CÁSATE CONMIGO

LUNA FLORES

Abrí mis ojos y lo primero que vi fue a Adrián.

— Por fin despertaste— Adrián me abrazó.

— Siento ganas de vomitar y siento que mi cabeza da vueltas.

— Ya te contaré lo que te pasó, por los momentos, ¿quieres algo de tomar?

— No quiero nada. Solo descansar.

— Albert y Lorem están aquí. Ellos nos acompañarán en todo momento.

— Está bien. Gracias por todo Adrián. Solo una pregunta, ¿nos acompañarán hasta cuando hagamos el amor o como será ese acompañamiento?

— En eso no, como sé te ocurre. Ellos estarán en su cuarto, yo decía en la empresa o cuando salgamos. En nuestra intimidad solo seremos tú y yo. ¿Acaso quieres que ellos duerman con nosotros?

— Obvio que no quiero eso. Podemos descansar, por favor.

Adrián se acostó a mi lado. Yo puse mi cabeza en su hombro, él acariciaba mis cabellos. Quedé dormida.

A la mañana siguiente, Adrián no estaba en la cama. Me levanté y fui a la cocina. Ahí estaba Adrián con Albert y Lorem.

— Siéntate, preparamos el desayuno.

— ¿Por qué este pan está quemado?

— Es tostado.

— Okay. Bueno, valoro su esfuerzo. Siéntense y comamos juntos.

Ellos me sirvieron una taza de frutas picadas, una taza de café y dos panes tostado. La verdad, ese desayuno se veía desastroso.

Terminamos de desayunar. Nos alistamos para ir al trabajo. Albert y Lorem parecían nuestros guardaespaldas. Al entrar a la empresa, Adrián tomó mi mano. Algunas empleadas hacían murmuraciones.

— Adrián.

— No soltaré tu mano, ni me digas nada. En la cena de la fiesta, te anunciaré como mi esposa. Así que acostúmbrate.

— ¿Esposa?— lo vi media incrédula, ya que había creído que ese tema estaba olvidado para él.

— Sí. En la presentación que tuviste con la manada, esa era como nuestra boda, pero si quieres una boda como humana, también te la daré. Ya le dije a Albert que preparé una ceremonia sencilla para este fin de semana. Ya no cabe duda. Tú serás mía como esposa ante la ley de los humanos, por designios de la diosa Luna y por todas las formas y manera que desees.

Llegamos al ascensor. Albert y Lorem iban unos pasos atrás.

— Chicos, quiero decirle algo a Luna, sin que ustedes escuchen. ¿Pueden ir en el otro ascensor?

Ellos solo sonrieron y asintieron.

Cuando el ascensor se cerró. Adrián tomó mi mano y puso una sortija en mi dedo.

— Cásate conmigo mi bella hada.

Sonreí y lo besé.

— Acepto casarme contigo mi Alfa exótico.

— ¿Y si no vamos a la oficina y nos regresamos a la casa?

Entendí todo. Teníamos dos días sin tener sexo y a Adrián parece querer, esa mirada de él me decía todo.

— ¿Y si mejor tenemos sexo en la oficina? — Subí mi ceja.

— Mi hada pervertida.

Llegamos al piso donde estaba la oficina de Adrián. Albert y Lorem ya estaban ahí esperando.

— Chicos, quiero que vayan a supervisar cada área de la empresa. Ayer con lo de Luna sentí un olor a vampiro aquí en la empresa. Y no le quiten el ojo a Larry. Él es mi principal sospechoso.

— Sí— Ellos salieron.

— Misión cumplida.

— ¿Qué tiene que ver Larry con lo que me pasó ayer?

— No vamos a hablar de eso ahora, quiero tener mi espacio de intimidad contigo. Siento que no puedo más— Él cerró la puerta con seguro.

— Pero quiero saber.

Él acercó a besarme.

— Te contaré después.

Adrián apartó todas las cosas de su escritorio. Me levantó de la cintura como que tal fuese una pluma y me puso en su escritorio. Nos besamos. Cada beso era más intenso. Terminamos haciendo el amor un par de veces. Ver el cuerpo tan atlético de Adrián me provocaba devorarlo con mis labios una vez más. Él estaba sentado en el sofá desnudo y yo arrodillada ante toda su humanidad, besaba sus pectorales con pequeños mordiscos.

— Eres hermosa— Adrián acarició mis mejillas y se acercó para besarme con un beso con pasión.— Sí vieras que hermosas te ves desnuda y en tu forma de hada.

Me senté en sus piernas viendo sus ojos.

— Te amo Adrián.

Ahí estaba desnuda en mi versión mágica, encima de él. Comiendo sus labios. Adrián llevó su cabeza hacían atrás, cerró sus ojos y mordió sus labios para que no saliera ningún sonido de su boca. E igual hice yo. Terminamos abrazado.

— Te amo Luna— susurró en mi oído.

Nuestro momento se vio interrumpido cuando golpearon la puerta. Me quité de encima de Adrián y empecé a recoger mi ropa que estaba en el piso.

— Cálmate Luna. Igual no voy a abrir, que esperen, tú no has regresado a tu forma humana, mira tus alas, tus cabellos.

— Me voy a vestir al baño. Atiende.

Cogí todo y entré al baño. Adrián se vistió rápido.

— Larry. ¡Qué sorpresa!

— Así es. Pero venía a buscar a Luna, y creí que estaba aquí.

— Vienes a buscar a Luna. Tengo curiosidad, ¿por qué la buscas?

— Es algo personal. Dado que no está, me voy.

Cada vez Larry es más atrevido. Me imagino que Adrián debe estar molesto. Salí del baño cuando escuché que la puerta se cerró.

— Tiene huevos para venir a buscarte. Ayer que te desmayaste, tenías una letra en tu brazo y lo traté de quitar pero no pude. Albert llevó una médica que es mitad bruja y ella dijo que eso era para inhibir tu poder de hada. Y el único con el que tuviste contacto fue con él. ¿O hay alguien más que te pudo haber tocado?

— Solo él. ¿Será que él sabe lo que soy?

Si lo pienso, él me tocó mi brazo y después de eso, sentí sueño.

— Sí fue él, su final está cerca, pero tendrá que decirme quien lo envió.

— Crees que sea enviado por Ana. Esa maldita me esta hartando.

Adrián y yo nos abrazamos.

— Nos falta poco para regresar con la manada. Un mes más y creo que tendremos un poco de tranquilidad.

Jamás en vida me había sentido tan protegida. Él es único. Ahora me doy cuenta que para cada ser hay un destinado o destinada.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***