LUNA FLORES
Después de la mala noche que tuve, me alisté para ir al trabajo. Tenía unas ojeras tan espantosas, pero no quería tener a Adrián en la casa donde alquilaba el cuarto. Esta vez no fui caminando como lo solía hacer. Tomé el autobús del transporte público.
— ¡Hola!— un chico muy guapo me saludó.
—¡Hola!
— Tú eres Luna, la secretaría del CEO Santander.
— ¿Tú como sabes eso de mí?— la verdad eso me sorprendió.
— Trabajo ahí mismo, el día que me contrataron, a ti te también te contrataron.
— Ah ya. Pensé otra cosa. Mil disculpas. ¿Usted como se llama?
— ¿Usted? No me digas Usted. Soy Larry.
— Okey. Larry.
Larry es tan agradable. Nuestro tema de conversación fue tan diverso. Bajamos en la parada de próxima a la empresa.
— Nos vemos Luna— Larry sonrió.
Él se fue a su área de trabajo. Yo caminé hasta el ascensor. Tenía a Adrián viéndome fijo.
— ¿Ese es amigo tuyo?— tenía un gesto de poco amigos en la cara.
— No. Lo acabo de conocer. Es muy agradable por cierto.
Adrián solo levantó las cejas y meneó la cabeza de arriba a abajo. Llegamos a su oficina. Mi escritorio estaba fuera. Él entró y no dirigió ni una palabra más. Al rato salió Albert de su oficina, él fue quien me dijo que iba a hacer.
La mañana pasó tranquila. Al medio día salí a almorzar. Lo que no me esperaba es que Larry me estaba esperando.
— Hola de nuevo. ¿Almorzamos juntos?
— Sí. Está bien — sonreí.
Llegando al comedor de la empresa. Adrián me llamó.
—¿Puedes venir a mi oficina inmediatamente? Algo no está bien.— Su voz sonaba molesta.
— Estoy en mi hora de mi lunch. Cuando termine de almorzar voy.
— Dije que vengas inmediatamente— le colgué la llamada.
Larry me miró.
— Siéntate. Yo te traigo tu almuerzo.
— Tengo que regresar a la oficina. En otro momento almorzamos.
Me encaminé a la oficina de Adrián. Toqué la puerta y entré.
— ¿En qué puedo ayudarle?
— Siéntate. YA TE DIGO QUE VAS A HACER.
Me senté en el sillón. Adrián me dio un almuerzo.
— Almorcemos.
—¿Esto es lo urgente?
— Sí. Desde hoy todos los días, almorzarás conmigo.
— ¿Y si me niego?
— No puedes negarte. Te voy a decir algo. Ya sabes que soy un hombre lobo, y tú eres mi mate, eso quiere decir, que eres mía. No te quiero ver cerca de ningún hombre. Entendido.
— ¿Tu mate? ¿Tuya? ¿Quién diablos te crees para decidir sobre mí?
— Eso lo decidió la diosa Luna. Eres mi destinada. Yo te amo.
Me tiré una carcajada.
— No te he dado ningún derecho sobre mí. No puedes decidir por mí.
Adrián se arrodilló frente mío.
— ¿No te gusto ni un poco? No quiero forzarte, pero yo sin mi mate no podré vivir. Tú eres mi otra mitad. Si me rechazas moriré lentamente de tristeza. Es la única vez que diré esto. ¿Quieres ser mi mate? ¿Aceptas este amor sincero? Desde hace años en la universidad yo sabía que tú eras mi mate y las cosas se salieron de control con Ana, pero ella ya no es obstáculo.
Me quedé viéndolo fijos a sus ojos.
— No sé qué decir. Hace rato parecías molesto y ahora que acepte tu amor. Esto es ridículo.
— Estoy Celoso. Celoso que le sonrías a otro, pero estoy en un punto que no puedo controlar estas ganas inmensas de marcarte, de hacer el amor. No sabe lo difícil que es. Y no quiero que te sientas ofendida.
Tomé la cuchara y di el primer bocado. Adrián se levantó y tomó su almuerzo. Él se había expuesto conmigo y era la primera vez hacia eso. En la universidad él me gustaba, fue como mi primer amor. Le tenía miedo a él y a Ana. Después de unos diez minutos de silencio le dije:
— Adrián— En cuanto él escuchó su nombre me miró inmediatamente— ¿Estás seguro de que yo soy tu mate?
— Sí— Adrián sonrió.
— Realmente si te rechazo, ¿tú morirás?, o solo me dices esto para que acepte.
— Esa es la verdad.
— En la universidad me gustabas, pero ahora...— Adrián puso su dedo índice en mis labios.
— Shiiiii, no termines esa frase. Siento como que me vas a rechazar— Su mirada se entristeció y ver esa cara con esa expresión me hizo sentir triste.
— Terminemos de comer— le sonreí.
¿Qué diablos siento ahora por él? Siempre te mantuve en mi mente, pero no sé si siempre en mi corazón. ¿Me ama? ¿Por qué estoy dudando? ¿Acepto ser su pareja?
— Dame tiempo para pensarlo, Adrián— lo vi a sus ojos— Aún tengo algo por resolver y mucho que pensar.
Adrián puso un gesto dulce. Tomó mi mano. Esta vez, no me disgustó, tal ves, porque él había expuesto su corazón conmigo.
— Perdóname, si fui brusco, aún pierdo el control con Aiden.
—¿Aiden?
— Así se llama mi lobo.
Llevé mi mano a mi frente y lo vi de reojos. Revisé mi reloj.
— Ya es hora de volver a mi puesto. Muchas gracias por el almuerzo.
Me levanté del sillón, llevé el plato a la cocina. Solo sentí como por detrás, él rodeaba mi cintura con sus brazos y ponía su frente en mi hombro.
— Luna, realmente te amo.
No dije nada, solo lo dejé ser. Me volteé.
— Al inicio te tuve miedo, miedo porque no sabía si me harías daño. Cuando uno no conoce sobre algo, es normal tener miedo. Únicamente voy a decir que ya no te tengo miedo, ni temor.
Él acercó a mis labios y me dio un beso tierno, esta vez era distinto. No era un beso forzado, cerré mis ojos y respondí a ese beso. Él me abrazó.
El momento se vio interrumpido cuando Albert su asistente, entró sin tocar la puerta. Yo empujé a Adrián.
— Perdón, ya me retiro. Pensé que solo estaba usted. Pero está con su mate, con nuestra luna— Albert salió casi corriendo.
—¿Nuestra luna?— Le pregunté.
— Albert, es mi hombre lobo beta. Cuando un alfa consigue su mate, se vuelve en la luna de la manada.
— Esto es nuevo para mí. Solo pido paciencia. Me voy a mi puesto.
Salí un poco apenada. Albert estaba afuera. En cuanto salí, él entró.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 52 Episodes
Comments
Erica Godoy Silva
creo que puede haber 2 opciones... o Larry es hada y está para proteger Luna o es enemigo y está para vigilar la
2024-12-17
1
Soraida Gomez
JAJAJA JAJAJA ESE BETA ES INDISCRETO
2024-12-17
0
Karime
Ok es un comienzo vez que fácil adrian hablando con cariño calmados sinceros se solucionan las cosas ahora luna dile también lo que el desconoce de ti
2025-01-06
2