La misma figura

—estas agotando mi paciencia— confiesa Verro.

—sera como yo diga, cuando yo diga— muerde Giada su labio inferior, y Verro intento besarla, pero ella hace su cabeza hacia atrás

—algun día serás mía

—algun día... Muy lejano ¿Nos vamos?

Giada se baja, pero Verro no la quiere soltar.

—vamos, quiero conocer todas las cabezas de la mafia.

—¡Jefa es la oportunidad que necesitamos! Si llegan a estar todos los que tenemos en la lista ¿Me indica proceder?

—sabes que si... Quizás muy pronto puedas tener el gusto de tenerme en tu cama— se apresura a decir, para responder disimuladamente a la pregunta de Bianca

—¡Atención equipo! Posiblemente sea nuestra oportunidad, repito, estar atentos al aviso del jefe— informa Bianca a través de la radio .

Giada y Verro salen de la mansión, y caminan hacia la camioneta lujosa de Verro.

Bartho al ver a Giada, inmediatamente frunce el ceño. —si la mirada matará, hace rato estuviera muerta— le susurra ella al oído, lo cual causo más colera en Bartho

Al subir al auto, Giada mira a su alrededor.

—tienes mucha seguridad— habló cruzando sus piernas

—nunca se sabe, siempre hay que estar en alerta

Varro, saca un diminutivo estuche color negro, y hay está la chapa del diente de oro, él agarra y se lo coloca, por lo que Giada siente un escalofrío recorrer su cuerpo.

Lastimosamente, la viva imagen de su prometido, se le viene en mente. —¿En qué piensas?— Stephen la mira detenidamente

—¿Ahora debo decirte mis pensamientos?

—te has puesto extraña al ver el diente de oro

—no entiendo para que te lo colocas, te ves espantoso con él— fija ella su mirada por la ventana

Stephen se ríe por lo bajo. —lo se, y no es de mi gusto, pero no tengo opción

—¿Por qué? ¿Acaso es una fachada? Me parece ridículo

—no preguntes tanto, nena, más bien, porque no me das un besito— se acerca, pero Giada, es increíble, la mujer saca una navaja de su chaqueta y se la coloca en el cuello

Bartho mira por el retrovisor.

—¿Acaso quieres problemas?— pregunta Varro, pero cuando Giada Santoni contempla su sonrisa, y ve ese maldito diente de oro, presiona un poco más su navaja

Giada mira a Bartho y puede ver como agarra el arma, ella tuvo que calmarse, como le dice su jefe, no mezclar lo personal con el trabajo.

Lo único que se le pasó por la mente, fue pasar su lengua sobre los labios de Varro, el cual no lo pudo aguantar, su amiguito reacciona a ella.

La besa a la fuerza, ella muerde el labio inferior de Stephen al verlo muy aferrado a besarla, y de la manera en como ingreso su lengua en ella y hace magia.

Giada lo empuja fuertemente. —cuida tu maldita lengua, o te la corto— la respiración de Giada es pausada.

—admite que te gusto— se acomoda Stephen el cabello, así despeinado se ve más guapo

—para nada, solo tengo consideración de ti

Ella vuelve a fijar su mirada en la carretera y para su sorpresa, están ingresando por una vía montañosa.

Pero Giada cae en cuenta, y es que, en está zona, ella junto a su escuadrón, habían intervenido un cargamento, entonces no comprende como carajos, ellos vuelven a ese lugar, algo no está bien.

—aqui será la reunión, te voy a presentar con los míos, pero te sugiero que no te separes de mi, porque ellos ven a una mujer bonita y se la quieren coger, así que... Para evitar una tragedia, te voy a presentar como mi mujer

—puedo defenderme sola, no necesito tu caridad— Giada guarda la navaja

Stephen no le responde nada, aunque se disgustó, Giada no sabe lo que le espera.

Bartho se estaciona y todos los hombres de Varro se bajan para proteger al jefe. Stephen se baja y luego extiende su mano, para ayudar a bajar a Giada, pero ella se baja sola.

Él tensa su mandíbula, pero piensa hacerle pagar todo a Giada.

Ella mira a los hombres que están sentados bebiendo trago, y en el centro de mesa, droga y tabacos.

—¿Son todos ellos?— pregunta Giada, dándole entender a Bianca que han llegado

—si, bienvenida— le responde con arrogancia Stephen

Y camina dejándola a ella, atrás. —ocho— susurra Giada

—¡Jefe son todos los que hemos estado buscando!

Giada continua su camino, y todos los hombres se colocan de pie. —¿nos ha traído carne fresca, Verro?— pregunta un hombre, cuya voz es mexicana

—aqui no soy presa de nadie, solo vengo a unirme a ustedes— Giada mantiene una postura firme

Todos los hombres se ríen y luego ella les sigue la cuerda. Pero de un momento a otro Giada deja de sonreír, y camina cerca de los hombres, dónde pueden admirar su belleza, cosa que le molesta a Stephen.

—se nota lo inútiles que son— habló Giada cortándole la sonrisa a los hombres

—¿Quién es esta mujerzuela? ¿Acaso no sabe que somos los más grandes de italia?— habló un italiano con arrogancia

—¿Acaso quieres qué llore por eso? Puede ser el mismísimo presidente, yo habló como se me da la puta gana ¿Entendido?— lo fulmina Giada con la mirada

—a está puta yo la mató— fue a sacar el arma el italiano

Por los momentos, Stephen no ha dicho nada.

—¡Jefe, el director quiere proceder, le dije que usted no nos ha dado la señal!— informa Bianca con preocupación

—No.— responde Giada a Bianca, pero continúa para disimular —No pienso dejarme, cuando tú ibas yo venía, así que, no creo que te quieras enfrentar a mí

Stephen sonríe, le atrae que ella sea maliciosa, aunque está molesto.

Pero un Ferrari, color dorado llega, por lo que Stephen se acerca a Giada y la agarra de la cintura.

—fue suficiente mi amor, a mis amigos ya les quedó claro que no se pueden meter contigo

—Wey, hubieras dicho desde un principio que es la mujer tuya, aquí todos la íbamos a matar, sabes que no permitimos que una mujer tome el mando— habló el mexicano

Giada se intentó soltar disimuladamente de Stephen. —llego el jefe— Susurra uno de los hombres.

—¿El jefe?— susurra Giada, se supone que Verro es el jefe

—¡Jefe, responda, ya van las unidades para allá!— Bianca está con su corazón agitado

Pero más lo está Giada, al ver el hombre que baja del Ferrari, es la misma figura de Stephen Verro.

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Mis queridas lectoras, espero que les haya gustado está maratón, recuerden que todos los viernes será, nuestro viernes del cisne negro.

Recuerden que si desean mataron el lunes, apoyen amores, que suban esos regalos para estar en una buena posición, y de igual menera los votos el día domingo, recorden que somos un equipo, que ustedes dan yo también 💜 así que apoyen para que el fin de semana nos posicionesmos en el tercer lugar del ranking en regalos y todos, y tendrás una maravillosa maratón

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