Cap.8
Lira
No me hace gracia haber tenido que volver, mucho menos pasar la noche aquí, y si me pongo a pensar, Bruno se puso tenso después del incidente con el animal que chocamos en el camino, no dijo nada más y su semblante que de por si es estoico ahora era mucho más marcado.
La lluvia no para, no da tregua, el viento es violento y azota las copas de los arboles que rodean la casa, trato de estar en calma para no asustar a mis niños, por lo que tener a la pequeña Valentina en mis brazos haciendo ruidos y gritando alegre frente a las caras y locuras que hace Camilo solo para verla sonreír me mantiene en calma. Eso hasta que un grito crispó los nervios de la pequeña en mis brazos.
—¿Qué haces tu con mi hija? ¿por qué sigues en mi casa? — cuestionó de manera prepotente la esposa de Lucas, la Luna de la manada.
Mi puse de pie y Camilo se paró a mi lado, junto a Alelí y Julieta de quien siento no está de muy buen humor a causa del aura oscura de la mujer frente a nosotros.
—Lucas la dejó con nosotros, el salió junto a Bruno a ver el vehículo chocado— respondo con toda la calma que puedo.
—Para ustedes es el Alfa, no están a su altura no lo pueden llamar por su nombre —
La mujer se acercó fúrica hacia mi y tomó a Valentina de mis manos de un tirón y logró poner de muy mal humor a la cachorrita quien hace unos minutos solo era risas y felicidad.
—No te quiero cerca de mi hija — gritó con desenfreno
En el momento en que pretendía contestar Lucas entró con el ceño fruncido, ¿Cómo no lo iba a hacer si la Luna grita como si fuera una loca desquiciada?
—¿Se puede saber por qué los gritos? — inquirió Lucas
—Esta mujer hizo llorar a nuestra pequeña— chilló
Miré hacia Julieta quien está a punto de saltar sobre la mujer, ¿es en serio? esta mujer es una loca, la miro y veo como lágrimas de cocodrilo comienzan a resbalar por sus mejillas
—En serio mi amor, no sé que le hizo esta mujer a nuestra pequeña para que se pusiera de esta manera— Valentina se removía como una lombriz mientras grita, patalea y llora desconsolada, queriendo volver a mis brazos.
—Yo no lo he hice nada a su pequeña … Alfa, estaba muy contenta en mi regazo jugando con Camilo — contuve la ira enterrando mis uñas en las palmas de mis manos para no lanzarme sobre la loca mujer.
Lucas, sin embargo, no dijo nada, tampoco me miró, solo se giró en dirección hacia su compañera y tomó a la cachorrita entre sus brazos y comenzó a mecerla para que dejara de llorar.
En un par de minutos la niña ya no lloraba, pero se afirmaba con todas sus fuerzas del cuello de su padre mientras hipaba.
—Sus dormitorios están listos, hoy ha sido un día difícil, es mejor que se vayan a descansar, María los llevará —
María apareció por uno de los pasillos para guiarnos hasta el lugar donde descansaremos.
—¿Se quedarán esta noche aquí Lucas? — escuché a la mujer reclamar, no quise seguir escuchando, por lo que caminé rápido detrás de María y los niños junto a Julieta, quien no me quita la mirada de encima.
—¿por qué me miras así? — cuestioné
—No sé como eres capaz de contenerte
—Si hubiese sido en otro momento o hubiéramos estado solas, te juro que me paso por mi lugar oscuro que sea la Luna y la dejo pelada y como un mapache
—Gracias a la Diosa no estabas sola — se burló mi amiga.
Nos asignaron un dormitorio a cada uno, Julieta entró al suyo, sin embargo, mis niños no querían separarse esta noche, así que entraron al mismo dormitorio conmigo detrás de ellos.
—Es mejor que se acuesten, ya es tarde, quisiera que mañana saliéramos lo más temprano de aquí— hablé sentándome en los pies de la cama.
Mis pequeños me copiaron, ahora estamos los tres sentados sobre la gran cama —¿están asustados? — cuestioné mirando a cada uno.
—Quisiera que papá estuviera aquí, las tormentas eran mas entretenidas con él— había estado controlando mis emociones después de todo lo que lloré luego de sepultarlo, los recuerdos de los días de tormentas llegan a mi mente.
—¿Recuerdas los campamentos que hacíamos en la sala de estar? Era genial, hacer todo ese desorden con él — dijo Alelí tomando a Camilo de los hombros.
¿Cómo no recordarlo? si cada vez que hacían ese desorden, Manuel llegaba pasada la media noche al dormitorio y me hacía el amor intensamente, mientras los niños dormían en sus tiendas de campaña improvisadas con los muebles, para que a la mañana siguiente yo no me enojara.
