie se diera cuenta.
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