Nuevo nivel desbloqueado

Siendo hora de almuerzo, Alejandra decide pedir comida en la oficina para terminar asuntos del proyecto con los Acosta.

🔔 Notificación móvil: "Hola Queen, el día de la colaboración, debemos hacer un stream para promocionarlo. Neil Pérez."

Al ver el mensaje, Alejandra sonríe tontamente, pero recuerda que aún tiene mucho por hacer en su agenda en Industrias Santamaría antes de poder hacer un espacio para sus compromisos como jugadora. Teniendo tanto por terminar, ella trata de concentrarse lo más que se pueda para aprovechar el tiempo y se sumerge en su trabajo hasta que llega la noche.

Mira el reloj: "Ya es muy tarde, debería irme a casa y descansar". Pide un taxi, no tenía ánimo de conducir esa noche. Se dispone a tomar una ducha caliente para aliviar su estrés luego de una jornada extensa de trabajo. "Mi padre debería ver todo lo que me he esforzado", pensó mientras se relajaba. Se puso el pijama y saltó a la cama. "Tengo tiempo sin verlo, me desespera un poco no saber de él", pensó Alejandra mientras se quedaba profundamente dormida.

A la mañana siguiente, ya vestida y arreglada para ir a la oficina, escucha su móvil sonar. "Queen, buen día, espero no molestarte tan temprano, quería saber si el Stream lo podemos hacer hoy por la noche ¿Te parece bien?" preguntó Neil al otro lado del teléfono. Alejandra emocionada de escuchar su exótica voz otra vez, tardó un tiempo en responder, hasta que al final dijo "Por supuesto, estaré lista" con un tono amable. "Bien, hasta entonces", cortó Neil.

Alejandra quedó mirando la pantalla del móvil mientras se apagaba y con una sonrisa complaciente en el rostro. Se levantó mucho más el ánimo y salió de su habitación. "Ronaldo, por favor, llévame a la oficina, ayer volví en taxi y dejé mi auto en el estacionamiento". "Por supuesto, señorita, suba", respondió Ronaldo brevemente. De camino a la oficina, Ronaldo pasó por la panadería y vaya sorpresa, estaba Neil abriendo la panadería para iniciar turno, esto llenó a Alejandra aún más de satisfacción.

"Mi día no pudo haber empezado mejor", pensó sonriendo para sí misma. Al llegar a la oficina, Andrea le informó que había alguien esperándola en su estudio. "Hola preciosa, temía que no vinieras hoy, estás tan radiante", dijo Antonio al ver a Alejandra. Ella fingió una sonrisa y le devolvió el saludo. "Mi día iba tan bien", pensó en silencio. "Entonces estás aquí para avanzar en los últimos detalles del proyecto, ¿no?", preguntó Antonio. "Y para verte, claro", dijo él con una media sonrisa y los ojos puestos en la cintura de Alejandra, que estaba bien torneada con una falda tubo y una blusa ajustada que hacía juego con sus zapatos color champagne. "Eso, ahórratelo, ¿sí?", dijo Alejandra poniendo los ojos en blanco. "No entiendo por qué tanto drama, serás mi esposa en un futuro no muy lejano y deberíamos llevarnos bien por el beneficio de ambas empresas", dijo Antonio acercándose lentamente a Alejandra, quien tuvo que retroceder mientras guardaba su postura. "No estés tan seguro, de alguna manera convenceré a mi padre de que tú no eres precisamente el mejor partido para mí", dijo Alejandra con una sonrisa de orgullo. Antonio no aguantó y la agarró de la cintura y luego de la nuca, obligándola a besarlo. Alejandra rápidamente lo alejó abofeteándolo. "Que no se te vuelva a ocurrir tocarme", dijo Alejandra con un tono frío y malhumorado. En ese preciso momento, Andrea los interrumpió. "Disculpe, señorita, su padre la necesita en su oficina", dijo y enseguida giró sobre sus talones para marcharse. Alejandra no lo pensó dos veces para salir de allí en dirección al despacho del director general. Tocó la puerta con cautela. "Adelante, cariño", dijo Ricardo con una sonrisa. "¿Me necesitas para algo?", respondió Alejandra. "Sí, estaré en un viaje de negocios en la próxima semana, así que voy a necesitar manos extras en mis tareas de ahora en adelante para que no haya atrasos, así que no saques planes desde hoy", dijo Ricardo con apuro. No podía ser, estaba apresurando sus cosas para poder sacar tiempo para su carrera como jugadora y ahora pasaba esto...

"Si, papá", respondió obedientemente. "¿Algo más?", preguntó Alejandra con el fin de gastar tiempo, tiempo que no quería pasar con el idiota de Antonio.

"No, ya te puedes retirar", dijo su padre.

Alejandra salió de la oficina de su padre con desánimo. Sabía que no iba a ser fácil librarse de él para poder hacer el stream con Neil esa noche. Algo tenía que hacer, algo se le tenía que ocurrir.

Regresó a su despacho donde Antonio todavía aguardaba por ella. Recordó la influencia que tenía sobre Antonio, así que quería aprovecharse de eso.

"Creo que sería mejor ir a cenar mañana para liberar cargas de este proyecto. ¿Qué te parece?", propuso Alejandra.

Antonio la miró con incredulidad. Ella nunca le había pedido salir.

"Me parece bien, pero aún no hemos hecho ni la mitad de la última parte", dijo él mirando la pila de papeles sin revisar.

"Por eso no te preocupes, déjamelo a mí", le dijo Alejandra haciéndole un guiño. "Pero necesito que me ayudes con unas pequeñas tareas para poder liberarnos de todo mañana. ¿Puedes?"

Antonio la miró aún más sorprendido. Alejandra era de las personas que le gustaba hacer todo sin ayuda.

"Claro, si me pides esto es porque realmente debes estar cansada. Quizá pueda darte un masaje después de la cena mañana", respondió mirándola fijamente de arriba a abajo.

"Si, claro, eso ni lo sueñes", dijo Alejandra riéndose.

Así que ella procedió a dividir las tareas y poder liberarse del peso extra de trabajo que le había puesto su padre para poder tener tiempo para Neil y sus seguidores. Sonrió con satisfacción y salió de su oficina.

Estando en su cuarto, tomó la laptop y comenzó a investigar un poco más sobre los puntos referentes del proyecto antes de la transmisión. Al cabo de un rato, se vistió y se puso nuevamente su icónica máscara de gata para darle inicio a su stream con Neil, el Dios de los videojuegos.

Cuando vio una notificación en el móvil, leyó: "No puedo esperar para que el juego empiece. Hace tiempo quería hacer esto contigo. Neil Pérez".

No pudo evitar reír. Su corazón latía con fuerza. Le encantaba la idea de saber que la persona a quien ella admiraba, la admiraba también.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***