—Claro que lo recuerdo, era como si estallara una bomba nuclear en la sala de estar— me burlé
—Lo extraño mamá — agregó mi niña con lágrimas en sus ojos tan iguales a los de su papá.
—Yo también lo extraño — suspiró Camilo, Alelí lo abrazó con tanto amor, como lo ha hecho desde que su hermanito nació.
Me quedé muda, no hay palabras que de mi puedan salir para poder consolarlos, por lo menos no por ahora, todo es tan reciente y tengo tanto miedo de lo que viene por delante.
Mis cachorros se abalanzan sobre mí para abrazarme y darme miles de besos —Nosotros estaremos contigo mamá, sabemos que te duele el corazón haber perdido a papá, pero estaremos a tu lado, papá nos enseñó bien —
—Mejor vamos a acostarnos Camilo, mamá debe estar cansada— expresó mi hija mientras abría las tapas de la cama y se metía entre las mantas, incitando a su hermano a hacer lo mismo.
—¿no quieren que me quede con ustedes esta noche? — ambos se observaron por un momento, como si estuvieran conectándose mentalmente y luego asintieron sin dejarse de mirar
—No mami, tienes que descansar, ha sido un día muy largo, y sabes que Camilo tiene mal dormir— sonrió mi chiquilla.
—Está bien, descansen… Los amo— les dejé a cada uno un beso en la frente y salí del dormitorio para dirigirme al que María había asignado para mí.
Alelí
—Hermano, debes tener más cuidado cuando hablas con mamá, no se te puede escapar que papá nos asignó aquella tarea — le reclamé a Camilo.
Papá sabía lo que pasaría, esperaba que pasara mucho antes de lo que sucedió, por lo que nos estuvo enseñando desde hace mucho tiempo, como escabullirnos, también, como entrar a los sistemas de seguridad de la manada y entre otras cosas defensa, Camilo es muy bueno, a penas volvamos a casa, le pedirá a mamá que lo inscriba a los talleres de defensa, no me gusta la idea, pero me arrimaré al pequeño, necesitamos estar preparados.
—perdón Alelí, casi se me escapa, pero es que no me gusta ver a mamá llorar— hizo un puchero.
—Debemos seguir con todo el plan trazado, y cuando tengamos la oportunidad hacérselo saber al Alfa — le recordé.
Alguien lleva mucho tiempo inmiscuyéndose en las cosas de la manada, papá no estaba de acuerdo con que nosotros lo supiéramos, y mucho menos por que mamá podría correr peligro al igual que Camilo y yo.
Esa era una de las razones de por qué no vivíamos aquí en la manada, lo que nos favorecía aprender desde pequeños todo lo que sabemos. El uso de computadores y sistemas lo comencé a aprender desde los 8 años, quizás un poco antes, pero era menos formal.
—¿Sentiste algo extraño entre mamá y Lucas? — cuestioné —¿Cómo qué? Ella no lo estima, creo que ni siquiera lo respeta por ser el Alfa—
—De las veces que han estado en la misma habitación, se miran de una extraña forma… así como… —
—Cuando papá la miraba — me cortó mi hermano, giré mi cuerpo hacia él e hizo mismo, quedando frente a frente
—Sí, así mismo, es solo qué mamá culpa a Lucas de lo que paso con papá, entonces está muy enojada con él —
—¿estás diciendo que crees que podrían tener un vínculo? Eso es absurdo, el Alfa tiene a su Luna, no podría ser lo que dices —
Somos pequeños, aun así, papá, mamá y la tía Juli siempre nos han hablado de lo que somos y algunas tradiciones, aparte, aunque no viviéramos dentro de la manda somos parte de ella, por lo que en nuestro colegio tenemos asignaturas dirigidas a nuestra historia.
—Es solo que… me parece extraño todo —
Escuchamos pasos fuera de nuestro dormitorio, supimos al instante que era Lucas, y no había caso que nos hiciéramos los dormidos. Tocó la puerta delicadamente, por lo que me puse de pie y abrí la puerta.
—Niños ¿están bien? pasé a ver si necesitan algo o si siguen con susto —
—Gran jefe, estamos bien, no nos dan miedo las tormentas, papá nos enseñó a que no hay nada que temerles — dijo Camilo apareciendo por mi espalda
—Si, me imagino, a Manuel siempre le encantaron las tormentas, solía salir a correr libre cuando había una y estaba aquí en la manada —
Sí, es algo que papá haría sí o sí, había muchas cosas que a él le gustaba hacer y que para los demás eran cosas extrañas, salir a correr en las tormentas era una de ellas.
—Mejor vuelvan a la cama, que pasen buena noche— se despidió Lucas de nosotros y sin más se alejó.
Lucas
No sé que tiene Rita en contra de Lira, y sé que es una mujer territorial, pero de ahí a inventar que Lira había lastimado a Valentina me parecía una estupidez, sobre todo cuando nuestra cachorra rechaza desde hace un tiempo pasar tiempo con su mamá.
Hice dormir de nuevo a mi pequeñita, asegurándome que estuviera bien dormida y volví a mi dormitorio, al entrar encontré a Rita vestida con un conjunto diminuto, sentada en una banca a los pies de la cama.
Ella sabe que no estoy de humor, y no quiere que le reclame el escandalo que armó abajo frente a los invitados.
—¿se puede saber que es lo que te pasa con Lira? — cuestioné, ella alzó una de sus perfectas cejas, se puso de pie y caminó hasta quedar frente a mí
—Acaba de quedar viuda y pareciera que te quiere comer con la mirada, no la quiero cerca de nuestra familia —
Me quedo estoico frente a las absurdas palabras que acaba de vomitar mi compañera, es mujer lo único que quiere es degollarme y si tuviera una sola oportunidad en su vida la tomaría con una sonrisa en su cara.
—Estás loca Rita, ¿Cómo puedes pensar algo así de una mujer que acaba de perder a su compañero? Es absurdo y estúpido lo que estás diciendo — escudriñé su rostro, su mandíbula está tensa y sus ojos están que echan chispas.
—¿ves? Me estás tratando mal solo por defenderla— se cruzó de brazos, acentuando la curva de sus pechos sobre la tela de encajes que cubre sus pechos.
Tragué grueso, mi compañera tiende a ocupar la artillería pesada cuando sabe que estoy enojado con ella, me calienta el doble ya que pocas veces pasamos las noches juntos haciendo el amor, por lo menos es así desde que Valentina nació.
Rodeo mi cuello con sus brazos y comenzó a besarme, desde mi cuello y nuestra marca hasta llegar a mis labios, que la recibieron gustoso.
—No discutamos, y volvamos a lo que dejamos inconcluso cuando Valentina despertó —
Ahora había empezado a desnudarme, llevó sus manos a la correa de mi pantalón y me dejó solo en ropa interior.
—Te extraño — detesto que haga esto, y me siento estúpido por necesitarla como lo hago, es como si mi mente entrara en transe y pudiera retroceder, por lo que le permito seguir
—Y yo te necesito—
Y así sin más dejé que mi compañera hiciera lo que quisiera con mi cuerpo.
Antes de terminar, Rita me sentó en la orilla, luego se puso de rodillas frente a mí, con sus manos juguetonas comenzó a introducirme lentamente en su boca con movimientos de arriba abajo, su lengua juguetea conmigo y yo siento que voy a explotar.
Un par de lamidas más y estaría liberándome en la boca de mi compañera y es en ese entonces, cuando un par de ojos oscuros chocan con los míos, provocando una liberación intensa en la boca de mi compañera.
-Damián: Lira
-Lucas: ¿Qué mierda hace afuera?
Rita se pone de pie con una sonrisa satisfecha en su cara, luego de tragar me da un beso apasionado y se mete al baño.
Mientras yo observo atónito el cuerpo de Lira bajo la lluvia.
Los dormitorios principales y de invitados están en la primera palta de la casa, y el mío, da hacia la parte trasera del bosque, con un gran ventanal que proporciona una vista increíble a las montañas y el bosque.
Con la calentura, no cerramos del todo las cortinas, por lo que deduzco que Lira vio gran parte del espectáculo erótico que montamos mi compañera y yo.
Me pongo de pie acercándome a la ventana, Lira no aparta su mirada de mí, es cuando recuerdo que estoy desnudo por completo.
—No vas a acompañarme en la ducha amor? — La voz de Rita me saca de mi trance, pero al volver la vista al bosque Lira ya no está
—Sí… vamos—
Me metí a la ducha con mi compañera, sin quitar de mis pensamientos la mirada de Lira al otro lado del cristal de mi ventana.
Nuevo cap.
Lo siento, en serio que intento actualizar más seguido, pero se me hace dificil, ahora se me suma a los niños y al marido enfermos ¬_¬
Ya me queda poquito para tener a la beba en brazos, unas 3 semanas aprox.
esta semana mis niños empiezan a asistir nuevamente a clases por lo que tendré un poco más de tiempo para actualizar
Las quiero!
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Comments
moon 1
wao, me gustaría leer eso/Applaud//Applaud//Applaud//Applaud//Determined//Determined//Determined//Hammer//Hammer//Hammer//Hammer/
2024-11-26
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moon 1
maldita bruja
2024-11-26
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Isaura Chavez
hola ya no seguirás con la actualización,
2024-08-31
0